“Periodistas o jueces: ¿A quién temes más?”
Advierte Aníbal Malvar en
“Público” que un simpático partido de apariencia neofascista quiere personarse
como acusación particular contra Begoña Gómez, pero como solo tiene 16
afiliados en paro y unos fondos de 238 euros no puede pagar la fianza de 10.000
pavos que exige el juez Juan Carlos Peinado para entrar en el Valhalla de los
togados. “El partido en cuestión se llama Portodos, y ha presentado recibos
impagados para acreditar su insolvencia, y así lograr que le rebajen la dicha
fianza a 50 euros. Y es que esto de denunciar absurdamente está carísimo en los
juzgados, y yo creo que es una de las principales causas de nuestra inflación
insoportable.
“Que salga más caro
difamar a la esposa del presidente en sede judicial que asistir a un concierto
de Taylor Swift a mí me parece bochornoso. En una democracia plena, el lawfare
no puede ser solo para ricos. En el periodismo lo sabemos bien: si este
periódico, cualquier periódico pequeño, difama a alguien, acaba arruinándose.
OKDiario o El Mundo, sin embargo, tienen la grandeza de que cada vez que reciben
una multa por mentir y malmeter la compensan con una subvención de Isabel Díaz
Ayuso o José Luis Martínez Alchotis, dos grandes defensores del derecho
ciudadano a la desinformación.
“De nada sirven los 140
folios de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que exculpan a Begoña
Gómez, en comparación con los tres o cuatro recortes de prensa (sic) aportados
por el sindicato (sic) Manos Limpias (sic) como acusación. Manos Limpias
apoquinó los 10.000 pavos que cuesta acceder a la fama tribunalicia. Y el que
paga, manda. Es el mercado, amigo, sonríe Rodrigo Rato.
“Observando
acontecimientos como este, llega uno a la conclusión inequívoca de que en
España hay mucha gente desocupada, por mucho que presumamos de cifras de
empleo. Mantener un partido con 16 militantes e intentar personarse como
acusación particular en un juicio de tal envergadura es cosa que no puede
llevar poco tiempo. Me fatigo solo de pensarlo. Con este partido, Portodos, me
pasa como con los fascistas que dedicaban una jornada laboral al día a acosar a
Pablo Iglesias, Irene Montero y sus tres hijos en el Shangri-La de Galapagar.
¿No trabaja esa gente? ¿No tienen familia? ¿Se les jodió la televisión? ¿No
podían buscarse un hobbie normal, como la filatelia o el puenting?
“Uno va concluyendo que
el fascismo es cosa de personas habitualmente ociosas, como Santiago Abascal o
los nietos de Franco. Esta gente, antes, se iba de cacería a los predios de la
duquesa de Alba, y, aunque soy amante de los pajarillos, os confesaré que así
molestaban menos. Pero claro, con 238 euros en la cuenta, como tienen los
patriotas de Portodos, la duquesa de Alba solo te permite entrar en sus cotos
como ojeador, peón caminero o encendedor de puros. Así que las dieciseisavas y
ociosas huestes de Portodos se van a los juzgados a poner denuncias falsas, que
es algo que viene sustituyendo al viejo deporte cinegético nacional. En el
campo o en los juzgados, lo que importa es ir de caza.
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