domingo, 23 de septiembre de 2018

Artistas contra la monarquía, las catas del rey emérito y conatos de tensión frente al Congreso.

          
                     Grupo Ska-p  

               "No me enconen los cuentos ni la ciencia ficción
soy jefe del estado sin ganar elección,
       qué  me cuentas peón, mi vida es el copón
me apellido Borbón                        
                                       
“Jaque al Rey” forma parte de un elenco de canciones del próximo disco del grupo español, Ska-p, que carga duramente contra la monarquía y los borbones y que saldrá a la luz el próximo 5 de octubre bajo el título de Game Over.  ElPlural.com comenta que no es la primera canción contra la monarquía por parte de Ska-P ya que, en su disco Eurosis, pudimos escuchar “Simpático Holgazán”. “El grupo vallecano -reseña- se suma a la lista de artistas que han alzado la voz contra la monarquía en los últimos tiempos. Cuando uno piensa en esta crítica hacia la figura del Rey, es imposible obviar a los raperos Pablo Hasel y Valtonic. El primero fue condenado por la Audiencia Nacional a dos años y un día de cárcel por alabar en twitter a ETA y los GRAPO así como por injurias a la Corona. Su tema, Muerte a los Borbones, es el origen de todos los problemas. Por otra parte, Josep Miquel Arenas, conocido como Valtonyc, huyó de España ante su inminente entrada en prisión, tras ser condenado a tres años y medio por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona en las letras de sus canciones”. Tras la decisión de Bélgica que rechazó extraditar a Valtònyc a España, juristas y asociaciones insisten en la necesidad de derogar el artículo 578 del Código Penal o, al menos, una reforma que permita poner fin a la “vulneración de la libertad de expresión”. 

       Valtonyc, Hasel, La Insurgencia, Strawberry, son algunos de los condenados por enaltecimiento del terrorismo.

“Todos los expertos consultados coinciden en que hay derogar el delito de injurias a la Corona. Tales acciones contra ambos raperos son presentadas en una canción coral de artistas como Frank T, Rapsusklei o Los Chikos del Maíz, bajo el lema ‘Los Borbones son unos Ladrones’. Otro caso reseñable es el de César Strawberry de Def Con Dos, quien fue condenado, por escribir varios tuits, a un año de cárcel por enaltecimiento del terrorismo. El grupo de rap metal tiene en su repertorio varias canciones contra la figura de la monarquía entre las que destacan ‘Mi reino por un poco de caballo’ o ‘El cazador de elefante’. El exitoso grupo La Raíz también ha dejado plasmada su opinión sobre la realeza a lo largo de su discografía. Destaca el tema ‘Rueda la Corona’. El artista, Enrique Villarreal, más conocido como ‘El Drogas’, antiguo líder de Barricada, recuerda en el estribillo de la canción ‘Como elefantes’: ‘Vamos a desahuciar a la Casa Real’. Y los valencianos Skaparàpid, en la canción ‘Que trabaje el rey’, basan en un himno la crítica a la figura de la monarquía”.

      Saúl Zaitsev, miembro de La Insurgencia, ha sido condenado a seis meses y un día por sus canciones de rap.

