domingo, 4 de diciembre de 2011

El Gobierno indulta a los banqueros.


Entre los últimos actos de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno sorprende el indulto que acaba de concederle a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander, condenado por el Supremo a inhabilitación y a tres meses de cárcel por una denuncia falsa presentada en 1994. Hay quien acusa a Zapatero de querer pagarle algún favor al Santander, mostrando que las dádivas entre banqueros y políticos son siempre sospechosas, sobre todo cuando no es la primera vez que el PSOE goza de condonaciones de importantes deudas bancarias. Y lo hace antes de abandonar la Moncloa desde la que siempre se esforzó por no enfrentarse con el poder bancario. Sus casi ocho años de mandato sirvieron al menos para consolidar la relación entre banqueros y políticos. Y el reciente indulto concedido a Alfredo Sáez ha dejado en evidencia la relación de intereses poco transparente entre financieros y los políticos. No en vano el Santander condonó, al comienzo de la era del gobierno de Zapatero, una deuda de 12 millones de euros que arrastraba el partido, refinanció la deuda del PSOE y concedió una hipoteca a Zapatero durante su mandato. A mediados del 2006, éste recurrió al banco de Emilio Botín para financiar su primera inversión inmobiliaria lejos del Palacio de La Moncloa. El presidente del Gobierno decidió comprarse una casa de veraneo en la localidad almeriense de Vera, residencia estival de otros muchos dirigentes del PSOE. El préstamo para comprarla (440.000 euros) corrió a cargo del Santander. Sólo cinco años después de esta inversión, el dirigente socialista la vendía por algo menos de 300.000 euros, teniendo que asumir una pérdida de 160.000 euros. El desplome del mercado inmobiliario, sobre todo el residencial de la costa, hizo que tardara más de un año en deshacerse del chalet y asumiera pérdidas. Esta venta del piso ha servido para financiar la construcción de la nueva vivienda, a las afueras de capital leonesa, que el matrimonio prepara para su retiro, tras abandonar la política. Una política que siempre ha favorecido a los banqueros… Sólo así se entiende el indulto a Sáez, consejero del Santander.




Desde hace cierto tiempo se registran en nuestro país una serie de casualidades entre el PSOE y el Banco de Santander que no dejan de llamar la atención. El 8 de junio de 2006, “el Santander perdona al PSOE 12 millones tras 19 años de morosidad”. El 14 de febrero de 2008 se anunciaba que “los directivos del Santander no serán juzgados por fraude y falsedad documental”. La abogacía del Estado –representante de la parte perjudicada, la Agencia Tributaria– ha solicitado por siete veces el archivo de la causa, mientras que el ministerio fiscal lo ha pedido en 16 ocasiones, ya que estimaban que los hechos “no son constitutivos de delito alguno”. Y ello pese a que, tras la investigación de Hacienda, se demostró que los acusados habían presentado información falsa sobre 9.566 operaciones, que representaban 145.120 millones de pesetas. “El 18 de diciembre del mismo año, el Gobierno rebajaba por sorpresa la fiscalidad de los banqueros y sus altos ejecutivos con retroactividad. “Todos ellos podrán tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas al tipo reducido del 18% en vez de al del 43% que, normalmente, les correspondía hasta ahora.” (…) La sorprendente medida constituye un aguinaldo fiscal para los responsables de las entidades españolas de crédito y aparece de pronto en el Real Decreto 1804/2008 de 3 de noviembre. Ha pasado inadvertida, porque el Gobierno no le dio ninguna difusión cuando la aprobó.” El 26 de marzo de 2011, Botín pedía a Zapatero “que agote la legislatura y aplace el debate sucesorio”, sin duda alargando su situación de ventaja de dicho banco. Y, últimamente, el “Gobierno indulta a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander”. ¿Es fruto todo ello de una serie de meras casualidades?



