La foto de la infamia: Ayuso sonríe al genocidio.
La etapa final de la
Vuelta a España quedó neutralizada. No por averías técnicas. No por caídas en
el pelotón. Se paró porque Madrid se plantó contra el genocidio en Gaza. Miles
de personas derribaron vallas, entraron en el circuito, rompieron cordones
policiales y obligaron a detener la carrera frente al Palacio Real. La policía
cargó, usó gases lacrimógenos, levantó bloqueos en Cibeles y Gran Vía. Todo fue
inútil: la presión popular se impuso.
En medio de esa jornada
histórica, Isabel Díaz Ayuso fue vista en el coche del director de carrera,
posando sonriente con el equipo Israel Premier-Tech. El gesto quedará grabado:
mientras su pueblo denunciaba el genocidio, ella sonreía al verdugo.
El contraste es brutal.
El pueblo madrileño dio una lección de dignidad. Ayuso dejó la foto de la
infamia. La derecha habló de “ridículo internacional”. La realidad es que el
único ridículo es intentar normalizar la barbarie. Gaza resiste. El pueblo
gana. Y no hay foto oficial que lo tape.
Antón Losada desmontó la
farsa del PP: lo que les molestaba no era Gaza. Era no haber llegado a Cibeles
con Ayuso en el coche escoltando al equipo israelí.
Y, mientras hablan de
“violencia” para criminalizar la protesta pacífica, callan ante la violencia
ilegítima de un Estado que ya ha asesinado a 65.000 palestinos.
(Spanish Revolution)
No hay comentarios:
Publicar un comentario