La Policía alucina con la nueva ordenanza de convivencia en Madrid.
Dolores Navarro, conejala de Familia y Asuntos Sociales.
Multas a los clientes por solicitar servicios sexuales en la calle.
La limpieza de los parabrisas de los vehículos detenidos en los semáforos podrá implicar una sanción de 1.500 euros.
La nueva ordenanza de
convivencia que el Ayuntamiento de Madrid quiere implantar a
principios de 2014 da un giro reaccionario y conservador, de acuerdo con la
política más dura del PP. El diario británico 'The Independent'
ha llegado incluso a compararla con las dictadas por el franquismo. La Policía municipal da, tímidamente,
la cara para situarse radicalmente en contra. 'Madridiario.es', cuenta cómo los sindicatos policiales
estallan ante las mismas. Dicen que les quieren hacer aparecer ante la sociedad
como los “padres malos y castigadores”.
Julián Leal, portavoz
del CPPM (Colectivo Profesional de Policía Municipal), sindicato mayoritario,
lamenta que, con esta ordenanza, los agentes van a parecer “meros recaudadores”.
Y ve difícil demostrar ciertas conductas que serán objeto de infracción: “¿Cómo se sabe
si el cliente le está solicitando un servicio a una prostituta o simplemente le
está pidiendo la hora? Para
probar eso no sólo tienes que mirar, también tienes que escuchar. Si ya con el
botellón, a veces nos resulta difícil demostrar que es alcohol lo que se bebe, con
estas normas esto será peor”. Leal también critica las sanciones para los
mendigos: “¿Cómo vas a poner una multa a alguien que pide limosna para comer? No
tiene sentido. Y menos, sin convocatorias de nuevas plazas y
con la escasez de medios”. Considera que, aunque entre en vigor la normativa
tal y como está, “muchas de las multas no se cobrarán.
Con la nueva
normativa por primera vez se podrá
multar a quien solicite servicios de prostitución en la calle o a las acampadas
en la vía pública sin autorización. Además, no se permitirá la mendicidad
cuando se “representen actitudes coactivas o de acoso, u obstaculicen e impidan
intencionadamente el libre tránsito de las personas o vehículos” y se prohibirá
pedir limosna “a las entradas y salidas de centros educativos, de atención
social, hospitales, establecimientos comerciales y empresariales”, etcétera.
Las multas para todas estas infracciones oscilarán entre los 750 a los 3.000 euros, en función de lo
que el consistorio madrileño estime más o menos grave. La utilización de menores
para mendigar se considerará “muy grave”, se penará con 3.000 euros y las
autoridades municipales que detecten esta situación tendrán que atender a los
niños, adoptando las medidas previstas en el ordenamiento jurídico. Por la
limpieza de los parabrisas de los vehículos detenidos en los semáforos se podrá
multar con 1.500 euros. Por solicitar servicios sexuales en la calle se
impondría una infracción “leve” y una multa de 750 euros. Y practicar sexo en
la vía pública, con carácter comercial, considerada como “muy grave”, otra de 3.000 euros.
El Área de Familia, Servicios Sociales y
Participación Ciudadana del Ayuntamiento ha sido la encargada de elaborar el
borrador presentado. Su delegada, Dolores
Navarro, justifica estas normas, alegando que lleva meses reuniéndose
con asociaciones de vecinos, de hosteleros o de prostitutas para consensuar el
texto. La concejala del PP, miembro de la Junta de Gobierno, nacida en Madrid, en 1969, es
licenciada en Derecho y niega que la ordenanza tenga “un afán recaudatorio”, ni
que “intente hacer ningún juicio de
moralidad”, sino que responde a “un clamor popular” entre los vecinos de
determinadas zonas de Madrid. La delegada niega a Juan Luis Jaén, director de “Madridiario,
es”, que vaya a multarse a ningún mendigo cuando entre en vigor la nueva
normativa: “La clave está en si la mendicidad es coactiva y sobre todo organizada,
independientemente del lugar donde se produzca”. Descarta que
la prohibición de acampar en la vía pública sea una
especie de 'castigo' al 15-M: “Esto no es ninguna novedad. En las ordenanzas
municipales ya se establecía que no se permite acampar o instalar elementos
estables en el espacio público, salvo autorización. No vea este borrador como
un castigo ni como algo que pretende limitar derechos sino como una oportunidad
para la convivencia en el espacio público”. Algo muy difícil de encajar.
1 comentario:
Es fascismo.
chiflos.
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