Rato, el ídolo caído.
Rodrigo Rato, que
hace tres años era intocable, hoy es investigado. Sus cuentas y sus negocios
son minuciosamente registrados y él es estrechamente vigilado por su “perfil
delictivo“. Quien dirigiera Bankia y fuera director gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI), es hoy un objetivo de la Audiencia Nacional, junto a otros
32 exdirectivos, por supuestos delitos de falsificación de cuentas y
administración desleal. El exministro posee pisos, garajes y un hotel en
exclusivos barrios de Madrid, una finca rústica en Gijón, propiedades en
Lleida… pero todo a nombre de sus empresas. La mayoría del patrimonio
inmobiliario de Rodrigo Rato no está a su nombre sino al de un complejo
entramado de sociedades que tienen como único administrador al exministro
popular, lo que le ha permitido beneficiarse de un régimen fiscal más favorable.
Su domicilio habitual, una lujosa vivienda de más de 300 metros cuadrados ,
en la calle Don Juan de la Cruz, en el distrito de Salamanca, está registrada a
su nombre y un 30%, a la empresa RAFI SL, de la que el exministro es
administrador único. Su despacho profesional, situado a corta distancia de su
vivienda, que ocupa 110 metros cuadrados , en la calle Castelló,
está a nombre de otras dos firmas gestionadas por el exvicepresidente
económico: Arada S.L., en la que aparece como administrador único, y
Antigüedades Salamanca, de la que es apoderado junto a otros familiares.
Curiosamente, las empresas con mayores activos de Rato tienen como domicilio
social su propia vivienda y todas cuentan con una actividad casi nula,
prácticamente ningún empleado y escasos beneficios, que en algunos casos llegan
a pérdidas. Las empresas a nombre del ex ministro, Rodanman Gestión 3 S.L.,
Arada S.L. y Explotaciones de Carabaña S.L., tienen como objeto social
actividades inmobiliarias, de producción de energía eléctrica y asesoría. Hoy, Rodrigo
Rato es sospechoso de haber cometido un delito fiscal y, si se demuestra que
creó las empresas con un fin instrumental para favorecerse en términos
tributarios, podría pasar a engrosar las listas carcelarias.
Rodrigo Rato,
optimista tras la aprobación de Bankia en la bolsa.
Los escándalos que
han rodeado a Rodrigo Rato, comenzando por caso Bankia y su presunto
fraude fiscal, le han pasado factura. El exministro ha perdido su condición de
consejero en Telefónica, Servihabitat (la Caixa) y Banco Santander. Perdió sus
cargos como asesor de Latinoamérica y Europa en Telefónica, donde llegó a ganar
363.000 euros anuales. En el 2013, César Alierta, presidente de Telefónica, le
ofreció su salida de la compañía tras declarar como imputado ante la Audiencia
Nacional por estafa en la salida a Bolsa de Bankia. El exministro perdió
también su puesto en el consejo de administración de Servihabitat, de la Caixa.
Pero Emilio Botín le colocó en el Banco Santander como consejero asesor
internacional de la entidad financiera, tras abandonar, en el 2007, el Fondo
Monetario Internacional y le renovó en el cargo, en 2012, tras perder la
presidencia de Bankia. Su remuneración era de unos 200.000 euros anuales pero,
tras el fallecimiento del banquero, su hija, Ana Patricia, decidió disolver el
consejo internacional.
El exvicepresidente
del Gobienro abandona su despacho cuatro horas después de que comenzara el
registro.
Las imágenes de quien fuera proclamado por el PP como autor
del “milagro económico español” y el mejor ministro de Economía de la
Democracia, se convirtieron para las bases del PP en un profundo shock al saber
que se había acogido a la amnistía fiscal. Unas imágenes que se transformaron
en negativas al entrar en un coche de Vigilancia Aduanera como detenido. Unas
fotografías que supusieron todo tipo de teorías y especulaciones. ¿Sabía Rajoy o no que iban a registrar la casa
de Rato y lo iban a detener temporalmente? ¿Cuándo se enteró? ¿Quién y por qué
filtró la noticia a la prensa? Se
baraja la teoría de que el Gobierno acometió una “voladura
controlada” del escándalo. Los pocos en el PP que la sostienen explican que Rodrigo
Rato estaba siendo investigado por la Agencia Tributaria desde hace un año y
que era mejor que el escándalo estallara ahora, con escarnio público
incluido, que no en vísperas de las elecciones generales. El Gobierno y
el partido asumen que, en las municipales y autonómicas, recibirán un castigo
electoral pero “hay quien cree que, hasta las generales, hay
tiempo para remontar, para mejorar los datos del paro y para notarse la recuperación
económica. De ahí que Rajoy intente presentarse como alguien implacable
contra la corrupción, afecte a quien afecte”. Pero se hace difícil creer que
los políticos del PP no sabían nada y se enteraron por la prensa. Cargos medios
del partido sostienen que Montoro conocía la lista de los 715 investigados, que
fue él quien decidió pasar la lista al Servicio de Prevención de Blanqueo de
Capitales (SEPBLAC), que depende de Luis de Guindos, y que “a nadie le entraba
en la cabeza que ninguno de ellos (ni Guindos ni Montoro), no avisaran a
Rajoy”. “Da la impresión de que, entre ambos intentaron hacer una voladura
controlada del escándalo y lo que ha pasado es que nos ha estallado en
plena cara”. Santiago Menéndez, director general de la Agencia
Tributaria, no dio nombres en el Congreso sobre los investigados, pero dejó
flotar en el aire una sospecha al afirmar que se sigue investigando y saldrán
más datos.
