Pedro Sánchez logra resucitar en el PSOE.
(Repaso hoy el acontecimiento
registrado en el seno del PSOE que un fallo detectado en mi blog impidió
que publicara durante el domingo y parte del lunes.)
La victoria de Sánchez fue más
contundente de la esperada. Al 99,23% de los votos escrutados, había logrado el
50,21% de los sufragios y 74.223 votos.
Díaz, se quedó en el 39,94 % y con menos votos que los avales que presentó el 4
de mayo. Por su parte, Patxi consiguió 9,85 votos, apostando por él 14.571
militantes. Sánchez ganó en todas las comunidades autónomas, excepto en
Andalucía, superando en votos a Díaz en comunidades como Aragón, donde la
dirigente andaluza le había doblado en número de avales. La victoria de Sánchez
y su contundencia supone toda una convulsión en la estructura del aparato del
partido y de sus cargos orgánicos, muchos de ellos abiertamente enfrentados con
quien volverá a ser ahora su secretario general. La candidata y presidenta
andaluza no pudo disimular en su rostro, en sus gestos y en sus palabras la
inquina que siente contra Sánchez, ni la sorpresa de una derrota que no
contemplaba ni en sus peores pesadillas. Nada más conocerla, mostró constantes
gestos de frialdad hacia Pedro Sánchez. La primera felicitación la hizo por
teléfono cuando ambos estaban en la misma planta del edificio, separados por
unos metros de distancia. Hubo un intento de la candidatura de Sánchez de
comparecer los tres juntos, pero también Díaz se negó. Finalmente, salieron los
candidatos uno por uno, y la presidenta andaluza accedió sólo a posar
brevemente ante las cámaras en la misma sala de prensa de Ferraz y no con su
mejor cara. En su intervención ni siquiera felicitó públicamente a Pedro
Sánchez ni se puso a disposición directamente del nuevo secretario general,
como sí hizo Patxi López, previamente. Se limitó a decir que ella seguía “a
disposición del partido” cuando se la necesitara. Y abandonó Ferraz por el
garaje, como hiciera Sánchez aquel 1 de octubre.
Un debate con más espinas que rosas.
El objetivo del debate de hace
una semana no fue tanto de ganar como aguantar. “La campaña de primarias
–escribió Nacho Cardero en El Confidencial– no pasará a los anaqueles de la
ciencia política por su sofisticación. Si por algo se está caracterizando este
proceso, acaso uno de los momentos más críticos del PSOE en sus 140 años de
historia, clave para la supervivencia de la formación y para el devenir del
país, es por su falta de fineza. Mientras los candidatos se ciñen al discurso
oficialista delante de las cámaras, envían tras bambalinas a sus subalternos
para que se den de navajazos en la calle, a plena luz del día, como en un
episodio de 'Narcos'. A determinados enemigos solo se les puede vencer si te
mimetizas con ellos, si participas de sus engaños y tácticas. Tal vez por ello,
a los tres candidatos se les está quedando cara de Pablo Escobar según
transcurren los días. ‘Gane Sánchez o se imponga Susana, el PSOE se va a meter
después en un ajuste de cuentas que bloqueará cualquier entendimiento con el
Gobierno’, analizaron desde el PP al PSOE del post-congreso federal… Existe la
convicción de que el número de votos en las primarias no diferirá mucho del de
firmas registradas hace 10 días. Más que luchar por nuevos votos, Susana Díaz
intentará agarrar los que ya tiene. Aguantar. No cometer ningún traspié. Evitar
caer en el barro y las confrontaciones personales. Muy al contrario, Sánchez
está obligado a sorprender, a arriesgar. Dan por hecho que sacará un conejo de
la chistera. Otro más y ya van…”
El debate a tres, en Ferraz.
