domingo, 20 de agosto de 2017

La Guardia Civil aterriza abruptamente en El Prat y la foto de Mariano Rajoy, tras los atentados de Barcelona, junto al gobierno de Puigdemont.

El Gobierno se escuda en la alerta antiterrorista para arrollar el derecho de huelga. 

El Gobierno se escuda en el terrorismo para arrollar el derecho de huelga de los vigilantes jurados del grupo Eulen en el aeropuerto de El Prat, de Barcelona. La empresa de dicho grupo, creada en 1962, está presente en doce países de Europa y América, con más de 82.000 empleados y unas ventas que, en 2009, superaron los 1.300 millones de euros, en sectores como la limpieza, seguridad privada, sociosanitario, logístico, telemarketing, trabajo temporal, mantenimiento y medio ambiente. Eulen es responsable de los controles y los arcos de seguridad en El Prat, actividad que, en Barajas, compete a otra compañía, Prosegur. En Barajas, Eulen se encarga de la vigilancia en terminales y en la facturación de maletas. El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, recuerda en RNE que España se encuentra en el Nivel 4 de Alerta Antiterrorista, y asegura que la Guardia Civil fue desplazada a El Prat para garantizar la seguridad nacional y como “refuerzo”. Al recurrir a la alerta antiterrorista, el Gobierno se blinda, desplegando la Guardia Civil en los escaners del aeropuerto de El Prat. En España sólo se pueden sustituir a trabajadores en huelga por medio de la declaración del estado de alarma, que debe ser aprobada por el Congreso de los Diputados. Así ocurrió con el caos aéreo de 2010 surgido por la imprevisión de la organización por parte de AENA ante la protesta de los controladores aéreos durante el puente de la Constitución. Se la consideró y tildó de “huelga salvaje”, declarando el estado de alarma por decreto y los controladores fueron sustituidos por controladores militares. Aquella fue una decisión política y sucesivas sentencias han determinado que no hubo delito de abandono del servicio por parte de los controladores, aunque sí causaron una “alteración colectiva del régimen de trabajo distinta a la huelga”. La protesta de los vigilantes jurados de Eulen ha sido precedida por un conflicto de tres semanas, en las que los vigilantes se limitaron a cumplir horario y 40 de ellos dieron de baja laboral, de tal manera que las colas se extendían por la terminal. Juan Carlos Giménez, asesor sindical de los huelguistas ha denunciado que el despliegue de la Guardia Civil en los escaners del aeropuerto “es totalmente ilegal”, y ha recordado que la protesta se debió a las “pésimas” condiciones laborales de los vigilantes, obligados a hacer muchas horas extra porque su sueldo es de 900 euros al mes.

      La Guarda Civil,  en El Prat.

Tanto el PSOE como UGT y CCOO critican al Gobierno por vulnerar el derecho de huelga y recurrir a la Guardia Civil en este conflicto laboral. Para José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, se trata de “una forma de esquirolaje” que atenta contra el derecho a huelga de los trabajadores de Eulen. Y critica que el Gobierno y AENA –que subcontrata el servicio de seguridad– sólo han actuado “de manera autoritaria” cuando la situación es insostenible. Para él, el Gobierno, lejos de buscar una regulación, “se ha empeñado en criminalizar” a los trabajadores de Eulen, “responsables de que otros ciudadanos no puedan disfrutar de sus vacaciones”. Ahora la mano derecha de Pedro Sánchez les llama “esquiroles”. No cabe olvidar que los socialistas de Zapatero también utilizaron al instituto armado en conflictos laborales e incluso al Ejército cuando los controladores aéreos pusieron en riesgo la seguridad nacional. Daniel Barragán, secretario de acción sindical de CCOO de Construcción y Servicios, denuncia en Nueva Tribuna la “vulneración gravísima” del derecho de huelga y reclama una solución para los trabajadores de los servicios aeroportuarios que sufren “turnos interminables y ninguna compensación por tener que cumplir con requisitos muy exigentes de formación, total flexibilidad de turnos y horarios...”. Por su parte, el secretario de seguridad de UGT, Sergio Picallo, considera que el Gobierno está violando “completamente” el derecho de huelga de los trabajadores de seguridad del aeropuerto. Este sindicato es contrario al laudo arbitral que pretende imponer el Gobierno, porque sería “ilegal” ya que los trabajadores no están poniendo en peligro la seguridad y cumplen con los servicios mínimos”. Juan Carlos Giménez, el asesor sindical de los vigilantes jurados de Eulen, advierte que nadie les ha llamado, “ni Podemos, ni PSOE, ni sindicatos”. Hay especialistas que defienden que los vigilantes están obligados a regresar al trabajo desde el momento en que el Gobierno declara el laudo arbitral obligatorio. Otros consideran que se debe esperar a la designación del árbitro. El ministro de Economía, Luis de Guindos, replica, en el curso de un acto celebrado en Coín (Málaga), que “lo fundamental aquí es la seguridad y la comodidad de los usuarios”. El personal de Prosegur estudia ir a la huelga en los aeropuertos de Valencia y Alicante si el Gobierno no aprueba “un modelo único de contratación” del servicio de seguridad que garantice el “respeta del convenio colectivo estatal” para que las empresas adjudicatarias no puedan recortar salarios y derechos de los trabajadores.