Durante los ocho años de mandato socialista, la relación entre el PSOE y el Banco de Santander, así como entre otros partidos y algunas entidades bancarias, no han dejado de estrecharse. Durante 2006, la entidad vizcaína BBK acordó la cancelación de una deuda de 21 millones de euros del PSOE, arrastrada desde mediados de los 80. Una situación similar ocurrió con los socialistas de Cataluña después de que su líder, José Montilla, diera el salto a Madrid como ministro. A finales de 2004, el PSC consiguió poner al día sus cuentas con La Caixa, operación por la que consiguió una quita de 7,1 millones de euros. Según los datos de 2006, las deudas que tiene el PSOE con entidades financieras superan los 60 millones de euros, mientras que las arcas del PP adeudan algo más de 30 millones. Sin embargo, se desconoce la relación de los acreedores. Los préstamos y condonaciones de las entidades de crédito a los partidos se practican en un marco alegal hasta el 2007 (no había regulación sobre ellos/as). Ni los bancos ni las cajas tenían la obligación de declararlos. La labor de fiscalización era posible sólo con la información que los propios partidos remiten al Tribunal de Cuentas, Tribunal que se siempre se quejó de esta situación, además de los pocos poderes de investigación y/o comprobación a su alcance, pues se limitó a constatar datos remitidos por terceros ante los que nada pudiera hacer.



Alfredo Sáez.



Pero volvamos al tema del principio, el indulto concedido hace unos días a Alfredo Sáez, consejero delegado del Santander. Según McCoy en “El Confidencial”, la facultad del Ejecutivo de indultar al penado, sea totalmente, sea mediante conmutación de su pena por otra menor, es la amarga guinda al pastel del descrédito e invalidez de la actividad del tercer poder del estado. “Alfredo Sáenz ha sido, sin duda, una de sus víctimas, como son todos los que salen beneficiados o perjudicados de sus dilatadas sentencias. Sin embargo, en su caso, el veredicto resulta doblemente desfavorable, toda vez que, en su bagaje judicial, pesa una condena en firme. El caso no se diferenciaría de tantos otros que surgen a diario de los tribunales si no fuera porque, a lo largo de estos quince años, el afectado se ha encaramado a la cima del mayor banco del sistema financiero español, lo que convierte su caso en excepcional y paradigmático a partes iguales. Icono de referencia, directivo bancario mejor pagado de España. El poder del dinero frente a la fuerza de la verdad. El último rescoldo de credibilidad que le quedaba al sistema, avivado por el viento de un inhabilitación razonable a la luz de los hechos probados, sometido a la prueba de las más fuertes lluvias, las de las servidumbres financieras y los favores cruzados”. Según explica McCoy, los partidos políticos recaudan fondos por tres vías esenciales: las aportaciones de sus militantes, las subvenciones, ligadas a su presencia en las instituciones, y la financiación bancaria. La primera sufre los rigores de la crisis, más cuanto menos cualificado es el espectro social de los simpatizantes; la segunda beneficia al ganador y perjudica al perdedor de cualquier contienda electoral, daño económico que aumenta con la importancia de la derrota; y la tercera está ligada, igualmente, al mantenimiento de ámbitos de decisión que faculten decisiones de ida y vuelta monetariamente hablando para la caja B. Pues bien, en estos tres campos de obtención de ingresos, el PSOE ha visto cómo se deterioraba sustancialmente su posición en los últimos años. La puntilla ha podido ser la debacle del 20-N”.



Según la sentencia del Tribunal Supremo del 24 de febrero de 2012, Alfredo Sáenz era presidente del consejo de administración de Banesto. El grupo Harry Salker, que pasaba un mal momento económico, tenía con dicho grupo unas deudas de casi 640 millones de pesetas, calificadas como créditos dificultados”, es decir, riesgo de impago. Sáenz y otros directivos del Banco decidieron que, si el grupo deudor no podía pagar las deudas, las pagarían algunos accionistas minoritarios del grupo. Les presionaron para que garantizaran personalmente los citados créditos, pero no lo aceptaron. En vista de ello, decidieron formular una querella criminal contra esos accionistas minoritarios, acusándoles de un delito de estafa y otro de alzamiento de bienes. Y afirmaron que tales accionistas eran los deudores, con pleno conocimiento de la falsedad de la acusación. La querella se presentó en un juzgado en el que el juez estaba a punto de irse de vacaciones, y había sido sustituido, según normas establecidas y conocidas por todos, por Luis Pascual Estelvill. Éste citó a los querellados a las ocho de la mañana, les recibió en una somera declaración, sin presencia del fiscal, y los metió en la cárcel. Se trataba de un juez prevaricador que, de acuerdo con el abogado Piqué Vidal, cobraba de los clientes para que no entraran en la cárcel o para salir, si habían entrado. Sobrecoge la sospechosa proximidad cronológica y ocasional que hay entre los hechos indultados y el juez más corrupto que ha habido en Cataluña y en España. Como sobrecoge el gesto del Gobierno en trance terminal.