Rato, entrando en el coche de la Policía.
La detención de Rodrigo Rato el pasado jueves, 16
de abril, está plagada de sombras. Así comienza la narración de ABC: “Su arresto
no se ajustó a los cánones de una detención convencional, comenzando por una
casual retransmisión en directo y continuando con una supuesta descoordinación
de la Fiscalía. Los fiscales de Madrid que formularon la denuncia contra Rato
en los juzgados de Plaza de Castilla contrariaron la orden del fiscal superior
de la Comunidad de Madrid, Manuel Moix, y del fiscal jefe provincial, José
Javier Polo, cuando pidieron la detención de Rato. No lo hicieron por escrito,
pero el auto del titular del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid,
Enrique de la Hoz, quien estaba de guardia entonces, es claro cuando acuerda
esa detención ‘de conformidad con lo solicitado por la Fiscalía’. Los fiscales
del caso se lo pidieron verbalmente y el magistrado lo dejó constar por
escrito, como es habitual. Fuentes de la Fiscalía de Madrid aseguran que cuando
Moix y Polo, los jefes de los fiscales del caso, se enteraron de la detención
de Rato, en el transcurso del segundo registro y, –tras ver la ya célebre imagen de la mano del
agente de Aduanas sobre la cabeza del exvicepresidente– ‘no dieron crédito’.
Fue entonces cuando solicitaron al juez (el mismo que había acordado la
detención) su inmediata puesta libertad, lo que hizo posible que el investigado
pudiera dormir en casa. Podría tratarse de un episodio aislado, e incluso un
despiste, por parte de los fiscales económicos –que trabajan codo con codo con
la Agencia Tributaria– si no fuera porque ese día ya
llovía sobre mojado. No fue
hasta veinticuatro horas antes de la detención de Rato; es decir, el miércoles,
cuando Moix se enteró de las actuaciones que se iban a seguir contra el expresidente
de Bankia”.
Rajoy y Rato, en una imagen de archivo.
El estallido del
escándalo Rato, a mes y medio de las elecciones, provoca una desconfianza entre
los dos sectores del PP. Los ‘aznaristas’ creen que el Gobierno quiso masacrar
a Rato y los ‘marianistas’, que es una conspiración contra Rajoy. Pero la gran pregunta es si el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, estaba informado o no con antelación y quién y cómo le
informó. Desde el entorno del presidente, niegan que supiera nada. Afirman
que se enteró en el momento que se produjeron los hechos y que estaba
“destrozado”. “Todo el mundo sabe que soy amigo de él [por Rodrigo Rato] y
puedo decir que me llevé un gran disgusto; pero ha sido una actuación
independiente de la Agencia Tributaria y de la policía en la que el Gobierno no
tiene nada que ver y de la que me enteré por la prensa”. Mariano Rajoy contestó
de esta forma a una pregunta de María Dolores Dancausa, presidenta de
Bankinter, en la que cuestionó si, con el caso Rato, se
estaba juzgando antes de tiempo al exvicepresidente del Gobierno. Una opinión
que empiezan a compartir también, desde el secreto, barones
territoriales y otros dirigentes del PP, preocupados ante la inminente cita
electoral. Fue la única mención que se hizo del caso en la comida que el
presidente celebró con una treintena de empresarios madrileños y catalanes que
forman el Foro Puente
Aéreo y en cuyas
periódicas reuniones con políticos Rato fue habitual en el pasado. Sin embargo,
muchos no se creen esa versión y sostienen que tanto el ministro de Economía,
Luis de Guindos, como el de Hacienda, Cristóbal Montoro, estaban al tanto e
informaron. Si el ministro de Economía y el de Hacienda, sabían que Rato estaba en la lista de los 705 y que iba a ser detenido,
es “impensable” que no avisaran a Mariano Rajoy, afirman dirigentes del
Partido Popular, quienes sostienen también que “otra cosa es que se quisiera hacer un cordón sanitario para desvincular
a Rajoy de todo este escándalo”.
“El foco ilumina a
Rato -dice ABC -pero sobre la operación hay sombras”.
No pocos dirigentes
el PP sostienen que es imposible que ni Montoro ni de Guindos no supieran nada
y que no avisaran a Rajoy. El sector ‘aznarista’ del PP ve un ejemplo más de
querer “masacrar” todo lo que representó la era Aznar y achacan el chivatazo a los medios de comunicación que retransmiten en
directo la detención temporal de Rato a Moncloa. En sentido contrario,
los fieles a Mariano Rajoy consideran esa teoría “un auténtico disparate” porque
sostienen que “a nadie en su sano juicio se le ocurre pensar que a Rajoy le
interesa este follón a mes y medio de las municipales y autonómicas. Ni
a Mariano ni a nadie del Gobierno o del partido”, sostienen los leales a Rajoy.
Es más, hay quien ve una conspiración para acabar con Mariano Rajoy, al
que ya le estarían moviendo la silla desde dentro del partido. Por su parte, el
ABC del pasado miércoles titulaba: “Las sombras del caso Rato". Y añadía:
1. Los fiscales
cursaron la denuncia sin informar a sus superiores.
2. Hacienda ocultó que Anticorrupción
consideraba aún poco madura la investigación.
3.Los fiscales jefe de Madrid
‘no daban crédito al ver al exvicepresidente detenido’.
4.Rajoy despreció por ‘inconsistentes’
las primeras filtraciones sobre quien fue su apuesta para Caja Madrid.
Y 5. Cruce de
acusaciones por airear un escándalo que causa ‘un daño demoledor’ al Gobierno y
al PP.
Ángeles Alarcó
Canosa, presidenta de Paradores de España, ex mujer de Rato.
La presidenta de Paradores, Ángeles Alarcó, y ex mujer de
Rodrigo Rato, está a las órdenes de la secretaria de Estado de Turismo, Isabel
Borrego, esposa del diputado del PP Vicente Martínez Pujalte. Pujalte y Rato
siempre fueron amigos y Pujalte ha dicho públicamente que siempre lo
considerará su amigo. Ninguna de las dos ha tenido experiencia laboral o
profesional en el sector turístico, si bien la ex mujer de Rato fue colocada
por Esperanza Aguirre en el Gobierno de la Comunidad, en el área de turismo,
antes de llegar a Paradores. Antes de desembarcar en puestos de responsabilidad
política se dedicaba a las antigüedades. La
exmujer de Rato llegó a la presidencia de Paradores en febrero de 2012. Entre
ese año y el siguiente, la entidad estatal perdió hasta 62 millones de
euros. Además, la gestión de Alarcó incluye un ERE, en 2013, que costó el
puesto a 350 empleados. Eso sí, ella tiene un sueldo de 173.000 euros
brutos al año. Y, como lleva tres años en el puesto, ha ganado en torno
a 520.000 euros. Cuando fue puesta al frente de Paradores, figuraba como administradora única en las
sociedades Rodanman Gestión 3 SL y Rafi SL. Y así siguió constando hasta
febrero de 2013, cuando su ya exmarido, Rodrigo Rato, tomó el testigo para
pasar a convertirse en el administrador único de ambas empresas. Esas dos
sociedades, junto con otra de la órbita directa de Rato, Explotaciones de
Carabaña SL, acaparan el 86% de la sicav familiar del expresidente de
Bankia, Donald Inversiones. Las investigaciones tratan
de esclarecer ahora si Rato empleó estas sociedades, en varias de las cuales su
exmujer estuvo vinculada directamente, para ir distribuyendo su patrimonio
familiar y eludir el pago de impuestos. Un escenario en el que el papel y la
participación de Ángeles Alarcó también serán analizados. En una entrevista
concedida a Vanity Fair antes de destaparse el
escándalo, Ángeles Alarcó salió en defensa de su
exmarido. “Es impensable que la gente piense que se aprovechó. Es
imposible pensar mal de una persona que lo único que ha hecho es trabajar
muchísimo por su país”, sostuvo ella. El
ruido que puede generar la investigación en torno a Ángeles Alarcó se produce,
además, en un momento en el que la situación de Paradores es delicada. En el
transcurso de esta legislatura, el Gobierno ha inyectado fondos públicos en cinco ocasiones en la empresa pública
para equilibrar sus cuentas. En total, ha recibido 130 millones de
euros. La última de estas operaciones se produjo a finales de 2014. En
noviembre, Paradores recibió 10 millones de euros, una cifra que se sumó a
los 30 millones que ya había recibido a comienzos del ejercicio. El buen
año que vivió el turismo español, en 2014, seguramente ayudó a mejorar las
cuentas de Paradores, aunque las previsiones no contemplan que lo hagan tanto
como para generar beneficios. En 2013, la cifra de negocio de la empresa cayó
un 8%, hasta los 191 millones de euros, y las pérdidas se redujeron de los 42,4 a los 19,7 millones.
Rajoy, en Alicante.