      Una huelga que deteriora la Marca España.

El Gobierno aprobaba el pasado miércoles la puesta en marcha de un laudo arbitral de obligado cumplimiento para solucionar el conflicto del aeropuerto de Barcelona-El Prat, según anunciaba el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario. El titular de Fomento explicó que las partes tendrían un plazo máximo de 24 horas desde la notificación del acuerdo, para elegir a un mediador. Finalmente, Fomento asignó a una persona que sometería a las partes para que formulasen sus alegaciones y adoptaran una decisión en un plazo máximo de diez días. La decisión de optar por el arbitraje, amparada en una ley de 1977 sobre relaciones laborales, se adoptó al concurrir una serie de “circunstancias”, según explicó el ministro. Entre éstas figuraban la duración de la huelga y las “posiciones irreconciliables” que  mantuvieron las partes durante el proceso de mediación. De la Serna también aludió al “perjuicio para la economía nacional”, derivado del conflicto debido a su afección en el turismo nacional a nivel de empleo, de reputación, “deterioro de la Marca España” e impacto en sectores vinculados al turismo. El ministro subrayó que este acuerdo tenía “carácter excepcional” y que no creía que se pudieran extrapolar las circunstancias de estos trabajadores a otros aeropuertos “porque existen diferencias”. De la Serna insistió en que el Ejecutivo entró en la resolución del conflicto una vez que fracasó el proceso de mediación y que “no hay ningún otro recurso desde el punto de vista legal para hacer frente a esta situación”.

Trabajadores de Eulen protestan en la T1 del Aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Los trabajadores de Eulen piden subidas salariales de hasta 350 euros, la contratación de cien personas y que un 50% de la plantilla sean mujeres. La empresa propone una subida máxima de 200 euros y contratar a 25 personas para relevos. Pero, los trabajadores están dispuestos a mantener una huelga indefinida hasta que se acepten sus reivindicaciones, y llevan a los tribunales el laudo obligatorio del Gobierno. Existen diferencias salariales entre los trabajadores más antiguos y los de más reciente incorporación. El sueldo entre los trabajadores más antiguos oscila  entre 900 y 1.100 euros para la mayoría. Uno de los motivos es el plus por escáner, que algunos de los trabajadores conservan parcialmente, pero que fue eliminado para los nuevos. La propuesta de la empresa, tras la mediación de la Generalitat, fue de una subida de hasta 200 euros en complementos salariales para los sueldos más bajos. Lo que sólo implicaría un incremento salarial de 90 euros para los más antiguos, ya que quedaría absorbido el plus de escáner que reciben en la actualidad. Según los trabajadores, además de insuficiente esta propuesta es demasiado genérica. Respecto a la organización del trabajo, los sindicatos denuncian que la falta de personal ha dejado a los vigilantes sin relevos por bajas o periodos vacacionales. En total, la plantilla se compone de unos 350 empleados. La situación se agrava en temporada alta, cuando el aeropuerto pone a funcionar a máximo rendimiento la veintena de arcos de seguridad de los que dispone. Cuando eso ocurre, los trabajadores aseguran que las jornadas son ininterrumpidas, sin un momento para descansar la vista del escáner o ir al servicio, y en un estado de alerta que genera estrés. Los trabajadores reclaman la contratación de un centenar de personas para paliar la falta de personal y poder tener sustituciones. Pretenden asimismo que el 50% de la plantilla sean mujeres (en la actualidad son un tercio de la plantilla aproximadamente) ya que sólo ellas pueden encargarse del control físico de las pasajeras, y en ocasiones, la misma trabajadora tiene que estar pendiente de hasta tres entradas distintas. Además, si una empleada de seguridad de Eulen está atendiendo un escáner y no hay otra compañera en ese mismo puesto, se ve obligada a abandonar el escáner en caso de tener que cachear a una pasajera.