En una entrevista aparecida el pasado jueves en Público, Saúl Zaitsev, miembro del colectivo La Insurgencia, anuncia que recurrirán la sentencia de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional que rebaja la pena de prisión de dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo a seis meses y un día. Saúl tiene 21 años y es uno de los 12 de La Insurgencia. La noticia fue recibida con el colectivo con “cierto alivio”, pero añadió: “No aceptamos ni un solo euro de multa por hacer canciones ni mucho menos un solo día de condena a prisión”, señalando que, en caso de que sea necesario, acudirán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El magistrado, Enrique López, considera que las canciones de este grupo son una forma de “discurso de odio” ya que “de forma indirecta incitan, alientan e instigan a la violencia terrorista, y por ello, generan un peligro o riesgo de comisión de actos violentos”. Sin embargo, Saúl considera que el odio y la violencia llega desde las instituciones contra la juventud y los barrios obreros. “No estamos contentos -ni mucho menos, responde a Alejandro Torrús-. Pero sí hay una parte de alivio. Ahora podemos pelear por nuestra inocencia sabiendo que no iremos a prisión. Estamos esperando a ver qué dice el abogado y saber si el fiscal recurre o no recurre. No aceptamos ni un solo euro de multa por hacer canciones ni mucho menos un solo día de condena a prisión No podemos aceptar esta condena porque sería estar conforme con la comisión de un delito y no lo estamos. No consideramos que hayamos hecho nada que merezca un castigo de prisión. Lo que nosotros hacemos es una actividad artística, que es el rap. Otros jóvenes hacen grafitis o tatuajes o lo que sea. Nosotros nos expresamos de manera artística como hace cualquier joven y como han hecho otras generaciones de jóvenes. Obviamente, los jóvenes de izquierdas tendemos a una cultura revolucionaria o a una ideología más bien libertaria. El problema es que estamos viendo cómo quieren reprimir esas manifestaciones culturales o políticas de la juventud. El Estado ha demostrado ser fascista. Lo que genera rabia y genera odio no es nuestro rap, es la opresión del sistema. Genera rabia que hayamos tenido un 50% de paro juvenil o que haya familias con los dos padres en paro. Genera rabia la represión policial o que montes un grupo para cantar todo esto que te digo y te intenten meter en prisión. Eso es lo que genera odio”.

Don Juan Carlos ante las barricas destinadas a la Casa Real.

Las Cortes protegen al rey emérito gracias a la inviolabilidad en los tribunales. Pero, el blindaje del PP, PSOE y Ciudadanos en el Congreso, así como el bloqueo de las investigaciones sobre el caso, no paraliza todas las sospechas sobre el monarca y persiste la pregunta hasta el final: ¿es el rey Juan Carlos un delincuente? Es la pregunta que Iker Armentia se hizo el 7 de septiembre en Eldiario.es. “Después de habernos pimplado las copas de vino de la cata con la que culmina la visita a las bodegas Cvne en Haro (La Rioja), procedimos a echar un vistazo a los hitos enmarcados que colgaban de las paredes. Entre ellos, destaca una carta firmada a mano por el rey Juan Carlos -en 2004, cuando no era emérito- en la que, con mucha cortesía, viene a pedir a la bodega que invite a una ronda (o eso es lo que parece, un ‘simpa’ al estilo regio, aunque puede que el vino fuera costeado por los Presupuestos Generales del Estado, nunca se sabe). En la misiva -que las bodegas Cvne expone con orgullo-, Juan Carlos de Borbón se dirige al vicepresidente de la empresa, Víctor Urrutia, en los siguientes términos: ‘Abusando de vuestra amabilidad y siempre que ello fuera posible le agradecería dijese al presidente, además de lo que pedí en diciembre de 2002 sobre el embotellado en mágnum, si se podrían embotellar algunas doble mágnum, ya que ello me daría oportunidad de poder obsequiar a familiares y amigos y, de esta manera, hacerles partícipes de tan buen Rioja”. El 4 de marzo del 2017, Silvia Taulés publicaba en el diario El Español el reportaje “Las barricas privadas que Juan Carlos I y Felipe VI tienen en varias bodegas”. En él recuerda lo que Carlos Moro, fundador de las Bodegas Matarromera, contó tanto de Juan Carlos I como Felipe VI. “Que son unos grandes aficionados al vino y cuentan incluso con sus colecciones privadas en las cavas de esta empresa DO Ribera del Duero. Y no es la única”. Matarromera y Marqués de Riscal son dos de las empresas vinícolas que destinan parte de su producto a los monarcas. Cuando el rey emérito abdicó, brindó con su hijo con un Castillo de Ygay 1925, de 250 euros la botella. “Es probable -recuerda Iker Armentia- que el rey emérito haya abusado de la amabilidad de mucha gente pero no es menos cierto que muchos de quienes fueron abusados por su amabilidad lo hicieron con honra, como miembros dignos de la Corte, como la treintena de empresarios mallorquines que le regalaron un yate por el que pagaron 18 millones de euros. O como la familia Urrutia de las bodegas Cvne que publicita con satisfacción las comandas de su majestad. Los Urrutia, como los Bergareche y los Ybarra, son familias de Neguri ricas y poderosas, vinculadas a Vocento, el grupo de comunicación más monárquico del país, editor del ruinoso Abc y el exitoso El Correo, entre otros. En sus páginas se han escrito algunas de las más excelsas hagiografrías sobre el rey Juan Carlos”.