Gracias a las triquiñuelas del Gobierno en funciones, Alfredo Sáenz podrá seguir sin ningún problema como número dos del Banco Santander. En una de sus últimas reuniones antes de que el PP tome el poder, el Consejo de Ministros socialista le indulta parcialmente. Le conmuta la pena de tres meses de arresto y la inhabilitación para gestionar entidades financieras, impuestas por el Tribunal Supremo,. La condena de Sáenz, de la que se mantiene únicamente una multa de 6.000 euros, era mínima (apenas tres meses de arresto por los que nunca hubiera ido a la cárcel), pero la trascendencia era muy grande, debido a que conllevaba también dicha pena de inhabilitación. De no haberse decretado el indulto, existían muchas posibilidades de que hubiera tenido que abandonar el banco, ya que la única alternativa que le quedaba era que el Tribunal Constitucional aceptara su recurso e invalidara la sentencia condenatoria. Fuentes del Santander mostraron su “satisfacción” por la resolución del Consejo de Ministros, que contaba con el apoyo de la Fiscalía. Más explícita todavía fue la Asociación Española de Banca (AEB), cuyo principal representado es el Santander, al asegurar que ha sido un “acierto” del Gobierno porque el banquero “es la persona que más ha contribuido a la estabilidad y progreso del sistema financiero español en los últimos 25 años”. Los jueces piden explicaciones al Gobierno por el indulto.



Cuando el Santander adquirió Banesto en subasta, en 1993, Emilio Botín decidió que Sáenz continuara en la presidencia, puesto que abandonó, en 2002, siendo nombrado su número dos al frente del grupo Santander. Desde entonces, Sáez es uno de los banqueros con más poder de España y el mejor pagado (diez millones de euros anuales). Pero esta causa empañaba su currículum, y a punto estuvo de acabar con su carrera, ya que el Banco de España obliga a las entidades a destituir a aquellos directivos que no cuenten con la honorabilidad debida. El ministro portavoz, José Blanco, no quiso explicar, tras el Consejo de Ministros, las razones que llevaron al Gobierno a aceptar este indulto. Tampoco informó de si el PP, al que le hubiera tocado decidir, si el Gabinete actual hubiera dejado intacta la condena, conocía con antelación esta decisión y, por tanto, dio su visto bueno. Sin embargo, algunas fuentes aseguran que el PP fue informado a través de los trámites habituales del Ministerio de Justicia. De hecho, ningún dirigente del PP quiso opinar sobre esta decisión. Tampoco nadie del PSOE, salvo el líder del partido en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el secretario general del PSM, Tomás Gómez, quien se opuso a esta medida. Fernández Vara aseguró que “hay cosas que no se pueden callar” y se mostró perplejo por esta decisión, que, a su juicio, no se puede aceptar ni entender “bajo ningún concepto”. Tampoco Tomás Gómez no parecía muy de acuerdo con la decisión del Gobierno. “No soy partidario –dijo sin ambages– de que se indulte a un banquero, y menos en estos momentos”. El líder de los socialistas madrileños se mostró contrario de esta forma al indulto, uniéndose a las reacciones que se opusieron a la concesión del mismo. De forma similar se manifestó Manuel de la Rocha, exdiputado socialista y representante de la corriente Izquierda Socialista, quien manifestó su sorpresa y disconformidad con el indulto porque considera un error y un mal mensaje, para los parados y para las empresas que no consiguen financiación, que se indulte a un ejecutivo de un banco.



Cayo Lara, coordinador federal de Izquierda Unida, también criticó la decisión del Gobierno como “otra de las muchas genuflexiones” realizadas a la banca, lo que, a su juicio, supone “un broche vergonzoso a su andadura”. Lara pidió al Ejecutivo que explique “en base a qué supuesto interés para todos los españoles” ha adoptado esta decisión y “por qué lo lleva a cabo ahora”. Y Gaspar Llamazares, aseguró que la decisión supone la “traca final de Zapatero” y apuntó a un pacto “ultraliberal” entre PSOE y PP que culmina la “privatización” de las cajas de ahorro y el “golpe a la Constitución” tras la reforma de este verano. El Gobierno también indultó al abogado Rafael Jiménez de Parga y al exdirectivo de Banesto Miguel Ángel Calama, condenados por los mismos hechos. Las principales asociaciones de jueces mostraron su desacuerdo con este indulto.



