En pro o en contra de la tauromaquia y la foto que impactó a Europa.
Las corridas de toros,
en su sentido moderno, nacen en España en el siglo XVIII y, desde entonces, han
despertado críticas y desatado polémicas, incluyendo prohibiciones esporádicas,
desde sus comienzos hasta hoy mismo. Según cuenta Wikipedia, los argumentos de
sus detractores han cambiado en el transcurso del tiempo, según el momento
histórico, y han tenido justificaciones muy variadas: religiosas, morales,
económicas, estéticas, políticas y culturales, entre otras. En Inglaterra eran
frecuentes los hostigamientos de toros, peleas entre perros y toros, igual que
los hostigamientos de osos. Sin embargo, estas prácticas fueron prohibidas en
1824, el mismo año en que se fundó The Royal Society for the Prevention of
Cruelty to Animals. Además de los combates entre especies diferentes (toro /
perros, oso / perros), fueran frecuentes los combates entre animales de la
misma especie (perros, gallos...). Estos espectáculos eran de una naturaleza
diferente a tauromaquia. Todavía hoy se celebran corridas de toros en Francia,
Portugal, México, Colombia y otros países de Latinoamérica. Los juegos taurinos
son, sin embargo, muy diversos e incluyen todas las formas de rodeos presentes
entre Norteamérica y Sudamérica.
Al igual que el pueblo
español, sus intelectuales se han dividido históricamente entre partidarios y
detractores de las corridas de toros. Las críticas de algunos ilustrados a la
tauromaquia fueron luego recuperadas por los escritores de la Generación del 98
que, en un principio, la veían como síntoma del atraso español. Un ejemplo
notable de esta época fue Eugenio Noel, escritor antitaurino que vinculaba los
toros a lo que denominaba “crímenes de raza”. Para este escritor madrileño, la
Fiesta se reducía a sangre, crueldad y porquería y, en su opinión, era síntoma
de la “libertad del pueblo español de poder hacer lo que le dé la gana”. Otra
de las acusaciones de Eugenio Noel contra las corridas era “la funesta cualidad
de ser el único rasgo enteramente nacional; sólo la afición a los toros une las
regiones y hace andaluz al éuscaro y extremeño al catalán y castellano al
andaluz”. Miguel de Unamuno también se posicionó en contra, declarando: “Siempre
me han aburrido y repugnado las corridas de toros”.
Cuatro años después de
conseguir una ley que prohibiera la prohibición de las corridas de toros en
Cataluña, las plataformas animalistas fijaronn su objetivo en otras comunidades
autónomas. Al caso de Galicia se suma Baleares, donde una asociación antitaurina
se dirigió a los partidos políticos y empresas de la isla de Mallorca para
dejar sin patrocinios a los festejos. La
campaña “Mallorca Sin Sangre” perseguía poner fin a las corridas de toros que
se celebraban en la isla. La campaña estuvo promovida, principalmente, por dos
organizaciones animalistas internacionales con presencia en España y que ya
participaron activamente en el proceso que culminó con la abolición de la
tauromaquia en Cataluña: AnimaNaturalis y CAS International.
El 30 de julio pasado,
Palma de Mallorca fue declarada “ciudad antitaurina” en el pleno celebrado en
la capital balear. Los partidos políticos PSOE, “Som Palma” y “Més per Palma” votaron a favor de esta propuesta. Por
contra, el Partido Popular y Ciudadanos se mantuvieron contrarios a la misma y
mostraron su apoyo a la fiesta de los toros. Además, las tres uniones que declararon a Palma ciudad antitaurina tienen
la intención de presentar una propuesta al Parlamento Balear para suprimir las
corridas de toros en todo el territorio balear, así como los correbous. El
Partido Popular, en su intervención, defendió: “Creemos que Palma ama la tauromaquia
y creemos en el respeto y la libertad. Vamos a votar por todas esas personas
que creen en la libertad. La única propuesta en materia social del PSOE es
declarar Palma antitaurina. No entendemos que lo primero que hagan los partidos
de izquierda al llegar al Gobierno sea declarar Palma como antitaurina". Por
otra parte, Ciudadanos mantuvo que la capital balear tiene otras necesidades principales,
como los desahucios o los niños que pasan hambre. “Entendemos que hay cosas más
importantes que tienen una prioridad, y, por sentido común, no apoyamos la
moción. Creemos que los toros son una tradición en España y en nuestra isla. La
primera plaza de toros de Baleares fue en nuestra ciudad. Los responsables de ‘Mallorca
Sin Sangre’ intentan conseguir que Baleares sea la segunda comunidad autónoma
que prohíba las corridas de toros. Su objetivo es minar el apoyo económico de
la tauromaquia, mientras tratan de conseguir una prohibición legal”.