       Don Juan Carlos degusta un vino en la inauguración de las nuevas bodegas de Marqués de Riscal. 

“Alfonso XIII fue rey borbón, fumador y putero que hacía trampas en las apuestas de los galgos y tenía halitosis y el barman Emile del Hotel París de Montecarlo le puso su nombre a un cóctel hecho con ginebra y dubonet”, arranca el umbraliano relato que deja algunos pasajes desternillantes: “Cuando se proclamó la República en 1931, el rey quemó su colección de fotos de chavalas en cueros, dejó a la familia en la cama, recibiendo pedradas y guardada por veinticinco alabarderos (...) y puso rumbo a Marsella, donde llegó a las tres de la mañana y se quejó de que estuviesen cerradas las casas de putas”. El texto, escribe Iker Armentia, no tiene pretensiones revolucionarias antimonárquicas. Es un texto culto, guasón y literario sobre un monarca que reinó hace casi 100 años. En el mismo recuerda al escritor Martín Olmos, despedido de El Correo por escribir un artículo titulado “El rey golfo”. No era un artículo sobre Felipe, ya entonces rey de España, ni sobre Juan Carlos, ni siquiera sobre su padre don Juan. Martín Olmos escribía sobre... ¡Alfonso XIII!  “Es un artículo divertido que a alguien en las altas esferas de Vocento -en la Corte del rey- no le hizo ni puñetera gracia. Martín Olmos fue llamado a despachos y, de un día para otro, El Correo fulminó su colaboración de 15 años y de más de 200 artículos. El Correo se lo ventiló poco después de que el escritor fuera galardonado con el Premio Euskadi de Literatura por el libro ‘Escrito en Negro’ que precisamente recogía una selección de los artículos publicados por el propio periódico.


