domingo, 14 de junio de 2015

“Santa Fiesta”, documental sobre la muerte de animales en las fiestas españolas.

Toro embolado, Amposta, España. Foto de Kike Carvajal.
 
Durante el verano del 2014 se grabó “Santa Fiesta”, un atroz documental que recuerda demasiado a “Las Hurdes” de Luis Buñuel. En él, se ve a un toro embolado, asustado por el fuego prendido en sus astas o a aguerridos hombres a caballo, arrancando la cabeza de aves vivas, colgadas de una cuerda mientras el público aplaude,  entusiasmado. Son tradiciones salvajes y sanguinarias que se combinan con las imágenes de la España de Buñuel de hace casi  un siglo. ¿Se trata de la misma España? Si y no. Hoy, el panorama no se repite. Apenas quedan analfabetos. Muchos conocen mundo e incluso hablan idiomas. Desapareció el paludismo y el bocio… “Y, sin embargo, los españoles seguimos siendo un pueblo salvaje, embrutecido e ignorante”, sostiene Miguel Ángel Rolland, director de  Santa Fiesta’, un documental aún sin montar, a la espera de conseguir los 18.000 euros para editarlo y rematar el trabajo iniciado hace más de un año. Rolland recurrió a la microfinanciación en Internet por un motivo insoslayable: “Existe una forma sutil de censura sobre una serie de temas sobre los que no se puede hablar, y este es uno de ellos”. Se refiere a los 60.000 animales que cada año mueren en las fiestas religiosas de los pueblos, cinco veces más que los 11.000 toros sacrificados en el altar de la “fiesta nacional”. Rolland aporta datos escalofriantes sobre la brutalidad contra los animales. Dice que las entidades públicas sufragan este genocidio con 571 millones de euros anuales, incluyendo 130 millones procedentes de la Unión Europea. Miguel Ángel y su equipo dedicaron casi un año en recorrer y documentar algunas de las fiestas más salvajes de la geografía española (eran demasiadas para cubrirlas todas). Casi siempre tuvieron que ir de incógnito y más de una vez estuvieron a punto de ser linchados, según recuerda Kike Carbajal, uno de los miembros del equipo y autor de la mayoría de fotografías de este artículo. “Resulta un poco paradójico que intentes esconder e impedir el acceso a una fiesta de la que supuestamente estás orgulloso –explica Rolland, alma máter de ‘Santa Fiesta’– pero yo he tenido que esperar dos horas subido a un poste de la luz en el toro de La Vega. Y, en Amposta  (Tarragona), nos han sacado a pedradas de la plaza de toros ante la pasividad de la policía, que nos decía “¿Y para qué hacéis fotos?”. 


En Lima, el arzobispo Juan Luis Cipriano utiliza la plaza de toros de Acho para celebraciones eclesiásticas de todo tipo. Y, cuando el pueblo limeño sale a las calles a acompañar al Cristo de Pachamamilla, ¡todos los cómplices de la masacre de Acho –religiosos y seglares– le piden su bendición!

Santa Fiesta” denuncia el genocidio animal en las celebraciones religiosas populares españolas. 

Pero volvamos a nuestra piel de toro. ¿Por qué se ha metido el equipo de ‘Santa Fiesta’ en este berenjenal en el que, como piensan los policías, nadie le ha llamado? “Porque los animales que están torturando y matando no son propiedad de un pueblecito, sino que es deber del resto de la Humanidad protegerlos”. De hecho, “Santa Fiesta” nace con el objetivo expreso de alertar al resto del mundo de lo que pasa cada año, cada verano, en España, más allá de las anacrónicas corridas que (tristemente) nos dan fama mundial. Pero lo más preocupante, según apunta Rolland, es el silencio de la Iglesia católica. “Lo más doloroso –escribe en su blog– es asistir al consentimiento activo de la Iglesia en todos sus niveles hasta el mismísimo Papa, burlando lo que dictan las Sagradas Escrituras y el propio Jesucristo, por cobardía, mezquindad e interés material… Su bendición tiene muchísima importancia en el ritual. Cuando, en unas fiestas populares, hay una bendición explícita, estás aprobando todo lo que pasa ahí: desde el cura, pasando por el arzobispo hasta el mismo Papa son cómplices de esta salvajada”. Son 60.000 animales muertos como parte de un espectáculo bárbaro y repugnante. Unos 200 al día. Ocho cada cuatro horas como parte de esta fiesta macabra.

