domingo, 19 de abril de 2015

España, el zorro en el gallinero; Costa Rica, un país sin Ejército y la mili de Joaquín Sabina, en Mallorca.


El Ministerio de Defensa ha reconocido que, desde que su titular, Pedro Morenés, tomara posesión de su cargo, ha firmado un total de 32 contratos con empresas de las que él mismo fue consejero hasta 2009 y representante hasta bien entrado el 2011. Así se desprende de la respuesta del Gobierno a la pregunta parlamentaria presentada por Jon Iñarritu, diputado de Amaiur en el Congreso de los Diputados. El Gobierno, sin embargo, no aportó ninguna información más sobre la cuantía de estas adjudicaciones a Instalaza SA y filiales del mismo grupo, en las que el ministro trabajó desde 2004 a 2011. Tampoco detalló si estos contratos se adjudicaron a dedo o, por el contrario, se realizó un concurso público para su adjudicación. La información facilitada por el Gobierno no puede ser más vaga. La pregunta parlamentaria de Amaiur reclamaba conocer los contratos realizados por Defensa con Instalaza y otras empresas del grupo. La respuesta del Gobierno detalla que, en este periodo de 14 años, el Estado español ha firmado 140 contratos con estas compañías armamentísticas.

Morenés reconoce que el cabo Soria murió por varios errores del Ejército israelí.

El pasado 28 de enero moría, en Líbano, un  militar español por un disparo del Ejército de Israel. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, confirmaba el pasado martes en el Congreso que el cabo, Francisco Javier Soria Toledo, había fallecido a causa de “varios errores” cometidos por el Ejército de Israel, entre ellos asumir un “riesgo excesivo al considerar como distancia de seguridad menos de 500 metros con respecto al objetivo. Al menos nueve, de los 118 proyectiles que lanzara Israel ese día, se desviaron porque sus artilleros “no disponían de ningún método o modo de observación de los impactos y, por lo tanto, carecían de la posibilidad de efectuar corrección del tiro”. Evidentemente, no se respetó la distancia de seguridad con el destacamento de cascos azules y tampoco tuvieron en cuenta el parte meteorológico. Pese a ello, el ministro exculpando a los militares israelíes, declaró que “no había ningún tipo de intencionalidad” del Ejército de Israel contra la misión de la ONU ya que sus acciones  ese día se debían a una “respuesta” a un ataque previo de Hezbolá. . Otro de los errores del Ejército israelí fue no tener en cuenta en la planificación del tiro “el alzado de las instalaciones” de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL). El cabo Soria se encontraba en una torre de observación de 10 metros de altura. El ministro de Defensa adujo, en defensa de los soldados israelíes, que los artilleros tampoco disponían de “boletín meteorológico”, por lo que no pudieron “tener en cuenta con exactitud los márgenes de error producidos por el viento, que soplaba en esos momentos entre 30 y 45 kilómetros por hora”. Añadió, en su defensa, que “esa fuerza puede provocar variaciones en el tiro de más de 300 metros”. Y afirmó que “Israel reconoce su responsabilidad por el impacto, así como describe punto por punto los factores de error que han llevado al fatal desenlace”. En este sentido, añadió que, “en derecho internacional, hay responsabilidad por los daños que un Estado causa a otro por imprudencia –como en el presente caso– aunque no haya dolo o voluntad directa en causarlos”. En todo caso, y dado que “las responsabilidades no pueden ser ejecutadas materialmente sin el consentimiento del Estado obligado, nuestra reclamación debe buscar y busca en todo momento el acuerdo entre España e Israel”. Una defensa en toda regla del acto del militar israelí, justificado de esta manera, y dejando la muerte del soldado español en un mero accidente involuntario. 

Pacto de silencio PP-PSOE para seguir engordando el agujero del gasto en armamento hasta 2030.

Morenés pretende recordar al cabo español como “un ejemplo de servicio y abnegación”, asegurando que “velamos y velaremos para que el presente y futuro de los suyos, especialmente de su mujer y de su hijo recién nacido, estén tan llenos de expectativas como hubieran estado si el cabo Francisco Javier continuase entre nosotros”. Es deplorable la manera que tiene el ministro del Ejército de velar por los militares que arriesgan sus vidas en el extranjero. Y comprendemos las palabras de Jon Iñarritu, diputado de Amaiur, quien afirma que tener a Morenés como ministro de Defensa es como “poner al zorro de guardián del gallinero”.