Un dirigente local se acerca a Rajoy y le espeta: “Presidente, por qué siempre detienen a los nuestros?”. Rajoy no parece haberle oído y no responde. Sigue el camino hacia el escenario en donde insiste en la línea tradicional de ensalzar la recuperación económica que ha conseguido su Gobierno. Para él la Justicia funciona y no hay amigos que se la salten. En el entorno de Presidencia se insiste en que Rato se creyó intocable, que era un soberbio y que los datos demuestran que no creía en nada más que en sus intereses. Pese a que lo fue todo en el PP, incluso pudo ser presidente del Gobierno, Rato no estuvo a la altura. No supo aguantar en su despacho del FMI. “Quedó mal él y quedamos mal todos”, insisten en el PP. Y, a seis semanas de las elecciones, el resultado se antoja muy complicado para el PP. La sensación que flota entre los candidatos y altos cargos del partido es que la Justicia está actuando en forma muy especial. Exministros y dirigentes populares, como Matas, Fabra, Bárcenas o Granados, han desfilado por la cárcel sin ningún tipo de reservas. ¿Cómo es posible que, con una mayoría absoluta, el Gobierno del PP no sea capaz de controlarlo todo? A su paso por Murcia y Alicante, dos territorios tradicionalmente del PP, Rajoy intenta apaciguar a la militancia y animarla, pero no parece haberlo conseguido. El impacto de Rato es demoledor. “Al presidente se le ve afectado y preocupado –publica Vozpópuli–, escaso de sonrisas y en actitud más bien apagada. Todo lo contrario de un líder que afronta una de las citas electorales más importantes de este año crucial. ‘No nos gusta que se produzcan acontecimientos de este tipo, ojalá no vuelvan a producirse en el futuro’, confiesa Rajoy a los periodistas, quizás receloso de alguna sorpresa más que pueda aparecer, inopinadamente, en el horizonte. La oposición se dispone a extraer todo el jugo posible a la situación. En el Gobierno ya han descartado la posibilidad de que el presidente comparezca ante el Congreso para explicar el asunto fiscal que sacude a quien fuera vicepresidente de su formación. El partido está tocado pero Rato incurrió en las supuestas irregularidades cuando ya no era cargo orgánico ni del Gobierno ni del PP. El problema es que, luego, Rajoy lo encaramó a la cúspide de Bankia, con el desastroso resultado conocido. Ahora se trata de poner muchos kilómetros de distancia con el presunto defraudador e intentar retomar el sendero de la normalidad en la campaña. Por el momento, los resultados están siendo muy poco positivos”.
Alfonso Guerra acusa a Rato de hacer el milagro
de “los panes y los peces” sin “repartir” .
Alfonso Guerra ironiza sobre la posibilidad de
que, de seguir así, Rajoy “va
a tener más amigos en la cárcel que 'El Vaquilla”. El exvicepresidente del
Gobierno socialista señala a Rodrigo Rato como
autor del “milagro” de los “panes y los peces” sin “repartir” y se refiere a su
detención como un asunto “particularmente indecente”. Guerra se pregunta si es
“normal” que España tenga un presidente “durmiente y silente”. A su juicio, el
Caso Rato “blanquea con brocha. A ver si, ahora, blanquea todas las cárceles de
España”, al tiempo que considera que habrá que acostumbrase a pasear “entre
Alcapone y compañía”. El histórico socialista pidió a los militantes que
el domingo se acercaron al salón de actos de la Feria de Valladolid “más
fuerza” para defender el proyecto socialista. “No hay que rendirse. Hay que
tener criterio propio, ser poetas y luchar por las ideas vivas. Todos somos
iguales a la hora de la muerte y a la hora de votar, hay que convencer a las
almas vírgenes que esperan nuestra palabra”. Durante una alocución de 55
minutos, Guerra lanza un mensaje de “ilusión” en
un momento en el que “parece que el futuro se ha ido a pique”, señala a los
derechos sociales como baza principal de unas políticas de izquierdas y defiende
que éstos “no pueden ser de quita y pon”.
Beatriz Viana, la
exdirexctora de la Agencia Tributaria.
“Beatriz Viana, la directora de la Agencia Tributaria que dimitió por el informe que
atribuía 13 fincas a la Infanta –recuerda Vozpópuli–, siempre se negó a que se
investigase la lista de beneficiarios de la amnistía fiscal. En su plan de
control tributario de 2013, Viana no recogió a los amnistiados entre los
potenciales perfiles de riesgo que había que controlar. Y ello a pesar de que
al Gobierno se le llenaba la boca, defendiendo por tierra, mar o aire, que la
regularización no eximía del delito. Por un tiempo, el listado de 31.000
individuos permaneció en un cajón celosamente guardado. Aun así, Beatriz Viana,
que ahora ocupa un cargo en la CNMV, obviamente tuvo acceso a los datos. Pudo
conocer de primera mano que Rodrigo Rato aparecía entre los acogidos a la
amnistía. Y con el agravante añadido de que, en el pasado, había desempeñado el
puesto de jefa de gabinete de Rato cuando éste fue vicepresidente económico. La
decisión de chequear el listado dependía no obstante de instancias más
elevadas. Y el cambio de opinión sobre si se debía o no investigar la lista
trasciende dos años después, en octubre
de 2014. En el Congreso de inspectores de Hacienda celebrado
hace seis meses, el sucesor de Viana, Santiago Menéndez, anunciaba que se aplicaría un
control sistemático a los acogidos a la amnistía fiscal. El director de
la Agencia Tributaria explicitó allí mismo que se estaban identificando
perfiles de riesgo entre los que se habían beneficiado de la Declaración Tributaria Especial.
