RTVE vuelve al pasado más carca.
Sin alianzas con nadie, el PP ha propuesto en el
Congreso de Diputados a José Antonio Sánchez como el nuevo presidente de RTVE.
Con 58 años y licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad
Complutense, Sánchez trabajó para el PP de Aznar en 1994 y en 1995, cuando
ejercía como cronista parlamentario del ABC de Ansón.
Entre el 2000 y el 2004, fue director de RTVE y, en la actualidad, era director
general de Telemadrid. Al frente de ella, forjó la ruina de la cadena, hizo
bajar las audiencias hasta el infierno y utilizó el medio para terminar de
convertirla en una televisión partidista, con deudas siderales y con una
audiencia mínima. En su web Kabila, Rafael García Almazán escribe, entre otras
cosas:
“Para que no le falte de nada al nuevo presidente
de RTVE, hay que recordar que es uno de los nombres que cobraron en B y que
figura en los papeles de Bárcenas. Como se puede ver una verdadera joya, con un
currículo digno de elogio, que sin duda dará que hablar en el futuro próximo. No
hace falta ser muy listo para encontrar razones por las que se va a nombrar
presidente del ente a este mastuerzo y es que ya ha empezado la campaña
electoral. El PP no da puntada sin hilo y quiere colocar a uno de sus hombres,
capaz de empeorar el pluralismo y la objetividad en pro de una campaña
electoral a su favor, sin empacho y con experiencia demostrada. Ésta es la
razón. De nuevo, mentir, manipular, desinformar. Si hasta ahora ya se daba esta
dependencia política, espérense a esta nueva etapa, batirá récords.
“Yo propongo algunas iniciativas para que quede
claro lo que va a ocurrir en RTVE. Primero, que le cambien el nombre, podría
llamarse TeleGénova o TeleMarhuenda. Además, que se abran y se cierren las
emisiones con la gaviota pepera volando sobre un cielo azul. También, se podría
semanalmente emitir una encuesta manipulada sobre los datos electorales, donde
el PP –de forma cautelar y pausada— vaya subiendo el porcentaje de sus votos
hasta que días antes de las elecciones llegue a la mayoría absoluta. Y, por último,
podrían sustituir Bricomanía por Rajoymanía, y en ese espacio se podría ver,
semanalmente, al presidente del gobierno haciendo obras de caridad o
satisfaciendo sus aficiones, como dando limosna a un mendigo en la puerta de
una iglesia, o viendo repetidamente los tours donde ganaba Indurain o el
partido de la décima Champion de su Madrid, y cómo no, jugando a la guerra con
sus soldaditos de plomo donde siempre ganaran los de la bandera rojigualda.
“En fin, nos toca sufrir todavía en este año
electoral, aunque todas estas decisiones disparatadas que apuntan estos peperos
nos están revelando que están viendo mal las futuras elecciones y que tienen
que acelerar el pedal de la manipulación y la mentira para tratar de conseguir
los votos que están perdiendo. Espero –termina escribiendo García Almazán– que
ante tan burdos planes, los electores demuestren que no es fácil volver a
engañarles”. De esta forma, Sánchez se convertirá, tras la aprobación de las
Cortes, en el decimonoveno presidente de RTVE de la democracia y en el cuarto
que accederá al cargo con el respaldo
del Congreso, tras sus predecesores Luis Fernández, Albert Oliart y
Leopoldo González-Echenique.
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