La vinculación del ministro de Defensa con la industria armamentística ha estado en repetidas veces en el centro de la polémica desde que Morenés asumió la cartera. En su primera participación en una Comisión de Defensa, en enero de 2012, la oposición ya planteó si era conveniente que un hombre fuertemente vinculado a empresas del sector armamentístico ocupara la cartera de Defensa. El ministro señaló entonces que su relación con Instalaza se produjo entre 2005 y 2007. Sin embargo, el Boletín Oficial del Registro Mercantil reflejaba que Morenés fue representante de Instalaza S.A. hasta el 20 de septiembre de 2011, apenas dos meses antes de asumir la cartera. Recordemos que la empresa Instalaza S.A. denunció al Ejecutivo de Zapatero, en 2010, reclamando 40 millones de euros “por daños y perjuicios” por la prohibición del uso, almacenamiento y fabricación de las bombas racimo en España, a raíz de la firma del Tratado de Dubín. La Audiencia Nacional, no obstante, dio la razón al Gobierno y rechazó indemnizar a Instalaza. Curiosamente, esta sentencia se produjo cuando Morenés ya era ministro. Un ministro que fue, repetidas veces, duramente criticado. En una de las últimas, Irene Lozano, diputada entonces de UPyD, protagonizó un choque con el ministro de Defensa por el “caso Zaida”, calificando a Morenés de ser “una puerta giratoria en sí mismo, un conflicto de intereses andante. Fue secretario de Estado a finales de los 90, donde puso en marcha los programas especiales de armamento (30.000 millones -una Bankia y media-), de ahí se fue al Ministerio de Industria para poner en marcha unos créditos blandos a la industria de la Defensa. Después estuvo ocho años trabajando en, al menos, una decena de empresas relacionadas con la industria del armamento y luego vino al Ministerio a renegociar la deuda de los programas especiales de armamento que es para lo que le han puesto. Han puesto el lobby incrustado en el Consejo de Ministros”. 

El general José Figueres Ferrer disolvió el ejército costarricense, un país sin ejército, sin caza, y con energía renovable.

Y mientras el ministro de Defensa español y el sector armamentístico se ensartan contra todas las críticas que le caen encima, en otros países, las polémicas en torno al Ejército desaparecieron al desaparecer éste hace casi setenta años. Hablamos de Costa Rica, un país que, a finales de 1948, cuando el mundo salía de la Segunda Guerra Mundial y entraba en las primeras horas de la llamada Guerra Fría, decidía abolir su Ejército. Una desmilitarización que fue consecuencia de una larga historia que empezaba en 1825, cuando se abolieron los fueros especiales para militares y eclesiásticos. El 1º de diciembre de 1948, el General Figueres, victorioso en la guerra civil de ese año, disolvía el Ejército en este país de Centroamérica. Un hecho que simbolizaba el fin de una era castrense y el inicio de una seguridad y educación, convertidas en prioridades del Gobierno. En 1949, la eliminación del Ejército es incorporada en la Constitución, lo que permitió utilizar los presupuestos antes asignados al Ejército en el desarrollo del aparato educativo. De esta manera, se creaba la policía civil, para el resguardo del orden público. Y la Junta Fundadora de la Segunda República traspasaba el Cuartel Bellavista a la Universidad de Costa Rica para que allí se instalara el Museo Nacional. En una ceremonia en el Cuartel Bellavista, Figueres rompió una pared con un martillo como símbolo del final del espíritu militar “El primero de diciembre de 1948 –escribe José Figueres– dí unos mazasos sobre un muro del Cuartel Bellavista, para simbolizar así la eliminación del vestigio del espíritu militar de Costa Rica en otro tiempo. Entregué el edificio para sede de un museo de antropología que hoy sigue irradiando cultura. Los hombres que ensangrentamos recientemente a un país de paz, comprendemos la gravedad que pueden asumir estas heridas en la América Latina, y la urgencia de que dejen de sangrar. No esgrimimos el puñal del asesino sino el bisturí del cirujano. Como cirujanos, nos interesa ahora, más que la operación practicada, la futura salud de la Nación, que exige que esa herida cierre pronto, y que sobre ella se forme cicatriz más sana y más fuerte que el tejido original. Somos sostenedores definidos del ideal de un nuevo mundo en América... La pequeña Costa Rica desea ofrecerte siempre, como ahora, junto con su corazón, su amor a la civilidad, a la democracia”.

