El hilo.
Bajo el título “El hilo”, Jesús
Gómez Gutiérrez, fundador de La Insignia, diario digital independiente, laico y
sin ánimo de lucro, que se publica en español y portugués, escribió en LQSomos este
artículo en el que nos recuerda lo ocurrido el pasado 27 de octubre en el
Parlamento catalán. “El Parlamento catalán –resume– del que se han ausentado
los diputados monárquicos, vota a favor de iniciar el proceso constituyente de
la Republica Catalana. El Senado del Reino ha tomado la decisión de anular la
autonomía y, a última hora de la tarde, mientras la Plaça Sant Jaume es una
fiesta, el Consejo de Ministros de Felipe VI pone en marcha el artículo 155 de
su Constitución. Por primera vez desde 1939, se hace política. Un movimiento
popular ha puesto fin –al menos, temporalmente– al teatro de señoritos
fabricados por los medios y al juego de conflictos falsos para ocultar los
conflictos reales. Pero hay ocultación: poco después de que la muy
antidemocrática Cámara Alta reafirmara su fe franquista, tiró su supuesto
patriotismo por la borda y aprobó otra agresión contra la soberanía popular y
la justicia social, el CETA. Todo momento es útil cuando se trata de llenarse
los bolsillos.
“Lamentablemente, la izquierda
política española está lejos de entender el proceso. Es izquierda de la
restauración borbónica, y nunca ha hecho nada ni ha querido hacer nada que
ponga en peligro la monarquía. Para sus miembros más derechistas, el Reino es
el único marco defendible. Para los más avanzados, es un mal menor en espera de
un bien mayor que llegará uno de estos siglos mientras ellos mantengan las
esencias discursivas entre las vacaciones de verano, las vacaciones de Navidad
y las de Semana Santa. Pablo Iglesias, líder de Podemos, ataca la decisión del
Parlamento catalán con el argumento de que abrir grietas en el Régimen
‘favorece la estrategia del PP’, en una clara invitación a cruzarse de brazos y
dejarse explotar. Alberto Garzón, coordinador de IU, corre a mostrarse a favor
de una República Federal tras varias semanas de declaraciones ultra
centralistas que, además de ofender a cualquier comunista digno, no incluían la
palabra República por ninguna parte. Todo habría sido distinto si, en lugar de
ser leales a las instituciones del Reino, lo hubieran sido al pueblo al que se
deben y hubieran trabajado política y culturalmente por la solución: esa
República que Garzón menciona in extremis, obligado por los acontecimientos.
Pero no creen en ella… todavía.
“El camino que empieza hoy no se
ha trazado con los trajes y las billeteras de tres burgueses catalanes, como
dicen los amigos del 78 y un puñado de ciegos. Se ha abierto por la
inteligencia, el valor y la capacidad organizativa de miles de personas, muchas
de las cuales dieron sus primeros pasos con el 15-M, aquel movimiento que
retomó la experiencia de los insumisos y la lucha contra la represión y se
encontró con los verdaderos principios de la lucha social: apoyo mutuo,
desobediencia civil, etc. Son ellos, y no el nacionalismo en sentido abstracto,
los que han creado y mantenido un proceso que también daña al más peligroso de
los nacionalismos peninsulares. Son ellos, y no los actores de la política, los
que pagan siempre con ese ‘martirio’ del que se burlaba el director del
diario.es. Son ellos, y no el viejo cuento de las naciones, los que han
rescatado el viento de abril. Por primera vez desde 1939, asoma el hilo de
nuestra historia real. Agarradlo, y no lo soltéis esta vez”.
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