martes, 30 de septiembre de 2025

Leonor, coleccionista de medallas y ajena a la meritocracia.

 

Nieves Concostrina destacaba el pasado sábado, en un artículo (Las chapitas de Zarzuela), publicado en Público, la total ausencia de méritos de las hijas de la ciudadana Ortiz para haber recibido, Leonor, el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III por haber jurado una Constitución que se la refanfinfla porque le es ajena, y Sofía la Gran Cruz de Isabel la Católica por la indescriptible proeza de haber llegado viva a los 18 años.

“Estas distinciones, al fin y al cabo, son bufonadas inventadas por los borbones para repartir condecoraciones y que los gobiernos siguen por inercia saltándose a la torera los decretos que regulan a quién y por qué hay que entregar el galardón.  Es muy grave, sin embargo, cuando esas distinciones interesan al ámbito civil democrático, porque, así de claro, es un insulto a la democracia y una bofetada a cada uno de los españoles que podrían merecerlo que una jovencita sin capacidades demostradas, sin currículum ganado y sin haber prestado un solo servicio a la nación acumule ya en su colección siete medallas de oro: la del Congreso, la del Senado, la de Aragón, la de las Cortes de Aragón, la del Principado de Asturias, la de la Comunidad de Madrid y la de Galicia. Si aún le faltan las del resto de comunidades y ciudades autónomas, no se apuren, es que a la muchacha no le han encontrado hueco en la agenda para acudir a recibirlas. Hay una larga fila de peticiones de comunidades, asambleas y ayuntamientos para imponer medallas a esa chica sin méritos conocidos. Y es que ese es el único objetivo de los responsables políticos que conceden estas medallas de oro: montar un sarao protocolario para asegurarse titulares y fotos, pese a ser conscientes de estar incurriendo en serias irregularidades administrativas.

“Nunca pasa nada, porque todos corren un estúpido velo sobre estos actos tan reprochables y tan discriminatorios con la esperanza de que todo siga igual porque todo el mundo hace lo mismo. Pero siempre hay una primera vez.

“El pasado 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla, que tiene guasa, la ciudadana Leonor, disfrazada de guardiamarina, recibió en Compostela la medalla de oro de la Comunidad Autónoma de Galicia sin que, tal y como exige el reglamento, exista un expediente administrativo que especifique los méritos para semejante distinción. A usted, gallego o gallega de a pie, le mirarían hasta el largo de las uñas de los pies si pretendiera optar a la medalla de oro gallega, comprobarían sus méritos, se debatirían después, se extendería un expediente y, quizás, aprobarían concedérsela. A la señorita Leonor se la han dado por su moño bonito. Sin méritos, sin expediente, sin debate…

“Dice la Xunta que no hace falta expediente en este caso porque no se ha propuesto a nadie más. Es decir, que Bob Esponxa también habría sido un buen candidato a la medalla de oro de Galicia ante la ausencia de propuestas para premiar a gallegos o gallegas destacables. Está claro que la Xunta no tiene recursos para detectar a gallegos ilustres y/o ilustrados.

“Tranquiliza saber, sin embargo, que entre tanto político y periodista cortesanos –babosos a veces–, hay vigilantes que intentan cuidar de la salud democrática de las instituciones. El diario digital Praza.gal, al amparo de la Ley de Transparencia, solicitó a la Xunta que especificara los requisitos tenidos en cuenta para conceder a Leonor la medalla en cuestión, y puesto que la respuesta ha sido bastante absurda, el Observatorio para a Defensa dos Dereitos e Liberdades, según publicó infoLibre, ha presentado recurso contencioso-administrativo. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) lo ha admitido a trámite y ha pedido a la Xunta el expediente administrativo. Pero pierdan toda esperanza: la alta Xustiza gallega y la Xunta encontrarán los necesarios subterfugios administrativos y legales para dar carpetazo al asunto.

Nieves Concostrina comenta que Goretti Sanmartín, alcaldesa de Santiago, declinó la invitación para acudir a la entrega de la medalla a la joven Leonor puesto que es una importantísima distinción que se ha concedido a una “persona que nada meritorio ha aportado a Galicia”. Y termina clamando: “Ole usted, señora Goretti. Lamentablemente, ahí estaba el portavoz socialista en Santiago, Sindo Guinarte, criticando la decisión de la alcaldesa por negarse a participar en el paripé de la medalla. Qué pena, señor Sindo”…

Vale la pena leer el artículo hasta el final.

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