Ana Milán cuenta su ataque de risa de 8 minutos.
La popular actriz, Ana Milán se inició en el mundo de la comedia, casi por casualidad, cuando entró como suplente del reparto original de 5mujeres.com. Su debut teatral le permitió compartir escenario con actrices como Pilar Bardem, Beatriz Carvajal o Carmen Machi. “Trabajar con Machi es un deporte de alto riesgo” dijo el pasado viernes en una entrevista con Antonio Contreras, en la que contó que tenía capacidad de hacer reír gracias a su madre. “Porque mi madre no era una mujer con un gran sentido del humor, pero cuando dabas en el blanco se reía de una manera absolutamente contagiosa y además nos la contagiaba a todos y yo era especialista en casa en hacerla reír. Después de ella, estaba toda mi familia, hacía reír a mi padre, hacía reír a mi hermana, a mis sobrinos, a todos”.
Ana Milán contó que
trabajar con Carmen Machi le ha dado muchas alegrías, pero también un ataque de
risa que duró ocho minutos encima de un escenario con ella y ninguna de las dos
podían hablar ni respirar. “Empezó porque yo le puse una cara a Carmen y Carmen
me puso otra a mí. Ya no recuerdo cómo fue aquello porque el ataque de risa se
comió todo lo demás. No recuerdo más, una cara por una cosa que has dicho, otra
cara por lo que ella me ha dicho a mí. Pim pam pum y ¡jajá, jajá, jajá!, y
¡joder, joder, joder! ¡Esto se nos va de las manos! Y se nos fue. Además, el
público automáticamente se hizo pegatina con nosotras, empatizó con ese ataque
de risa y estábamos todos a carcajadas menos la regidora, Alba. Era una mujer
menudita, maravillosa, con el pelo corto, con un carácter increíble. La
recuerdo mirándonos con la cara de mayor terror de la historia, con cara de: ‘¡O
paráis o tengo que echar el telón!’, pero no podía echar telón. El teatro
Alcázar estaba lleno de esto hay testigos, y seguro que lo recuerdan, cómo no,
a día de hoy. La gente empezó a ahogarse de risa y no sabíamos cómo salir de la
situación y yo pensaba: ‘Si no sabe salir Carmen, que es toda una dama de la
escena, ¿cómo mierda voy a salir yo? ¡Ocho minutos encima de un escenario es la
vida entera! Cuando Carmen Machi consiguió parar, fue la primera que pudo decir
algo. Respiró, me miró y me dijo: “¡Idiota!”. Todavía fue peor. No supe salir
de esa situación. Trabajar con Carmen es una de las mejores cosas que te pueden
pasar, pero es un deporte de alto riesgo”.
Ana no sabe dónde está el
límite del humor. Dice que cada uno debe tener su límite personal y moral. “Yo lo tengo. Y hay cosas de las que no me río
y cosas con las que no intento hacer humor. Pero no seré yo la que le diga a otro
cómo tiene que usar su humor. Cada uno es libre. El libre albedrío a mí me
parece que está muy bien porque le traslada la responsabilidad al que lo
ejerce. Yo no quiero ser la policía de lo apropiado. Yo sóll soy policía de lo
apropiado para mí y hay cosas de las que yo no me río”.
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