viernes, 13 de septiembre de 2013

Ana Botella y su fracasado Madrid.




Madrid es la ciudad que más dinero ha destinado a unos Juegos Olímpicos sin haberlos conseguido, lo que la convierte en el récord Guiness de las desgracias. En el pasado mes de abril, el Ayuntamiento fardaba de tener el “74% de las infraestructuras realizadas” (la cifra ha sido continuamente redondeada por la candidatura hasta el 80%, e incluso el 90% si era Ana Botella la que hablaba). El gasto para ese cometido ascendía a 8.851 millones. El empeño del anterior acalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y de la actual Ana Botella por convertir a Madrid en sede olímpica generó desde la primera intentona (según cifras oficiales) un coste público de 6.536,1 millones de euros entre infraestructuras y presentaciones de candidaturas. Equivale  al 88% de la deuda pública que acumuló el Ayuntamiento en 2012 y supone un coste de 1.012 euros por cada madrileño. No sabemos aún lo que costó enviar a cerca de 300 personalidades a Buenos Aires para defender las bondades de nuestro sueño olímpico. Pero sí otros detalles como el desembolso de 42.895 euros en la confección y suministro del uniforme que lucieron los miembros de la candidatura o los 740.000 euros destinados a elaborar el dossier de la candidatura. El grupo español se hospedó en un ostentoso hotel de cinco estrellas, el NH City Tower, localizado a escasos metros de la Casa Rosada argentina. Los detallos del viaje y la decisión de aprovecharlo para realizar compras en Patio Bullrich (uno de los centros comerciales más lujosos de la capital argentina donde acudió, entre otras, la alcaldesa de Madrid), ha generado numerosas críticas en las redes sociales. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid optó por no volver a España con el resto de la comitiva olímpica sino en el avión privado del presidente del Grupo ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que también dio cobijo a la consejera de Educación, Juventud y Deportes, Lucía Figar. A ello se suma el dilema de qué hacer ahora con las instalaciones construidas e inacabadas, como La Caja Mágica, el Madrid-Arena, el Centro Acuático o el estadio de La Peineta

Der Spiegel relata, asombrado, una historia que ilustra lo escandaloso de esta alcaldesa de Madrid, cuyo único “mérito” es ser la señora de Aznar. “El Ayuntamiento –dice el semanario alemán– es un palacio cuya remodelación ha costado 500 millones de euros. Su despacho es mayor que el del Presidente de los Estados Unidos. Tiene un mayordomo cuya única función es servirla el café, y 260 asesores personales y altos cargos que cobran de media 60.000 euros”. El Ayuntamiento posee, además, según este semanario, 267 coches oficiales de uso personal, más que todas las capitales de la eurozona, juntas. Dice que es una administración sin medida, la ostentación suntuaria más indecente en medio de una penuria extrema, donde Cáritas ha tenido que atender a más de un millón de personas y un 26% de los niños vive por debajo del umbral de la pobreza. “España está desesperada, tratando de reducir sus deudas. Mientras el presidente conservador, Mariano Rajoy, lo está haciendo a nivel nacional, Ana Botella lo esquiva en Madrid, la ciudad más endeudada de España”. Así es como comienza un amplio reportaje que Der Spiegel, de ideología social-demócrata, dedicaba a la alcaldesa de Madrid, al cumplirse los 100 días de la salida de Alberto Ruiz Gallardón al Ministerio de Justicia. La publicación recuerda que es la mujer del expresidente de Gobierno, José María Aznar, y que estuvo como concejal solo ocho años antes de llegar a ser alcaldesa, siendo su último cometido el medio ambiente.

La revista recalca su “catolicismo devoto” y el estilismo con el que Botella se deja ver en sus numerosas apariciones. “Lleva vestidos confeccionados para ella y muy pocas joyas. Se adhiere a discursos preparados, en parte por temor a repetir meteduras de pata en las que ya cayó en anteriores ocasiones como con los homosexuales o personas de izquierdas”, asegura la publicación. Entre la batería de reformas y planes de ajuste llevados por el PP, el reportaje termina haciendo hincapié en que los madrileños no votaron en las urnas directamente a Ana Botella para que fuese alcaldesa, y que no lo harán “hasta el 2015.

En una  comparecencia pública en el Ritz, tras su regreso a España desde Buenos Aires, cinco días después del fiasco olímpico, Ana Botella agradeció ayer su trabajo a los miembros de la candidatura y declaró: “Creo que, en este momento, la carrera olímpica ya nos ha proporcionado todos los beneficios que podemos esperar de ella en los próximos años. Y creo que, por tanto, Madrid no debe buscar la celebración de los Juegos de 2024”. Ana Botella no aclaró a qué “beneficios” se refería, pero arrancó las risas y los aplausos en el desayuno informativo celebrado en el Ritz, deseando que a los invitados les hubieran servido un “café con leche” y asegurando que conoce muy bien el humor español y que ella también se ríe de sí misma. Lo del “relaxing cup of café con leche in plaza Mayor” o una “romantic dinner en el Madrid de los Austrias” esta vez la Botella prefirió no repetirlo. 

1 comentario:

Toni dijo...

Una vergüenza lo de esta "pobre mujer", a ver si así los votantes recapacitan la próxima vez. Lo malo: los daños económicos para los Madrileños. Lo bueno: lo que nos hemos reído...