Con la llegada de las
importantes ferias de septiembre en España, los aficionados a las corridas de
toros han iniciado una serie de manifestaciones y protestas, enfrentándose a los ataques dialécticos de
los antitaurinos. De momento, en Albacete y en Valladolid ya hay convocadas
sendas marchas. La primera, el 12 de septiembre, media hora antes del festejo,
en las puertas de la plaza mudéjar manchega, tras la llamada de las dos
asociaciones de abonados al coso y con apoyo de varias otras entidades,
incluida el Círculo Taurino Universitario Luis Mazzantini, de Madrid. Un día
después será en Valladolid, en donde también celebran su Feria. Igualmente, habrá
algunos movimientos en Madrid, considerada la capital mundial del toreo, en la
Feria de Otoño, a primeros de octubre.
El Rey Juan Carlos, en
la plaza de toros de San Sebastián
El pasado 13 de agosto,
la Asociación Republicana de San Sebastián llamaba a la ciudadanía a
concentrarse en la plaza de toros de Illumbe de la capital guipuzcoana, contra
la presencia del rey Juan Carlos en la primera corrida de toros de la Semana
Grande donostiarra, tras dos años de prohibición a las ferias taurinas en la
ciudad por el anterior Gobierno local de EH Bildu. Asimismo, animó a protestar contra “la tortura y el asesinato
de animales”. Desde la plataforma Donostia Antitaurina Orain, se invitó a tomar
parte en la movilización, que tuvo lugar junto a la plaza de toros. Además, el
Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK) llamó a movilizarse para pedir el fin de
la monarquía ante la visita del Rey Juan Carlos de Borbón a San Sebastián y en
donde asistió a una corrida de toros durante la feria taurina. En declaraciones
a RNE, el primer edil donostiarra manifestó que la visita del Rey Juan Carlos a
la plaza de Illumbe era una visita privada, por lo que no habia previsión de
acto institucional”. EH Bildu mostró su
adhesión a esta concentración y animó a participar en ella y “a defender el
derecho a decidir de la sociedad vasca”. La marcha estuvo encabezada por una
pancarta con el mismo lema que daba nombre al grupo y que reivindicaba que la
capital guipuzcoana se declaraba ciudad antitaurina. Representantes de otras
organizaciones contrarias a los toros, como el colectivo ecologista Eguzki o la
Asociación para un Trato Ético de los Animales (ATEA) también hicieron acto de
presencia. El 30 de julio en el pleno del Ayuntamiento, acudieron unas 50
personas para protestar. El PNV, PSOE y PP se limitaron a decir que “la vuelta
es legal, pero no todo lo que es legal es justo”. No obstante, desde la
plataforma creyeron que era "un argumento de poco peso" y por ello,
ante esa respuesta “tan insignificante”, aseguraron estar con “más fuerza para
organizar a partir de ahora más actos y manifestaciones”.
Muerto por la tradición,
en Cuéllar.