 Votación de los trabajadores de Eulen sobre las propuestas de la empresa.

El pasado domingo, 150 trabajadores de Eulen, la empresa que gestiona los controles de seguridad del aeropuerto barcelonés, rechazaron la propuesta del Gobierno catalán frente a los 36 que sí aceptaron los 200 euros mensuales en doce pagas previstos en la oferta. Tras más de dos semanas de negociaciones, las dos partes no logran llegar a un acuerdo, y deciden no aceptar la oferta de la Generalitat, considerada insuficiente. Pero ¿cómo se ha llegado hasta este punto? Volvamos de nuevo atrás. El 3 de agosto, AENA advierte de que podría sancionar con 300.000 euros por las colas en El Prat. Abre entonces dos procesos administrativos contra la compañía a raíz de estos tiempos de espera, de hasta tres horas. El 4 de agosto comienzan los paros parciales y, el 6, los vigilantes de seguridad se suman a la huelga indefinida. El 8 de agosto, los huelguistas de El Prat no retroceden y rechazan la oferta de la Generalitat: mejoras laborales y salariales, entre ellas una subida de hasta 200 euros mensuales por trabajador y la incorporación de un quinto vigilante en cada filtro de seguridad. El comité de huelga considera la propuesta insuficiente, aunque, dos días después, accede a someterla a votación. El 9 de agosto, Eulen contrata a 60 efectivos de refuerzo para paliar los efectos de la huelga de celo, y 40 trabajadores de la plantilla se cogen la baja y se van a su casa. Si bien los paros son parciales, durante viernes y lunes, los trabajadores mantienen una huelga de celo con controles minuciosos y lentos que continúan generando colas. El 10 de agosto, los trabajadores toma una decisión: no aceptan el aumento salarial propuesto por la Generalitat y deciden seguir negociando con la empresa para lograr un incremento de 250 euros mensuales en 15 pagas. En la negociación se mantienen otras opciones: 200 euros mensuales en 15 pagas, y un complemento de 350 euros al mes en 15 pagas. El 10 de agosto, en los aeropuertos de A Coruña y Santiago de Compostela, se registran más paros parciales, convocados por el sindicato UGT. Los trabajadores de seguridad privada del aeropuerto coruñés prestan servicio para Eulen, mientras que los de Lavacolla lo hacen para Prosegur. 

       El comité de Eulen, dispuesto a continuar la huelga indefinida hasta el laudo.

En A Coruña, los trabajadores piden el abono del plus de radioscopia para toda la plantilla, que cesen las ampliaciones de jornada del turno de tarde y que la formación se realice durante la jornada. Los de Santiago de Compostela solicitan el abono del mismo plus, el pago mínimo de seis horas de jornada en turnos inferiores y el abono del apartamiento. El 11 de agosto, la Guardia Civil intensifica su presencia en los controles del aeropuerto de El Prat. La decisión la toma el Comité de Crisis, presidido por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, después del rechazo de los trabajadores de Eulen a la propuesta presentada por la Generalitat. El 12 de agosto, la crisis de El Prat logra un milagro político: unir a Fomento, Govern y Colau. El Ministerio de Fomento, el Govern de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona colocan la pelota de las negociaciones en el tejado de los trabajadores de seguridad del aeropuerto: serán ellos los que elijan, en la asamblea del domingo, la última propuesta del acuerdo. Pero, el  13 de agosto, los vigilantes del aeropuerto de El Prat mantienen la huelga que comienza a partir del 14 de agosto. Por 150 votos en contra frente a 36 a favor, los empleados siguen considerando insuficiente la subida de 200 euros mensuales en doce pagas que ofrece el Govern. Y el lunes, 14 de agosto, arranca la huelga en plena operación retorno y salida de vacaciones, en vísperas del festivo del 15 de agosto.

      Los sindicatos registran una convocatoria de huelga en los aeropuertos de 25 días.

