¿Y quién es Rato?
“Me suena –escribe Rafa García
Almazán en su blog Kabila–. Hoy preguntar por Rato en el Partido Popular es
encontrar el vacío. Nadie sabe nada, ha sido calificado de apestado y nadie
quiere nombrarle. Parece que no ha existido, que ha sido un sueño, mejor una
pesadilla, pero al fin y al cabo, irreal. Porque Rato, aunque ustedes no se lo
crean –que son unos incrédulos—, no ha sido nadie. Casualmente fue vicepresidente
económico con Aznar, por casualidad estuvo a punto de suceder a Aznar y llegar
a ser presidente, sin querer fue nombrado presidente del Fondo Monetario
Internacional y de carambola llegó a presidir Caja Madrid-Bankia, sustituyendo
al canalla Blesa.
“Ahí tienen ustedes al presidente
del gobierno que no le nombra, cuando ha sido junto a él vicepresidente con
Aznar, ahora se ha convertido en el Innombrable. Al preguntarle por Rato a
Rajoy contesta ‘… esa persona de la
que usted me habla…’. Igualito que
con Bárcenas, otro innombrable. Y mientras que las demás organizaciones, tanto
partidos como sindicatos o patronal han tomado acciones, han obligado a dimitir
a sus propios sinvergüenzas de las tarjetas Black, en el PP nada de nada, ellos
siguen sus ritmos, el ritmo de Rajoy, ese presidente que deja morir las cosas
por sí mismas aunque, cuando mueren, han dejado infectado a todo su partido.
Ese presidente que no toma acción, que no pronuncia el nombre de aquellos que
hasta ayer eran sus amigos –p. e. Bárcenas o Rato—. Para empezar, el PP se han
opuesto (por sexta vez) a formar una comisión de investigación del caso
CajaMadrid-Bankia en el Congreso. Por otro lado, han abierto un expediente a su
gente implicada en este tema, pero de momento ahí siguen, esperando. (… )
“Es maravilloso ver a estos
prohombres –continúa escribiendo García Almazán–, patriotas de hojalata,
trileros mayores del reino, insaciables chupopteros de gloria y pasta, como se
van hundiendo en el barro que ellos mismos fabricaron. Aunque menos de lo que
debían. Porque
cada vez que uno de estos carismáticos personajes caen bajo el yugo de la
justicia se empieza a saber que la imputación es sólo la punta del iceberg.
Ahora resulta que además de no saber todavía por qué Rodrigo Rato salto del
FMI, nos enteramos de que recibió seis millones de euros de
Inversiones Lazard –donde fue director
gerente en 2008 y 2009–, curiosamente la misma empresa que asesoró a Caja
Madrid sobre su salida a Bolsa y sobre la integración con Bancaja, por lo que
cobraron más de 13 millones. ¿Pura casualidad? ¡Y una leche!
“Y la cosa no queda ahí –termina
Kabila–, porque el Sr. Rato, mientras era presidente de Bankia, actuaba como asesor del banco turco Akbank,
incumpliendo de esta manera la Ley de Cajas que exige dedicación exclusiva.
Otra sinvergüencería más que denota la impunidad en la que vivían estos
chorizos impresentables”.
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