Motivos no le faltaban. Hacienda permitió que se declarase el dinero
directamente en efectivo, sin especificar el origen de los fondos y sin
importar si procedía de un país con secreto bancario. Algo que, por cierto,
también se hizo en las dos amnistías del PSOE, pues se desconocía la identidad
de quienes compraron la deuda del Tesoro instrumentada para aquellas
regularizaciones. (…) Sin embargo, ¿qué sucedió para que se gestase
semejante cambio de opinión? El Gobierno insiste en que nunca lo hubo. Entre la
declaración de bienes en el extranjero y la amnistía fiscal, el proceso de
cruzar los datos de más de 150.000 declarantes simplemente tarda mucho,
sostienen. Pero otras fuentes no opinan así. Consideran que tres años se antoja
demasiado tiempo para algo que cotejar informáticamente. Por ejemplo, cruzar
los altos cargos con los amnistiados conlleva una tarea informática que no
debería haber sido tan difícil y lenta de acometer. Y, en este punto, una frase
pronunciada hace escasos meses por un alto cargo del Ejecutivo puede arrojar
algo de luz: ‘Si hay un
nuevo Gobierno tras las elecciones, ¿qué va a hacer con la lista de los
amnistiados? ¿Acaso alguien piensa que no la va a publicar en
cuanto tenga la ocasión?’. La posibilidad de dejar tamaño regalito a los
siguientes era demasiado arriesgada. La maquinaria entró en funcionamiento. No
podía pasar que el PP lo dejase sin investigar porque la marca no se recobraría
nunca. Comienza una voladura interna controlada. Sólo que la explosión se
precipitó mientras se manipulaba la bomba. (…) Y Montoro resulta
el principal damnificado de la metralla desperdigada por todos los medios. Su
amnistía fiscal se retrata como uno de los errores más garrafales de la
legislatura”.
Rajoy, acompañado por
el portavoz del PP, en el Congreso.
José Antonio Zarzalejos publicaba el pasado
martes un artículo –“El caso Rato noquea al Gobierno”– en El Confidencial, en
el que decía: “Nunca unas palabras de Rajoy tuvieron
un significado tan devastador en la moral del Gobierno y de su partido. Las
pronunció el domingo en un mitin en Alicante: ‘Creo que no hay casi
nada que no nos haya pasado; y no sé si retirar esta afirmación porque
cualquier cosa puede suceder en el futuro’. También el domingo, el diario La Razón abría su edición con un titular
tan expresivo como pesimista: ‘Rajoy da por rota la campaña del PP tras el caso Rato’. A mayor abundamiento, El País publicaba una encuesta que daba por derrotados a los
populares en la Comunidad de Valencia
y en la capital del Turia y ayer El Periódico de
Catalunya, en otro sondeo, esta vez sobre las generales, auguraba al PP una
auténtica debacle: el partido de Rajoy se quedaría en poco más de cien escaños
(102-107), alcanzando Ciudadanos la
considerable cifra de 55-59 parlamentarios, aunque sumados no harían mayoría
absoluta. Sin embargo, estas circunstancias referidas no son las más adversas
para el Gobierno y el Partido Popular. Las peores son las que remiten a un
manejo torpe y chapucero del registro del domicilio y despacho profesional de
Rodrigo Rato, el jueves y madrugada del viernes, y a su irregular detención. El lunes –el exvicepresidente seguía
sin ser llamado a declarar ni recibir notificación de apertura de expediente de
inspección fiscal alguna–, la fiscal general del Estado (mal estreno, señora Madrigal)
enmendaba todo lo hecho por su subordinado de Madrid y remitía al fiscal anticorrupción el
caso de Rato que quedaba bajo la jurisdicción de un juzgado central de
la Audiencia Nacional, el que tramita el asunto de Bankia, con el que podrían
estar conectadas sus actuaciones presuntamente delictivas. De tal manera que
quedó ayer claro que el espectáculo del jueves por la tarde –mano en el cogote
de Rato por parte de un agente de Aduanas incluida– consistió en una
sobreactuación que se ha vuelto como un bumerán contra el Gobierno y el PP. (…)
Es posible que Rajoy esté siendo víctima de un golpe interno o puede ser que la debilidad del
Gobierno –una debilidad política pasmosa– haya
envalentonado a los que, desde fuera, pero con información suficiente, quieren
triturarle a poco más de un mes de las elecciones municipales y autonómicas en
las que pintan bastos para los populares. Núñez Feijóo dijo
ayer en un desayuno-coloquio que el presidente del Gobierno debería
“reflexionar” sobre su futuro si pierde las elecciones de mayo, noticia que
sólo la web de La Vanguardia recogía
destacadamente. El presidente de la Junta de Galicia está adelantando una idea
que ya ronda por la cabeza de muchos en el PP: una debacle de los populares el
24 de mayo sitúa a Rajoy en la tesitura de convocar un Congreso populares el 24 de mayo sitúa a Rajoy en la
tesitura de convocar un Congreso extraordinario y
proponer un nuevo candidato a
la presidencia del Gobierno para los comicios generales de noviembre”.
