martes, 12 de junio de 2018

Reacciones frente a los inmigrantes a rescatar…






La nave Aquarius de Sos Méditerranée, que lleva a bordo a 629 inmigrantes rescatados en aguas italianas, no podrá desembarcar en ningún puerto italiano por orden del ministro del Interior. El ministro, Matteo Salvini, de ideología ultraderechista perteneciente al partido La Liga y que gobierna en coalición con el Movimiento 5 Estrellas, ha prohibido que la embarcación atraque en tierra italiana. En la embarcación viajan 11 niños y siete mujeres embarazadas. El ultraderechista Salvini anunciaba el pasado sábado que el Aquarius no tenía permiso para atracar en ninguno de los puertos de “la Bota” y dejaba a la deriva a más de 629, entre los que hay 123 menores no acompañados y 7 embarazadas. El barco había quedado a la deriva después de que Italia y Malta rechazaran su llegada.
Preguntada directamente por Pepa Bueno en antena, quien le había pedido saber si el Gobierno español permitiría que el Aquarius atracase aquí, Margarita Robles evitaba dar su posición al respecto. Robles respondía que “más allá de este caso que habría que estudiar, había un problema enorme de mafia”. Lanzaba la pelota a la Unión Europea “quien debe ser quien gestione este tipo de problemas y es imprescindible que no mire para otro lado”. Por último, recordaba que, en virtud de las legislaciones internacionales respecto a la protección de la vida, “debe ser la prioridad salvar las vidas humanas”, pero esquivaba dar una posición clara sobre si el nuevo Gobierno abriría algún puerto para recibir a estos seis centenares de migrantes.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, exigió al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez que rectificase la política del anterior Ejecutivo en materia de refugiados, que “no mire hacia otro lado”, y que se implicase en la salvación de “vidas humanas” como ya están haciendo ciudades como la suya. “A pesar de que nadie nos ayuda, ofrecemos Barcelona”, aseguró la alcaldesa. “Estamos aquí para ayudar, pero necesitamos un Gobierno de España que efectivamente asuma sus responsabilidades y no incumpla sus obligaciones de realojo”, señaló Colau durante su intervención. “Si Barcelona y Madrid hemos podido hacer un convenio con Open Arms, ¿cómo puede ser que el Gobierno de España no esté haciendo todo lo posible para que esas personas no se queden ni un minuto más en el mar? La obligación de un Gobierno democrático es no mirar hacia otro lado. Es una cuestión humanitaria y europea”, enfatizó la regidora, urgiendo a los países europeos a “organizarse” y asumir este problema como una “cuestión de gestión”, porque “se pierde mucho dinero en políticas europeas que fracasan. El único dilema que tenemos es si cumplimos con los Derechos Humanos o no”.

Ignoro si esta disposición y advertencias de Colau hicieron cambiar la visión de Moncloa, pero el hecho es que, horas más tarde, el Ejecutivo de Pedro Sánchez daba instrucciones para que España, concretamente, el puerto de Valencia, cumpliera con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias y decidiese acoger “por razones humanitarias al barco Aquarius. Las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, así como la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra se unieron a la Comisión Europea en la celebración del gesto de solidaridad del Gobierno español, mientras el ministro de Interior italiano Matteo Salvini, consideró una “victoria” el cierre de sus puertos. Podemos mostró su respaldo a la decisión de Sánchez, mientras que el PP y C's no se han pronunciado al respecto de esta emergencia humanitaria.  La Generalitat se alineó con el Puerto de Valencia y con la compañía Baleária, que se ha ofrecido para prestar asistencia logística tanto en tierra como en mar. El atraque podría producirse entre el jueves o el viernes de esta semana.

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