Museo Nacional de Costa Rica, ex cuartel Bellavista.

El Presidente de la República y los ministros de la Presidencia, de Seguridad Pública, de Educación Pública, de Cultura, Juventud y Deportes y Relaciones Exteriores y Culto, consideraron entonces que la idiosincracia costarricense estaba estrechamente ligada a la vocación nacional de desarme, neutralidad y paz dentro de los principios de libertad y democracia, constituyendo un sentimiento ancestral y una herencia que debían mantenerse. Desde su incruenta independencia, en 1821, Costa Rica había adoptado el régimen de derecho como norma de conducta, habiendo evolucionado hacia una sociedad en la que la institución militar perdió progresivamente sentido ante la fuerza de la razón. De ahí que la Junta de Gobierno, presidida por don José Figueres Ferrer, eliminara el ejército y convirtiese el antiguo Cuartel Militar Bellavista en sede del Museo Nacional. El artículo 12 de la nueva Constitución, rezaba así: “Se proscribe el ejército como institución permanente. Para la vigilancia y conservación del orden público, el Estado contará con las fuerzas de policía necesarias. Sólo por convenio internacional o para la defensa nacional podrán organizarse fuerzas militares, las cuales, lo mismo que las de policía, estarán siempre sujetas al Poder Civil, y no podrán deliberar ni hacer manifestaciones o declaraciones, en forma individual ni colectiva”. Esta abolición hizo que se destinasen más recursos públicos al desarrollo del país, especialmente en materia de educación, salud y cultura”. Tras una larga carrera política que se extendió hasta 1974, Figueres se dedicó a impartir conferencias por universidades de todo mundo, recibiendo en algunas el doctorado Honoris Causa, y ejerció de Embajador Itinerante por los países vecinos hasta su muerte en 1990. En España fue distinguido como “Hijo predilecto” de Barcelona.


José Figueres Ferrer, “Don Pepe”, hijo de un matrimonio español que emigró a Costa Rica en busca de fortuna, es hoy recordado como el hombre que se impuso en la guerra civil con el apoyo de la “Legión del Caribe”, el fundador de la Segunda República de su país y el presidente que disolvió el ejército en Costa Rica. La familia de este controvertido político, tan capaz de iniciar una guerra como de suprimir las fuerzas armadas en su país, procedía de Os de Balaguer (Lérida). Sus padres, Mariano Figueres Forges –médico de profesión– y Francisca Ferrer Minguella –profesora de primera enseñanza–, emigraron en 1906 a Costa Rica. Se desconoce las razones de su decisión pero se ha especulado con que la inseguridad que se vivía en Barcelona en esos años pudo influir en que se trasladaran a América. Además, la hermana de “Paquita”, como otros tantos españoles de su tiempo, ya se encontraba residiendo allí. Cuando el doctor Mariano Figueres Forges llegó al país centroamericano junto a su mujer, embarazada de seis meses, fue presentado ante el Presidente de la República, algo habitual en aquellos tiempos tratándose de un hombre con carrera, y éste le ofreció una plaza de médico en San Ramón, pueblo al cual ningún médico quería ir por las dificultades de acceso. En este ambiente agrícola de niños descalzos se crió el presidente José Figueres Ferrer, quien, nada más llegar al poder,  impulsaría políticas para repartir calzado en las zonas rurales. El médico y su familia se trasladaron posteriormente a San José para dirigir su propia clínica en la capital. Junto a otros españoles que habían emigrado a Costa Rica, padre e hijo eran miembros asiduos de la Librería Alsina, propiedad de un catalán establecido en Centroamérica desde hacía años, para disfrutar de tertulias literarias con fuerte carga política. A los 18 años, José marchó a Boston para estudiar medicina en 1924, ya que la ilusión de su padre era que siguiera sus pasos, pero nunca terminó sus estudios, empleando el viaje para modular su discurso político. A su regreso de EE.UU., se vinculó a distintos grupos agrícolas que reivindicaban un reparto más equitativo de las tierras y publicó en la prensa escritos políticos distribuidos en el “Café Popular” de San José. De aquellos años también destacó por su afiliación al grupo Pro República Española en el contexto de la Guerra Civil.

Costa Rica, un país sin ejército pero con energía renovable.

El país solo mantuvo su guardia civil, actualmente la Policía o Fuerza Pública, para asuntos de orden público. En la actualidad, este cuerpo cuenta con apenas 10.500 hombres que velan por los casi 4,5 millones de habitantes, y aun así, según el Índice de Paz Global de 2013, es la nación más pacífica de Centroamérica y la tercera de Latinoamérica, después de Uruguay y Chile. La supresión del ejército permite hoy el financiamiento de la totalidad de las universidades públicas y de tres hospitales del país. La tasa de analfabetismo en Costa Rica es de sólo un 4 por ciento. “No hay peligro de conflictos, todo se resuelve con diplomacia”, dice Jorge, un estudiante de San José, la capital.  En 1985, cuando en Centroamérica países como Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala estaban en guerra, se realizó una encuesta sobre el restablecimiento del ejército y un 90 por ciento de los costarricenses dieron una respuesta negativa, destaca Víctor Ramírez, autor del libro José Figueres Ferrer, carácter y pensamiento.  ¿Qué pasaría si Costa Rica fuera atacada? “La fuerza de defensa que tiene Costa Rica es que nadie se va a atrever a enviar un ejército para invadirlo. Si vigilamos las fronteras es por un asunto de seguridad ciudadana”, responde Janina del Vecchio Ugalde, ministra de Seguridad Pública. Costa Rica forma parte del Pacto de Bogotá y ha firmado el Tratado de Asistencia Recíproca, por lo cual, si fuera agredido, contaría con la protección de la fuerza multinacional de la OEA. Para combatir la delincuencia, el narcotráfico, la violencia interna, cuenta con la guardia civil. El presupuesto destinado a la seguridad se incrementó en un 35 por ciento para 2009. “Se necesita tener una fuerza civil muy profesional porque los delitos se han sofisticado y en el narcotráfico hay mucho dinero”, explica Janina del Vecchio Ugalde. “En Costa Rica no se permite la instrucción militar ni de Estados Unidos ni de China ni de Israel ni de Colombia ni de nadie. Pero, en este país, hay gente que sabe de seguridad y de tácticas militares”, concluye Daniel Matul.


En diciembre del 2012, Costa Rica se convertía en el primer país de América Latina en prohibir la caza como deporte, tras una votación unánime del Congreso. En octubre, los legisladores habían aprobado provisionalmente una reforma a la Ley de Conservación de la Vida Salvaje. El país centroamericano ya es conocido por su conciencia ecológica, con un 25 por ciento de su territorio protegido como parques nacionales o reservas. Bajo la nueva ley, quienes son atrapados cazando pueden enfrentarse hasta a cuatro meses de prisión o a multas de hasta 3.000 dólares. Otras penas más pequeñas son destinadas a quienes roban animales salvajes o los mantienen como mascotas. Los jaguares, pumas y tortugas marinas se encuentran entre las especies más atesoradas. “No hay datos de cuánto dinero genera la caza en el país, pero sí sabemos que, en la actualidad, hay giras clandestinas de cacería que cuestan alrededor de 5.000 dólares por persona”, dice Arturo Carballo, director adjunto de Apreflofas, una organización ambientalista que encabezó la reforma. Los cazadores extranjeros vienen a Costa Rica en busca de felinos exóticos, mientras que otros buscan obtener loros raros y coloridos como mascotas. Por otra parte, desde hace casi tres meses, Costa Rica funciona sólo con energía renovable.  Las fuertes lluvias en la región permiten al país renunciar por completo a los combustibles fósiles, y alimentarse casi en su totalidad de la electricidad generada a partir de cuatro plantas hidroeléctricas, con un poco de ayuda extra de proyectos de geotérmica, solares y eólicos. El Instituto estatal Costarricense de Electricidad (ICE) anunció la noticia, señalando que no han tenido que recurrir a la energía generada por combustibles fósiles en todo lo que llevamos de 2015. Las abundantes lluvias alimentan sus cuatro plantas hidroeléctricas y una multitud de volcanes sirven para las instalaciones geotérmicas. Costa Rica es el primer país que logra generar toda su energía de fuentes renovables, sin la necesidad de utilizar ningún tipo de hidrocarburo, ahorrando de esta manera toneladas de CO2.          


Entre los fotomontajes de esta semana cabe recordar el de Rodrigo Rato, el “gran gestor” económico del PP, quien fuera el “gran ministro” de Aznar, director del Fondo Monetario Internacional y el gran orgullo y estrella de la derecha. El mismo que dijera que teníamos que apretarnos el cinturón porque habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades fue detenido en jueves pasado, aunque solo por unas horas, por blanqueo de dinero, fraude fiscal y evasión de capitales. Y, con su detención, todo el modelo económico del PP  quedó retratado. Agentes de Hacienda llevaran a cabo el registro de su casa. La intervención se produjo después de que Antifraude investigara a Rato por posible delito fiscal tras acogerse a la amnistía que llevó a cabo el Gobierno del Partido Popular. Posteriormente, fue puesto en libertad. En la foto siguiente, el gabinete de la vergüenza. Once de los 14 ministros de Aznar están imputados.


Hoy presentamos esta serie editada por Delirios de librería y comics.


A esos que se creen que la liberación de la mujer pasa por poder ser presidenta, ministra, policía o militar.

Es inevitable ver las similitudes e imaginarse a la Esperanza tragándose un ratón...


EspeyCifu. Esperanza Aguirre, condesa consorte de Bornos y grande de España, ex presidenta del Partido Popular en la Comunidad de Madrid y candidata a alcaldesa, y Cristina Cifuentes, ex delegada del Gobierno y candidata a la Comunidad de Madrid, comprueban si todos los golpes que los madrileños han recibido estos años de los antidisturbios les han dejado imbéciles...


Y que la lucidez la tenga que poner el creador del loco más insigne de la literatura... Aunque para lucidez, la de El Roto, siempre en el clavo.
Ya que el PP ha conseguido que no haya imputados en sus listas con este ligero matiz, proponemos otro pequeño cambio, menos sutil pero más cierto.


Para resolver el 3+2, nos hace falta una formula como esta...Bravo por l@s estudiantes en huelga, y por la viñeta de Leandro Barea..

"Aquella vez, cuando hice fracasar a Joaquín Sabina".

“Joaquín Sabina –escribe Pep Roig en un artículo en el diario Ultima Hora del pasado domingo– lleva muchos años triunfando en su faceta artística como cantante, poeta, dibujante, apurador de la vida y casi todo lo que se proponga, aunque a veces la mala salud, por los excesos varios, le ha dado algún susto que otro, de tal manera que no le ha quedado más remedio que corregir algunos de sus hábitos”. En 1968, Sabina se había trasladado a Granada para matricularse en la Facultad de Filosofía y Letras e iniciar los estudios de Filología Románica en dicha universidad. Joaquín vivía por primera vez con una mujer, llamada Lesley, y preparaba su tesis de español. Pero su ideología izquierdista le llevó a relacionarse con movimientos contrarios al régimen franquista. Este mismo año, cuando se proclamó el estado de excepción, su padre, que era comisario en Úbeda, recibió la orden de detenerle por pertenecer al PC. Había comenzado a colaborar con la revista Poesía 70, compartiendo páginas con Luis Eduardo Aute o Carlos Cano. En ese mismo año, 1970, lanzaba un cóctel molotov contra una sucursal del Banco de Bilbaoen Granada, en protesta por el Proceso de Burgos, por lo que se vio obligado a exiliarse. Al carecer de pasaporte, no pudo salir inmediatamente del país, pero conoció a un hombre, Mariano Zugasti, que, tras unas horas de conversación, le cedió el suyo. Con nombre falso y acompañado de Lesley, Joaquín puso rumbo a París, donde pasó unos meses, y posteriormente a Londres, donde vivió como squatter (okupa) durante su primer año de estancia en la ciudad. Gracias a Lesley, consiguió que le hicieran una entrevista y presentara su caso. El Daily Mirror publicó que, a su vuelta a España, le esperaría la pena de muerte, pero consiguió que las autoridades británicas le concedieran el asilo político por un año. Se dirigió a Edimburgo, permaneciendo allí cuatro meses. Luego, pasó a Londres, en donde abandonaba a Lesley. En el año 1977, tras la muerte de Franco, conseguía volver a España. Y le tocó hacer “la mili”, en Palma de Mallorca. Se cuenta que el enlace eclesiástico con Lucía Inés Correa Martínez, una argentina que había conocido en Londres durante su exilio, se celebró con el único propósito de conseguir el “pase de pernocta” (permiso que se daba a los soldados para que pudieran ir a dormir a sus casas). Esto le permitió trabajar en el diario local “Última Hora” en el que conoció al dibujante Pep Roig, quien, además de trabajar en el periódico, tenía también una guitarra, pintaba y hacía sus pinitos en otras artes.