Un hombre de 63 años
perdía la vida el domingo pasado en los encierros de Cuéllar (Segovia), después
de que un toro le embistiera sobre las nueve y media de la mañana. El animal
arremetió contra la víctima, un vecino de Rentería (Gipuzkoa), en una zona
conocida como el “embudo”, conocida como “muy peligrosa”. “Pese al peligro, allí
suelen acudir personas mayores y niños con pocos recursos físicos”, declara la
Asociación de Encierros Taurinos. El
fallecimiento del sexagenario se convierte en el duodécimo muerto —once
por asta de toro y uno, tras caerse en una zona protegida y darse un golpe en
la cabeza— que dejan estos festejos populares a lo largo del verano. Desde el
2000, 74 personas han muerto en encierros y festejos taurinos en España. De
ellos, 71 fueron hombres y 3, mujeres. El de Cuéllar fue el más sangriento de
los últimos quince años. La cornada le atravesó el corazón. “La suelta ha sido complicada, con mucha
afluencia de caballistas y de gente a pie, entre los que se encontraban bastantes
niños”, detalla la Asociación de Encierros.
El toro rezagado embistió al hombre junto a una de las vallas y lo
revolcó por el suelo. Pero los servicios de emergencias no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Una muerte más que pone en duda la seguridad de los festejos taurinos
populares, siendo este año el de más víctimas de los últimos tres lustros, por
encima de los 10 fallecidos registrados en el verano de 2009 y los ocho, de
2012. Silvia Barquero, presidenta del Partido Animalista (PACMA), denuncia que,
hace apenas dos semanas, después de que la Intervención Central de Armas de la
Guardia Civil cuestionara la seguridad del encierro de Coria (Cáceres), donde
se sacrificó al toro de un escopetazo en plena vía pública y rodeado de
vecinos, “llevamos años denunciando estos festejos porque suponen una violencia
implícita que pone en peligro a las personas y a los animales” El alcalde de
Cuéllar, Jesús García (PP), lamentó el
suceso y lo describió como “un tristísimo comienzo” para estos encierros, que congregaron
a cerca de 50.000 personas y que continuarán la próxima semana. España celebró
el pasado año 15.848 festejos taurinos populares, 2.000 más que en 2013, según
los datos del Ministerio de Cultura. Una subida del 15%, impulsada
principalmente por el apoyo del PP en la Comunidad Valenciana.
Sebastián Turzack
Castella, hijo de un español y de madre polaca, nació en la taurina ciudad de
Béziers (Francia) el 31 de enero de 1983. Muy pronto comenzó su afición a los
toros, motivado por el ambiente taurino que se respiraba tanto en su ciudad
como en todo el departamento de Languedoc-Rosellón. Poco a poco, se adentró en
un mundo que para él suponía una pasión, hasta que, años después, una vez que
debutó como novillero, se marchó, hace casi veinte años, a vivir a Sevilla,
donde se asentó y terminó por afianzarse como profesional del toreo. En un
artículo publicado en la prensa española, Sebastián Castella dice que siempre
he admirado a los españoles como pueblo que, históricamente, ha defendido y
luchado por su libertad pero que, “ahora, sinceramente, no lo reconozco”. Esta
es su ideología como torero: “Si de las leyes españolas hablamos, como ciudadano
francés residente en España, me irrita ver cómo se vulneran diariamente cuando
al toreo se refiere (…) Porque, en efecto, aquellos que estamos en el mundo del
toro, como profesionales o como aficionados, somos ciudadanos de segunda, a
quienes se nos cercena nuestra libertad de expresión y creación artística en
nombre de una presunta corriente animalista que no encierra más que una
persecución política e ideológica. Se vulnera nuestro derecho al honor
acusándonos día tras día de asesinos y se nos priva de nuestro derecho al
trabajo, cerrando plazas por capricho de quienes, enarbolando la supuesta
bandera de la progresía, se creen en el derecho de arrebatarle la libertad a un
pueblo que necesita gobernantes que gobiernen por y para todos, incluidos los
que les gustan los toros, que somos unos cuantos millones en toda España. (…). Castella
está convencido de que “o se acaba el tiempo de la vergüenza o se acabará el
nuestro. Primero, cercenarán nuestra
libertad y, después, seguirán muchas otras. Por eso, desde estas líneas quiero
hacer un llamamiento no solo a los aficionados a los toros o a los que alguna
vez han pisado una plaza, sino a todos aquellos que quieren un país libre:
vamos a juntarnos, a darnos la mano; vamos a alzar la voz y a decir con orgullo
que queremos ejercer nuestra libertad para ir a los toros sin que nos acorralen
en las puertas de las plazas; para decir que nos gustan los toros sin que nos
llamen asesinos. Porque hoy son los cosos taurinos, pero mañana será cualquier
otra manifestación artística que no les caiga en gracia. El pensamiento único
es así”. Para Castella, el toreo no es de izquierdas ni de derechas. No es
político. “Es de poetas, pintores y genios. De Lorca y de Picasso, dos artistas
poco sospechosos de fascistas ni asesinos. Es del pueblo. Salgamos del armario
y llenemos las plazas. Tomemos las calles. Son tan nuestras como de los prohibicionistas.
