El “circo” de Tamames y Abascal.

 

El circo de Tamames y Abascal comenzó ayer, convirtiéndose en un “esperpento” sin fin que aburrió incluso al candidato de Vox. Tamames se ha llevado un chasco con un procedimiento demasiado largo y plagado de dardos sobre sus contradicciones, evidenciadas expresamente a lo largo de su discurso. Un alegato que tanto el Ejecutivo como sus socios y críticos han coincidido en tildar de vacío, inútil y a falta de un programa alternativo.

Cynthia Coiduras y Nacho Caballero, en ElPlural.com, advierten que, desde la coalición, sin embargo, han aprovechado la oportunidad no solo para contraponer los modelos contra la ultraderecha sino de sacar pecho de todas las políticas llevadas a cabo, especialmente las sociales. “Así lo han manifestado el propio presidente del Ejecutivo y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quienes han presentado con todo el rigor que una moción se merece -tal y como han defendido en los últimos días- su modelo a cuenta de la subida del SMI, la reforma de las pensiones o la lucha contra la violencia de género, entre otras muchas cosas. Y es que Tamames ha optado por cambiar su discurso filtrado para adecuarlo más a los tiempos actuales. Concretamente para acercarlo a los preceptos ideológicos de Vox ya que, aunque más corto, el candidato ha intervenido con un texto antieuropeísta y revisionista de la Guerra Civil”.

Por su parte, los grupos parlamentarios, han constatado el aislamiento de la ultraderecha en cuanto a la moción. Menos el PSOE y el PP, que intervienen en la sesión de este miércoles, el resto de formaciones han subido al estrado para dar cuenta de su visión y posición al respecto de esta reprobación. Así, las posturas de la oposición se han dirimido entre algunas críticas contra el Ejecutivo, pero aparentemente insuficientes para apoyar la propuesta de Vox, y la denuncia de la poca utilidad de la moción. Especialmente incisivos fueron Joan Baldoví, Íñigo Errejón y Gabriel Rufián, quienes cuestionaron el papel de Tamames -exdirigente comunista- y su acercamiento con la ultraderecha. Los representantes de Compromís, Más País y ERC dieron un repaso al candidato sobre las actuaciones de Vox y el historial de algunos de los diputados, condenados por diferentes delitos. “¿Qué tiene esto de antifranquista, de constitucionalista y de espíritu de la Transición?”, sostuvo el líder catalán desde el estrado en referencia a las constantes menciones a la Constitución que ha pronunciado el catedrático antes de recordar a Abascal que “le ha aplaudido todo el mundo menos Tamames”.

A su vez, el valenciano ha cuestionado con tono muy elevado y mucho ahínco el reproche que Abascal ha realizado sobre la vestimenta. “El decoro y respeto a esta institución no consiste en llevar corbata y chaqueta, sino utilizar la institución para fines electoralistas. La dignidad se lleva en el alma, no en una corbata o pulsera”, dijo. Mientras, Errejón sostuvo que Vox nació del “rencor contra Cataluña, el feminismo y el 15M”. “Vox, con todo el rencor y odio, es un partido desnortado. Cuando tiene una ocasión de presentarse ante España, solo se le oye una profunda miseria moral que late del fascismo”, argumentó.

“La chirigota del ego de Tamames -escribe Íñigo Sáinz de Ugarte en ElDiario.es- tiene su día grande en el Congreso. Llamar discurso a la intervención de Tamames es un exceso que sólo está al alcance de Sánchez Dragó en uno de esos días con dos copas de vino. Su falta de rigor al hablar de temas económicos fue inaudita viniendo de un economista”.