Sabina  escribió la letra de una canción en la que Pep Roig era el protagonista. Fue a raíz de unas críticas feroces lanzadas contra él por Joan Pla en el diario “Baleares”, diario competidor de “Ultima Hora”, que terminó siendo absorbido y comprado por Pedro Serra, hoy al mando de una cadena de medios de comunicación. “Pla y yo –reconoce Pep Roig–, ahora somos muy amigos. La canción la cantaba Sabina entre nosotros, pero nunca en público ni en disco. Este era el texto que Sabina escribió para mí”:


En una ocasión en que Pep Roig preparaba una exposición de dibujos de humor en el salón Recreo, de Capdepera, Sabina hizo un cartel sobre la misma. Entonces, Sabina todavía no había grabado ningún disco. Al faltarle unos diez marcos con cristal medida DIN a 4, Pepe Roig se dirigió a la casa en que Sabina vivía, en la calle Santa Clara, y allí consiguió los marcos, que nunca devolvió al piso de Santa Clara.

Pep Roig, periodista y dibujante.

Pep recuerda con cierta pesadumbre el fracaso de Sabina que, en aquellos tiempos, ya intentaba darse a conocer. Hoy, recuerda con humor: “Puedo decir, que no presumir, de haberle causado su primer fracaso en su carrera musical. Fue cuando sólo era aquel amigo que interpretaba sus canciones por la calle sin haber pisado, con éxito al menos, estudio de grabación alguno. Durante un tiempo, Joaquín dividía su tiempo con los deberes militares impuestos, los del servicio obligatorio, y los laborales, en la sección de Internacional de ‘Última Hora’. Soldado de día y periodista de noche, solíamos disfrutar del concierto que, con su guitarra, nos ofrecía, en los postres de alguna cena o almuerzo en común. Pensó, Sabina, que había llegado la hora de montar una maqueta con sus canciones y el momento de ofrecerlas a una discográfica. Le ofrecí mi magnetófono y mi guitarra de 12 cuerdas (ya sólo le quedan cinco). Nos pasamos una tarde grabando dos cintas de cassette, una para mí (que no la encuentro por ningún lado) y otra para él. Me contó que fue un fracaso, porque mi grabadora funcionaba a menos revoluciones de lo normal, por lo que, al ponerla en el reproductor de la discográfica, su voz sonaba como de pito. Rotundo fracaso, tanto que le mandaron con su música a otra parte. Aunque supongo que entonces, eso no me lo dijo, debió maldecir mi ‘colaboración’, no tardó en superar el trauma, sin dejar de tocar la guitarra, de escribir canciones y de vivir”.


Del humor de esta semana aparecido en la prensa, me quedo con Peridis, El Roto, Forges, M. Fontdevila, Ferrán, J. R. Mora, Soro y Cupido.












Y de Pep Roig: La patria de la derecha, Rato toca la campanilla de Montoro, Más menos, La miserable recuperación económica, Dime con quien andas.







Terminamos ya con cuatro vídeos. El primero, sobre la detención de Rodrigo Rato:

 
 El segundo es un documental sobre José Figueres Ferrer (Pepe Figueres) expresidente de la República de Costa Rica. Fue transmitido en la televisión catalana. Hijo de emigrantes catalanes, Figueres fue un anti franquista catalán distinguido como “Fill predilecte” de Barcelona. En 1975, dirigió una carta a l'Assemblea Legislativa en la que donó todos sus bienes al país. Murió en San José el 8 de junio de 1990.
   
 Esta es la careta de la versión "polonesa" de "Juego de Tronos". Con la imputación de la infanta Cristina, la casa real ve cómo su trono está en peligro. El rey Juan Carlos (Toni Albà) y el príncipe Felipe (Queco Novell) intentan encontrar una solución antes de que todo el reino se vuelva en su contra.

 

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