La huelga del personal de los controles de seguridad de Barcelona y la amenaza de una extensión del conflicto a otros puntos como Madrid-Barajas, Valencia, Alicante, La Coruña o Santiago, mantiene la tensión en las terminales. El preaviso legal de los paros en AENA abarca a todos los puentes hasta fin de año y las vacaciones de Navidad. Los trabajadores siguen sin recibir respuesta del Ministerio de Fomento sobre sus reivindicaciones laborales. CCOO, UGT y USO presentan la convocatoria en la CIVCA (Comisión de Interpretación, Vigilancia, Conciliación y Arbitraje). Se trata de un paso previo a llevarla a Trabajo, cuando ya sería oficial, con la idea de que Fomento se siente a negociar, ya que hasta el momento ha hecho oídos sordos a sus demandas. Desde UGT se confía en que no se llegue a la huelga, con cierta esperanza en la reunión que tienen el 31 de agosto los representantes de los trabajadores con el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar. De darse los paros, afectarían a labores como las que ejercen los bomberos en los aeropuertos, el personal de operaciones de aparcamientos y cintas de repostaje, personal de maniobrabilidad en pista, electricistas, personal de las áreas de comercial, seguridad e informática, así como los trabajadores de mantenimiento de las torres de control, entre otras tareas. Fuentes de UGT confirman que siguen sin recibir aún respuesta por parte del Ministerio de Fomento a sus reivindicaciones en cuanto a las mejoras de sus condiciones laborales y salariales, por lo que siguen con los trámites previos a la convocatoria de huelga. Los parones, de 24 horas, tendrían lugar los días 15, 17, 22, 24 y 29 de septiembre; 1, 6, 11, 15, 27, 30 y 31 de octubre; 3 y 5 de noviembre; y 1, 4, 5, 7, 8, 10, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre. CCOO, UGT y USO reclaman, en materia salarial, un abono lineal que permita a los trabajadores participar en los “extraordinarios” resultados de AENA y Enaire, sobre todo teniendo en cuenta que han perdido hasta un 8% de poder adquisitivo. Los sindicatos piden que, además de la tasa de reposición, se creen unos 450 puestos de trabajo, en AENA, y en torno a 250, en Enaire, para garantizar la operación de los centros “en condiciones de seguridad adecuadas” ante la cada vez mayor demanda de vuelos.


Sara Diego escribe un artículo, en El Confidencial, titulado: ‘Así  ven en el extranjero la huelga de El Prat: caos y bajos sueldos por 16 horas de trabajo’. La periodista resume: “La situación, tensa en las dos últimas semanas, ha llegado incluso a la prensa extranjera, que sigue de cerca cómo evoluciona la huelga en un aeropuerto que recibe cada año más de 44 millones de pasajeros y que, en época estival, es uno de los ejes principales de turismo de España. De hecho, Barcelona es la ciudad más visitada de nuestro país, lo que hace que medios de Reino Unido, Francia o Irlanda estén pendientes. De hecho, el diario británico 'The Guardian' publica varios artículos al respecto, siendo el último en el que destacan la situación de ‘caos’ que vive la Ciudad Condal desde hace ya varios días. ‘Después de dos semanas de caos –destacan–, el aeropuerto de Barcelona se enfrenta a una situación cada vez peor’.  En un artículo titulado 'La crisis en el aeropuerto de Barcelona empeora', el periodista Stephen Burgen destaca lo mal pagados que están los trabajadores de seguridad de Eulen. ‘Cobran entre 800 y 1.100 euros al mes y la falta de personal les obliga a menudo a trabajar 16 horas al día’, apunta. Además, advierten a los británicos que el aeropuerto de El Prat no es el único que está en huelga ya que ‘se espera que esto se extienda a los aeropuertos de Santiago de Compostela y La Coruña’. También la agencia francesa AFP se hace eco de la huelga indefinida. En esta ocasión, ponen de relieve no solo las largas colas que se han repetido en los últimos días, sino también ‘la falta de efectivos’ y ‘la sobrecarga de trabajo’ de los 360 trabajadores de Eulen. ‘El tráfico de pasajeros en el aeropuerto internacional de Barcelona aumentó más de un 60% entre 2009 y 2016, pero según los huelguistas los efectivos se han reducido de 500 a 360 en el mismo periodo’, señala este medio. AFP también destaca que El Prat se ha convertido en ‘una plataforma europea para las compañías de bajo coste’, que se benefician de la atracción turística de Barcelona y la Costa Brava. Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, la huelga ocupa varios artículos. Uno de ellos, en 'ABC News'.