Toro de la Vega, Tordesillas.

Hace año y medio, Miguel A. Rolland tomó una de las decisiones más importantes de su vida. “Decidí que ya era hora de volver a hacer cine documental y comprometerme. Dejar de vender y venderme. Decidí, además, que había llegado la hora de exponer uno de los aspectos más repugnantes de mi país: la tortura animal en las fiestas de los pueblos y ciudades, en honor de los santos y vírgenes. Pero, quizás, lo más importante fue descubrir cómo quería contarlo. Tras 12 meses de rodaje en secreto, con un comando de profesionales de primera, empezado a desvelarlo todo. En el momento que puse rostro a la barbarie, el de curas, obispos, alcaldes, policías y paisanos entregados a un festín de muerte, rezos, bailes y vino, entendí que ésta no era una película de entrevistas. No hay nada que escuchar en boca de unos salvajes infectados de locura, una corrupción política que se salta nuestra Constitución Española, la Carta de los Derechos Humanos, los Derechos de los Niños (obligados a participar en este festival de la muerte) y los propios Derechos de los Animales, y que argumenta ‘tradición’ del mismo modo que lo hacían los linchadores de esclavos y ciudadanos negros en Estados Unidos hasta hace menos de 50 años. Nada hay que hablar con esas gentes que amenazan, pegan, escupen a las voces críticas de sus aquelarres. Sólo hay que retratar la verdad de lo que sucede. Y lo hemos logrado”.

Toro enmaromado, Benavente.

“Santa Fiesta” ha viajado por la geografía española para resumir en doce festejos la variedad y el arraigo de la tortura animal en nombre de Dios. “Hemos filmado a los animales, personas no humanas que habitan en mayoría el planeta que compartimos, y hemos documentado, horrorizados, su abuso y muerte. Descabezados en Carpio y Lekeitio, transformados en bolas de pelo arrojadizas en Puig, en vehículos atraviesa fuegos en San Bartolomé, en protagonistas de linchamiento y lenta muerte a golpe de lanza en Tordesillas, arrastrados por las calles con la lengua fuera en Benavente, sometidos ante una figurilla santificada en Ohanes, empujados y ensordecidos en Villanueva, perseguidos y atrapados como pelotas de goma en Sagunto… Pero nos hemos retratado como nación, mirando, aplaudiendo, bailando y riendo. Para que quede bien claro. Porque ahora lo vamos a mostrar a todo el mundo en un lenguaje universal e indiscutible: imágenes y sonidos. Nada más. Contemplo el inicio de un proceso en el que la película documental irá tomando forma y comparto sobrecogido los primeros resultados. Estamos buscando unirnos con la buena gente de este mundo civilizado, que aún resiste, para hacer un frente común. Ya sabéis: tu calle, tu ciudad, el planeta. El lema del grupo de hip hop De La Soul que algo saben de asaltar los cielos. Empiezan a llegar los refuerzos de toda Europa, de Estados Unidos, de Australia, y el próximo debes de ser tú. No estamos solos y no es un problema de un pueblecito, ni siquiera de España. Es de la raza humana y los terrícolas no podemos seguir consintiendo este genocidio”.


