miércoles, 1 de noviembre de 2017

Puigdemont da la cara en Bruselas entre dudas y contradicciones.


El pasado lunes, el mismo día en que se presentaron las querellas por rebelión, sedición y malversación contra el cesado Govern de Carles Puigdemont y la Mesa del Parlament, el ex presidente y cinco ex consejeros se  desplazaron a Bruselas, donde podrían pedir asilo político para evitar a la Justicia española. Nada más conocerse la noticia, Twitter comenzó a llenarse de memes y comentarios sobre la 'huida' de Puigdemont. Se dijo que Puigdemont habría acudido a Bruselas para solicitar asilo político y medios locales belgas señalaron que se reuniría con abogados y representantes políticos belgas. La mayoría de comentarios criticaron la decisión del ex presidente catalán que, tras haber pedido a los ciudadanos “mantener el pulso” para defender la “república catalana”, parecía emprender una “huida” con la supuesta intención de solicitar asilo. Sin embargo, por sus actos, Puigdemont no tenía intención de esconderse en Bélgica y no decidía si pediría asilo, aseguraba el martes Paull Bekaert, abogado belga que le asesoró desde su llegada a Bruselas. “No ha huido de Barcelona”, aseguró a una radio de su país el letrado, quien incidió en que el expresident “tiene el derecho” de estar en Bélgica puesto que “no hay nada contra él”. Afirmó que mantiene “todas las puertas abiertas” respecto a la petición de asilo, pero “nada está decidido todavía”, si bien concedió que no estaba claro que la demanda, en caso de presentarse, tuviera éxito. “Uno puede pedirlo, pero obtenerlo es otra cosa”. Por el contrario, Esteban González Pons, jefe de la delegación española del PP en el Parlamento Europeo, subrayó que ya nadie en Europa se tomaba en serio a Puigdemont, quien “está poniendo un final bufo al procés”. “Ni siquiera los más radicales se merecen este final tan ridículo”, dijo Pons en Antena 3, considerando que el expresident se había escapado a Bélgica “como un personaje cómico”. Y José Montilla consideró que el Govern “ha engañado” a los catalanes al “vender una cosa que no era posible”. En una entrevista en TV3, el expresident advirtió de que una declaración de independencia no aplicada “es un esperpento”. De hecho, sostuvo que Puigdemont y Junqueras la aprobaron “con la cabeza baja” porque “sabían que era una farsa”, como probarían, según él, los “documentos en las consellerías en los que ya decían que la independencia era inviable”.


Carles Puigdemont, escoltado por varios exconsellers, durante su rueda de prensa de Bruselas.

Puigdemont compareció en el mediodía del martes ante los medios en The Press Club Brussels Europe, donde lo esperan más de doscientos periodistas. Lo acompañaban los consellers destituidos Clara Ponsatí, Toni Comín, Joaquim Forn, Meritxell Serret y Meritxell Borràs. Puigdemont llegó el lunes a la capital belga después de que la Fiscalía anunciara una querella por rebelión, sedición y malversación contra el Govern. La Comisión, el Parlamento y el Consejo Europeo no mantuvieron contactos con él, según fuentes comunitarias. Contactó con el abogado Paul Bekaert y no tuvo intención de esconderse en Bélgica. “No ha huido de Barcelona”, aseguró el letrado, quien incidió en que el expresident “tiene el derecho” de estar en Bélgica puesto que “no hay nada contra él”. Carles Puigdemont reapareció para reafirmar la vigencia de su gobierno, planteó un gobierno catalán en el exilio, no pidió asilo y dio validez a las elecciones del 21-D. El president cesado aseguró que no se encontraba en Bruselas “para solicitar asilo político” y que no era su intención escapar a la acción de la justicia. “Decidí –dijo en su rueda de prensa mantenida en tres lenguas, catalán, francés y castellano– venir a Bruselas porque es la capital de Europa y hemos querido poner de manifiesto nuestra situación y sin amenazas. No tenemos ningún tipo de protección porque el Gobierno español nos ha retirado todas ellas y ha asumido las funciones de la policía”. A pesar de ello, aseguró que el pasado viernes, por unanimidad en su gabinete, decidió que no volvería a España “hasta tener garantías”. Y advirtió: “Podemos cumplir con nuestras obligaciones desde aquí también”. Según su relato, habían decidido que la mitad de los miembros cesados del Govern se trasladasen a la capital comunitaria. Y aseguró: “La otra parte del Gobierno, con el vicepresidente al frente, continúa en Catalunya, realizando actividades políticas como miembros legítimos. No hemos abandonado nuestras funciones de Gobierno”. El expresident explicó su presencia en Bruselas como una herramienta “para evidenciar el problema catalán en el corazón institucional de Europa y denunciar la politización de la justicia española” e intentar evitar conflictos violentos. Sobre las elecciones del 21 de diciembre, Puigdemont dijo: “Estas elecciones son un reto que nos tomamos con todas nuestras fuerzas”. Denunció ser víctima de una persecución judicial y represiva del Estado español, mencionando la querella recibida por el Fiscal General del Estado, que solicita que sea imputado por varios delitos graves, entre ellos sedición, como un acto contra los derechos humanos. José Manuel Maza es, “por cierto –advirtió–, un fiscal reprobado por el Parlamento español”. Y aseguró que la querella en su contra “confirma punto por punto la agresividad del Estado español”, además de sostener que “no se sustenta jurídicamente” y que “busca perseguir una idea, no un delito”. Entre las aparentes contradicciones de Puigdemont declaró ser el presidente “legítimo” de la Generalitat, pero aceptó las elecciones del 21-D. Dijo no estar en Bruselas para pedir asilo, aunque añadió que no volverá a España mientras no tenga “garantías” de un juicio justo. Afirmó contar con una agenda europea para los próximos días, sin contar con ninguna reunión con los representantes de las instituciones comunitarias. Y aseguró no estar escapando de la justicia española, pero nadie sabe si mañana acudirá a la llamada de un juez español.


 Las 'huida' de Puigdemont a Bruselas, en trazos de humor.





El corte de pelo de Soraya tenía un fin.


Puigdemont SE ESCAPA A BELGICA (Ultima Hora)

El catalanazo