Y nosotros somos más. (…) No hay mayor verdad que la de un hombre ante un toro
bravo. En nuestra mano está que no nos la quiten”.
A pesar de la
imprudencia registrada en las corridas, no faltan los forofos de siempre, así
como sus detractores, cada vez más numerosos. Los primeros mantienen más con el
corazón que con el raciocinio la solidez de sus razonamientos. Al contrario de
sus detractores. Esta es la dialéctica de cada uno. La de los que defienden el
toreo (en rojo) y las de los antitaurinos (en negro).
La
tauromaquia es parte de la cultura española y tiene una tradición milenaria. Es
uno de los pocos restos de antiguas culturas orientales. Excomulgarla sería
menospreciar este componente tan especial de la cultura española.
Todas las culturas
tanto las occidentales como las orientales tienen elementos destructivos. La
tradición no justifica la crueldad.
Antes de la
corrida, al toro bravo se le trata mucho mejor que a los toros de matanza de la
bioindustria.
Esto no es un argumento
válido. El hecho de que existan situaciones peores no justifica una situación
en sí negativa.
La corrida de
toros es una muestra del aprecio y respeto de la fuerza del animal..
Que esta tradición
contenga también otros aspectos, no disminuye su crueldad.
Una corrida
de toros sirve para descargar colectivamente sentimientos negativos y
agresivos. Eso es sano.
Existen alternativas
inofensivas para una descarga de tensión (como el deporte) evitando cualquier
sufrimiento de un animal.
Los toros son
un símbolo casi religioso de la lucha entre el bien y el mal. El toro representa el mal.
Fiestas religiosas no
deben ser usadas para reducir a los animales a un simple símbolo.
Dios ha
creado a los toros para luchar con el torero y morir en esa lucha.
Es pretencioso ponerse
en el puesto de Dios y disponer así del destino de los animales.
Los toros
bravos solo son criados por su bravura durante la corrida. La abolición de los
toros significa la pérdida de una especie de animales única.
A ningún animal le
interesa ser criado para sufrir.
Los toros
forman una parte importante de la industria turística española.
La mayoría de los
turistas va a los toros sólo por curiosidad y sale de la plaza indignada. Los
toros son una mala publicidad para España.
Actuar en
contra de los toros es actuar en contra de España
Es absurdo identificar
a España con una sola tradición. Muchos de los mismos españoles están en contra
de los toros, porque no les gusta identificarse con esa tradición. Podríamos
darle la vuelta al asunto: el que quiere a España, desea la abolición de este
escándalo nacional.
"Y, de repente, el toro
miró hacia mí, con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos,
pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia
inexplicable, la súplica frente a la innecesaria crueldad. Esta vez él me tuvo
piedad y me sentí la peor basura del mundo”.
Argumentos de los
taurinos, según Antitauromaquia.es
“El toreo es
cultura”. Si se alude a las costumbres de una época o un
pueblo, efectivamente el toreo es cultura, como cultura eran, también los
combates a muerte entre gladiadores y no hay razón para defender la pervivencia
de tan bárbaras costumbres. Pero si por cultura quiere entenderse el afinar las
facultades intelectuales, nada hay de cultura en torturar y matar animales. Y
que algunos personajes tenidos como cultos sean defensores de las corridas
tampoco significa nada. Se puede ser profesor de ética por las mañanas, y
despreciable estafador por las tardes.