Armentia nos recuerda cómo Juan Carlos siempre fue defendido con entusiasmo hasta que -tras el caderazo con Corinna- la Corte consideró que la monarquía sólo podría ser salvada si el rey se sacrificaba y abdicaba en favor de su hijo. “La Gran Recesión y la crisis política en España habían resquebrajado el discurso unívoco de exaltación sobre la figura del rey Juan Carlos. Algunas de las informaciones sobre la fortuna del rey, que sólo se publicaban en medios extranjeros o en libros semiclandestinos, empezaron a tener eco en la opinión pública española. El relato único se había roto y se empezaba a hablar de los negocios sucios de la monarquía con Urdangarin a la cabeza. Los años dorados del rey Juan Carlos han pasado a mejor vida -ya no lo invitan ni al superaniversario de la Constitución- pero eso no quiere decir que la Corte que lo mimó y protegió haya dejado de hacerlo. La última misión imposible encomendada a la Corte ha sido salvar al rey Juan Carlos de las investigaciones sobre diversos trapicheos destapados en una conversación de Corinna Zu-Wittgenstein con el siniestro comisario Villarejo: el cobro de presuntas comisiones ilegales por el AVE a La Meca, una supuesta fortuna escondida en Suiza, propiedades en Marruecos, amnistías fiscales. El juez Diego de Egea archivó la pieza que investigaba el contenido de esas grabaciones porque, en el momento al que atañen los hechos, el rey emérito era inviolable. Sobre esta cuestión hay diferencias de interpretación jurídica. ¿Es el rey inviolable para todos sus actos o sólo para aquellos que ejerce como jefe de Estado? La inmensa mayoría de la Corte interpreta que Juan Carlos está libre de ser investigado. Pero, cerrada, por el momento, la vía judicial, existía la paralela. El rey podía estar protegido de la actuación de la justicia, pero no del derecho al conocimiento que pueden ejercer nuestros representantes políticos. Pero esa puerta también se ha cerrado hace unos días semana. La Corte del rey -PP, PSOE y Ciudadanos, en la mesa del Congreso de los Diputados- rechazó debatir la creación de una comisión de investigación sobre las actividades sospechosas de Juan Carlos. La Corte no quiere levantar las alfombras porque allí no sólo está el rey sino todos los que le ayudaron, encubrieron o miraron para otro lado y, en último término, está en juego el relato oficial sobre el papel de la monarquía en España en los últimos 40 años.  Hay muchos intereses en juego. La Corte protege al rey emérito gracias a la inviolabilidad en los tribunales y al blindaje en el Congreso, pero, paradójicamente, al bloquear las investigaciones, esa misma Corte extiende la sospecha sobre el monarca y legitima la pregunta que nos viene a los plebeyos a la cabeza: ¿es el rey Juan Carlos un delincuente?”.
El rey Juan Carlos pretendía comparecer en las celebraciones del 40 aniversario de la Constitución, pero no se registró ni una sola referencia en sus palabras, ni en las de la titular del Congreso, Ana Pastor, sobre el papel jugado por la Corona en estas cuatro décadas. Las grabaciones del excomisario Villarejo, difundidas por 'El Español' y 'OK diario', forzaron a arrinconar a don Juan Carlos lejos de los actos oficiales. A principios de este mes, la Casa Real mantenía un prudente silencio sobre sus planes.  Ni una sola mención al 'timonel' de la monarquía. El primer acto de la marginación ocurrió el año pasado, con los cuarenta años de las primera selecciones democráticas. “Estaban hasta los nietos de la Pasionaria”, comentaban algunos SMS cursados desde el móvil de don Juan Carlos a amigos y periodistas. “La auténtica versión de los hechos -comenta José Alejandro Vara, en Vozpópuli- es que el rey padre asumió su sacrificio y aceptó su ausencia, luego de conversar con su hijo. Pero, al seguir la ceremonia por televisión, se encendió y organizó una sonora protesta. Iba a ser este año el del lavado de imagen de don Juan Carlos, el de su restitución pública. Cumplió 80 años en enero. Su esposa, la reina doña Sofía, los cumple en noviembre. La Carta Magna llega a los 40, en diciembre. Una acumulación de efemérides ideal para restitución de la imagen de la Institución, sumamente dañada tras los episodios de la cacería de elefantes en Botsbuana. Pero, el estallido de las cintas de Corinna echó por tierra estos planes. El papel del rey emérito volvía a estar en cuestión. De nuevo, saltaron las dudas en Zarzuela que, ahora, empiezan a quedar despejadas. Don Felipe quiere rendir a su padre el homenaje que se merece. Salvo un nuevo sobresalto, se da por hecho que don Juan Carlos asistirá, al menos, al acto institucional del 6 de diciembre, con el que culminará un programa que arranca la semana próxima. Conciertos, exposiciones, libros, conferencias... una oferta muy completa que, en su momento, preparó Soraya Sáenz de Santamaría y que ha rematado ahora el equipo de Carmen Calvo. Faltan algunas piezas por encajar. El rey padre recibirá, casi con toda seguridad, los honores que le corresponden como uno de los principales protagonistas de la Transición y de la Constitución. Los partidos democráticos de la Cámara están mayoritariamente de acuerdo. Los nacionalistas y la extrema izquierda se muestran algo refractarios. Pablo Iglesias, por ejemplo, no asistió a la presentación oficial de los festejos. Los nacionalistas, tampoco. Don Juan Carlos, esta vez, parece que no tendrá que ver la ceremonia por televisión”.


Unidos Podemos registró, hace unos días, un escrito de reconsideración a la Mesa del Congreso sobre la desestimación de la “comisión relativa a las ilegalidades cometidas por el rey”. Desde el grupo confederal, se mantienen como socios del Gobierno para llegar a acuerdos sobre políticas sociales, pero aseguran que no se sumarán al PSOE para “blanquear la corrupción de la Monarquía” junto con el Partido Popular y Ciudadanos. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo el pasado jueves que ellos no apoyarán la propuesta del Gobierno para suprimir los aforamientos mediante una reforma constitucional “si se deja fuera del control democrático a la Monarquía”. Y pidió al PSOE que rectifique su decisión de impedir una comisión parlamentaria que investigue las presuntas actividades ilícitas del rey emérito. “Es impresentable excluir de los aforamientos al jefe del Estado para actos no refrendados por ministros. Esperamos que el Gobierno lo reconsidere o no contarán con nuestro apoyo”, aseguró Pablo Iglesias en rueda de prensa en el Congreso.

El rey emérito.

Rosa María Arta habla, en Eldiario.es, de la “inviolabilidad del Rey”. “PP, PSOE y Ciudadanos vetaron una comisión de investigación sobre las revelaciones robadas a Corinna. Las habría grabado el comisario, José Villarejo, investigado, y en prisión, por sus negocios, usando las Cloacas del Estado. La ex amante del Juan Carlos I dijo en ellas que el Rey cobraba comisiones ilegales, la utilizaba de testaferra, y que tenía dinero oculto en Suiza. Una información difunda en interés de Villarejo. Pero, ni el monárquico ABC le ha dedicado una línea. El País nos avanzó, sin mencionar la visita a Riad con embajador de por medio, que ‘el juez estudia excluir a Juan Carlos I del ‘caso Villarejo’. Los hechos se produjeron cuando el anterior Rey era inviolable’, añadía. Y se nos volvía a advertir que ‘parte de la nueva información escrutada es 'muy sensible' y afecta a la seguridad del Estado’.  Pocas horas después, la Fiscalía Anticorrupción pedía archivar la pieza sobre Corinna. Y eximía al Rey Juan Carlos de cuanto apuntaba Corinna. A continuación, el juez archivaba la pieza (…) Lo cierto es que la inviolabilidad del Jefe del Estado no parece un concepto aplicable a democracias del Siglo XXI. Mucho menos –por innecesaria– en aquellos en los que su papel es, según la Constitución, representativo y ‘reina pero no gobierna’. Tampoco se entiende, en ningún caso, que actividades privadas queden bajo el amparo de la inviolabilidad del cargo. ‘Afecta a la Seguridad del Estado’, nos dicen. ¿Por qué? ¿Hay que salvaguardar una imagen de limpieza o es por algo más que los súbditos no debemos conocer? ¿Por qué, en su caso, habría que proteger una imagen de limpieza si no fuera cierta? La monarquía de los Borbones ha gozado, sin duda, de otra inviolabilidad: la mediática. Juan Carlos era un rey campechano, mujeriego, que había incrementado su fortuna desde la nada, y a eso se reducía cuanto había que saber. Todos, hasta los periodistas, porque existía el acuerdo tácito de ese silencio reverencial y excepcional para lo poco que trascendiera (...) Es de suponer que alguien, en el Estado y en la propia familia real lo sabía. Pero era otro terreno vedado.  Y Corinna es la misma persona que viajó a Riad en representación del jefe del Estado y fue acompañada por el embajador en sus gestiones. La Corona tiene más protección jurídica que ninguna otra Institución. Dentro de una legislación que el PP reforzó en sus aspectos más restrictivos. Recordemos que, incluso, en 2016, PP, PSOE y Ciudadanos rechazaron despenalizar el delito de injurias al Rey, un anacronismo absoluto”.

La discutida inviolabilidad del Rey.

Fernando López Agudín titula en Público “Delincuencia real e inviolabilidad del Rey” “Delincuencia real e inviolabilidad del Rey -escribe- es un binomio insoportable e insostenible. Lo fue en una transición donde aquella correlación de fuerzas era netamente desfavorable para los intereses populares, pero en la España actual y, sobre todo de mañana, carece de futuro. Aún lo es, ahí está ahora la inexistente investigación parlamentaria sobre Juan Carlos I o el silencio sonoro de la Fiscalía General del Estado sobre las cintas de la conseguidora Corina, pero es el canto del cisne inviolable. Si una magistratura vitalicia, más aún hereditaria, siempre ajena a la renovación, lo tiene muy difícil, cabe afirmar que lo tendrá imposible si pretende continuar disfrutando de la inviolabilidad. No es casual que la complicidad existente, durante los últimos cuarenta años, entre los medios de comunicación impresos y la Zarzuela, sea ahora casi inexistente, a excepción claro está de diarios como La Vanguardia y ABC. Que el Rey sea políticamente irresponsable en una Monarquía Constitucional es un principio político atávico que debiera figurar, junto con el hacha de bronce, en ese Museo de las Antigüedades Políticas que imaginaba Engels. Esa fórmula de la inviolabilidad, de gran tradición monárquica, se plasma en la sentencia británica de que “el Rey no puede cometer injusticia” (the King can do not Wrong), que aquellos hombres de hierro de Cromwel corrigieron con el hacha en 1640. Puede que el atraso histórico de la sociedad española explique la razón por la cual aún no se ha resuelto en las urnas el dilema entre  Monarquía y República, pero desde luego lo que  no explica de ningún modo es que todavía se siga defendiendo que el Rey sea inviolable”.