Con ocasión de la visita del Papa a Barcelona y a Santiago de Compostela, el 5 de noviembre del 2010, La Fundación Altarriba, CACMA y AVAT, se dirigían a Benedicto XVI, en un comunicado sobre las fiestas populares españolas en las que se maltrata con crueldad a los animales en honor al santoral católico. Las tres ONGs exponían a Su Santidad su preocupación por el uso y manipulación que, en , se hacía –y se sigue haciendo–  tanto de la Virgen como de los Santos, para torturar y matar a decenas de miles de animales en público como diversión popular. Sobre todo, los toros, con especial referencia a las fiestas de la Virgen de la Peña (Toro de la Vega, Tordesillas), a San Juan (Toro de Coria), y la mención de distintas ferias taurinas y encierros urbanos y campestres “que salpican de sangre y barbarie nuestra geografía, con el beneplácito y protección de las instituciones públicas, y el silencio de las autoridades eclesiásticas españolas. Su Santidad es muy sensible al dolor y sufrimiento de los animales”. Matilde Figueroa, directora de la Fundación Altarriba, afirmaba “no poder permanecer ajena a estas barbaridades”. El Pontífice indicaba ya su incomodidad con prácticas como el foie o las gallinas de batería, y, seguramente, desconocía la realidad de este tipo de fiestas populares españolas, ya que, en su mayor, parte no trascienden, y, en las más conocidas, se impedía el acceso a la prensa para evitar que se viera la brutalidad y el sufrimiento del animal.  En el misma comunicado, se recordaba a Su Santidad la existencia de una Bula de San Pio V, “De Salutis Gregis Dominici”, que expresamente prohibía a los miembros de la Iglesia “participar de cualquier forma en esos espectáculos taurinos, dictando la excomunión para los sacerdotes que así lo hagan, y para cualquier seglar que intervenga en cualquier sentido, así como la prohibición de ser enterrados en tierra bendecida. Esta Bula, que acabó de manera fulminante con las corridas de toros en toda Europa, fue expresamente ocultada a los españoles por el rey Felipe II, pero sigue vigente y afecta a cualquier católico que tenga conocimiento de ella”. Y acababan con la siguiente advertencia: “Tenemos la seguridad de que estos sacrificios, propios de épocas bárbaras, son incompatibles con el propio mensaje de la Biblia, como le hemos dicho a Su Santidad. Es necesario que la Iglesia tome una postura pública al respecto, que indique a sus fieles qué opina sobre lo que en España y Latinoamérica se hace en el nombre Dios y en su honor. La Iglesia no debe seguir manteniendo una postura difusa en algo así, que además cuesta muchas vidas humanas. No lo olvidemos”. 

Correr Los Gansos, Carpio (España)

Otros textos ilustran esta otra página web (Santa fiesta mortal, ctxt.es), de Luis Felipe Torrente, con fotografías de Kike Carvajal. “Niños y adolescentes lanzándose ratas muertas en El Puig; caballos obligados a atravesar inmensas hogueras en San Bartolomé de Pinares; burros golpeados en Villanueva de la Vera; gansos descabezadas en Carpio del Tajo y Lekeitio; toros alanceados en Tordesillas, toros ahogados en Denia, toros acosados en Benavente, toros embolados en Amposta… Y la gente, mucha gente, de todas las edades, participando, regodeándose, disfrutando. La Fiesta, en España, es así. Desde Canarias hasta Cataluña; desde Andalucía al País Vasco. En esto de festejar matando animales no hay diferencias entre nacionalidades históricas y autonomías rasas. Hay ejemplos de maltrato y tortura de animales en todo el mundo, pero con la celebración, el arraigo popular y el volumen que tienen en España no hay nada parecido. Lo dice, y sabe de qué habla, Miguel A. Rolland. Por eso se ha enfrascado en la película “Santa Fiesta”. Cree que es la única manera de cambiar las tornas y de que comience el ocaso y muerte de las fiestas tradicionales españolas –bendecidas hasta hoy por la Iglesia Católica–, que acaban con la vida de 60.000 animales cada año: “Los españoles somos un pueblo salvaje. Es duro y se me encoge el corazón al decirlo. Y no por un patriotismo de pamplinas. Me duele aceptar esta condición porque es mi sitio en el mundo, y el de mi familia y amigos. Ese amor realista es el que me impulsa a trabajar por un cambio que se debe hacer en contra de la mayoría, lo que en otra época y lenguaje se llamaría liberar”.


Para contribuir a esa “liberación”, durante año y medio Rolland y su equipo documentaron visualmente una docena de festejos, los que consideraron más representativos, que les sirven para mostrar las diversas formas de tortura y muerte con que se festeja al santo patrón en otra docena de pueblos y ciudades de España. Algo que no ha sido nada fácil. Se han visto obligados a trabajar en secreto, a escapar de pedradas y palizas, y se han acostumbrado a recibir golpes y escupitajos, a ser zarandeados e insultados. Lo habitual es que este tipo de actos se celebren “por imposición”. Rolland cree que la supervivencia de estas celebraciones no obedece a una decisión democrática: “Lo habitual es que haya un grupo muy involucrado y muy violento, habitualmente los quintos y una agrupación de defensa de la tradición, que defienden su fiesta concreta. Son gente muy virulenta, capaz incluso de amedrentar a la corporación municipal. Hay alcaldes que no se atreven a promover la decisión de parar una fiesta de este tipo porque tienen miedo. Esto explica por qué es importante el debate: hay que plantearlo en los pueblos donde los que se oponen quizá son mayoría, pero están amenazados y amedrentados por una minoría violenta”.