Rodrigo Rato, acompañado de un
guardaespaldas, sale de su domicilio, donde numerosos medios de comunicación
esperan noticias.
“El escenario judicial de Rodrigo
Rato es sombrío –escribe Julia Pérez en Público.es el pasado lunes–. El
exvicepresidente económico y exdirector gerente del Fondo Monetario
Internacional afronta hasta 53 años de cárcel, si se suman los distintos
procedimientos abiertos contra él. La Fiscalía Anticorrupción asume la
investigación sobre el patrimonio de Rato y sus sociedades familiares. En esta
investigación, suponen penas de cuatro a veinticinco años de cárcel. (…) Los delitos fiscales investigados se centran en sus declaraciones
sobre el Impuesto de Sociedades para los ejercicios 2011, 2012 y 2013, así como
del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para los años 2012 y
2013. Las pesquisas apuntan a que Rato pudo intentar desviar patrimonio con el
fin de eludir la fianza que debe depositar –de 133 millones de euros– y
ulteriores responsabilidades como presidente de Bankia. El juez de instrucción
31 de Madrid se ha inhibido este lunes a favor de la Audiencia Nacional.
Considera que existe conexidad con la investigación que se lleva a cabo allí
sobre la salida a bolsa de Bankia que lleva el juez central de instrucción 4,
Fernando Andreu. En este sumario que se instruye en la Audiencia Nacional,
Rato afronta un máximo de 18 años de cárcel en la investigación sobre la salida
a bolsa de Bankia y el uso indebido de las tarjetas black, opacas al fisco. En
las diligencias previas abiertas por el juez Andreu, a partir de la querella
presentada por la acusación popular que ejerce Unión, Progreso y Democracia, se
detallan los delitos a los que se enfrenta Rato por esta causa. En concreto, el
expresidente de Bankia es investigado en la Audiencia Nacional por los delitos
de estafa (con penas de prisión de 6 meses a 3 años); falseamiento de las
cuentas (de 1 a
3 años); administración fraudulenta de los bienes de la entidad, causando
perjuicio a sus accionistas y depositarios (de 6 meses a 4 años de prisión);
maquinación al proporcionar indicios engañosos de los valores de Bankia (de 6
meses a 2 años), así como apropiación indebida en su vertiente de
administración desleal (de 1 a
6 años de cárcel). Además, en la pieza separada abierta por el uso de las
tarjetas black, opacas al fisco, cuando presidía Caja Madrid y luego Bankia,
Rodrigo Rato es investigado por un supuesto delito de administración desleal,
con penas de 6 meses a 4 años”.
Acto de investidura a
Rodrigo Rato como doctor Honoris Causa por la Universidad Rey Juan Carlos.
La asociación de
estudiantes Rise Up entregó el pasado jueves, en la Universidad Rey Juan
Carlos, 70.000 firmas en las que piden la retirada del doctorado Honoris Causa
al exvicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato. “Hemos
solicitado reuniones con el rector
–explican los estudiantes– para que conozca nuestra propuesta y hemos sido
ignorados. Por eso queremos dejar constancia de las firmas”. La asociación lanzó un vídeo donde se
intercalan momentos de la ceremonia.
“No encontramos mayor deshonor para la institución y para nosotros –aseguran en
la recogida de firmas– que tener a Rodrigo Rato con esta distinción”. La
asociación lleva, desde el mes de noviembre, recogiendo de firmas para conseguir
que la institución retire a Rato el doctorado Honoris Causa, concedido en
2009. Por aquel entonces, Rato era arropado en la URJC por la plana mayor del
PP –Rajoy y Aguirre entre ellos–, pero hoy las cosas han cambiado mucho. Siendo
una “decepción” para muchos de sus compañeros, Rato está acusado de -al
menos– fraude fiscal, alzamiento de bienes y blanqueo de dinero, además de
ser el supuesto responsable del falseo de las cuentas de Bankia en su salida a
bolsa y estar implicado en la trama de las tarjetas 'black'. “Han dicho que no lo hemos pedido por las vías
formales, y no es verdad”, reprochan las mismas fuentes.