“El toreo es
arte”.
¿Se refiere a haber servido de tema a diferentes artistas? También se han
realizado espléndidas obras sobre las guerras o el martirio de los santos, y no
por ello son costumbres a conservar. Ahora bien, si por arte se entiende la
habilidad para hacer una cosa, torear puede ser un arte, lo mismo será arte pilotar
una moto, levantar una pared de ladrillos, robar carteras o practicar la
tortura china.
“El toreo es
tradición”. En la actualidad nos horroriza la tradición de
algunos países africanos de extirpar el clítoris a las niñas. También hemos
oído hablar en el pasado de otras prácticas monstruosas como la quema de
herejes, o la esclavitud. Por ello, el argumento de que algo por el simple
hecho de ser tradición merece ser conservado, carece de cualquier fundamento.
“Sin el
toreo, desaparecería el toro”. Como el ecologismo está de moda,
los taurinos se fingen hipócritamente conservacionistas. Pero, del mismo modo
que hoy se preserva al lince Ibérico, o a la vaca Tudanca, nadie consentiría
que el toro de lidia desapareciese. En Polonia, por ejemplo, se conservan
manadas de bisontes, que la Comunidad Europea vela con exquisito mimo, pese a
que no renten beneficio alguno. Intentar salvar la permanencia de una especie,
torturándola y asesinándola no es la mejor de las formas.
“Hemos creado
una raza; la raza de lídia”. Varios documentos indican que esta
"raza de lídia" es totalmente inventada y manipulada.
“El toreo
genera mucho dinero”. Dinero que sale de nuestros impuestos
para lucro de ganaderos, aristócratas, terratenientes, apoderados, empresarios
y toreros de fama. Millones de euros que se desvían incluso de las subvenciones
europeas. Por cierto, también genera mucho dinero el contrabando de armas o el
narcotráfico.
“El toreo
crea puestos de trabajo”. De los toros sólo vive un puñado de
gente. Después del reparto millonario entre empresarios y toreros, los demás
trabajadores malviven con sueldos míseros que no incluyen cobertura social, por
lo que se dedican a ello de forma esporádica. Los sastres y armeros, no
necesitan de la “Fiesta” para seguir ejerciendo su oficio. Lo mismo sucede con
los ganaderos: No hay diferencia mayor entre criar toros o vacas lecheras. Sólo
quedan los toreros, que no son tantos, y pueden dedicarse como el resto de la
gente, a vivir de un trabajo digno, y no de la tortura de animales.
Hemingway, junto a
Antonio Ordóñez y Pepe Luis Vázquez en la plaza de Murcia
Algunas malas razones para defender las
corridas
Según el artículo “El
Top de las 13 malas razones para defender las corridas de toros”, publicado por
el bloguero Actias en el portal del periódico electrónico francés Rue89, en
enero de 2012,
1 /
El toro no sufre, es simplemente un animal.
Algunos creen que el
toro como los vegetales, está desprovisto de un sistema nervioso. La Etología
moderna ha demostrado que una inmensa mayoría de mamíferos sufren de daños
fisiológicos (maltratos físicos), neurológicos (dolores) y psicológicos
(estrés). Muchos mamíferos y algunas especies de aves son conscientes de ellos,
expresan emociones, tienen un lenguaje, pueden proyectarse en el tiempo.
2/ Quienes condenan la corrida es porque
no conocen nada de ella.
Muchos abolicionistas
terminan por conocer el tema mucho mejor que un aficionado medio, puesto que se
necesita profundizar en el tema para poderlo condenar en su totalidad. Pero no
hay necesidad de conocer a la perfección el funcionamiento de una central
nuclear para denunciar los riesgos que ella representa.
3/ Los aficionados aman a los toros, es
gente como todo el mundo.
El hecho de amar y respetar no da derecho a
torturar. El aficionado no es el problema principal. Lo que se rechaza es la
tortura pública de un animal y la indiferencia de un público que participa en
ella, aplaudiéndola.
4/ La corrida es un arte y una tradición.
