24 de octubre. Magis Iglesias: "Hay que mantener viva la llama de nuestra dignidad profesional"
Magis Iglesias, recién elegida presidenta de la FAPE (Foto de Germán Gallego)
Natural de Vigo (1956), Magis Iglesias es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Perteneció al equipo de redactores que pusieron en marcha la Televisión de Galicia (TVG). En 1988, llegó a Madrid y trabajó en la agencia Colpisa, ocupándose de la información parlamentaria. En 2004, publica el libro “La sucesión” (Editorial Temas de hoy) donde relata el desarrollo de los acontecimientos que llevaron al presidente José María Aznar a designar a Mariano Rajoy como su sucesor. Además, colabora como contertulia en los programas “Hoy por Hoy” de la Cadena Ser, “La Mirada Crítica” de Telecinco y “Los desayunos de Televisión”.
Magis Iglesias cree que los periodistas hemos perdido la autoestima, que nos da igual ser rigurosos o no serlo, que muchos son superficiales y les cuesta aproximarse a los hechos, que éstos nos importan menos que las opiniones, que uno está mejor en la redacción, recibiendo teletipos y mirando páginas “web”, que perdidos en la calle y que, poco a poco, nos alejamos del contacto con la realidad. “Habría que conseguir que los jefes salieran a la calle –opina ella– y que los redactores hicieran su trabajo; así, a lo mejor cambiábamos la dinámica”. Es de las que lamentan que no pocas redacciones se organizan más desde la técnica que desde la calidad, y que vale más la audiencia que lo que se cuenta. “Los periodistas –dice, convencida– tenemos que tener fuentes. Si no, ¿cómo vas a tener información? Nosotros debemos marcar el territorio. Que no nos lo marquen ellos. Y tenemos que ser incómodos con el poder”.
Desde la presidencia de la FAPE, al frente de 14.000 asociados, Iglesias ya ha alertado sobre la “gravísima” situación laboral que afrontan los periodistas españoles. Sabe que ésta ya estaba depauperada antes de que llegara la crisis económica. Y recuerda a los responsables de los medios que, en la actual situación, “no deben buscar la solución en adelgazar la plantilla de trabajadores, porque los redactores son los únicos que pueden superar estos momentos a través de trabajos de calidad”. Recomienda a los periodistas “perjudicados en sus derechos laborales” por posibles expedientes de Regulación de Empleo, “hacer uso del servicio jurídico de la asociación”. Denuncia que la necesidad de ocupar varios puestos de trabajo a través de un solo periodista “es aprovechada por los poderes públicos, siempre tan dispuestos a recortar la independencia y el libre hacer de los periodistas”. Resalta que éstos son “cómplices de esta situación, que repercute en la calidad de las informaciones por las prisas con las que hay que redactar”. Y pide una “racionalización de horarios” que, a su entender, “comienzan muy temprano y acaban muy tarde”.
Magis Iglesias, una periodista gallega que naciera profesionalmente en La Voz de Galicia y en El Faro de Vigo, fue elegida el 20 de septiembre pasado, presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España. Se trata de la primera mujer que preside la FAPE en sus 86 años de historia. Sustituye en el cargo a Fernando González Urbaneja, quien dimitiera hace unos meses por considerar incompatibles la presidencia de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que ocupa desde 2003, y la de la FAPE.
Natural de Vigo (1956), Magis Iglesias es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Perteneció al equipo de redactores que pusieron en marcha la Televisión de Galicia (TVG). En 1988, llegó a Madrid y trabajó en la agencia Colpisa, ocupándose de la información parlamentaria. En 2004, publica el libro “La sucesión” (Editorial Temas de hoy) donde relata el desarrollo de los acontecimientos que llevaron al presidente José María Aznar a designar a Mariano Rajoy como su sucesor. Además, colabora como contertulia en los programas “Hoy por Hoy” de la Cadena Ser, “La Mirada Crítica” de Telecinco y “Los desayunos de Televisión”.
Magis Iglesias cree que los periodistas hemos perdido la autoestima, que nos da igual ser rigurosos o no serlo, que muchos son superficiales y les cuesta aproximarse a los hechos, que éstos nos importan menos que las opiniones, que uno está mejor en la redacción, recibiendo teletipos y mirando páginas “web”, que perdidos en la calle y que, poco a poco, nos alejamos del contacto con la realidad. “Habría que conseguir que los jefes salieran a la calle –opina ella– y que los redactores hicieran su trabajo; así, a lo mejor cambiábamos la dinámica”. Es de las que lamentan que no pocas redacciones se organizan más desde la técnica que desde la calidad, y que vale más la audiencia que lo que se cuenta. “Los periodistas –dice, convencida– tenemos que tener fuentes. Si no, ¿cómo vas a tener información? Nosotros debemos marcar el territorio. Que no nos lo marquen ellos. Y tenemos que ser incómodos con el poder”.
Desde la presidencia de la FAPE, al frente de 14.000 asociados, Iglesias ya ha alertado sobre la “gravísima” situación laboral que afrontan los periodistas españoles. Sabe que ésta ya estaba depauperada antes de que llegara la crisis económica. Y recuerda a los responsables de los medios que, en la actual situación, “no deben buscar la solución en adelgazar la plantilla de trabajadores, porque los redactores son los únicos que pueden superar estos momentos a través de trabajos de calidad”. Recomienda a los periodistas “perjudicados en sus derechos laborales” por posibles expedientes de Regulación de Empleo, “hacer uso del servicio jurídico de la asociación”. Denuncia que la necesidad de ocupar varios puestos de trabajo a través de un solo periodista “es aprovechada por los poderes públicos, siempre tan dispuestos a recortar la independencia y el libre hacer de los periodistas”. Resalta que éstos son “cómplices de esta situación, que repercute en la calidad de las informaciones por las prisas con las que hay que redactar”. Y pide una “racionalización de horarios” que, a su entender, “comienzan muy temprano y acaban muy tarde”.
Magis Iglesias pretende, en fin, que “la Federación sea la referencia de y para la profesión periodística” y que su objetivo es “mantener viva la llama de nuestra dignidad profesional” en una etapa que puede ser muy complicada para los periodistas. Solicita un dictamen a la Comisión de Quejas y Deontología de la FAPE sobre “qué es información, qué es espectáculo” y “hasta dónde llega el deber de informar”. Igualmente, propone promover la creación de colegios profesionales de periodistas y establecer una colaboración más estrecha con el Colegio de Periodistas de Cataluña, la única organización regional que no está federada a la FAPE.
1 comentario:
Pues ya tiene tarea Dña. Magis. Se dan carnets de periodistas y reporteros gráficos como churros, y casarse con un torero famoso parece otra forma de convertirse en periodista. chiflos
Publicar un comentario