martes, 4 de julio de 2023

¿Qué está pasando en Francia tras el asesinato de Naël?

Disturbios en Francia por el asesinato de Nahel.

La Policía,  mientras explota material en Nanterre, al noroeste de París.

En Francia, continúan las noches de disturbios en todo el país. Hasta el punto de que el presidente, Emmanuel Macron, tras el incremento de la violencia en el país, tuvo que cancelar su agenda de visita de Estado a Alemania, regresando de Bruselas, en donde se celebraba la cumbre de la UE, a París, para solventar la situación e intentar rebajar la violencia. Una violencia desatada el pasado martes, cuando el joven Nahel moría por un disparo de un policía que le paraba en un control. El adolescente no tenía carné y, ante un posible intento de fuga, el agente declaró haber decidido abrir fuego. Pero, gracias a unas grabaciones, se comprobó que su testimonio era falso y fue detenido, acusado de homicidio voluntario. Desde entonces el país, especialmente en la zona de Nanterre (localidad de la víctima) se sumió en una ola de protestas y violencia policial por lo ocurrido. Miles de personas fueron detenidas, hubo destrozos de mobiliario urbano, centenares de incendios en la vía pública, ataques a comisarías y vehículos policiales, innumerables daños a negocios…

Toda una oleada de indignación y movilizaciones que obligó al Gobierno galo a ampliar el dispositivo policial para intentar sofocar la revuelta con 45.000 agentes desplegados en las calles, con especial presencia en lugares como París, Marsella y Lyon. Los altercados también incluyeron centenares de incendios en la vía pública, desperfectos en multitud de edificios e innumerables escenas de tensión. Y todo por la muerte de Nahel, el joven de 17 años que circulaba, sin permiso de conducir, en un Mercedes amarillo por las calles de Nanterre, al oeste de París, detenido y muerto por el disparo de un policía. La Fiscalía de Nanterre solicitó la imputación por homicidio voluntario del mismo.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, denunció una “instrumentalización inaceptable” de la muerte del adolescente. Macron condenó “con la máxima firmeza” a quienes, a su juicio, quisieron “utilizar” el momento para “crear desórdenes y atacar a las instituciones”. Y aludió a la “responsabilidad de los padres”. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, trasladó su petición en una reunión con representantes de las diferentes prefecturas de la Policía. El Gobierno quiso, además prohibir, la venta y transporte de morteros, bidones de gasolina, ácidos y productos inflamables y químicos, susceptibles de ser utilizados durante las manifestaciones. La oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó su “preocupación” por la muerte del adolescente de origen magrebí y señaló que “es el momento de que el país ataje de manera seria los graves problemas de racismo y discriminación en las fuerzas de seguridad”. Y hasta Ravina Shamdasani, la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, llamó a respetar el derecho de reunión y pidió a las autoridades que atajasen cualquier posible “elemento violento” en las protestas, teniendo en cuenta los principios de “legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación, precaución y rendición de cuentas”. En este sentido, llamó a investigar “rápidamente” cualquier posible sospecha sobre un uso excesivo de la fuerza durante estas protestas.

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