Pueda que lo sea pero
eso no le impide tener una moral. Los juegos del circo romano y los sacrificios
aztecas también fueron tradiciones. Se puede ser sensible a la estética y a los
códigos de esas tradiciones pero no se las puede aceptar moralmente. En general,
las peores atrocidades se cometen con bellos trajes. Los uniformes soviéticos o
alemanes por ejemplo...
5/ Picasso y Hemingway amaban la corrida.
Sin querer denigrarlos,
ellos se destacaron en el dominio de su arte y no en la profundidad de sus reflexiones.
Hemingway se extasiaba ante el espectáculo de un caballo lleno de pánico con
las entrañas colgándole... Y en cuanto a Picasso, no es el primer artista
insensible a la causa animal. La lista de filósofos y artistas que han tomado
posición por el tratamiento ético de los animales han sido personalidades como
Léonard De Vinci, Einstein, Tolstoï, Lamartine, Plutarco, Gandhi ... y contra
la corrida en particular, Victor Hugo, Zola, Yourcenar, Théodore Monod, Mark
Twain, George Clemenceau y otros tantos... Si se organizara un concurso de
notoriedad entre las personalidades que han estado «por» y «contra», la corrida
tal vez ni existiera.
La foto que impactó a
Europa.
Cada día, cientos de
familias traumatizadas y perseguidas intentan llegar a Europa. Miles de emigrantes Sirios caminan a través de campos
y fronteras o se suben a bordo de un camión o una barcaza como única elección
que tienen. La ONU dice que casi un millón de personas necesitan ayuda urgente,
y que incrementar las rutas. Marchan sin apoyo técnico ni financiero a los
países en primera línea de la crisis, como Grecia. Muchos de ellos mueren en el
intento. A finales de julio la Unión Europea propuso reubicar a 40.000
potenciales refugiados arribados a las costas italianas o griegas pero fracasó
en el intento. Algunos países del Este o la propia España se resistieron a
acoger a los inmigrantes solicitados por Bruselas. El gobierno de Rajoy se
ofreció a acoger a 1.300 de los refugiados mientras que, desde la capital
europea, se le pedía que subiera esa cifra a 4.300. Ahora, tras la terrible
foto del pequeño Aylan Kurdi, muerto en una playa turca, esta semana que viene,
la Comisión Europea propondrá a los Estados miembros reubicar unos 120.000
refugiados de los países más afectados por la crisis actual. Y el ministro de
Exteriores, José Manuel García-Margallo, que primero estaba dispuesto a abrir la
puerta a un número insignificante de exiliados kurdos, asegura tras el
escándalo internacional de Aylan, que España está “perfectamente dispuesta a
asumir la cuota de refugiados que le corresponda”. En la época en la que
España, y otros países, rechazaban su cuota de inmigrantes, la tragedia en el
Mediterráneo no era menor, con 2.000 muertos hasta agosto, 400 más que en el
mismo periodo de 2014. Pero, ahora, tras la trágica foto que tantas conciencias
ha removido, parece que la situación ha cambiado, sobre todo con unas
elecciones en el horizonte.
Los alcaldes de
izquierda reaccionaron primero, antes que el Gobierno de Rajoy.
Nuestras ciudades han
dicho “¡Basta de muertos!” y están empezando a organizarse. Desde la Comisión
Europea, ya se está preparando un nuevo acuerdo para acoger a más refugiados, y
el propio gobierno se ha visto forzado a ampliar el número de solicitantes de asilo.