 Colas en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Pero ¿es El Prat el único aeropuerto en donde hay protestas? “No –contesta Arturo Puente en Eldiario–, pero sí el único donde han llegado tan lejos. En los aeropuertos de mayor carga, como Madrid, Barcelona o Mallorca, han tenido lugar protestas del personal de seguridad en diferentes momentos. Sin ir más lejos, a principios de este verano los trabajadores de seguridad de Trablisa, en el aeropuerto de Palma, anunciaron una huelga para el mes de julio. Sin embargo el Comité de empresa la desconvocó pocos días después, tras abrirse la empresa a renegociar las condiciones laborales. También en Madrid los trabajadores de seguridad de Barajas, en este caso de la empresa Prosegur, amenazaron con paros por las mismas fechas. Las reclamaciones que realizaban eran similares a las de los trabajadores barceloneses, con la diferencia de que allí la empresa sí aceptó buena parte de ellas, por lo que la huelga se acabó desconvocando. La huelga en el aeropuerto del Prat ha desatado la tormenta perfecta en la colisión entre la propia huelga, el debate sobre el turismo y el referéndum del 1 de octubre. La supuesta gestión desdeñosa de infraestructuras claves catalanas por parte del Estado es una reivindicación extendida en la opinión pública catalana, no solo entre independentistas. A eso se suma la cercanía temporal con el referéndum sobre la independencia anunciado para el próximo 1-O, que ha disparado todo tipo de sospechas entre el independentismo sobre la supuesta mano negra del Estado para perjudicarlo, muchas veces alentados por manifestaciones de los propios líderes políticos. El Gobierno central, por su parte, ha sido lento en la reacción y, cuando ha intervenido, lo ha hecho para desembarazarse de cualquier responsabilidad. Fomento terció en el debate el domingo para limitarse a asegurar que las reivindicaciones de los trabajadores estaban ‘fuera de lugar’. Tampoco el Delegado del Gobierno en Catalunya ha tenido un papel activo en el conflicto laboral, pese a las competencias del Estado en materia aeroportuaria y la propiedad de una parte importante de AENA. Por medio de esta pelea política se cruza el debate sobre el turismo, en el que unas partes subrayan las externalidades que genera la masificación mientras otras lo hacen con los beneficios económicos que reporta. El resultado de todo ello es un cruce de reproches entre administraciones que ha salpicado al Gobierno, a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona”.

       Juan Carlos Giménez, portavoz del comité de huelga de Eulen.

Los trabajadores de Eulen en el aeropuerto de El Prat están dispuestos a continuar la huelga indefinida hasta el laudo obligatorio que ha anunciado el Gobierno y que creen “ilegal”, al tiempo que critican el despliegue de la Guardia Civil en esta infraestructura. Juan Carlos Giménez, portavoz del comité de huelga de Eulen, asegura que su intención es llevar a los tribunales el laudo obligatorio que prepara el Gobierno para poner fin al conflicto laboral en el aeropuerto barcelonés. “Esperaremos al laudo y lo denunciaremos en los tribunales porque creemos que es ilegal y vulnera el derecho a la huelga. Seguro que ganaremos ante la justicia, aunque eso será dentro de mucho tiempo y ya nadie se acordará del conflicto”, subraya Giménez, quien critica el uso de efectivos de la Guardia Civil para reducir las colas en los controles de pasajeros y se pregunta si este cuerpo “tiene agentes suficientes para ir a reforzar también otros aeropuertos”, después de que se hayan anunciado paros en otras instalaciones aeroportuarias españolas. “Hoy el aeropuerto está lleno de guardias civiles, no hay colas y se olvida el fondo del conflicto, las condiciones laborales de unos trabajadores que cobran una media de 900 euros y que no pueden ni ir a hacer pipí o que se desmayan porque no tienen tiempo para comer”. Según el portavoz del comité de huelga, algunos trabajadores de Eulen sufrieron el domingo “presiones” por parte de agentes de la Guardia Civil destinados como refuerzo en el aeropuerto, durante una jornada de paros parciales. 

Huelga en El Prat.

El abogado de los trabajadores, Leopoldo García Quinteiro, considera “abusivos” los servicios mínimos fijados ante esta huelga indefinida. Y critica el laudo arbitral obligatorio impuesto por el Gobierno para doblegar a los huelguistas: “Mientras no se quiebren los servicios mínimos no se puede ir al arbitraje obligatorio”, destaca el letrado quien apunta que esta fórmula surgió de “una ley franquista” cuyo “vigor ha quedado claramente desautorizado por las sentencias del Tribunal Constitucional”. “La imposición del arbitraje obligatorio –denuncia– es una anomalía absoluta y un atentado directo al derecho fundamental a la huelga”. Un mero conflicto laboral corre el riesgo de acabar en Naciones Unidas, con una posible condena a España por violar derechos fundamentales. Ahí es donde apuntan los vigilantes del Grupo Eulen con el arbitraje forzoso impuesto por el Gobierno. En el caso de los vigilantes del aeropuerto de Barcelona, el 14 de agosto fue su primer día de huelga indefinida, en la que todo apunta a que han respetado los servicios mínimos decretados por el Gobierno con guardias civiles desplazados al aeropuerto y que han hecho las tareas de los vigilantes, como la inspección de equipajes, revisión de los billetes o control de los arcos de seguridad. La delegación del Gobierno fijó en un 90% estos servicios mínimos, “y, a pesar del abuso, los trabajadores lo están cumpliendo a rajatabla”, destaca el abogado Leopoldo García Quinteiro. Si el Gobierno optara por aprobar un laudo arbitral obligatorio, “sería una auténtica alcaldada. ¿Cómo puede imponerlo si los trabajadores ejercen una huelga legal, cumplen los servicios mínimos y los servicios esenciales no están en riesgo?”, se pregunta. En España sólo se pueden sustituir a trabajadores en huelga por medio de la declaración del estado de alarma, que realiza el Parlamento. Así se hizo en diciembre del año 2010, con la huelga ilegal de los controladores aéreos. Una vez agotados los tribunales españoles, los vigilantes planean denunciar a España ante el Comité de Libertad Sindical de la ONU. Otra de las alternativas que barajan es acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.


Jordi Gacía-Soler titula en ElPlural.com ‘El Prat como mal ejemplo’, un artículo que es un reflejo casi perfecto de los disparates que los gobiernos del PP vienen cometiendo en Cataluña. “Los problemas del aeropuerto de Barcelona –termina diciendo García-Soler – pueden parecer solo de carácter laboral pero en realidad tienen un origen sin duda político. La privatización de los servicios de seguridad y control de pasajeros y equipajes, antes competencia propia de la Guardia Civil y que pasó a manos de unas pocas empresas privadas con vinculaciones evidentes con el PP, es un claro ejemplo de esta causa política del conflicto. Otro ejemplo evidente de las raíces políticas del problema es que no es de recibo que un aeropuerto como el del Prat, que da a AENA cuantiosos beneficios anuales, cuente con unos servicios que a todas luces no son los adecuados en todo cuanto se refiere a su control y seguridad. Algo que es particularmente preocupante, además, cuando en toda España nos encontramos en el nivel 4 sobre 5, de alerta antiterrorista. Aunque la aventura iniciada por el secesionismo catalán sin duda es un disparate, conviene tener en cuenta que situaciones tan graves como las vividas desde hace semanas en el aeropuerto de Barcelona explican en parte aquella ‘desafección’ que el entonces presidente de la Generalitat José Montilla advirtió, hace ya diez años, que se producía en Cataluña respecto al proyecto español común. Estos y muchos otros polvos son la causa de gran parte de los lodos actuales. Las políticas recentralizadoras y privatizadoras de los gobiernos del PP, presididos por Aznar y Rajoy, están en la raíz misma del conflicto del aeropuerto del Prat, que da razones a la sinrazón secesionista”.

      Trabajadores de Eulen aplauden a sus compañeros que cumplen con los servicios mínimos del 90% dictados por el Gobierno.

Los vigilantes de El Prat renuncian a escoger un mediador porque “el laudo es ilegal”.. El comité de huelga renuncia a proponer un mediador en el laudo forzoso impuesto por el Consejo de Ministros, que dio 24 horas a los trabajadores y al Grupo Eulen para designarlo antes de escoger uno. Los representantes de los trabajadores de Eulen no ven sentido a participar en este proceso “cuando creemos que el laudo es ilegal y lo vamos a denunciar ante los tribunales”, explica Juan Carlos Giménez. “Al final va a ser el Gobierno el que pondrá a su árbitro. Será así sí o sí porque tampoco hay tiempo para que las partes se pongan de acuerdo. No vamos a proponer a nadie”, subraya Giménez. Fomento someterá el mediador que baraja, con carácter previo, a las partes para que formulen cuantas alegaciones estimen oportunas en relación con su imparcialidad. Se da la circunstancia de que el Ministerio de Fomento es parte en este conflicto porque AENA depende de este organismo. El asesor del comité de huelga asegura que, desde que la Guardia Civil incrementó su presencia en los controles del aeropuerto, “la seguridad ha bajado”. Según Giménez, “se está primando que no haya colas en los controles de seguridad y eso supone que los pasajeros pasan muy rápido”, con lo que, a su juicio, no se realiza un control adecuado. El sindicato CCOO rechaza el laudo forzoso porque “atenta contra el derecho de huelga y de negociación colectiva. El sindicato anuncia que “estudiará jurídicamente las medidas hoy decretadas para actuar en consecuencia, pues entendemos que están en cuestión derechos fundamentales”. Según CCOO, esta medida, junto con “la determinación de unos servicios mínimos claramente abusivos y la utilización de efectivos de la Guardia Civil, supone una conculcación de derechos fundamentales”. Para esta organización, el problema de fondo en este conflicto es la utilización de la subcontratación de actividades como fórmula de precarización de las condiciones de trabajo y denuncia que las Administraciones Públicas se han puesto a la cabeza de esa dinámica. 

 .      Mapa del atentado en Barcelona.

Pero he aquí que varios atentados terrorista irrumpieron el jueves en Barcelona y Cambrils, reivindicados por el Estado Islamista y provocando por el momento 14 muertos y más de cien heridos. La célula yihadista, formada por 12 hombres de entre 17 y 38 años, de los cuales Abouyaaqoub sería el único huído, fue abatida y muerta por los Mossos d’ Esquadra. Los heridos provocados proceden de  22 nacionalidades diferentes: alemana (5), argentina (1), australiana (1), belga (1), canadiense (1), cubana (3), ecuatoriana (3), española (8), filipino-australiana (1), franco-canadiense (2), francesa (12), británica (1), holandesa (2), irlandesa (2), italiana (1), macedonia (1), marroquí (1), paquistaní (1), rumana (1) y turca (1). Los investigadores están tratando de determinar la autoría intelectual de los atentados cometidos y no descartan que se hubieran preparado en Marruecos o en Francia, dada la vinculación de los terroristas con el país alauí y de alguno de ellos con el país vecino, según fuentes policiales. El ministro del Interior anunciaba ayer que “podemos decir que la célula está desactivada”. Aunque Mossos y Generalitat desmintieron esta versión. La hipótesis actual que manejan los investigadores es que Younes Abouyaaqoub habría sido el autor de la matanza, ya que lo sitúan al volante de la furgoneta de alquiler que el jueves causó el pánico en el centro de Barcelona. Inmediatamente, el Comité de trabajadores de Eulen  anunció que suspendía la huelga de trabajadores de seguridad en el aeropuerto. CCOO informó que los empleados que no estaban incluidos en los servicios mínimos también debían ir a trabajar. Asimismo, los trabajadores desconvocaron una manifestación que habían convocado para el viernes por la tarde en la avenida Diagonal de la capital catalana. 

       Principales portadas de periódicos nacionales.

El atentado terrorista quedó recogido en las portadas de medios nacionales e internacionales. Casi toda la prensa de tirada nacional utilizó la misma imagen en su primera edición en papel para acompañar la información: una fotografía de los heridos atendidos en la calle poco después del atentado. En su portada del viernes, El País tituló “Matanza terrorista en La Rambla de Barcelona”. En la información de portada señaló “Solidaridad en todo el mundo con Barcelona y España” y destacó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se había desplazado a la capital catalana junto a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido: “Rajoy se traslada a Barcelona para ponerse al frente de la crisis”. Por su parte, El Mundo abrió con el titular “El terror del IS golpea España”. Recogió el testimonio de Ana Julieta, una estudiante de Zaragoza que se encontraba junto a su hermana en La Rambla: “La furgoneta se llevó todo por delante. Me salvé porque salté”. La Vanguadia informó: “Terror en Barcelona. Un islamista causa 13 muertos y cien heridos con una furgoneta en la Rambla. Hay dos detenidos, pero ninguno es el autor material del atentado”. En la misma línea, El Periódico tituló: “Horror en la Rambla”. Y prosiguió “13 muertos y más de 80 heridos en el atentado de Barcelona, reivindicado por el Estado Islámico. Una furgoneta atropella a decenas de personas en un zigzag de 500 metros”. El ABC señaló que “El yihadismo golpeó a España en Barcelona” y La Razón: “Unidos contra el terrorismo. Brutal atentado yihadista en las Ramblas de Barcelona: al menos 13 muertos y 100 heridos”. En su portada, teñida de negro, se pudo ver con crespón blanco acompañado por cuatro palabras: “Unidos contra el terrorismo”. 
Portadas de Theguardian y The New York Times.