Matar, rezar y morir.

Luis Felipe Torrente cuenta que, en años recientes, debido a las denuncias de los grupos animalistas, algunos ayuntamientos decidieron eliminar este tipo de actos de los programas de festejos. Pero advierte que fue temporal, porque prefieren pagar la multa y celebrar la fiesta para no ponerse al pueblo en contra. La multa son 3.000 euros. En España, cada año se torturan y matan públicamente unos 11.000 toros. Pero no son solo los toros. Cada año se tortura y mata públicamente otros 50.000 animales en 16.000 festejos populares, bendecidos por el cura correspondiente: “El cura del pueblo bendice, se pasea en hombros la figura de Jesucristo, o bien el Santo patrón de la localidad, o bien la Virgen en cualquiera de sus mutaciones, y procede al festejo de sangre y tortura”, explica Miguel A. Rolland. Son unos festejos financiados por todos. En 2013, Los Verdes del Parlamento Europeo difundieron el informe Toros & Taxes (PDF) que desvelaba que, solo para las corridas de toros, las administraciones públicas aportan cada año 571 millones de euros en subvenciones y la Unión Europea otros 130 millones. A esto habría que sumar las partidas que ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos dedican a la promoción de festejos de este tipo. 

Hay iniciativas populares que hacen atisbar cierta esperanza. Son las de los “pueblos sin sangre”. “En la actual corriente de despertar ciudadano que ha surgido en paralelo a la crisis, en la que gente ha sentido la necesidad de recuperar la soberanía, en algunos lugares se ha normalizado el gesto de denominar a los pueblos lugares sin sangre: los vecinos toman la decisión documentada de que, en su término municipal, no se van a torturar animales ni en las fiestas ni en corridas ni en actos similares”. Por ejemplo, “Mallorca sin sangre” ha logrado que una docena de localidades insulares hayan prohibido definitivamente las corridas de toros y celebraciones similares. La campaña ha sido impulsada por AnimaNaturalis y CAS International. Tiene como objetivo poner fin a las corridas de toros en Mallorca. Pone de manifiesto qué políticos apuestan por poner fin a la tauromaquia en la isla, y cuáles defienden la tortura y muerte por diversión. Saca a la luz qué empresas colaboran, patrocinan y apoyan las corridas de toros, y se pone en contacto con ellas para hacerles ver que, en la sociedad del siglo XXI, no tiene cabida seguir apoyando este tipo de espectáculos sangrientos, instándoles a que retiren estos apoyos. E invita, desde estas páginas a mostrar la repulsa a esta tortura, firmando para que acaben las corridas de toros.

España polémica por el maltrato a los animales. Niña, pateando toro muerto.

El documental “Santa Fiesta” es pura imagen con sonido natural. Ni entrevistas ni música ni locución: “Nada hay que hablar con esas gentes que amenazan, pegan, escupen a las voces críticas de sus aquelarres. Sólo hay que retratar la verdad de lo que sucede. Vamos a mostrárselo a todo el mundo en un lenguaje universal e indiscutible: imágenes y sonidos. Nada más”, escribe Rolland. El rodaje está terminado. Pero para acabar la película con la calidad que demanda una iniciativa de este tipo, Rolland y su equipo se han enrolado en una campaña para recabar fondos a través de la plataforma Indigogo. El objetivo no es solo concluir el montaje –que corre a cargo de Vanessa Marimbert, habitual colaboradora de Carlos Saura –: “Queremos que sea algo más que un buen documental. Queremos una comunidad internacional que hable a través de diversos canales, que eventualmente pueda construir la suficiente presión para detener el genocidio animal en España”.