 Tensión entre pensionistas y policías 

Más de doscientos pensionistas protagonizaron el pasado miércoles momentos de tensión a las puertas del Congreso al intentar romper un nutrido cordón policial. Los jubilados habían convocado una concentración en la Plaza de las Cortes, a las puertas del Congreso de los Diputados, demandando la vinculación por ley de las pensiones al IPC. Sin embargo, al llegar al lugar de cita para la manifestación, una docena de furgones policiales impidieron el acceso a las inmediaciones del Parlamento. Lo primero que los pensionistas descubrieron fue que las vallas que les separaban de la entrada del Parlamento estaban colocadas mucho más lejos de lo habitual. No se les permitía manifestarse ante las puertas del Congreso como llevan meses haciendo. Fue el inicio del enfado de los manifestantes, que intentaron tirar las vallas que les separaban de la Policía para intentar acceder a las puertas del Congreso, mientras los policías antidisturbios bloqueaban el acceso de los jubilados empujándoles. La Policía les impedía la entrada a la Carrera de San Jerónimo y, aunque, en algún momento, lo consiguieron, los agentes antidisturbios colocaron de nuevo las vallas en su lugar, aumentando la tensión, registrándose algunos enfrentamientos entre Policías y manifestantes. De hecho, estos últimos aseguran que han sido tratados con violencia o excesiva fuerza. “Nosotros -explica Leopoldo Pelayo, portavoz de la Coordinadora de Pensionistas de Madrid- actuamos de forma pacífica. Era la primera vez que no nos dejaban pasar a la Plaza de las Cortes a manifestarnos. Incluso se nos permitió con el Gobierno del PP. Pero esta vez, la Policía no parecía dispuesta a dejarle pasar. Y se aplicaron aún más al ver cómo derribaban las barreras protectoras. Los manifestantes protestaron gritando “El PSOE nos está tratando como delincuentes. Está deteriorando nuestro derecho a la libertad de expresión y no lo vamos a permitir”, “Estáis pegando a vuestros abuelos” o “Somos pensionistas, no terroristas”. 



Ocho representantes de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones entraron a la sesión de control del Gobierno en el Congreso de los Diputados, para escuchar cómo Yolanda Díaz, diputada de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea interpelaba al Gobierno de Pedro Sánchez sobre la revalorización de las pensiones. Y entregaron un documento con sus demandas. Los manifestantes condenaron las declaraciones de la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, quien rechazó vincular por ley las pensiones al IPC sin consenso en el Pacto de Toledo. “Dijeron que lo iban a revalorizar -explicó Gerardo Ruíz, portavoz de los pensionistas de Móstoles- pero no nos conformamos. Es muy fácil, queremos el IPC real, como pasaba antes de la crisis. Creemos que el Pacto de Toledo está ya superado y están tratando de engañarnos una vez más”. Al salir del Parlamento, la Policía impidió a los ocho pensionistas atravesar las vallas para acceder a la concentración de sus compañeros y tuvieron que dar un rodeo por las calles aledañas. “He intentado negociar con la Policía para que nos dejaran salir por donde está el vallado -se lamentó Ruiz-, de manera que nos pudieran recibir nuestros compañeros. Pero nos lo han impedido. Nos tienen por terroristas”. Juan, de la Asociación de Pensiones Dignas Ya de Fuenlabrada, denunció “la maniobra de la policía borbona”, ya que los pensionistas solo están pidiendo “un salario justo” y merecen “respeto” por haber cotizado “durante 45 años”. Y denunció “la represión sistemática en todos los aspectos relacionados con los Derechos Humanos” mientras existen “17.600 aforados en España”, una cifra sin comparación en Europa.


