Rafa Nadal y Roberto Bautista, en una emotiva Copa Davis.
El triunfo de Nadal se
unió a la victoria previa de Roberto Bautista, con
lo que ya no fue necesario ni disputar el partido de dobles.
El emotivo abrazo entre
Bautista y Nadal.
La Selección Española de
Tenis ha conquistado su sexta ensaladera de plata en la Copa Davis tras superar
a Canadá 2-0 en la final disputada el pasado domingo en la Caja Mágica ante
12.500 mil espectadores. La final arrancó con la emotiva presencia en pista de Roberto
Bautista, quien el pasado jueves abandonaba la concentración por el
fallecimiento de su padre. Su madre, Esther, había fallecido en 2018, poco
antes de que el tenista iniciara Roland Garros. Pero el dolor de Bautista
empujó a la Selección, dio más fuerza a un grupo de jugadores unidos por el
luto de su compañero. El castellonense se reincorporó el sábado al equipo en
Madrid y el domingo fue capaz de afrontar el partido más importante de su vida.
Por su parte, Rafa Nadal sellaba el
título para el conjunto anfitrión con otra demostración de talento. Su victoria
sobre Denis Shapovalov certificó la victoria sobre Canadá en la final por 2-0.
Era el primer título del nuevo formato del mundial masculino por países, que se
decide en apenas siete días en una misma sede, en total la sexta ensaladera
para España.
Fue una victoria redonda de
Nadal ante un rival, golpeando con fiereza con sus largos brazos. Llevaba ya 18
eliminatorias seguidas ganadas, 29 partidos individuales con victoria y hasta
32 en total si se incluyen los encuentros de dobles. Con el primer set perdido, Shapovalov se
marchó al vestuario y regresó más hecho. El canadiense parecía haberse
acostumbrado al fortísimo ritmo de Nadal, a sus efectos, a sus cambios de
dirección...
Pero la historia de este
Davis la escribió Roberto Bautista quien, lejos de hundirse, sacó fuerzas de
flaqueza y no quiso dejar las cosas a medias. Lanzó un beso al palco, donde su
novia, emocionada, no paraba de aplaudir y llorar. Su
gesto, santiguándose y dirigiendo un dedo al cielo al acabar con su rival, fue
inequívocamente una dedicatoria a su padre,. “No podía quedarme en casa. Tenía
que dar un paso adelante, y es lo que hice. Todo eran adversidades, pero me he sabido
sobreponer”, explicó mientras Rafa, la persona sobre la que recaía el peso de
la responsabilidad, decía de su compañero: “Roberto es un ejemplo para el resto
de mi vida”. E, impulsado por la gesta de su amigo, no estaba dispuesto a
aplazar la fiesta y despidió a un combativo Shapovalov. “Rafa –escribe
Christian Giner en El Confidencial– cayó rendido al suelo de la Manolo Santana
a las 21:15, y Roberto Bautista, envuelto en lágrimas, se abalanzó sobre su
figura. Ambos se mezclaron en un fraternal abrazo ante el delirio de la afición”.
“La persona vital en esta Davis fue Bautista, lo que ha hecho es inhumano’,
expresó el manacorí. “Lo más duro y difícil, lo que nos rompió el alma a todos,
fue la trágica muerte del padre de Bautista. Eso es lo más terrible que nos ha
pasado y por eso esta Copa tiene un significado especial. Verle de vuelta es
fantástico. No sé si alguien sería capaz de hacer lo que ha hecho él hoy”,
comentó el
capitán en rueda de prensa, siguiendo la misma línea.
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