En España, más de 150.000 animales son abandonados al año. La organización española El Refugio, especializada en la ayuda de animales abandonados y/o maltratados, ha logrado que todos los partidos políticos se comprometan de forma unánime para acabar con el sacrificio de animales abandonados. Por primera vez, El Refugio ha conseguido que los candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid –Partido Popular, Izquierda Unida, UpyD, Podemos, Ciudadanos y PSOE– introduzcan en sus planes de gobierno llevar adelante la reforma de la ley de protección animal. “Los animales abandonados pasan de olvidados en las perreras, a protagonistas en primer plano de una campaña electoral”, afirma la protectora El Refugio en un comunicado de prensa.  Nacho Paunero, Presidente de El Refugio, iniciaba el mes pasado una ronda de encuentros con los candidatos de los principales partidos, para que tuviesen la oportunidad de conocer personalmente la labor de la protectora, así como la grave problemática del sacrificio de animales abandonados en la Comunidad de Madrid, donde los animales, recogidos por los servicios municipales, pueden ser sacrificados legalmente en un plazo de 10 días, si no son reclamados, ni adoptados por nadie. En los encuentros estuvieron presentes Cristina Cifuentes (Partido Popular), Luis García Montero (Izquierda Unida), Ramón Marcos (UPyD), José Manuel López Rodrigo (Podemos), e Ignacio Aguado (Ciudadanos). El candidato del Partido Socialista, Ángel Gabilondo, no pudo realizar su visita por problemas de agenda, pero también reconfirmó el compromiso. La organización asegura que, a pesar de la difícil situación política que está viviendo España, sea quien sea el partido que gobierne en la Comunidad de Madrid “tendrá que cumplir con su promesa de acabar con el absurdo e injusto sacrificio de animales abandonados”. "En El Refugio –dice Nacho Paunero–,  llevamos diecinueve años luchando por conseguir el sacrificio cero y estamos más cerca que nunca de lograrlo, lo cual resulta muy emocionante para nosotros, que defendemos la vida de estos pequeños por encima de todo”.  


Según Paco Fernández Castán, abogado especialista en Maltrato Animal, si de verdad se quiere penalizar al maltrato animal, es pertinente modificar, clarificar y endurecer la redacción y las penas reseñadas en la redacción actual de los arts. 337 y 632.2 del Código Penal, que quedarían subsumidos en un solo artículo, con dos subtipos, agravado y leve, el cual quedaría redactado como se señala a continuación, salvo mejor criterio. Actual redacción del artículo 337 del Código Penal: “El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales”. La actual redacción del artículo 632.2 del Código Penal dice: “Los que maltrataren cruelmente a los animales domésticos o a cualquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente sin incurrir en los supuestos previstos en el art. 337 del Código Penal, serán castigados con la pena de multa de 20 a 60 días o trabajos en beneficio de la comunidad de 20 a 30 días”. El primer  artículo, según Paco Fernández, tipifica un delito; el segundo, una falta, ambos del Código Penal. El primero se refiere sólo a animales domésticos o amansados y requiere un maltrato injustificado, posibilitando el maltrato justificado de animales domésticos o amansados y dejándose de penar cuando dicho maltrato causa lesiones que no menoscaban gravemente la salud del animal. El segundo se refiere a animales domésticos o cualquiera otros (asilvestrados, salvajes), pero se exige que el maltrato sea cruel y sólo cuando el mismo se produce en un espectáculo no autorizado (Ejemplo, peleas de gallos o perros). Se permite, por consiguiente, el maltrato no cruel de animal doméstico o cualquier otro y en espectáculos autorizados.


Según Paco Fernández, la posible redacción de un único artículo 337 CP para regular el maltrato animal debería, pues, llevar dos apartados (subtipo agravado y leve), integrando los dos artículos anteriores en uno sólo:   

1º) “El que por cualquier medio o procedimiento maltrate a un animal doméstico o amansado o asilvestrado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de un año a tres años de prisión e inhabilitación especial de tres a seis años, para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la mera tenencia animal que no podrán ostentar durante dicho periodo de tiempo”.           

2º) “El que por cualquier medio o procedimiento maltrate a un animal doméstico o amansado o asilvestrado, causándole lesiones que no menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años, para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la mera tenencia animal que no podrán ostentar durante dicho periodo de tiempo”.


