miércoles, 3 de febrero de 2010

El último extravío de Tertsch.



¿Dónde está Hermann Tertsch? se preguntaba el espectador hace cinco días, exactamente el pasado 29 de enero cuando Telemadrid emitió el “Diario de la Noche”, viéndose la pantalla en negro durante casi un minuto. Uno de los primeros en hacerse eco del incidente y contar minuciosamente los segundos transcurridos fue la plataforma Salvemos Telemadrid, que colgó el vídeo en Youtube y dejó huella de lo sucedido esa noche. La asociación acusaba al presentador de no estar en su puesto de trabajo justo en el momento de comenzar el programa, y de provocar de esta manera una pantalla en negro y el silencio durante 48 largos segundos. Por ello exigía una explicación a la televisión pública y que alguien diera la cara por lo sucedido.

La versión oficial de Telemadrid –según explicaba “Público”– es que el fallo se había debido a “un problema técnico de realización”. Pero la imagen que sucedió al “negro”, despertó todavía más sospechas. Basta fijarse cómo Tertsch se presentó, tras la impresión en la pantalla de que se acababa de colocar la chaqueta, una cara de circunstancias y la corbata algo torcida. Una imagen que parecía hablar por sí sola.

El pasado mes de octubre –continuaba “Público”–, Juan Antonio Ruiz-Castillo denunció en la Asamblea de Madrid el “estado” del periodista a la hora de hacer el programa. “El diputado socialista habría que cuidar esas cosas –se atrevió a decir el diputado– porque, así, a lo mejor se perdería menos audiencia”. Y explicó que “si, para la misma frase, se equivoca siete veces y la repite doce, lo más seguro es que un telespectador cambie de canal”. Y señaló que Tertsch “da la impresión de que a veces no está en sus plenas facultades”.
El periodista encargado de impartir las noticias y comentarios en “Diario de la Noche”, de Telemadrid, fue noticia hace unas semanas, después de ser ingresado “por unos golpes recibidos en un bar de copas del centro de Madrid”, tras intentar convertir su caso en el del “mártir de la libertad de expresión”. El efecto, el Gobierno de la Comunidad de Madrid con su presidenta, Esperanza Aguirre, a la cabeza, habló de la supuesta conspiración contra Tertsch. Y el PP, sus juventudes y la derecha mediática mentaron al claro culpable de la misma: el Gran Wyoming y, en consecuencia, toda la Sexta y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Aguirre se encargó de enlazar nexos causales entre la agresión y un vídeo humorístico publicado en el programa “El Intermedio”, en el que Gran Wyoming parodiaba unas declaraciones desafortunadas del periodista. Aunque la Policía abrió una investigación que acabó con la detención y posterior puesta en libertad sin fianza de Ramón Narváez Gandarias, propietario de un local en el madrileño barrio de Salamanca y supuesto agresor de Tertsch. Y la presunta conspiración, convertida por el periodista en una cuestión de Estado, acabó por esfumarse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamento disentir amigo Santiago. Creo que para muchos espectadores la pantalla en negro no suponía una invitacion para cambiar de canal. Antes al contrario, quienes poseen criterio, permanecieron en él -en este caso ante el pantallazo negro,- con la expectativa de que se cumpliera, para ver y oír a Herman Tertsch, periodista de raza y amplisimo bagaje. Ha sido victima de una agresión fisica que le ha podido costar un grave perjuicio o incluso la vida, (Esto es un hecho incontestable) y todo parece indicar que también es víctima de una operación de acoso, derribo y descrédito de su persona y capacidades profesionales. Tersch habla claro y remueve el palo del gallinero. Por ello, el régimen ha dispuesto que hay que combatirle con la difamación o "como sea." No cuenten conmigo.

Chiflos.

Santiago Miró dijo...

Amigo Chiflos: Siento que no coincidamos en este punto. Que el periodista Tertsch fue víctima de una agresión física no lo duda nadie. Lo que se ignora es el motivo y las circunstancias, cosa que, al celebrarse el juicio, espero se llegue a saber. En todo caso, trato de aportar en mi página web otros puntos de vistas, diferentes de los mantenidos por la derecha que le sostiene.