Gallardón, como tantos otros, deja la política para forrarse.
Retirado de su cargo y su trabajo, Gallardónha ha sabido subirse al carro de los que más ganan sin pegar golpe.
La misma semana en la que Alberto Ruiz-Gallardón
dejaba el ministerio de Justicia, el escaño y la política, ingresaba en el
Consejo Consultivo de la
Comunidad de Madrid, salvando su futuro como Joaquín Leguina,
ambos expresidentes de la
Comunidad de Madrid. Este órgano consultivo establece que los
expresidentes de la
Comunidad de Madrid serán consejeros permanentes de carácter vitalicio,
con un sueldo de 8.500 euros mensuales
(5.500 euros netos), un despacho con vistas a la Gran Vía , coche,
conductor y secretaria. Como consejero permanente, Ruiz-Gallardón percibirá la
misma retribución prevista para los consejeros del Gobierno regional. Una cifra
que ha sido duramente criticada por Luis de Velasco, de UPyD en la Asamblea de Madrid, asegurando que el exministro “tiene más
suerte que millones de parados y aspirantes a mileurista de este país: no está
ni un día en el paro y ya le dan un sueldo millonario”.
Ruiz-Gallardón conseguía el ingreso en este
órgano en sólo 48 horas y su sueldo confirma que este organismos es “superfluo”
y “sólo sirve como carísimo cementerio de elefantes”, en palabras de Luis de Velasco,
que lo considera “una burla al contribuyente”. Según UPyD, el Consejo
Consultivo cuesta actualmente al ciudadano 4,3 millones de euros al año y “no
es más que una réplica a escala autonómica del Consejo de Estado, un organismo
que podría realizar las mismas funciones sin gasto adicional para los
madrileños”. Como miembro del Consejo Ruiz-Gallardón deberá asistir a sus reuniones,
que en 2013 fueron 67; 21 en Pleno y 46 en Comisión Permanente. Durante todo el
año 2013 el Consejo recibió un total de 682 consultas. Está formado por diez
miembros: el presidente, Ignacio Astarloa (el mismo que fuera secretario de Estado con Aznar,
miembro del Opus-Dei y conocido ultraconservador que está en contra el aborto),
dos consejeros permanentes, Leguina y Ruiz-Gallardón, seis consejeros electos y
un secretario general.
Desde 1977, más de una veintena de ministros ha dicho
adiós a sus carteras por diferentes motivos. El último en
engrosar esta lista, el exministro Alberto Ruiz-Gallardón. El
primero en hacerlo fue Gabriel Pita da Veiga, en 1977. El que fuera ministro de
Marina con Adolfo
Suárez no aceptó la legalización del Partido Comunista de
España (PCE) y salió del Gobierno tras la decisión del abulense. Dos ministros
le acompañaron en los años siguientes: Fuentes Quintana y Abril Martorell,
ambos por discrepancias con otros miembros del Gobierno. Le siguieron Francisco Fernández
Ordóñez y José Luis Álvarez, ministros de Justicia y Transporte,
respectivamente; presentasen su dimisión en 1982. Luego, Miguel Boyer,
Alfonso Guerra, Julián
García Valverde, Vicente Albero, Narcís Serra, Julián García Vargas, José Luis Corchera,
Antoni
Asunción, Fernández Ordóñez, Manuel Chaves, Manuel Pimentel
(el único ministro que dimitió por un escándalo de corrupción relacionado con
una adjudicación de ayudas públicas). Abel Matutes y Eduardo Serra
decidieron no seguir en la segunda legislatura y Jaume Matas
dejó su ministerio para presentarse a la presidencia de Baleares (Hoy, Matas se
encuentra en la cárcel, acusado de tráfico de influencias). José Bono
dejó el Ejecutivo en 2006 para “dedicarse a su familia”. José Montilla
y Juan
Fernando López Aguilar dejaron sus ministerios para presentarse
a las autonómicas de Cataluña y Canarias, respectivamente. Fernández Bermejo,
dejó su cargo tras la lluvia de críticas recibidas tras el escándalo de una
cacería, Miguel
Arias Cañete lo hizo para encabezar la lista de los populares
en las europeas.
El portavoz del PSOE en
el Congreso, Antonio Hernando, tilda como
“repugnante” que el ex ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, haya entrado de inmediato y después de su dimisión
como ministro de Justicia en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid.
Hernando rechaza actitudes como la de Ruiz-Gallardón porque “a los ciudadanos
les produce repugnancia y alejan a los ciudadanos de la política”. Según él, el
ex ministro y también ex alcalde de Madrid “quizá debería haber sido un
poco más cuidadoso” porque “nadie lo entiende”. El portavoz del Grupo
Socialista ha rechazado tanto “las puertas giratorias de lo público a lo
público” como las “puertas de lo público a lo privado”. Y de la misma forma que
ha calificado como “repugnante” la actitud de Ruiz-Gallardón, ha dicho que el
paso de ex ministros socialistas y populares
de su cargo público a los consejos de administración de las empresas le merece
la misma consideración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario