jueves, 24 de octubre de 2013

La Policía alucina con la nueva ordenanza de convivencia en Madrid.

 Dolores Navarro, conejala de Familia y Asuntos Sociales.
 

 Multas a los clientes por solicitar servicios sexuales en la calle.
 
La limpieza de los parabrisas de los vehículos detenidos en los semáforos podrá implicar una sanción de 1.500 euros.
 
La nueva ordenanza de convivencia que el Ayuntamiento de Madrid quiere implantar a principios de 2014 da un giro reaccionario y conservador, de acuerdo con la política más dura del PP. El diario británico 'The Independent' ha llegado incluso a compararla con las dictadas por el franquismo. La Policía municipal da, tímidamente, la cara para situarse radicalmente en contra. 'Madridiario.es', cuenta cómo los sindicatos policiales estallan ante las mismas. Dicen que les quieren hacer aparecer ante la sociedad como los “padres malos y castigadores”. 
 
Julián Leal, portavoz del CPPM (Colectivo Profesional de Policía Municipal), sindicato mayoritario, lamenta que, con esta ordenanza, los agentes van a parecer “meros recaudadores”. Y ve difícil demostrar ciertas conductas que serán objeto de infracción: “¿Cómo se sabe si el cliente le está solicitando un servicio a una prostituta o simplemente le está pidiendo la hora? Para probar eso no sólo tienes que mirar, también tienes que escuchar. Si ya con el botellón, a veces nos resulta difícil demostrar que es alcohol lo que se bebe, con estas normas esto será peor”. Leal también critica las sanciones para los mendigos: “¿Cómo vas a poner una multa a alguien que pide limosna para comer? No tiene sentido. Y menos, sin convocatorias de nuevas plazas y con la escasez de medios”. Considera que, aunque entre en vigor la normativa tal y como está, “muchas de las multas no se cobrarán.

Con la nueva normativa por primera vez se podrá multar a quien solicite servicios de prostitución en la calle o a las acampadas en la vía pública sin autorización. Además, no se permitirá la mendicidad cuando se “representen actitudes coactivas o de acoso, u obstaculicen e impidan intencionadamente el libre tránsito de las personas o vehículos” y se prohibirá pedir limosna “a las entradas y salidas de centros educativos, de atención social, hospitales, establecimientos comerciales y empresariales”, etcétera. Las multas para todas estas infracciones oscilarán entre los 750 a los 3.000 euros, en función de lo que el consistorio madrileño estime más o menos grave. La utilización de menores para mendigar se considerará “muy grave”, se penará con 3.000 euros y las autoridades municipales que detecten esta situación tendrán que atender a los niños, adoptando las medidas previstas en el ordenamiento jurídico. Por la limpieza de los parabrisas de los vehículos detenidos en los semáforos se podrá multar con 1.500 euros. Por solicitar servicios sexuales en la calle se impondría una infracción “leve” y una multa de 750 euros. Y practicar sexo en la vía pública, con carácter comercial, considerada como  “muy grave”, otra de 3.000 euros.

El Área de Familia, Servicios Sociales y Participación Ciudadana del Ayuntamiento ha sido la encargada de elaborar el borrador presentado. Su delegada, Dolores Navarro, justifica estas normas, alegando que lleva meses reuniéndose con asociaciones de vecinos, de hosteleros o de prostitutas para consensuar el texto. La concejala del PP, miembro de la Junta de Gobierno, nacida en Madrid, en 1969, es licenciada en Derecho y niega que la ordenanza tenga “un afán recaudatorio”, ni  que “intente hacer ningún juicio de moralidad”, sino que responde a “un clamor popular” entre los vecinos de determinadas zonas de Madrid. La delegada niega a Juan Luis Jaén, director de “Madridiario, es”, que vaya a multarse a ningún mendigo cuando entre en vigor la nueva normativa: “La clave está en si la mendicidad es coactiva y sobre todo organizada, independientemente del lugar donde se produzca”. Descarta que la prohibición de acampar en la vía pública sea una especie de 'castigo' al 15-M: “Esto no es ninguna novedad. En las ordenanzas municipales ya se establecía que no se permite acampar o instalar elementos estables en el espacio público, salvo autorización. No vea este borrador como un castigo ni como algo que pretende limitar derechos sino como una oportunidad para la convivencia en el espacio público”. Algo muy difícil de encajar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es fascismo.
chiflos.