jueves, 23 de julio de 2009

Pitar al Rey no es delito.


La pitada contra el Jefe del Estado en Mestalla no fue delito.


Pitar al Rey o al himno nacional en un acto público no es delito. Así de claro ha sido el titular del Juzgado Central, número 1, Santiago Pedraz. De acuerdo con el informe de la Fiscalía, Pedraz señala que “la pitada efectuada durante la llegada del Rey al palco del estadio valenciano y la interpretación del himno nacional, así como la colocación de pancartas (en las gradas) con el lema 'Good bye Spain' (Adiós, España)” son hechos “amparados por la libertad de expresión”. Ambos hechos habían sucedido el pasado 13 de mayo en el estadio valenciano del Mestalla, momentos antes de iniciar el partido de la final de la Copa que disputaron el Athletic Club de Bilbao y el Fútbol Club Barcelona. La Fundación en Defensa de la Nación Española (Denaes) presentó en su momento una querella contra los dos colectivos independentistas, promotores de la pitada multitudinaria. La Audiencia Nacional ordena ahora archivarla. El magistrado aclara que, en contra de las imputaciones de la Fundación, ni los miles de personas que participaron desde las gradas, ni los denunciados, incurrieron en los delitos de injurias al Rey, apología del odio nacional o ultraje a España, infracciones que están penadas con cárcel.

El presidente de Denaes, Santiago Abascal, de la que es patrono de honor el magistrado del Tribunal Supremo, Adolfo Prego, presentó en persona esta querella en la Audiencia Nacional el pasado 25 de junio y denunció que “las dos organizaciones independentistas, Catalunya Acció y la Plataforma Pro Selecciones Vascas, eran promotoras de la pitada que se produjo, gracias a los 5000 silbatos repartidos para hacer inaudible el himno nacional”. La Fundación las acusó de un delito de provocación al odio contra parte de la población por razón de su origen nacional –castigado con penas de uno a tres años de cárcel–; otro, de injurias a la nación española, representada por el himno nacional –de 7 a 12 meses de multa–; y un tercero, de injurias contra el Rey –de 6 meses a dos años de cárcel–. Ahora ya sabemos que pitar y silbar al rey durante la interpretación del himno español no constituye delito. Aunque el alboroto provocado lo haga inaudible.

Pitar al Rey o a la bandera, pueden ser ejercicios de mala educación, pero nunca un delito, so pena de que construyamos un sistema dictatorial en el que la figura suprema (el tirano en una dictadura) es inviolable y escapa al control del pueblo, que no tiene derecho a someterle a crítica o cuestionamiento alguno. La simple crítica, aunque conlleve mala educación, nunca puede ser un delito. Así de claro lo deja la Audiencia Nacional en el auto por el que archiva la querella. El escándalo generado por la bronca al Rey y al himno nacional se agravó aún más debido a que el encargado de la retransmisión televisiva del partido de fútbol censuró las imágenes y el sonido en directo de los incidentes, motivo por el que horas después fue cesado por los responsables de TVE.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y el que quiera puede rezar a los extraterrestres
chiflos.