La pinza entre la acción coordinada de ciudades como Madrid, Barcelona,
Valencia, Oviedo, A Coruña o Málaga, entre otras, y la presión internacional
sobre los Estados miembros que surgirá tras la reunión de ministros de la UE de
los próximos días podría forzar a nuestro Ejecutivo a flexibilizar su política
de asilo. La solidaridad de las comunidades autónomas y las ciudades españolas
con el drama de los refugiados le ha tomado la delantera a la política de
Estado. Empujadas por el horror que despertó esa foto del niño Aylan Kurdi y
por otras imágenes que retratan una situación insostenible en las fronteras
europeas, esta semana comenzaron a ver la luz las primeras iniciativas, antes
de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciara el
pasado viernes que la solución pasa por una comisión interministerial que
liderará ella misma a partir del lunes. El
plan pionero fue el de la “red de ciudades refugio” fundada por la alcaldesa de
Barcelona, Ada Colau, que recibió el respaldo de su colega madrileña, Manuela
Carmena. Y de inmediato arrancó una lluvia de ofrecimientos desde comunidades
autónomas y provincias. Las CCAA elevan al menos en un millar las plazas de
acogida que ofrece España. La alcaldesa de Barcelona dice: “Los estados de
Europa no han estado a la altura; aquí están las ciudades para tomar la
alternativa”.
Las portadas de varios
periódicos británicos mostraron la
fotografía de un gendarme con el cuerpo sin vida de en la
playa turca de Bodrum.
Arturo Pérez
Reverte colgó un pequeño comentario en
la cuenta de Twitter sobre la foto de la vergüenza. “La imagen de Aylan –sostiene el escritor– ha avergonzado a la
‘civilizada’ Europa, incapaz de dar una solución a la crisis de los refugiados.
Pero hay muchos como él. También murió su hermano mayor, de cinco años. Y su
madre. Y otros cuatro niños más en el mismo naufragio, cuando intentaban
alcanzar la isla griega de Kos. Y una decena de adultos que viajaban con ellos…
Grecia ha recibido en la última semana a más de 23.000 personas que trataban de
huir del horror de la guerra. El viaje de estas personas se ha convertido en
una especie de ruleta rusa que deja cifras espeluznantes: en estos días, se han
rescatado 55 cadáveres del mar. La semana pasada se encontró un camión en
Austria con los cadáveres de 71 inmigrantes asfixiados, entre ellos, cuatro
niños. Mientras tanto, las autoridades europeas discuten sobre el cupo de
refugiados que hay que acoger. A nuestro ministro de Exteriores, le parecía que
acoger a 1.600 era demasiado porque en España hay mucho paro. Mariano Rajoy
corrigió el error y se comprometió ante Merkel a subir la cifra a 2.739. Eso
sí, con condiciones. Eso fue antes de la foto de la vergüenza. Después, sigue
anclado en el cupo que nos corresponde, tal y como confesó a Carlos Herrera en
la COPE. Eso sí, se trata de un problema “espeluznante”. Muy en su estilo.
Mientras tanto, sus colegas europeos parece que se ponen las pilas y están
dispuestos a triplicar la cifra inicial prevista. Al parecer, el presidente de
la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, propondrá en la próxima cumbre subir
de 40.000 a 120.000 el cupo de refugiados. Ha hecho falta que muera el pequeño
Aylan, de tres años, para que Europa reaccionara. La familia huía de Kobani,
símbolo de la resistencia kurda ante el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Pretendían llegar a Canadá, donde vive una tía del pequeño. El único
superviviente ha sido el padre, que ahora sólo desea volver al horror para
enterrar a su mujer y a sus dos pequeños”.
El humor desde las arenas:
El humor de esta
semana: Forges, Bennett, Mel, Ferrán, Pat, Ricardo, Fontdevila…
El humor de Pep Roig,
desde Mallorca: Todos somos cómplices; Un pobre, una valla; Robin Hood a la española, se lo quitan a los pobres para darlo a los ricos; Popularismo festivo; Tiro al jubilado y Mar de dudas.
Terminamos con tres vídeos. El primero, publicada el 11 de septiembre del 2013. Se trata de la historia de Fadjen, un toro de lidia, y de su dueño, Cristophe, un joven que, desde pequeño, tuvo la idea de rescatar a un toro para demostrar que pueden ser igual de cariñosos y dóciles que los animales de compañía y así, romper con el estereotipo de los toros bravos.
En el segundo, un torero habla sobre las corridas sin muertes.
Y en el tercero, sobre el niño sirio refugiado que apareció ahogado en las playas de Bodrum
(Turquia)
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