“Nosotros llegamos a presentar la petición al Consejo de Estudiantes, y el 28
de noviembre aprobamos elevarla al Consejo de Gobierno”, confirman. La versión de la
Universidad se mantenía la pasada semana Sin embargo, según Richard Taylor,
presidente del Consejo de Estudiantes, la versión de la Universidad es “falsa”.
“Lo hacemos porque, desde Rise Up, nos
parece una falta de respeto hacia la comunidad universitaria que alguien que se
ha visto envuelto en esos delitos ostente esa distinción”, cuenta la presidenta
de la asociación, Laura Encabo. Y, a medida que pasan los días, la temporal
detención de Rodrigo Rato se complica como un galimatías judicial en el que
jueces y fiscales se cruzan miradas mientras el caso se estanca.
Diariocrítico
apunta que el Gobierno, al borde de la histeria, comienza a denunciar
“maniobras externas” tras el estallido del 'caso Rato'. Una preocupación que se
ha convertido en “un verdadero temor en
el Gobierno, que ve peligrar su renovación en las próximas generales. Las
autonómicas y municipales de dentro de un mes, 24 de mayo, serán un aperitivo
más que indigesto si se confirman los datos de las encuestas”. Mariano Rajoy
cree que, detrás del caso Rato, hay maniobras para desestabilizar al Ejecutivo
y perjudicar al PP en vísperas de la campaña electoral. El diario 'La Razón'
señala que “ni en el Gobierno, ni en el PP, dan crédito sobre cómo sigue
creciendo el lío que está acompañando al caso Rato”. Según este diario, aunque
dentro del Gobierno y dentro del partido hay divisiones, en este asunto “el
problema no lo focalizan esas divisiones ni en las diferencias que pueda haber
entre el Ministerio de Economía y el de Hacienda”. El diario precisa que el
presidente sabe, desde hace meses, que la Agencia Tributaria ha abierto la
investigación de la que ahora se tiene conocimiento, y que sólo dio una orden:
“Dejar que el proceso siguiera su curso, sin injerencias de ningún tipo”. El
diario señala que en La Moncloa sospechan que la filtración pudo venir de algún funcionario próximo a la oposición.
Además, se relata que “el problema serio no está en la filtración”, sino en que
“el Gobierno y el PP no están siendo capaces de construir un relato único, que
aclare las dudas sobre las decisiones y el camino seguido”. Además, dentro del
partido, incide el diario, consideran que esta crisis “ha vuelto a poner en
evidencia la incapacidad de articular una política de comunicación sólida”. Por
su parte, la Fiscalía Anticorrupción se opone a la celebración de una vista de
medidas cautelares para decidir el ingreso en prisión del ex presidente de
Bankia, Rodrigo Rato, así como que se le retire el pasaporte o se le prohíba
abandonar el territorio nacional. El fiscal Alejandro Luzón responde a las
preguntas planteadas por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu,
quien cuestionó sobre las medidas a adoptar contra Rato en el caso de las
presuntas irregularidades en la fusión y la salida a bolsa de Bankia. El fiscal
tampoco ve necesario, requerir al servicio de inteligencia financiera, el
Sepblac, un informe sobre la situación de las pesquisas que abrió para
investigar si Rato pudo blanquear capitales, tal y como pidió UPyD. La decisión
del magistrado fue posteriormente confirmada por la sala de lo penal, que
señaló que los “indicios delictivos existentes” contra Rato por el “caso
Bankia” no justifican una medida “tan gravosa” como la de su ingreso en prisión
provisional, más aún cuando “no ha llevado a cabo intento de fuga alguno”.
Lluís Foix escribe bajo el título “Rato, la cara
más fea de un PP en apuros”: “La caída de Rodrigo Rato se ha
producido ya en el imaginario popular. El que fue el mejor ministro de Economía
de la historia de España en muchos años, dijo Aznar en su momento. Lo fue todo.
Retuvo el más alto prestigio. Fue director gerente del Fondo Monetario
Internacional. Estuvo en el célebre almuerzo en el que Aznar disparó el dedo
como aquel oficial del ejército británico en la Gran Guerra señalaba amenazador
con un “your country needs you”. El dedo
señaló a Mariano Rajoy y
pasó por encima de Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja.
