Donald Trump, el hombre que se ahoga…
“Donald Trump es el
hombre que se ahoga —escribe Michael Moore—. Hace unos días pidió el arresto de
Joe Biden, del presidente Obama y de Hillary Clinton. Son las órdenes de
ladridos de cualquier dictador que se ahoga, jadeando por su último aliento. En
un ataque de locura, Trump arremetió contra su propio fiscal general por no
arrestar a Biden, en su Sector de Estado, por no acusar a Hillary, en su
director del FBI, por decir que no hay fraude electoral (aparte de Trump
desmantelar la oficina de correos). El amor es el amor. Trump ha estado tan
loco en los últimos días que ahora se habla de desencadenar la 25 enmienda para
quitarle el poder a un presidente incapacitado… Trump, como todos los hombres
que se ahogan, es víctima de un pánico monumental. Él sabe que se acabó. Él
sabe que no hay nada a lo que pueda aferrarse. Se ha ido. Las ratas están
saltando de su barco que se hunde en oro. Tampoco los salvaremos. Pensamientos
y oraciones, aduladores GOP. Gulp. Gulp. Gulp”.
Moore habla de la última
prueba que tuvo que pasar con el fin de conseguir su medalla de Eagle Scout
cuando estaba en Boy Scouts: luchar contra un hombre que se ahogaba tratando de
ahogarse en medio de la piscina de Flint Central High School. “La adrenalina de
una persona que se ahoga es enorme y está instantáneamente empoderada con una
fuerza abrumadora. Así que, cuando salté al fondo de esa piscina, el adulto
musculoso “ahogado” vino a mí con una venganza violenta, agarrándome el cuello
y empujando mi cabeza bajo el agua. Si alguna vez has estado en una situación
como esta, sabes que es aterradora. Tu fuerza no puede igualar la fuerza del
hombre que se ahoga. Tu cerebro se da cuenta de que eres tú de hecho quien va a
morir. Pero recordé mi entrenamiento y usé el agua para liberarme de su agarrón,
me puse detrás de él y me envolví mi brazo alrededor de su cuello para
neutralizarlo”.
Y Moore concluye: “Ese es
nuestro trabajo desde ahora hasta el 3 de noviembre. Detener al hombre que se
ahoga y amenaza con matarnos. Sabe que en su estado delirante aún puede
ahogarnos. Si embargo, la diferencia entre esto y el entrenamiento del Eagle
Scout es clara: por el bien de nuestra
democracia, asegúrate de que él se ahogue, en un mar de papeletas. ¡Un tsunami de
papeletas! Tantas que no pueda salir a tomar el aire para pedir su
levantamiento armado”.
Pero, lejos de sentirse
ahogado, Donald Trump, regresaba este lunes a la campaña electoral con el firme
propósito de despegar de una vez en los sondeos. Su primer mitin tras su
convalecencia por coronavirus fue en Florida, al aire libre. Trump prometió
besos para todos, incluidas las “bellas mujeres”, tras celebrar que superó la
covid-19 y que ya ha dado negativo en las pruebas de coronavirus, presumiendo
así de que ya no contagia la enfermedad. Trump celebró este mitin sin
mascarilla por su parte o la del público, que no guardaba las medidas de
distanciamiento social. Pese a todo, muy pocos piensan que consiga liberarse del
ahogamiento.
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