Un pensionista se quejó del trato recibido por la Policía. “Me han pegado. Un policía muy chulo me ha metido los codos en el pecho. Los otros eran más moderados. (…) Ha cogido y me ha pegado una patada en los gemelos”. Pablo Iglesias, líder de Podemos, salió del Congreso de los Diputados para acercarse a los manifestantes y actuar como mediadores entre la Policía y los pensionistas y mostrarles sus apoyos. Sin embargo, un agente le advirtió a que tuviera cuidado pues, según él, los pensionistas eran violentos. Iglesias le contestó: “Hombre, muy agresivos... Son pensionistas”. Dijo que lo hay que hacer es aplaudir a esta gente y no empujarla y agredirla. “No se merecen antidisturbios sino aplausos”.  A la concentración también se unieron el diputado de En Marea Antonio Gómez-Reino; el secretario de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales de Podemos, Rafa Mayoral; el diputado de la formación morada, Alberto Rodríguez, entre otros. Pese a esta mediación, los pensionistas no han podido llegar hasta la puerta del Congreso. Fue el momento en que uno de los agentes advertía a los diputados de Podemos de la violencia de los manifestantes pensionistas. Pese a sus palabras, Iglesias conversó con varios pensionistas y criticó que se hubiera recibido a “empujones” a nuestros mayores. “No se puede recibir a la generación de la democracia a empujones. A esta gente hay que abrazarla y respetarla porque, sin ellos, no hubiera sido posible la moción de censura” que expulsó a Mariano Rajoy de La Moncloa. En la misma línea el diputado de Podemos, Alberto Rodríguez se quejó de la actitud de la Policía y tachó de “inadmisible” que no se permitiese a los pensionistas protestar a las puertas del Congreso bajo un Gobierno socialista. Los agentes han trasladado a los diputados morados que, por motivos de seguridad, no permitirían a los pensionistas avanzar un paso más. Entre las consignas más coreadas: “¡PSOE, PP, la misma mierda es!”, “¡No se ven diputados del PSOE”!, “¡No somos terroristas, somos pensionistas!” y “Queremos la pensión del padre del Borbón”. Los manifestantes defendían también “romper el Pacto de Toledo” y jalearonn al líder de Podemos: “¡Pablo, Pablo, presidente”!


La Justicia belga deja a Valtony, en libertad.


Las fotomontajes y las imágenes más sorprendentes de esta semana:



Dijo o pensó Aznar: Franco estaría orgulloso de nosotros.


Indignante artículo de Arcadi Espada, cofundador y promotor de Ciudadanos.



El tuit de Hermann Tertsch sobre Teresa Rodríguez que tuvo que borrar. 


 Sorpresón, la justicia belga rapea a favor de Valtonyc. No tardaremos en escuchar criticas contra Bélgica…


No solo hay que sacar a Franco del Valle de los Caídos, también hay que sacarlo del ejército, del poder judicial, de la Iglesia, de la dirección de la policía y de la Guardia Civil.


Los pensionistas dándonos otra vez una lección de lucha y de dignidad.

Otoño, en el país del Sol naciente.


Vio las armas de destrucción en Irak, pero no vio a Correa en la boda de su hija, ni los sobres de dinero negro en su bolsillo...


El humor en la prensa de esta semana: El Roto,Peridis, Manel F.,Vergara, J. R. Mora, Pedripol, Eneko, El Malagón, Pat, Atxe…





















 Cría cuervos.
 Inesperado



Pep Roig, desde Mallorca: Illes Balears, los últimos de la fila y pagando,  Vuelven los jarrones chinos, Atraco a recibo, Experiencia, Aforramiento, Mal genio y figura.







Los vídeos de esta semana.

Mix - Ska-P - Jaque al Rey Mix - Ska-P - Jaque al Rey Skaparapid-Que trabaje el rey ELGIO - NECESITO EXPRESARME || VIDEOCLIP Altercados en la protesta de pensionistas a las puertas del Congreso de los Diputados Tensión a las puertas del Congreso en la manifestación de pensionistas Tensión en el Congreso entre pensionistas y policía Polònia - 20/09/2018

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