Los medios internacionales también reflejaron el atentado de Barcelona en sus primeras páginas. En Estados Unidos, The Washington Post abrió su primera página con el ataque en Cambrils: “La Policía mata a cinco sospechosos y frustra un segundo ataque conectado con la violencia de Barcelona”. The Wall Street Journal destacó: “El terror golpea Barcelona”. El periódico estadounidense acompañó la noticia principal de otras dos piezas: “Barcelona es el último punto turístico que se convierte en objetivo” y “El ataque en Barcelona muestra los límite en los esfuerzos en seguridad”. “Una camioneta mata a 13 en un ataque en Barcelona” fue igualmente el titular de portada de The New York Times, que acompañó la información en su edición online con un vídeo explícito de los heridos en el atentado de La Rambla. La cabecera británica Theguardian tituló “El terror golpea Barcelona”. La fotografía, que ocupaba casi toda la portada, mostró a varios heridos siendo atendidos en la calle por los servicios de emergencia. El diario The Times tituló en su versión digital: “La policía abate a terroristas para evitar el segundo ataque en España”. Por su parte, la prensa sensacionalista británica, como el Daily Mail y el Daily Mirror, abrió su portada con la palabra “masacre” encima de una fotografía de minutos posteriores al atropello.

      
     Miles de personas, con las autoridades en primera fila, en el minuto de silencio de la Plaça Catalunya de Barcelona. El Rey y autoridades catalanas y españolas se citaron en Barcelona.


Los aplausos y vítores se entremezclaron con largos momentos en silencio. Y los manifestantes catalanes gritaron  al unísono “no tinc por” [no tengo miedo]. Pere al esfuerzo del Gobierno español y catalán de enterrar sus grandes diferencias, mostrando unidad ante el atentado, la imagen de unidad institucional no consiguió matizar las reticencias entre la Generalitat y el Gobierno español, que utilizaron un lenguaje y una gesticulación claramente definitorios de la distancia política y sentimental existente. Y las ofertas de colaboración policial se contradicen con las imágenes del presidente Rajoy reunido con sus mandos policiales en un lugar y la de Puigdemont con los suyos en otro. Ambos dejaron escapar en la madrugada del viernes la ocasión de comparecer juntos, lo que sí hicieron el presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. “La incomodidad con la que se toleran unos y otros –escribe Jordi Mercader en ElPlural.com– se está demostrando difícil de disimular, incluso en una circunstancia tan delicada como la provocada por el terrorismo yihadista en Barcelona y Cambrils que nada tiene que ver con el conflicto que les separa. ‘Toda España es Barcelona”’ decía la declaración de la Casa Real y más de una nariz se retrajo en señal de inquietud. La resistencia de unos a hablar de España o a citar por su nombre propio a la Guardia Civil se corresponde con la precaución de los otros a referirse al protagonismo de la Generalitat y de los Mossos d’Esquadra en el operativo”.
Fotomontajes elegidas esta semana: 

Duelo catalán.

 Todos somos Cambrils






 Leer o chatear-

Reforma de pensiones.

El humor de esta semana en la prensa: Forges, Peridis, El Perich, Kap, El Pedripol, Atxe, Vergara, Manel F. Malagón, Pat. 



















Pep Roig, con un ojo en Barcelona y el otro en Mallorca. 







Los vídeos de esta semana: El cant dels ocells - Pau Casals calmosca
Minuto de silencio desde la Plaza de Catalunya tras los atentados de Barcelona eldiarioes
El Gobierno movilizó a la Guardia Civil en El Prat euronews (en español)
La Guardia Civil presionó a los vigilantes en El Prat y no les deja vivir (ENTREVISTA) PODEMOS ESPAÑA TV
 
La Guardia Civil presionó a las mujeres en el Prat. (Entrevista) POLITICA ESPAÑA TV
¿Qué sabemos de la huelga de empleados de Eulen? eldiarioes
El eurodiputado Jean-Luc Mélenchon, exdirigente del Partido Socialista francés y actualmente líder de la plataforma Francia Insumisa, denunciaba en la Asamblea del Europarlamento, celebrada el 8 de junio de 2016, el doble rasero de la Unión Europea en el trato a Venezuela y Arabia Sudí. Melenchon denuncia el doble rasero Unión Europea en el trato a Venezuela y Arabia Saudí lelo trini

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