Kafka: “Todo lo que amas probablemente se pierda”.
Paseaba Franz Kafka, quien
nunca se casó ni tuvo hijos, cuando conoció a una niña que lloraba porque había
perdido su muñeca favorita. Ambos buscaron sin éxito a la muñeca y Kafka le
propuso que se volvieran a reunir al día siguiente para renovar su búsqueda.
Al día siguiente Kafka le
dio a la niña una carta “escrita por la muñeca” que decía: “Por favor no
llores, me fui a un viaje para conocer el mundo. Te escribiré sobre mis aventuras”.
Así comenzó una historia que continuó hasta el final de la vida de Kafka.
En sus encuentros, el
escritor leía las cartas de la muñeca escritas con aventuras y conversaciones
que la niña consideraba adorables. Finalmente, Kafka le compró una y se la
llevó a la niña diciéndole que su muñeca favorita había vuelto a Berlín.
“No se parece en absoluto
a mi muñeca”, dijo la niña. Pero Kafka
le entregó una carta en la que la muñeca escribía: “mis viajes me cambiaron”. La
niña besó a la nueva muñeca y la trajo feliz a casa.
Un año después, Kafka
murió. Y años después, cuando la niña era ya adulta, encontró una carta de la
muñeca firmada por Kafka que decía: “Todo lo que amas probablemente se perderá,
pero al final el amor volverá de otra manera”.
Frank Kafka fue un
escritor de lengua alemana, nacido en 1883, en Praga, y fallecido en el año
1924, en Austria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario