jueves, 3 de agosto de 2017

En Catalunya, Gregorio Morán es puesto en tela de juicio.


El escritor y periodista Gregorio Morán ha sufrido un infarto que lo mantiene ingresado en un hospital de Barcelona. El ataque tuvo lugar este domingo, después de que se censurara una columna suya en el periódico La Vanguardia, donde suele escribir. El artículo analizaba las ayudas millonarias que, de forma sistemática, entrega la Generalitat de Cataluña a los medios de comunicación afines. Según detalla, Crónica Global, la evolución de Morán es estable y los médicos que le han atendido le han recomendado que guarde reposo durante varios meses.

La Vanguardia no publicó el artículo semanal del periodista y escritor en su espacio 'Sabatinas intempestivas' y bajo el título 'Los medios del Movimiento Nacional', esgrimiendo que podría “ser querellable”. El artículo de Morán, que fue publicado por otros diarios como “El Periódico de Caralunya” es muy crítico con los medios de comunicación catalanes, a los que compara con los “del Movimiento Nacional”, y califica a la Generalitat de institución “corrupta” y al nuevo jefe de los Mossos de “delincuente legal”.

 “Estamos en manos de un personal que bordea la ley, y que lo hace con el ánimo de no sólo de incumplirla, sino de imponer la suya, que no es otra que ir a la ruptura y provocar un conflicto no sólo cívico sino violento”, dice Morán sobre Joaquin Forn, nuevo conseller de Interior al que se  refiere también como “delincuente legal”, alguien que “podría llamarse así como el que rompe la legalidad cuando le peta en función de sus intereses políticos. Estamos en manos de un personal que bordea la ley, y que lo hace con el ánimo de no sólo de incumplirla, sino de imponer la suya, que no es otra que ir a la ruptura y provocar un conflicto no sólo cívico sino violento”. Y continúa: “Un muerto salvaría a Cataluña. Es el lema escondido entre los conspiradores de esta farsa. Baste decir que Artur Mas confiesa a los suyos que llegará el momento oportuno de ocupar los edificios estratégicos de Barcelona”.

“Nunca se hizo tan evidente, desde los tiempos del franquismo, el dilema de estar con el poder o contra el poder. Y aquí entramos los plumillas”, dice el periodista. “Los fondos destinados a diarios como Ara, Punt Diari, TV3, que superan los del Canal Sur de Andalucía o el canal de Madrid, que ya es decir, cantidades de todos modos exorbitantes que pagamos todos los ciudadanos, desde Cádiz a Girona, y donde sobreviven 7 directivos de TV3 con salarios superiores a los 100.000 euros, podrán parecer una nadería frente a las estafas reiteradas del PP, pero describen un paisaje. Cobrando eso, ¡cómo no voy a ser independentista! ¡Qué simples somos cuando decimos que esos medios no los ve ni los lee nadie! Se equivocan y por eso estamos donde estamos”.

"Habría que recuperar ahora los Nuevos Medios del Movimiento Nacional catalán. Te crujen por una disidencia, por una opinión que no sea la de las instituciones corruptas de la Generalitat”, expresa Morán casi al final de su texto. Esto último es la principal razón esgrimida por La Vanguardia para censurar la columna, según Economía Digital. La dirección del periódico considera que referirse a la Generalitat como corrupta, además de a Forn como “delincuente legal”, puede ser motivo de querella contra el rotativo.

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