La Global Sumud Flotilla partió para Gaza en más de 20 barcos.
Una flotilla de barcos
zarpó el pasado domingo desde Barcelona con el objetivo de romper el bloqueo
israelí y llevar ayuda humanitaria a Gaza. Pero tuvo que regresar debido al mal
tiempo y a la situación del mar. El lunes por la tarde retomó el camino hacia
el territorio palestino. Los 350 tripulantes de 44 nacionalidades que se unieron
a la iniciativa de la Global Sumud Flotilla, se completarán con los barcos que
se añadirán el 4 de septiembre en los puertos de Túnez, Catania, Sicilia y
Grecia. Juntos esperan alcanzar las
costas palestinas a mediados de septiembre para “romper el bloqueo y crear un
corredor popular humanitario”. "Cuando los gobiernos fallan nosotros
navegamos", decía Thiago Ávila,
Para Thiago Ávila,
activista
brasileño y portavoz de la flotilla, “es el mundo entero contra el genocidio”.
Otro de ellos, Mohamed Nadir Al-Nuri, aseguró que este día “marca el inicio de
una Palestina independiente”, además de pedir a todos que se implique en esta
misión. A bordo subieron activistas y también políticos, como la exalcaldesa de
Barcelona Ada Colau (Comuns); el concejal de ERC en Barcelona, Jordi Coronas,
que capitanea uno de los navíos, y la diputada de la CUP en el Parlament, Pilar
Castillejo. Colau aseguró que “la causa palestina es la causa de la Humanidad”,
en declaraciones a la prensa.
Junto al actor catalán,
Eduard Fernández, zarpó el actor irlandés, Liam Cunningham y el cómico y
escritor irlandés Tadhg Hickey. Por su parte, el actor Willy Toledo, la
cantante Marina Rosell y las actrices Laia Manzanares, Nora Navas, Iria del Río
y Vicky Luengo, entre otros artistas, dieron apoyo a la flotilla ante los
medios. Varias asociaciones y movimientos sociales despidieron también a esta
flota, expresando su apoyo a la comitiva, como Intersindical Alternativa de
Catalunya, CGT y Sindicat de Llogateres, cuya portavoz, Carme Arcarazo, reclamó
canales seguros de ayuda humanitaria y que los gobiernos “rompan relaciones con
Israel y hagan un embargo de armas”.
Por su parte, la
activista sueca Greta Thunberg afirmó, poco antes de partir a Gaza, que cada
día “más y más gente abre los ojos sobre las atrocidades de Israel”. Y añadió, junto
a otros activistas y famosos que apoyan la iniciativa, que lo más impactante no
es la misión de la flotilla, sino ver cómo el mundo puede estar en silencio y
no responder ante la opresión a los palestinos, y mostrándose asustada al ver cómo
la gente puede seguir su vida como si nada pasara ante un genocidio
retransmitido en directo.
Saif Abu Keshek, el
activista y coordinador de la flotilla, así como el resto de participantes de
la misma, no ignoran el peligro que supone embarcarse, pero aseguraron seguir
adelante. “Estudiamos todos los escenarios que pueden ocurrir. Lo que tenemos
muy claro es que ninguno de los riesgos que podamos enfrentar es comparable con
los peligros que enfrentan los palestinos. Da igual el resultado, y lo que
pueda hacer Israel, pero nuestro papel y nuestra responsabilidad es volver una
vez más”.
La iniciativa consiguió reunir
a 26.000 voluntarios de todo el estado e internacionales, dispuestas a unirse a
esta misión humanitaria. Pero el trabajo de tierra no ha acabado. Lo confirman
Flor y Rubén, dos de los asistentes de la Liga Internacional Socialista,
sujetando un pañuelo palestino y una sandía de peluche. Afirman que “se
necesita ayuda de los que están en los barcos y de los que están en tierra” y
que “va a haber mucho por hacer estos días, cuando zarpe la flotilla hacia
Túnez y luego hacia Gaza, difundiendo lo que sucede y defendiendo a toda la
gente de cualquier agresión que pueda llevar a cabo el estado de Israel”.