El presidente del Banco Santander, Emilio Botín (d) conversa con el consejero delegado, Alfredo Saenz (i)

“El problema de este indulto –escribe Carlos Sánchez subdirector de El Confidencial– no es tanto el hecho de que el Ejecutivo se cargue de un plumazo una sentencia firme del poder judicial como el que los intereses particulares acaben por empozar la vida pública hasta límites insoportables. Envileciendo un poco más la acción política y aumentando el descrédito de la clase dirigente. Tras la decisión del Consejo de Ministros, la opinión pública tiene derecho a pensar que algo huele a podrido en Moncloa. Los que se van, indultan a un banquero condenado por un delito extremadamente grave (enviar a la cárcel a un empresario por una denuncia falsa), y los que entran, aparecen como incapaces de cuestionar la tropelía, amparándose en que todavía no gobiernan”. El Gobierno de Zapatero intentó cubrir de argumentos morales las supuestas razones para dotar de autoridad jurídica su decisión de indultar a Alfredo Sáez. Concedieron el perdón alegando que Alfredo Sáez no era un delincuente. Y lo hicieron, esperando el momento procesal más oportuno en esas semanas de interinidad, aprovechadas con la benevolencia de un PP que trató de mirar hacia otro lado y de salvarse de la decisión del PSOE. Y, en pleno traspaso de poderes con el PP, Zapatero coló la decisión en el Consejo de Ministros, devolviendo a Emilio Botín y a su banco todos los favores ofrecidos que no eran pocos. “Zapatero no ha tenido reparo en asumir una decisión totalmente impopular en favor de Emilio Botín, banquero del Reino, con quien ha protagonizado, durante estos ocho años, un cortejo con más rosas que espinas… Zapatero necesitaba al cántabro para acceder a un mundo empresarial que le era esquivo. Los piropos circularon sin recato…



Zapatero con los presidentes del Banco de Santander, Emilio Botín, del BBVA, Francisco González, de Caja Madrid, Miguel Blesa, de La Caixa, Isidre Fainé y otros banqueros.



Durante la cumbre celebrada en La Moncloa entre el presidente del Gobierno y un grupo de 41 empresarios, el banquero recomendó a Zapatero que agotara su mandato y evitara distraerse con la sucesión en el PSOE. La invitación del presidente del Santander ni pasó inadvertida en Génova, ni sentó nada bien. Y Botín tuvo que explicarse ante Rajoy. Sobre todo después de que, en junio de 2011, se conociera que la familia del banquero había regularizado su situación con Hacienda, tras aparecer en el listado de contribuyentes españoles con cuentas sin declarar en el HSBC de Suiza. La normalización de su patrimonio se saldó con el pago de 200 millones de euros y la extensión de un discreto manto de silencio que saltó por los aires. “La batería de guiños mutuos a lo largo de los ocho años de zapaterismo –explica Carlos Sánchez– dio pie a sospechas de servidumbres cruzadas. En el último tramo de la legislatura, desde que fuera conocida la sentencia del Supremo sobre Sáenz, cualquier decisión del Gobierno, que estuviera relacionada con el sector financiero o con los intereses particulares del banquero, o incluso las del Banco de España, mudo y sin opinión sobre este caso, fueron interpretadas en clave al indulto que había solicitado el Santander para su número dos. La relación causa y efecto podía carecer de fundamento, pero la duda estaba servida y lista para corroborarse en cuestión de tiempo… Tal vez por eso es normal que dos exministros del PP como Abel Matutes e Isabel Tocino estén en el consejo de administración del Santander, donde también se sienta el economista Guillermo de la Dehesa, exsecretario de estado de Economía del primer PSOE, y del que formó parte hasta su fallecimiento Luis Ángel Rojo, el que fuera severo gobernador del Banco de España, o que el exvicepresidente del Gobierno, el ahora “cajero” Rodrigo Rato, formara parte del consejo asesor internacional del banco. Zapatero sabe que Botín tiene sitio para todos”.



El sábado, 27 de noviembre, se realizó, por segunda vez, una marcha por Madrid en que se pedía al Gobierno de Zapatero la defensa de los trabajadores frente a los banqueros. Los indignados se manifestaron “contra la crisis y el capital” y exigieron “el cambio del sistema capitalista y la adopción de medidas que realmente defiendan a los trabajadores de los empresarios y banqueros”. Los manifestantes, distribuidos en columnas, cargaron “contra el capital” y llegaron desde los barrios y pueblos de Madrid hasta el centro de la capital en diferentes columnas. La situación de la economía –protestaban– no se va a solucionar con los recortes, sino con medidas sociales” También hubo consignas adaptadas a la actualidad. “¡Os roban, os explotan, y encima les votas!”, “¡Urdangarin, a la cárcel con Botín!”, en alusión al marido de Cristina de Borbón, implicado en una trama de corrupción. O los gritos contra la Casa Rea: “¡El próximo desahucio, en la Zarzuela!”, o “¡Los Borbones a los tiburones!”. En su manifiesto, los asistentes criticaron los recortes, que “se están decidiendo a espaldas del pueblo”, y reivindicaron la soberanía popular frente a la de los mercados.



“En este país, más que en otros –escribe en su blog Mak Histerik– los banqueros tienen total inmunidad delictiva, salvo que le toquen mucho las pelotas a otros banqueros, como fue el caso de Mario C. Pueden cometer todo tipo de abusos y atropellos, sin reprimenda alguna. Lo mismo da que sea frente a sus clientes, cobrando comisiones abusivas, intereses leoninos por créditos inasumibles u ofreciendo la zanahoria de las hipotecas para asestar, luego, el palo del desahucio. O frente a las administraciones, estafando a la Hacienda Pública, gestionando ingentes cantidades de dinero negro, ejecutando operaciones financieras la margen del control del Banco de España, aprobándose salarios, indemnizaciones y planes de pensiones para sus ejecutivos astronómicos a costa del dinero público prestado, y un largo etcétera que sería casi tan extenso como el listado de la gentuza de la que hablamos.



“La banca es la mayor bolsa de estafadores, ladrones y sanguijuelas que hay en este estado, muy por encima de los políticos, y no es por casualidad sino por peso. La banca, tal y como la venimos conociendo desde antaño, ha sido y es un nido de “forajidos carroñeros” institucionalizados, cuya ambición por lo privado y lo público no tiene límite.



“La banca es, sin duda, la más potente gangrena de esta sociedad, y avanza en la descomposición del estado de bienestar a pasos agigantados. De que consigamos extirparla a tiempo depende nuestro futuro. Tal vez aún no sea demasiado tarde”.



Dejamos ya este tema de la banca para pasar página. Y entramos con el gesto de humor de Nerja: Zapatraca. J.R. Mora, que ilustra como nadie la expresión “Zapatero a tus botines”, nos recuerda el indulto ofrecido por el Gobierno de Zapatero. El Roto nos muestra la “pobre” banca. Y C. Da Col nos recuerda lo que Zapatero sabe: que no es bueno morder la mano que nos da de comer.







Manel Fontdevila repasa el refranero español. Y recuerda a los españoles “muy preocupados”. Luego, nos presenta a Rajoy con sus puños tatuados. Pide un respeto para la derecha y nos muestra “el día después” del PSOE.









Territorio Vergara nos presenta las primeras valoraciones del votante del “cambio”, el show de Carlos Fabra, la queja de Urdangarín, la carta de los Reyes de Rajoy y el informe de los expertos.







Y Pep Roig nos enseña al español que lo da “todo por la Patria”; nos muestra “la verdad, toda la verdad de la mentira”; a un Rajoy “ensayando ante el espejo su discurso de investidura”; nos cuenta el “atraco a un banquero” y nos recuerda que “lo peor, aún va peor”.









Terminamos con tres videos sobre animales. En el primero, alguien adormece a una camada, susurrando una canción. Y no se trata de ninguna madre ni ninguna chacha, sino de alguien muy amigo de los perros.



En el segundo, una pareja de canes, esperan en el restaurante para cenar.



En el tercero un toro de lidia no se enfrenta al hombre, sino que juega con él, como un animal cualquiera. El vídeo demuestra que el morlaco no ha nacido para que le maten en una plaza, en medio del gentío, y ante un torero que luzca su habilidad su espada.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, pero que tibieza en el titulo.
Mejor así: "El Gobierno del PSOE indulta a los banqueros"

chiflos.

Raúl Campos dijo...

http://actuable.es/peticiones/por-indulto-miguel-montes-neiro

Miguel Baquero dijo...

Me lo he impreso y me lo voy a leer con calma porque me parece un análisis de lo más acertado y certero de esa relación que no solo huele, es que apesta y ya últimamente la muestran sin el menor pudor...

Anónimo dijo...

Y un cuadro de 417000€ para el senado, y otra despedida de Zapatero el día de la Consti, con panegirico engolado de Bono. (el ministro de defensa que se condecoraba a si mismo) Y queda la investidura. Otro fasto que contendrá apartado de despedida Zapateril. El tipo tiene más presencia en la red y youtube de fastos y despedidas, que Lenin, Franco y Stalin juntos, de bustos y estatuas.

chiflos.