Según este abogado especialista en Maltrato Animal, con la modificación y el endurecimiento penal se imposibilita el maltrato justificado. Se pena el maltrato sin limitaciones, ni calificativos, en función de su resultado, sea la muerte, las lesiones graves y las menos graves del animal. Se unifica todo en un artículo con dos subtipos, agravado y leve, penando tanto la muerte o lesiones graves, como las leves, regulando el maltrato animal sobre animales domésticos, amansados “y asilvestrados”, que no estaban incluidos y que no son fauna salvaje. La fauna salvaje está protegida en los artículos 333 a 336 CP, ambos inclusive. Al no haber maltrato justificado, según no cabe la existencia de fiestas populares… “justificadas” donde se produce el maltrato animal. (Ejemplo, Toro de Tordesillas o similares), que deben ser suprimidas de hecho y de derecho. “Respecto a la mal llamada Fiesta de los Toros, cabrían DOS opciones: Que la posible redacción del artículo 337 del CP., arriba explicitada, le afectase igualmente a la misma, suprimiendo dicha fiesta popular, por producirse en las mismas situaciones de maltrato animal con resultado de muerte y lesiones graves. O que, sin suprimirse dicha fiesta de los toros, la misma se adaptase de tal manera al precepto penal, readaptando la llamada fiesta para que no se produjera maltrato animal, como parece que ocurre en Portugal, donde no se produce la muerte, ni lesiones del animal. Asimismo, se endurece la pena, con lo que en el caso del subtipo agravado, si la pena impuesta en condena al maltratador superase los dos años, el penado podría entrar en prisión, lo cual es más factible con una segunda condena. El endurecimiento penalógico también afecta a la inhabilitación que se amplía en el subtipo agravado, así como se amplía también la inhabilitación 


Entre los fotomontajes  de la semana se lleva la palma el aparecido en twitter, firmado por Señorita Puri: La Casa real toma medidas drásticas contra la infanta Cristina y le retira el título de Duquesa de Palma. Miguel B, Casanova comenta: “Como tengamos que aguantar a estos toda la vida ¡lo tenemos claro!” Y Carlos de Vega: “Por  cierto, os habéis fijado que Antonio Lopez sacó a Felipe clavadito a Albert Rivera”. Se refiere a este político que decía combatir la corrupción pero que ayudó al PP de la Púnica y de la Gürtel a gobernar en Madrid y al PSOE de los Eres fraudulentos a hacerlo en Andalucía. No es que Albert River sea como los Eres, en el caso PSOE de Andalucia; ni, en el caso de Bárcenas, el PP. Pero se ha convertido en el mejor interlocutor capaz de cambiar, comprar y vender tanto a la derecha, a la izquierda, como al centro. En el del pacto de izquierdas entre  socialistas de Alaró (Mallorca) y Més para Alaró, vemos otra foto que no es, por cierto, ningún fotomontaje. Como tampoco lo es esta fotografía titulada: “Amanecer juntos” o la de “No confío en la gente que  no le gustan los animales”.  Y terminamos con la apología de la coma, esa puerta giratoria del pensamiento', según decía Julio Cortázar







 Desde Santiago de Chile, Alberto Montt nos presenta Laura y Dino, en dosis diarias.


Los humoristas de esta semana: El Roto, Ferrán, Forges, Peridis, M. Fondevila,  J. R. Mora, Vergara, Elchicotriste, Sansón, El Jueves…














Pep Roig, desde Mallorca: Cosinero, Las aventuras del Prínsipe Asulado, Devoradores, Los insaciables del FMI y Eppaña.





Terminamos con cuatro videos. El primero, publicado el 17 de mayo, lleva por título Santa Fiesta Campaign.

 
El día 27 de Enero del 2013, Plataforma Paz acudió nuevamente a una rueda de prensa del Arzobispo de León José Guadalupe Martín Rábago, con el objetivo de solicitar la respuesta a la que se había comprometido dos semanas antes, cuando se le preguntó sobre la posición de la Iglesia Católica con respecto a las corridas de toros.
 
La organización internacional Igualdad Animal muestra la crueldad de los festejos taurinos de España con imágenes nunca vistas de encierros, novilladas y becerradas. Investigadores de la organización se infiltraron durante varios años en estos festejos populares, consiguiendo imágenes que muestran la crueldad y brutalidad de estos eventos. “A los toros se les hacen cosas que está prohibido hacerles a los perros o a los gatos” dice Amanda Romero, activista de Igualdad Animal, quien resume el esperpento que representa en España la celebración de estas corridas donde se mata a los animales por puro divertimento. Las organizaciones animalistas han desarrollado una creciente actividad con el objetivo de concienciar sobre esta barbaridad y paralizar tanta salvajada gratuita que sigue habiendo en España, sobre todo contra toros y vaquillas.
 

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