miércoles, 13 de marzo de 2024

Magüi, la cantante de Ginebras, no entiende nada: ¿qué está pasando con el público de los conciertos?

 

Magüi, de Ginebras, cantando 'Muchas gracias por venir' en un concierto en Sevilla.

Ginebras es una banda musical española de indie rock, formada en 2018 por cuatro mujeres: Magüi Berto (voz y guitarra), Sandra Sabater (guitarra solista), Raquel López (bajo) y Juls Acosta (batería). Un incidente en un concierto en Gijón recuerda al que esta banda ya sufriera en un festival el verano pasado. No se respetó a las artistas. Nos lo recuerda en Público Laura Cuesta: “Lo de tener que mandar a callar a un sector de los asistentes de un concierto no es nada nuevo. En 2017, Pucho, cantante de Vetusta Morla, tuvo que rogarle al público de la Joy Slava un poco de respeto para el cantautor Jacobo Serra. Varios compañeros de la industria salieron en defensa del artista. En esos casos conviene no encabronarse, porque va en contra de esa comunión que tratas de crear con el público, yo suelo echar mano del humor y les pregunto: ¿se escucha bien?, porque lo cierto es que yo os escucho de puta madre”.

Con el paso de los años, el barullo de conversaciones en medio de los conciertos no solo no se ha rebajado, sino que parece que es cada vez más la tónica general en este tipo de espectáculos. Las últimas “víctimas del murmullo” han sido las Ginebras. En el bolo que celebraron en el Teatro Albéniz de Gijón el pasado 24 de febrero vivieron en primera persona el horror de tener que interrumpir el show porque tu público está haciéndolo por encima de su voz. En un vídeo grabado y compartido en Twitter, se puede ver cómo Magüi, vocalista del grupo, se quedó a cuadros al ver que el público no paraba de hablar mientras trataba de presentar la siguiente canción. El murmullo de voces constante hizo que interrumpiera varias veces su discurso e incluso llegó a preguntar si todo iba bien en la pista. Sandra Sabater, guitarrista de la banda, no dudó en saltar al barro para dar un toque de atención tras lo ocurrido. “Si no os molan las chapas, no vengáis a un bolo de Ginebras y si no vais a respetar al de al lado (ya no digo a nosotras, eso es hasta secundario), tampoco vengáis”, apuntó en su perfil de Twitter.

Lo que pasó en Gijón por desgracia no fue una experiencia nueva para esta banda. En otras ocasiones, Ginebras ya ha tenido que enfrentarse a las faltas de respeto del público mientras hacen su trabajo. El último episodio se remonta al verano de 2023 y, en este caso, tuvo que ver con un festival y no un concierto propio. Y Sabater volvió a utilizar el altavoz de Twitter para reivindicar lo que habían vivido desde arriba del escenario durante su concierto en el O Son do Camiño. “En varios conciertos (incluido el nuestro), las primeras filas estaban copadas de grupos sentados en el suelo reservando hueco para ver a un artista que actuaba después.  Algunos estaban de pie, con cara de culo, bostezando e incluso vacilando. Esas personas no dejaban disfrutar del concierto a los que sí estaban ahí para escucharnos. Es molesto, es irrespetuoso y es de tener bastante mala educación”, explicó la guitarrista sobre su experiencia en el festival que se celebra cada verano en Santiago de Compostela.

Otros artistas no tardaron en dar la razón a Sabater. El debate no está en que bandas como Ginebras merezcan el gusto de ser escuchadas y admiradas por todo tipo de público. Hasta ellas son conscientes de eso. “No pretendemos gustar a todo el mundo, pero es tan sencillo como dejar hueco a los que sí quieren escucharnos y echarse un poquito para atrás”. El periodista musical Arturo Paniagua, tras el incidente de las Ginebras en Santiago, intentó buscarle explicación. “En un mundo idílico ir a un festival es una oportunidad para descubrir música, no una acampada en primera fila para ver a un único artista. El respeto, la curiosidad y el amor por la música se está perdiendo por culpa de un consumo cada vez más rápido y menos heterogéneo”.

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