El viaje de Rajoy a la Casa Blanca.
Montaje fotográfico de Rajoy con Obama sobre una fotografía de Netanyahu
Regalo de Obama a Rajoy.
Hace unos días, Mariano Rajoy, en un alarde de
interés político, se embarcó con una importante representación de empresarios
españoles, atravesó el Atlántico y llegó a la
Casa Blanca con intención de llevar personalmente a Barack Obama la buena
consigna de los brotes verdes, en unos momentos en que millones de familias
siguen sufriendo el paro, habiendo abandonado
cualquier esperanza de mejora. Un viaje en el que Rajoy trataba de demostrar
que su gestión de Gobierno dejaba atrás la recesión y reafirmaba el “cambio de
ciclo”. Pero, ¿valió la pena la visita de Rajoy a Obama para que cambie la
política de ambos protagonistas? Lo dudo. En cambio, sí se retrató perfectamente
el grado de adulación del primero hacia el segundo. En efecto, mientras, en
España, los medios acólitos, incluido “El País”, se deshicieron en elogios con
la estampa de Rajoy junto a Obama, los medios norteamericanos ignoraron prácticamente la visita, relegándola a un
segundo plano.
En el tradicional intercambio de regalos entre Rajoy y Obama, el presidente español llegó ala Casa
Blanca cargado de obsequios: tres facsímiles de obras de 500
años de antigüedad; una carta que Vasco Núñez de Balboa envió al Rey Fernando
El Católico; una biografía del descubridor y un mapamundi de la época. Por su
parte, Obama obsequió a
Rajoy con una cajita de M&M’s, los famosos cacahuetes cubiertos
de chocolate, con el emblema de la Casa Blanca y un autógrafo. Al presidente
norteamericano le bastó una hora en el Despacho Oval, olvidándose de invitar a
Rajoy a almorzar, como sí hizo con José Luis Rodríguez Zapatero, en 2009.
Mientras la reunión se mantenía, Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca , ofrecía
su habitual rueda de prensa diaria (sin límite de preguntas, que en esto
también hay diferencias). Y, cuando se le preguntó si Obama y Rajoy iban a
hablar de los casos de espionaje internacional, el portavoz confundió España
con México. “México, quiero decir España –respondió–, pero también México…”.
En el tradicional intercambio de regalos entre Rajoy y Obama, el presidente español llegó a
Más tarde, fue el presidente español quien metió
la pata en su discurso en la
Cámara de Comercio ante la delegación de empresarios
españoles y estadounidenses. El objetivo era convencerles de que España es una
gran oportunidad de inversión, pero el presidente del Gobierno, como hiciera en
Sudáfrica, empezó su discurso hablando de “la selección española de fúbol”.
Algunas de las imágenes más llamativas del viaje fue la de Rajoy probando
atónito unas Google Glasses y la que más mofas protagonizara fue la de
Obama, mirando su reloj mientras Rajoy le contaba algo.
A su regreso a España, Rajoy
comprobó que todo seguía igual que antes. “No sé si es lo habitual –comenta el
humorista Pep Roig–, pero Obama no fue al aeropuerto a recibir a Rajoy, sino
que mandó a subalternos. Y lo mismo pasó en la puerta de la Casa Blanca. Mi
pregunta es: ¿Qué hubiera sucedido si, por el contrario, fuera Obama quien
visitara España para encontrarse, oficialmente con Rajoy?
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