martes, 26 de noviembre de 2019

Rafa Nadal y Roberto Bautista, en una emotiva Copa Davis.



El triunfo de Nadal se unió a la victoria previa de Roberto Bautista, con lo que ya no fue necesario ni disputar el partido de dobles.



El emotivo abrazo entre Bautista y Nadal.

La Selección Española de Tenis ha conquistado su sexta ensaladera de plata en la Copa Davis tras superar a Canadá 2-0 en la final disputada el pasado domingo en la Caja Mágica ante 12.500 mil espectadores. La final arrancó con la emotiva presencia en pista de Roberto Bautista, quien el pasado jueves abandonaba la concentración por el fallecimiento de su padre. Su madre, Esther, había fallecido en 2018, poco antes de que el tenista iniciara Roland Garros. Pero el dolor de Bautista empujó a la Selección, dio más fuerza a un grupo de jugadores unidos por el luto de su compañero. El castellonense se reincorporó el sábado al equipo en Madrid y el domingo fue capaz de afrontar el partido más importante de su vida.  Por su parte, Rafa Nadal sellaba el título para el conjunto anfitrión con otra demostración de talento. Su victoria sobre Denis Shapovalov certificó la victoria sobre Canadá en la final por 2-0. Era el primer título del nuevo formato del mundial masculino por países, que se decide en apenas siete días en una misma sede, en total la sexta ensaladera para España.

Fue una victoria redonda de Nadal ante un rival, golpeando con fiereza con sus largos brazos. Llevaba ya 18 eliminatorias seguidas ganadas, 29 partidos individuales con victoria y hasta 32 en total si se incluyen los encuentros de dobles.  Con el primer set perdido, Shapovalov se marchó al vestuario y regresó más hecho. El canadiense parecía haberse acostumbrado al fortísimo ritmo de Nadal, a sus efectos, a sus cambios de dirección...

Pero la historia de este Davis la escribió Roberto Bautista quien, lejos de hundirse, sacó fuerzas de flaqueza y no quiso dejar las cosas a medias. Lanzó un beso al palco, donde su novia, emocionada, no paraba de aplaudir y llorar. Su gesto, santiguándose y dirigiendo un dedo al cielo al acabar con su rival, fue inequívocamente una dedicatoria a su padre,. “No podía quedarme en casa. Tenía que dar un paso adelante, y es lo que hice. Todo eran adversidades, pero me he sabido sobreponer”, explicó mientras Rafa, la persona sobre la que recaía el peso de la responsabilidad, decía de su compañero: “Roberto es un ejemplo para el resto de mi vida”. E, impulsado por la gesta de su amigo, no estaba dispuesto a aplazar la fiesta y despidió a un combativo Shapovalov. “Rafa –escribe Christian Giner en El Confidencial– cayó rendido al suelo de la Manolo Santana a las 21:15, y Roberto Bautista, envuelto en lágrimas, se abalanzó sobre su figura. Ambos se mezclaron en un fraternal abrazo ante el delirio de la afición”. “La persona vital en esta Davis fue Bautista, lo que ha hecho es inhumano’, expresó el manacorí. “Lo más duro y difícil, lo que nos rompió el alma a todos, fue la trágica muerte del padre de Bautista. Eso es lo más terrible que nos ha pasado y por eso esta Copa tiene un significado especial. Verle de vuelta es fantástico. No sé si alguien sería capaz de hacer lo que ha hecho él hoy”, comentó el capitán en rueda de prensa, siguiendo la misma línea.


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