Los cinco días que pusieron al PSOE ante el abismo de la marcha de Sánchez.
“Muy bien no lo hemos
pasado”. “Vaya tensión”. “Un alivio”. “Menos mal”. Miguel Muñoz explica en
Público cómo el PSOE ya respira por la continuidad de Pedro Sánchez y muestra
que todas esas expresiones de dirigentes o cargos públicos socialistas denotan
el vértigo que vivió todo el partido durante cinco días. “Un periodo donde se
estuvo a ciegas sobre lo que podría anunciar su líder el 29 de abril. Esa será
una fecha en la memoria colectiva de los socialistas. Como lo fue el 27 de
abril con la celebración de un atípico Comité Federal en Ferraz. Un encuentro
que se convirtió en un gran acto de apoyo a Sánchez. El mismo presidente del
Gobierno destacó como momento clave esa movilización de sus bases. Durante esos
largos días nadie quería hablar de un proceso sucesorio. El plan en todo
momento era ‘convencer’ a Sánchez de que se quedara. Sus principales
colaboradores se reunieron y hablaron en varias ocasiones. Pero según las
fuentes consultadas nunca estuvo sobre la mesa pensar en el día después.
“Sánchez consiguió una
unidad interna en el PSOE como hacía tiempo que no se veía en las filas
socialistas. Bien es cierto que, según recuerda alguna de las voces consultadas,
siempre es más fácil esa cohesión cuando se está en Moncloa. ‘Si se llega a ir,
podría haber pasado de todo’, señala un dirigente socialista. Lo cierto es que
todo el partido en bloque respaldó a Sánchez públicamente, incluso aunque se
haya vivido una ‘incertidumbre’ quizás innecesaria. Hubo desconcierto, sí. Pero
creo que ha activado al partido de nuevo frente a lo que viene por delante”,
apunta un dirigente territorial…
Los nervios por una
posible sucesión dejaron también ver apoyos de personas que estaban más en
segunda fila desde hace tiempo como la exvicesecretaria general del PSOE
Adriana Lastra, uno de los principales apoyos de Sánchez en sus inicios.
Incluso el exsecretario de Organización José Luis Ábalos, expulsado del
partido, dio muestras de apoyo. Sánchez destacó el martes en una entrevista que
está “con ánimo para estos tres años de legislatura que restan y “para los que
quieran los españoles con sus votos”. Es decir, que no cierra la puerta a
volver a presentarse pese a haber estado a punto de dimitir.
“Lo cierto es que algunas
voces consideran que el partido tiene que armar liderazgos fuertes. También a
nivel territorial. De hecho, lo dijo el propio Sánchez en una Ejecutiva tras
los malos resultados de las elecciones Galicia. Salvador Illa, líder del PSC,
podría ser un ejemplo si, como todo apunta, gana las elecciones en Catalunya el
12 de mayo. Obviamente, el PSOE es mucho más que una persona y ahí está nuestra
historia. Pero la salida de Sánchez en este momento nos hubiera hecho daño”,
reflexiona un dirigente que se muestra “contento” y “esperanzado” para el
futuro. Aún es pronto para visualizar al partido sin el actual secretario
general. Pero estos días, aunque no quisieran, el partido ya ha comenzado a
visualizar que ese momento llegará.
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