“Máquina del tiempo”.

 

La vicepresidenta segunda y ministra de trabajo, Yolanda Díaz

Las negociaciones para la unidad de la izquierda en torno a Sumar corren contra el reloj ante las generales del 23 de julio. Lo que en un proceso de diálogo entre partidos habitualmente lleva semanas o meses se va a concentrar en días o incluso horas. Los estados de ánimo que suelen rodear estos procesos también fluctúan a esta velocidad. Yolanda Díaz inició el lunes una ronda de conversaciones, algunas telefónicas y otras presenciales, con los diferentes líderes de los partidos a los que quiere agrupar en una única plataforma. Desde entonces, el diálogo ya ha descendido a un segundo nivel, el de los equipos negociadores de cada partido, para la primera ronda de intercambios en la que cada parte expone sus principales ambiciones para la confluencia, pero también para el proyecto político que quede conformado.

Juanlu Sánchez escribió en Aldía del pasado jueves: “Es como si hubiéramos presionado el botón de Fast-Forward en el mando a distancia. Como si ya estuviéramos en el diciembre electoral que llevamos anunciando desde hace tres años. Pero, con un poco más de calor el día de las votaciones. En Sumar ya negocian la confluencia. Y explicamos quién se ha reunido y quién habla de la letra pequeña en nombre de Yolanda Díaz y de Ione Belarra, pero también de Más Madrid o Compromís. Las listas se elaborarán sin primarias, con prisa, a puerta cerrada (no hay tiempo para otra cosa) pero por fin sin insultos a través de redes sociales. Sí que hay algo de movimientos en segundo plano y autocrítica en Podemos Castilla-La Mancha, con dimisiones en bloque y en Balears, donde el vicepresidente y candidato de Podemos se despide de la política quejándose en esta entrevista de las estrategias estatales del partido.

“Mientras, el PSOE se pone bravo. Pedro Sánchez está diseñando una campaña fuerte, ideológica, de batalla. Volvemos a ver la versión más izquierdista de Sánchez. En paralelo, el partido intenta dar acomodo en el Congreso a algunos alcaldes y presidentes autonómicos que han sido desbancados del poder el 28M. Ximo Puig y Fernández Vara han dicho que no. En Andalucía, el número 3 del partido ha tenido que dimitir porque está implicado en un turbio asunto que no está muy claro si es personal o político, pero donde hay un secuestro de por medio”.