Margarita
Robles: “En el debate fueron claramente a por Pedro Sánchez”
Algunas personalidades como Margarita
Robles, diputada socialista, número dos por Madrid en la lista del PSOE que
encabezaba Pedro Sánchez, reconocía en Cuartopoder: “En el debate, fueron
claramente a por Pedro Sánchez. En mi opinión, no resulta aceptable una
descalificación personal como la que se hizo, diciendo que Pedro Sánchez era el
problema. Creo que descalificaciones así no deben tener cabida en el ámbito del
Partido Socialista. No se puede decir que Pedro es el problema cuando, en el
año 2011, se perdieron 4 millones de votos. De la misma manera no se debe
hablar de vaivenes de Pedro cuando, en Andalucía, se ha gobernado sin solución
de continuidad en una legislatura con el apoyo parlamentario de Izquierda Unida
y en la siguiente, la actual, con el apoyo de Ciudadanos, que ciertamente son
opciones muy diferentes”. Margarita se refirió a la coherencia de Pedro
Sánchez, capaz de dimitir de su acta de diputado, irse al paro, con tal de
defender aquello con lo que se había comprometido en su programa electoral:
votar ‘no’ a Mariano Rajoy. “Pedro Sánchez lleva diciendo, desde el momento en
el que anunció su candidatura, que él quiere un PSOE que sea autónomo, que
llegue a recuperar otra vez el Gobierno de la nación y que sea la principal
fuerza de la izquierda. Ahora bien, es evidente que la situación en este
momento ha cambiado porque ya no estamos en un marco de bipartidismo. Nos vamos
a tener que acostumbrar a hacer política con cuatro partidos fundamentales a
nivel estatal”. Y Robles defendía que la
campaña de Sánchez no fue nada personalista. “Ha hecho muchísimos actos, más de
150 por toda España, en los que no ha intervenido él, sino diputados o personas
que le apoyan. Todo el mundo tiene que
tener muy claro que este país no va a funcionar si no hay un partido socialista
fuerte, unido, que llegue al Gobierno y que sea capaz de transformar España.
Eso no se va a hacer sin un PSOE unido”.
El secretario de Organización del
PSC, Salvador Illa, llamó el pasado lunes a los candidatos a las primarias del
PSOE a ofrecer un “enfoque claramente de futuro y no tanto de mirar por el
retrovisor del pasado”. Justo antes del debate de los tres candidatos –Susana Díaz, Pedro Sánchez, Patxi López–, los
socialistas catalanes dirigentes del partido, encabezados por el primer
secretario del PSC, Miquel Iceta, avanzaron la reunión semanal de su ejecutiva
para poder ver el debate, esperando que los candidatos confrontasen sus
propuestas con respeto y buen tono para convencer a los militantes de que su
candidatura era la mejor. El PSC deseaba que los tres hicieran propuestas “para
cohesionar al partido y ofrecer una alternativa al gobierno del PP”. Illa
insistió en que el PSC mantendría su neutralidad institucional sin fisuras –al margen de lo que puedan hacer a nivel
individual sus cuadros y dirigentes–, porque es “un partido diferente que está
eligiendo el secretario general de un partido hermano”. Entre los candidatos
del partido estuvieron, Miguel Iceta, Salvador Illa, Ángel Ros, presidente del
partido y alcalde de Lleida, Assumnpta Escarp, secretaria de Acción Electoral y
Mercè Perea, la diputada en el Congreso.
