Antonio Tello. Escritor y bibliotecario argentino.
Mi amigo, Antonio Tello,
escritor y poeta argentino al que conocí en Barcelona, cuando trabajaba en la
revista Interviú, de la que llegó a ser presidente del Comité de Empresa y con
quien siempre mantuve una gran
amistad, ha sido designado en la
Argentina, a donde se fue, Asesor de Presidencia en Letras y Bibliotecas de la
Agencia Córdoba Cultural, a la vez que mantiene su condición de responsable del
área Literatura y Pensamiento de la delegación local de la Agencia. “No voy a
negar –reconoce Tello en Puntal.com.ar, agradecido– que, al regresar a este
país y afincarme en la ciudad de la que me tuve que marchar sin quererlo, tenía
expectativas de rápida reinserción pero, aún para mi confianza, esta velocidad
resulta sorpresiva”.
Hace más de un año, Antonio
Tello tuvo que abandonar España tras casi cuarenta años de vivir en Barcelona,
por su falta de trabajo y dificultades pecuniarias como escritor. Hoy se le
echa de menos mientras, en la Argentina, reconocido como escritor y poeta,
tiene las puertas abiertas. “Fernando Sassatelli, director de la Casa de la
Cultura de Río Cuarto, consideró mis posibilidades, me sumó a su equipo desde
un principio y sigue confiando en que mis ideas y mi trabajo son dignos de ser
impulsados”. Su primera tarea fue la recuperación estructural del edificio de
la Biblioteca, que ha sido, en el pasado, la residencia de los gobernadores de
Córdoba: “Hay bastante trabajo que hacer, incluida la recuperación de varios
frescos de gran valor, pero vale la pena por lo que ese edificio significa para
el Patrimonio Cultural. La idea es lograr que, además de quienes habitualmente
utilizan la Biblioteca, también los jóvenes y los niños tengan motivo para
circular frecuentemente por ella, y, en ese sentido, pensamos instalar
video-juegos educativos, dotar de espacios en los que se pueda acceder a
e-books, y crear salas de producción individualizadas, incorporando fuertemente
esa fuente de acceso que son las nuevas tecnologías”.
Tello tiene ideas al
respecto. Por ejemplo, con los talleres, pretende que, una vez al mes, se armen
tertulias literarias. Con respecto a la Junta de Historia, piensa avanzar en la
instrumentación de un ciclo de charlas, Al Hilo de la Historia, e impulsar la
escritura y edición de una Historia de la Biblioteca. Para cerrar el profuso
diálogo tapizado de proyectos, Antonio retoma su designación en la Biblioteca:
“Además de lo que significa para un hombre de letras, para un poeta, estar al
frente de una institución de esas características, siento que, secretamente,
estoy siendo compensado por la pérdida de dos bibliotecas personales, consecuencia
de mi obligado destierro. Por eso, este cargo, además de suponer un compromiso,
genera en mí una emoción muy profunda”. Desde aquí le deseo todo la suerte y merecimiento
que se merece como escritor y poeta.
2 comentarios:
Muchas gracias, Santiago. No había leído hasta hoy esta publicación tan llena de cariño. Un abrazo fuerte.
Sólo una aclaración. Los problemas en España se suscitaron como consecuencia del juicio sin resultado positivo que plateé al club internacional del libro por reclamo de derechos de autor derivados de una mala interpretación del art. 8 de la Ley de Propiedad Intelectual. Lamentablemente estuve solo en la acción, porque de haber ganado, las editoriales -todas las grandes- hubiesen tenido que desembolsar millones de euros para pagar los DD.AA. a decenas de escritores que vienen explotando hasta el día de hoy. Vamos, que lo que no consiguieron en los ochenta en el Grupo Z, lo consiguieron las editoriales gracias a la corrupta justicia española.
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