viernes, 22 de octubre de 2010

El mundo de los K.


La exasperante.


La presidenta y el gran Jefe.


Alejandro Rozitchner, filósofo, publica en “El Detallista, El Diario de Comercio de Chile”, un artículo sobre la falta de admiradores de Cristina Fernández, presidenta de Argentina y esposa de Néstor Kircher, ex presidente y gran Jefe. El mundo de los K. Dice, entre otras cosas:

“Cristina se hace detestar. Tendrá algún partidario sincero, algún confundido, pero no debe tener admiradores, ni seguidores. El de los K es un mundo sin admiradores, es un espacio de súbditos. Y cómplices: o súbditos que dejan de serlo por un rato, se elevan y después vuelven a caer en la posición de entrega y renuncia. El mecanismo victimizador que usan políticamente es el mismo que debe operar como clave en sus situaciones personales. Es un mundo tenso, sin disfrute, sin amor, y no conviene imaginar mucho los detalles de una vida en ese estilo. Se imponen, logran meterse en la cosa, pero no impulsan su viaje con ningún combustible afectuoso ni positivo: destilan agresividad, ofensa, intolerancia. Vienen de un mundo viejo y se van quedando sin sustento, cada vez más lejos del piso, elevándose a una altura de inmolación e iluminaciones dementes…

“Es una presidenta sin amor, sin ganas de ayudar, sin humildad, que no cree que tenga ya nada que aprender, encerrada en su mundo de modas y cremas, de delineadores y maquillajes, más dispuesta al enojo que a cualquier otra cosa, que siente siempre que la quieren joder y termina jodiendo ella. Mujer pretenciosa que quiere ser la más inteligente sin tener con qué, sin emotividad que la guíe en la construcción de una visión del mundo, mujer chata de mundo chato, acorralada por su espíritu empobrecido y empobrecedor. Apasionada por la negación y la negatividad, desesperada por quedar bien ante una exigencia desmedida, tan grande que no le permite autenticidad alguna, ni verdadero crecimiento. Señora de nadie, para nadie, señora sola, que no inspira la piedad que podría, a fuerza de desplantes y caritas necias. Repetidora del Néstor, presidenta de todas las falsedades, mujer de hachas tomar…

“Mujer sin calidez ni comprensión, mujer que termina siendo mujer nada. Mujer yo yo yo yo que tiene que pasar por mucho él él él él y aun más por muchos vos vos vos vos, Néstor, pero incapaz de un nosotros abarcativo, incapaz de ir más allá de un ambiente de venganzas y cuentas a cobrar. Mujer de relinchos y de mañas, inestable, furiosa apenas contenida, mal disimulada, agazapada y dispuesta al salto. Mujer de frases que enrollan y no saben para donde ir, porque en ellas se mezcla la bronca con la mentira, con el miedo, con el vacío, la chicana política con el desinterés absoluto por los otros, discursos de soledades, patagónicos, agónicos, cancheros, sobradores, palabras esquivas, altisonantes, sin densidad ni consistencia”…

Por su parte, Luis Majul, titula, en su blog “Kirchner está perdiendo el olfato” y habla del marido de Fernández: “Dentro y fuera del Gobierno es un secreto a voces: Néstor Kirchner, el gran Jefe, está perdiendo su olfato político. Eso es lo que piensan los que conversan todos los días con el ex presidente. Sólo que todavía nadie se atreve a decírselo en la cara. Es así: no existe, entre su pequeño círculo de confianza, alguien con la elegancia y el coraje necesarios para advertirle que está “quemando un cajón de Herminio Iglesias” cada semana… a Kirchner no le dan los números y busca, con desesperación, a tientas y locas, sin ninguna estrategia elaborada, alternativas que le permitan mantenerse en el poder…”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin comentarios.
Bueno... si. Enhorabuena al pueblo Cubano y a Guillermo Fariñas en su lucha por la libertad y la democracia.

chiflos

Antonio Tello dijo...

Supongo que lo de los K. no tiene remedio, como no lo tiene el peronismo.
Respecto de Fariñas, creo que, aunque puede tener sus motivos y seguro que los tiene para serlo, es un fanático intolerante. Siento su situación, pero no soporto su falta de grandeza y gratitud con quienes le ayudan o intentan ayudarle.