Juanma Romero presentó en El
Confidencial algunas de las claves de un debate que pasará a la historia del
PSOE. El papel sobresaliente del exlendakari, los mensajes de Díaz y Sánchez,
el lenguaje no verbal de los aspirantes, incluso el posdebate. Una lectura
fértil que corre a cargo de los cuatro especialistas consultados: Pablo Simón,
profesor de Ciencia Política de la Carlos III de Madrid; el también politólogo
Lluís Orriols, del máster de Análisis Político y Electoral de la misma
universidad; Máriam Martínez-Bascuñán, docente de Ciencia Política de la
Autónoma de Madrid, e Imma Aguilar, periodista, asesora de Comunicación
Política y directora de Perfil Público. El exlendakari fue percibido como el
más claro vencedor del debate en Ferraz. Todos ellos destacan que ha sabido
sortear el peligro cierto de haber sido ninguneado. Su momento memorable fue
ese 'Vamos a ver, Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?', que provocó tres
segundos de silencio en Sánchez y le generó nerviosismo. Demostró tener
trienios, estar curtido frente a un discurso cambiante como el de Pedro. Los
politólogos remarcan que el exlendakari logró salir del marco de sus rivales y
evitó ser engullido por ellos, haciendo visible su propuesta
Los analistas entienden que Díaz
fue más “eficaz” a la hora de “acorralar” a su más directo competidor. No tiró tanto
de argumentos “sofisticados”, sino más simples pero directos. Buscó instalar un
puñado de mensajes en la audiencia: un Sánchez que ha acumulado derrotas
electorales, que no ha logrado cohesionar al partido, que ha espantado a los
que estaban con él. La presidenta fue más “eficaz” a la hora de “acorralar” a
su enemigo con mensajes más simples, aunque para otros fue más “errática”. “No
ha estado brillante, pero sí más contundente y ha sabido mantener la calma
–aprecia Aguilar–, mientras que Pedro ha perdido los nervios. Hasta ese 'no
mientas, cariño' sonó condescendiente”. Para la asesora de Comunicación
Política, Díaz logró encontrar un cierto equilibrio, consciente de que su
peligro era parecer “sobrada” ante las cámaras, como de hecho le ocurrió en el
segundo debate con los cabezas de lista del PP y de IU de las autonómicas de
marzo de 2015. No obstante, Aguilar cree que no se esmeró demasiado en los
argumentos, pues, por ejemplo, todo lo que dijo para descalificar al PP, y que
repitió hasta la extenuación, era un eslogan simple, un partido “tóxico, infame
y corrupto”. Y Simón recalca que, en esta ocasión, la gestión de las expectativas
le benefició a Díaz. Ella venía, recuerda, de una campaña que había sufrido el
rejonazo de la victoria moral de Sánchez en los avales –la ventaja de ella fue
menor de lo esperado, de apenas 6.539 firmas–, y “lo hizo mejor de lo esperado”.
El exlíder, en cambio, traía “un relato más atrayente, pero le faltó 'punch'”. Orriols
discrepa de estas lecturas. Vio a Díaz “más errática en sus mensajes” y sin
poner énfasis en algo que, a priori, es su ventaja competitiva: su fortaleza, a
ojos de los que la respaldan, como “mejor organizadora interna”. “En cambio, lo
enturbió con su reiteración de que es mejor candidata electoral y que él ha
cosechado los peores resultados de la historia del PSOE”.
Pero si Díaz fue la más efectiva
a la hora de pintar a Pedro como el caos, sin embargo, Sánchez fue quien salió
“ mejor parado” de este envite, toda vez que lograba reforzar un mensaje para
él clave en su campaña: el héroe “contra las élites, contra la nomenclatura del
PSOE, contra la abstención”. No opinan lo mismo el resto de expertos, que creen
que el balance fue más negativo para el político madrileño. Como dice Simón, “jugó
mal sus cartas y no logró marcar el terreno de juego, perdió la ocasión de
encajonar a Susana, fue una oportunidad perdida”. Coincide con Aguilar en que
la insistencia de Sánchez en intentar marcar las contradicciones de Díaz en un
tema tan mollar como el de la nación “no era creíble” porque “si en algo es
clara” la presidenta andaluza es en su idea de España. “El problema del ex
secretario general, abunda Aguilar, son las contradicciones en su
'storytelling', y muy recientes, por lo que se le puede refutar todo”. “No veo
claramente superior a Susana, pero sí creo que Pedro no ha salido fortalecido
del debate. Todo lo contrario, lo veo más debilitado. Si alguien ha salido
perdedor, quizá sea él, igual que Patxi es el que más ha sorprendido”, opina
por su parte Martínez-Bascuñán. Para la profesora de la UAM, el duelo en Ferraz
refrescó las imágenes de los debates electorales en las dos últimas contiendas electorales:
“Pedro no es un político brillante, no tiene tablas intelectuales. Sí es cierto
que ha sabido recoger muy bien la ola de indignación, los eslóganes que van con
el signo de los tiempos, pero no se le vio rápido ni brillante”.
“No hay imágenes –sostiene Juanma
Romero– de los candidatos, reaccionando a las intervenciones de sus rivales. Se
buscó una realización de la señal conservadora, pródiga en planos medios y más
tacaña en generales. Pero, al menos, sí sirvieron para hacerse una idea de lo
que ocurría dentro de la Ramón Rubial. A López, rubrican los expertos, se le
vio ‘más apasionado’, expansivo, ‘empático’, gesticulando más. A Sánchez y
Díaz, ‘correctos’, en opinión de Simón, o si acaso más ‘hierático, frío,
inexpresivo’, pero también más nervioso, según Martínez-Bascuñán. Los
aspirantes apenas se mirasen a los ojos. Los aspirantes apenas se miraron. Cada
uno lanzaba un mensaje con su ropa: el rojo y blanco de ella; la 'blazer' negra
de López, la 'chupa' de Sánchez. Sí que fueron más ilustrativas las llegadas y
el posado con el presidente de la gestora. Javier Fernández y Pedro Sánchez se
intercambiaron un saludo gélido y protocolario. El presidente asturiano y
Susana Díaz se regalaron abrazos y sonrisas. Y buen rollo pero prisas por
acabar se percibió en la bienvenida del último en aterrizar (fue así por
sorteo), Patxi López. Sus ropas también decían mucho. Lo resume Aguilar: “Susana
iba vestida del PSOE: blusa roja con el mismo Pantone que el rojo corporativo
del partido, pantalón blanco como las siglas. Ella quería decir que es el PSOE,
como lo grita a diario en su campaña. Pedro hacía honor a ese lema de candidato
de la militancia, con chupa de cuero, vaqueros, camisa remangada y con coderas.
Y Patxi vestía el uniforme del candidato de izquierdas convencional, con
'blazer' negra y camisa blanca y sin corbata”.
Susana Sumelzo, uno de los
rostros más visibles de la actual guerra en el PSOE, diputada por Zaragoza que
fuera secretaria de Administraciones Públicas de la Ejecutiva de Pedro Sánchez,
no entendía que López no se uniera, sabiendo que era muy complicado que fuera
secretario general y que su proyecto estaba más cerca de esta candidatura que
de la de Susana Díaz. En una entrevista en Eldiario.es con Óscar F. Civieta, aseguró
que ellos tratarían de reparar la fractura interna del partido, pero no se fíaba
de que sea así, si la victoria caía del lado contrario. Para ella, el debate
fue un ejercicio de transparencia de cara a los ciudadanos. “Bajo mi prisma
quedó claro que Susana Díaz no tiene ningún proyecto que explicar y que su
única táctica es atacar. Hizo ataques y acusaciones que no venían a cuento. En
estos debates lo que hay que hacer es debatir sobre proyectos, contrastar
modelos, y no entrar en cuestiones personales. Susana Díaz está usando la misma
táctica que el PP en las elecciones generales, la del miedo. O yo o el caos. Es
el mismo discurso que el PP. Frente a eso está la libertad, el voto libre y
secreto y el respeto a la diferencia”. Sumelzo cree que la militancia ha
demostrado que está muy distanciada de la gestora y la gestora y los aparatos
están muy cercanos a la candidatura de Díaz. “Nosotros queremos mirar al
futuro, pero echando la vista atrás, vemos por qué estamos donde estamos.
Susana Díaz, y gran parte de los secretarios generales que la apoyan, incluido
Lambán, son los que nos llevaron a la abstención para que hoy gobierne el PP. No
contemplo otra opción para el futuro que no pase por Pedro Sánchez como
secretario general. Respecto a la unidad, el PSOE de la gestora ha sido sectario
con los que no están con él. Es otra de las cosas que queremos evitar y zanjar
en este PSOE: el que obligatoriamente estés conmigo o frente a mí. Nuestro
mensaje es el de la izquierda que une, no el del miedo”.
Pedro Sánchez: “El 21M se elige entre el modelo
de Díaz, que tiene dos candidaturas, y el modelo de la militancia que lidero
yo”.
El PSOE tiene que ser el partido
de los militantes y no de los notables, y vertebrar el cambio con otras fuerzas
de izquierdas”, dijo Pedro Sánchez a Manuel Sánchez en ‘Público’, en la primera
entrevista que concedió tras el debate de las primarias socialistas. Pedro
Sánchez aseguró que le costó tomar la decisión y a punto estuvo de dejar la
política, pero tuvo un motivo fundamental: “Soy una persona profundamente de
izquierdas”. Creyó entonces que tenía que volver a intentarlo para que el PSOE
recuperase esa senda que considera que ha abandonado desde el 1 de octubre.
Confesó que, a nivel personal, los tres años que ha pasado al frente del
partido fueron muy duros, pero aseguró que, si gana, apostará por la
integración porque está plenamente convencido de que el voto de la militancia
volverá a unir al partido. Del debate sacó una conclusión clara: Patxi López no
sólo no se va a integrar en su candidatura, sino que juega en el otro equipo.
“Todo el ámbito político, periodístico e intelectual de este país ha dicho
siempre que las organizaciones políticas teníamos que ser más democráticas, que
teníamos que apostar por las consultas y por los debates, y el PSOE ha dado un
ejemplo de democracia interna. Los debates o diálogos entre compañeros son muy
necesarios para esclarecer las posiciones de cada modelo. Lo que se vio, independientemente
de que hubiera rifirrafes, que son lógicos, es que dimos un ejemplo de
transparencia y de democracia interna. Yo creo que la abstención nos cambió a
todos. La percepción que la ciudadanía y la militancia tenían de mí o de Susana
Díaz o de Patxi López. El propio Patxi reconoció, en un medio de comunicación,
que había tomado la decisión de presentarse a liderar el PSOE antes de esa
abstención, aunque luego reconoció que había sido un error dicha postura. Si
hubiera sido así, para aspirar a liderar el PSOE tenía que haber hecho lo que
yo hice, renunciar al acta de diputado e intentar liderar al PSOE guardando y
preservando esa coherencia. A Díaz le ocurrió algo muy contradictorio: pasar de
liderar el “no” a Rajoy incluso después del 26 de junio a luego dar un
volantazo y liderar la abstención al PP, con esa imposición a las bravas que se
hizo en el Comité Federal. Y, en mi caso, creo que durante los últimos tres
años he vivido en primera persona el cambio tan radical e intenso que se ha
producido en el sistema político español. He aprendido que la socialdemocracia
no tiene un problema con el pluripartidismo; el desafío que tiene es encontrar
su espacio en el pluripartidismo”.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y
Pedro Sánchez.
A orillas del Guadalquivir se
reunieron el pasado viernes en Sevilla miles de socialistas, con 34 grados al sol,
viviendo con intensidad un mitin. Unos estaban con Susana Díaz; otros, con
Pedro Sánchez. En el acto de Susana Díaz en el muelle de Las Delicias más gente
que en el que Pedro Sánchez montó a apenas dos kilómetros de distancia. En el
recinto ‘susanista’, con gradas, todas las perspectivas de las fotos mostraban
muchísimo público, abarrotado. Unas 5.000 personas, según cifras de la
organización. Los de Sánchez eran menos pero gritaban más, bailaban, aplaudían
por casi todo y eran más jaleosos. Entre ellos, no hubo la llamada al orden, a
cerrar filas, a salvar el partido de metros más abajo. Los organizadores hablan
de 3.000 personas. Los seguidores de Pedro Sánchez eran menos, pero chillaron
más, bailaron y aplaudieron por casi todo. A los dos mítines vinieron
autobuses. Alfonso Guerra acompañaba a Susana Díaz; la alcaldesa de París, Anne
Hidalgo, a Pedro Sánchez. Díaz entró con el himno del PSOE, Sánchez usó una
sinfonía wagneriana, heroica, tipo Gladiator. En ambos mítines se vieron
banderas rojas, logos socialistas, banderas andaluzas y alguna republicana…
Jordi Évole
“De entrada, felicidades al
guionista de las primarias del PSOE. Pocos daban un duro por esta serie, que
sus gestores querían resolver rápidamente. Pero llega a final de temporada más
viva que nunca: nadie se atreve a hacer un spoiler (lo que antes se llamaba
decir el desenlace). Lo que detecto es preocupación en casi todas las cúpulas
(políticas y empresariales) en caso de una victoria de Sánchez. El
establishment está inquieto. Con lo tranquilito que se había quedado tras la
investidura. Si el que les inquietaba hace un año era Pablo Iglesias, ahora es
Pedro Sánchez”. Así se expresaba Jordi Évole sobre un Pedro Sánchez que
inquietaba. “Inquieta a grandes empresarios que ya influyeron para que el pacto
entre PSOE y Podemos no llegase a buen puerto. Inquieta al PP, que con la
docilidad exhibida por el PSOE en su investidura se veía gobernando con más
comodidad de la esperada, a pesar de la nueva ola de corrupción que le carcome.
Inquieta a Podemos, que ve cómo un candidato como Sánchez puede robarle el voto
prestado que le llegó del socialismo tradicional. A veces tengo la sensación de
que no hay nadie más interesado que Podemos en que gane Susana Díaz, porque eso
es lo que le puede convertir en ‘la fuerza hegemónica de la izquierda’. Da la
sensación de que ni en Podemos ni en el PSOE se han dado cuenta de que o
relajan su relación y acercan posiciones, o será muy difícil que la izquierda
recupere el Gobierno en España a corto o a medio plazo”.
Sánchez sigue atrayendo a las
bases, mientras que su intención de promover un gobierno a la portuguesa, con
una alianza de fuerzas progresistas y de izquierdas, asusta al sistema político
y empresarial de este país. El País, diario que dirige Antonio Caño, dedicaba
el pasado martes más líneas a despreciar las intervenciones de Pedro Sánchez
que a analizar el contenido del debate. De ser referente del periodismo serio
durante los últimos 25 años, El País se ha convertido en un panfleto. Sólo encontró
fallos o inconsistencias en todo lo que dijo el candidato. Todo lo contrario
que Díaz y López, a los que El País presentaba como los únicos que podrían
pactar sus candidaturas ya que quieren “mirar hacia delante”. No como Sánchez,
señala el texto, centrado en solucionar sus “traumas”. Una frase que recuerda a
aquel editorial cargado de insultos y descalificaciones del mismo periódico
contra el exlíder socialista. Pedro Sánchez evidenció en el debate de las primarias del PSOE “la
fragilidad de la mayoría de sus argumentos”, “la debilidad” o “la
inconsistencia” de algunas de sus tesis. Mostró su “soledad” y demostró que
aspira “a saldar cuentas con un pasado y sus traumas que a mirar al futuro”.
Así se expresaba El País en su editorial sobre el encuentro del exsecretario
general socialista con Patxi López y Susana Díaz. Entre los traspiés de Sánchez
destacados por El País, su proyecto no
es “más auténticamente de izquierdas que el de los otros dos
contendientes”, que solo quiere
“embarcarse en una política de confluencia con otras fuerzas”, como Podemos, y
su fracaso en erigirse como “candidato de la militancia” tras el rechazo de
Patxi López a unirse a él. Así lo explica en Publico Jorge Bezares en “La
rebelión de los pegacarteles”: “La campaña de portadas y editoriales contra
Pedro Sánchez durante las primarias se estudiará, cuando se acabe esta especie
de locura colectiva que afecta a casa Cebrián, en la Escuela de Periodismo de
El País como un severo episodio de antiperiodismo…. En fin, esperamos que el
día después nos devuelvan El País, que nos lo robaron como a Manolo Escobar le
birlaron su carro, con nocturnidad, alevosía, prepotencia y chulería”. Tras el
descalabro de Susana Díaz, el 'El País'
compara la victoria de Sánchez con la de Donald Trump y califica su victoria
como el 'brexit' del PSOE.
Susana Díaz, por Luis Grañena.
Susana Díaz lo tiene claro –escribe
Cristina Fallarás en Público–, y el resto nos hemos enterado gracias a que la
periodista Miriam Ruiz Castro ha colgado en las redes un discurso que la líder
socialista ofreció a sus correligionarios el pasado mes de enero. En su arenga,
tras enumerar lo bien que se vivía con Felipe González y con José Luis
Rodríguez Zapatero, la andaluza afirma que el problema no es que la población
esté muy empobrecida –bajar ‘10 escalones’, lo llama—, sino que sus expectativas
eran tan altas, que habiendo ‘bajado uno’ solamente, se ‘cabrean’. Acto
seguido, para ilustrar tal afirmación, asegura que creyeron que ‘iban a poder
tener su casita en la playa’, y de ahí su cabreo. ‘Cabrear’ es el verbo que
ella utiliza, y cabreo es lo que han sentido aquellos a los que se refiere, los
‘indignados’, a tenor de los miles de comentarios que han circulado por las
redes. El párrafo que más ha irritado es
el siguiente, y tiene más fondo del que aparenta: ‘Porque muchos de los que se
cabrearon con nosotros no habían perdido 10 escalones en su calidad de vida.
Habían bajado uno, pero es que pensaban que iban a subir 10. Es que pensaban
que iban a poder tener su casita en la playa, que iban a poder salir no una vez
al mes, sino una vez a la semana; que iban a conseguir que sus chavales fueran
a la Universidad, y que, además, tuvieran un máster; que iban a conseguir ver a
sus nietos con mucha más calidad de vida que la que tuvieron ellos; y, cuando
eso no fue posible, se cabrearon, se indignaron, y ahí le hicimos el juego a la
derecha… y a los otros, de Podemos. A la derecha, que quería que la gente se
resignara, y a los que querían galopar sobre la indignación de los ciudadanos’.
El asunto de la escalera a la que hace alusión Susana Díaz se refiere a los
tiempos en los que los ciudadanos aspiraban a ‘trepar’” en los estratos que se
suponía tenía la sociedad hasta conseguir vivir en una situación económica más
desahogada. Eso era posible gracias a empleo, formación y salarios. Algo así como:
tu abuelo era campesino, tu padre estudió hasta secundaria y fue
administrativo, y tú, que has ido a la Universidad –Felipe González diría que
gracias a él, y quizás Díaz lo piense–, llegarás a médico. Algunos todavía se
acordarán de ese tipo de cosas. Sin embargo, nombrarlas hoy evidencia vivir
fuera de la realidad, o fuera de este país’.
Más allá de este desfase temporal de la líder socialista –a cuya clase
obrera quizás hay que cambiarle el nombre, vista la reforma laboral–, vamos a
los escalones: De 2006 a 2012, España pasó de tener 1.819.000 desempleados a
6.021.000. O sea, que en seis años –cinco de ellos gobernados por el PSOE–,
España se cobró más de 4.200.000 empleos. Los pocos que han regresado a un
salario más o menos habitual han visto cómo en los últimos 10 años se han
perdido 35.000 millones en salarios, los contratos son temporales y la
precariedad nos sitúa a la cola de Europa.”
Carteles de Cifuentes y de Rajoy con la llamada: hay quue echarles.
¿De qué se ríe, señor ministro?
@ Angel Pedrosa #Rajoy declarará por #plasma para ahorrar
dinero al contribuyente. Made in China
Nunca lo erótico y lo político
han ido tan agarrados de la mano. Esta semana, el salón erótico de Madrid ha
buscado una manera publicitarse, su objetivo. Imágenes de nuestros políticos, a
los que vemos día a día en la prensa y la televisión, aparecen en los carteles
del salón con cierto tono sugerente, bajo la frase “te vamos a f@llar”. Mariano
Rajoy, Susana Díaz, Pablo Iglesias y Albert Rivera son los protagonistas. “Debe
ser –dice un internauta en una publicación– la única campaña publicitaria que mires
como la mires, dice la verdad”.
El humor en la prensa de esta semana: Puebla, Forges, El Roto, Peridis, Vergara, J. R. Mora, Manel F., Malagón, Pat, Atxe…
Pep Roig publica, desde Mallorca:
Mada de nada, El infante plasmado, el arte de no saber, Exigencias, Pandemia y
Renovación necesaria.
Debate PSOE. Resumen del debate entre Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López El Confidencial
Los rifirrafes del debate del PSOE El HuffPost
Susana Díaz: estamos en la oposición porque sacamos malos resultados en las pasadas elecciones Psoe de Andalucía
Pablo Iglesias ACORRALA y CALLA al Ministro de Justicia Rafael Catala (INCREIBLE) PODEMOS ESPAÑA TV
Díaz, Sánchez y López piden unidad en el cierre de campaña Europa Press
Pedro Sánchez y su equipo cantan la Internacional eldiarioes El 9 mayo de 2017 Buenafuente entrevista al mismísimo Francisco Marhuenda, aunque éste no le deja hablar… LATE MOTIV - Raúl Pérez es... Paco Marhuenda | #LateMotiv232 Late Motiv
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