sábado, 21 de diciembre de 2024

Kafka: “Todo lo que amas probablemente se pierda”.

 

Paseaba Franz Kafka, quien nunca se casó ni tuvo hijos, cuando conoció a una niña que lloraba porque había perdido su muñeca favorita. Ambos buscaron sin éxito a la muñeca y Kafka le propuso que se volvieran a reunir al día siguiente para renovar su búsqueda.

Al día siguiente Kafka le dio a la niña una carta “escrita por la muñeca” que decía: “Por favor no llores, me fui a un viaje para conocer el mundo. Te escribiré sobre mis aventuras”. Así comenzó una historia que continuó hasta el final de la vida de Kafka.

En sus encuentros, el escritor leía las cartas de la muñeca escritas con aventuras y conversaciones que la niña consideraba adorables. Finalmente, Kafka le compró una y se la llevó a la niña diciéndole que su muñeca favorita había vuelto a Berlín.

“No se parece en absoluto a mi muñeca”, dijo la niña.  Pero Kafka le entregó una carta en la que la muñeca escribía: “mis viajes me cambiaron”. La niña besó a la nueva muñeca y la trajo feliz a casa.

Un año después, Kafka murió. Y años después, cuando la niña era ya adulta, encontró una carta de la muñeca firmada por Kafka que decía: “Todo lo que amas probablemente se perderá, pero al final el amor volverá de otra manera”.

Frank Kafka fue un escritor de lengua alemana, nacido en 1883, en Praga, y fallecido en el año 1924, en Austria.

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