Aquel dedazo dispersó a los tres. Jaime Mayor está fuera de órbita, Rato ha
entrado en el coche policial con un agente que le protegía la nuca. Se acaba
una carrera política y termina también el aznarismo como centro de poder
decidido desde fundaciones y desde la complicidad de los círculos de amistades
de las elites del estado. No es problema
de la justicia que actuará y no será excesivamente severa contra los que han
traspasado el umbral de los delitos fiscales. Es problema de credibilidad y de
confianza. Chaves,
Griñán, Rato, Pujol fueron personajes decisivos en sus
respectivos campos. Los cuatro están imputados. Socialistas, populares y convergentes tienen que limpiar sus respectivas
estancias. Con gente nueva y con criterios de honestidad y solvencia. El
ministro Cristóbal
Montoro puede parecer el justiciero mayor del
Reino. No hay acción inocua. Tiene una larga lista de sospechosos, 705 cargos
investigados por fraude fiscal. Pero no los hace públicos. Nos dice ahora que
la investigación a Rato llevaba un año en marcha. ¿Cómo lo sabe? Una de las inquietudes del momento es la confusión de
los poderes. El gobierno, Montoro en concreto, tiene demasiada información que
utiliza desde el ejecutivo actuando a través del poder judicial. ¿Quién sabía
que se iba a producir un registro en los despachos y domicilio de Rato para que
las televisiones estuvieran allí antes que la policía? La historia dirá qué ha ocurrido con la ley de
amnistía fiscal. ¿Fue un instrumento para que muchas personas amigas o
conocidas lavaran el dinero sucio y opaco en paraísos fiscales? Las divisiones
en el seno del gobierno son patentes a pesar de los esfuerzos de Rajoy para
mostrar una unidad ficticia ante las elecciones que se acercan”.
Kikelin dibujó la caricatura de Rato.
Rosa Montero, escribe en El País: “No
quería yo hoy seguir hablando de Rato porque el tema jarrea y todos los
columnistas estamos con lo mismo, que ya es hasta cansino este asco a flor de
boca que te deja la indigestión de la cosa pública. Pero es que no consigo
quitarme la rabia de la cabeza porque es otra caída de gama alta, como los
Pujol. Es decir, gente que no sólo te indigna, sino que, de entrada, sobre todo
te desconsuela, te hiere y aniquila tus esperanzas en el sistema. Porque una
cosa son esos apandadores evidentes a los que, como Bárcenas, o Fabra, o El
Bigotes, enseguida imaginas sacados de un repertorio bufo de zarzuela y
cantando lo de soy el rata primero, y yo el segundo, y yo el tercero. O incluso
esos desahogados tipo Griñán y Chaves, que aseguran con toda tranquilidad que
son unos completos incompetentes y no se enteran de nada, cosa vergonzosa en sí
misma y harto sospechosa. Pero, antes de Bankia, Rato no tenía ese perfil y,
aunque su nombre pegue tan bien con rata, no nos lo imaginábamos tan ratonil.
Por eso ahora es un dolor ver sus antiguas y atinadas condenas de la amnistía
fiscal, por ejemplo, como lo fue ver las enfáticas y creíbles declaraciones de
honestidad de Pujol, El Terrible. Y lo peor es que no sólo parecen estar ellos
metidos hasta los sobacos en quién sabe qué charcas, sino que además asoman por
detrás grandes clanes familiares, padres e hijos y sobrinos trabajando para el
Lado Oscuro de la Fuerza. El daño que este tipo de gente produce va mucho más
allá de sus delitos legales porque destruyen nuestra fe en el ser humano y
deberían tener por eso penas supletorias, como, por ejemplo, y tras salir de la
cárcel, unos cuantos años de servicio en comedores sociales. Habría que verlos
sirviendo los potajes”.
El
periódico 'The Irish Times convierte a Rodrigo Rato en Rodrigo Rata. Otros
fotomontajes sobre Rato… En el último, Rodrigo Rato y Jaume Matas, perdidos
entre chorizos y sobrasadas mallorquinas, por desgracia no es un fotomontaje.
Los
humoristas de la semana: El PP, detenido, Peridis, El Rot, Forges, J. R. Mora, M, Fontdevila,
Vergara, Pat, Ferrán Martín…
Pep
Roig, desde Mallorca: Carrera controlada, Etica-ficción política a la española,
Detenciones electorales, en simulado y en diferido, Corrupción, víctima de la
corrupción, Barcos sin honra, Europa nos necesita esclavos, Hecha la detención,
hecha la trampa.
Terminamos con cinco vídeos. En el primero, ‘El Intermedio’ recuerda unas declaraciones de José María Aznar en el Congreso de los Diputados en las que condenaba la corrupción en el Gobierno de Felipe González, en 1994. Sin embargo, en su penúltimo Ejecutivo, el expresidente popular, que tan contundente se mostraba contra la corrupción cuando estaba en la oposición, terminó su mandato con un gabinete en el que sólo cuatro de las 16 personas no han sido señaladas por ningún escándalo de corrupción. El programa analiza el equipo de Aznar, el Pádel F.C.
La Sexta Noticias adelanta cientos de facturas que muestran cómo la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y miembros de su equipo gastaban sin reparar en costes en viajes y almuerzos de trabajo durante los peores años de la crisis. Casi 500 facturas que Compromís hace públicas con el nombre de 'Ritaleaks'.
Discurso completo de agradecimiento de Juan Goytisolo, tras recibir el Premio Cervantes, el 23 de abril de 2015, en el Colegio de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, donde le hizo entrega del galardón el rey Felipe de España.
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