viernes, 15 de septiembre de 2023

“Carlitos”, presa fácil de caza.

 


El ciervo "Carlitos", con la marca distintiva en la oreja.


Unos 1.500 vecinos de Linarejos, aldea remota de Zamora, vieron crecer a “Carlitos”, un ciervo que, a lo largo de ocho años, fue aumentando de tamaño, al igual que su cornamenta, de catorce puntas, y al que habían alimentado desde pequeño al tiempo que crecía también su confianza y falta de recelo hacia los vecinos. De tal manera que era muy frecuente verlo en los alrededores del pueblo. Y los vecinos, aunque son pocos, querían y esperaban que Carlitos siguiera vivo, visitándoles cuando le apeteciera, porque no hacía ningún daño. Era un ejemplo de lo que debería ser la Sierra de la Culebra: un paraíso lleno de vida. Hasta que, bajo la excusa de que “molestaba”, algo que no es cierto de ninguna manera, “Carlitos” pasó a ser una presa fácil de caza.

Para salvarlo y que no fuera cazado, los vecinos de Linarejos habían organizado una campaña que logró más de 54.000 apoyos a través de Internet. Hasta que, el pasado martes, el cadáver de un ciervo apareció sin una de sus patas traseras, sin su cornamenta y sin parte de su cabeza en el paraje de Ramisqueo, cercano al casco urbano de esa aldea. La Junta de Castilla y León sostuvo que no había forma de saber si ese ciervo muerto era “Carlitos”. Pero, el ciervo apareció muerto cuando se cumplía una semana de la iniciativa para que no fuera cazado por el cariño que le tenían los vecinos del pueblo. Ellos aseguran haberlo identificado a partir de las marcas en una de sus orejas y en el cuerpo. Y Pilar Devesa, indicó a Efe que estaba segura de que ese ciervo era “Carlitos”, ya que, aunque le faltaba esa pata, tenía otras marcas en una oreja por las que en Linarejos sabían que se trataba de ese ejemplar y no otro el que les visitaba y al que querían salvar la vida.

La negativa de la delegada territorial de la Junta en Zamora, Leticia García, no era suficiente. “Los ciervos no son animales domésticos que puedan tener chip como los perros, sino que son salvajes y además son susceptibles de ser cazados, en este caso, porque son una especie cinegética”, afirmó García, defendiendo que ese abatimiento estaba dentro de los cupos de caza previstos y se llevó a cabo en el marco de la actividad cinegética permitida, por lo que era “conforme a la legalidad”. Y añadió: “Puede que ese ciervo al que se refieren los vecinos se haya ido a otro sitio, puede que esté en otra parte, no lo podemos saber con ninguna claridad, no tenemos identificación para saberlo”.

Sin embargo, Julio Fernández, el coordinador de Ecologistas en Acción de Zamora y vecino de Manzanal de Arriba, ayuntamiento al que pertenece Linarejos, lamenta que se haya abatido a “Carlitos” después de la movilización que hubo en toda España para salvar su vida y cuando existen otras muchas zonas en la Sierra de la Culebra para matar venados y cumplir con los permisos de caza concedidos. Y tildó de “cruel” la forma en la que se le dio muerte, despiezándolo a última hora de la tarde para intentar esconderlo”.  Fernández pide que se suspenda la caza de ciervos en época de berrea, producida en circunstancias en las que los animales no tienen ninguna posibilidad de salvarse, ya que se les atrae con paja para que lleguen primero las hembras y detrás de ellas los machos a los que se abate a no mucha distancia.


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