Barcelona: un otoño primaveral, días antes del 1-O y tras el intento del PP de romper las urnas catalanas.
“Prohibición de actos y reuniones
políticas, entrada en imprentas y medios de comunicación, secuestro de revistas
y prohibición de campañas publicitarias”… Parece mayo de 2011, pero es Cataluña,
en septiembre de 2017. El miércoles pasado se detuvieron altos cargos de la
Generalitat yla Benemérita irrumpió en varias consellerías. Se realizaron más
de 40 registros, se detuvo a 14 personas, altos cargos todos, y se requisó material
–millones de papeletas– preparado para la celebración de la consulta. Entre los
arrestados, un alto cargo de la Generalitat, el número dos de Junqueras. El Govern se declaró insurrecto a la ley
española, y se proclamó obediente de la legalidad catalana. Unas leyes –la del
Referéndum y la de Transitoriedad Jurídica– que fueron aprobadas en el
Parlament hace unos días por la mayoría independentista, llevando al límite lo
que marcaba el reglamento interno del Parlament. Cataluña estaba al borde del
precipicio, con las cuentas de la Generalitat intervenidas por el Estado, la
mayoría de los miembros de la Mesa del Parlament y numerosos cargos públicos
con querellas, el Parlament cerrado a cal y canto, leyes y más leyes anuladas
por el Tribunal Constitucional… “Un Parlament –escribe Sato Díaz en Cuartopoder–
que sería el legislativo de una nueva República Catalana, pero cuyas sesiones
han quedado suspendidas hasta después del 1-O por voluntad independentista.
Choque de legalidades, y los tribunales ya han hecho apercibimientos a más de
700 alcaldes, a la Mesa del Parlament, al Govern… Unas mil personas en total.
El Constitucional declara ilegal la Sindicatura Electoral encargada de velar
por el buen desarrollo del referéndum. En cada acto, los independentistas se
burlan de esto. Marta Madrenas, alcaldesa de Girona, en la Plaza de la
Independencia de esta ciudad, empezaba el acto del PDeCat en el que participaba
Carles Puigdemont, saludando a los asistentes: ‘Queridos ilegales’. Legalidad
contra legitimidad. De eso presumen hoy también en Cataluña. Frente a la Constitución
que se consagra en favor de la sagrada unidad de España, la legitimidad de un
pueblo que quiere ejercer su derecho a la autodeterminación a través de las
urnas. En torno a un 80% de los catalanes apuestan por esto. Cada vez más
gente, según las encuestas, quiere votar el 1-O, quizás por la independencia,
quizás por el ‘no’, quizás por defender el derecho a decidir, quizás,
únicamente, para censurar al PP”… Tres de cada cuatro catalanes rechazan ‘la
represión del Estado’. Y, al asumir Interior el control de los Mossos y la
seguridad en Catalunya, el conseller, Joaquim Forn, aseguraba ayer que los
Mossos d'Esquadra han expresado, a través del mayor Josep Lluis Trapero, “la
voluntad del Cuerpo de no aceptar la coordinación del representante del Estado
español” con el resto de fuerzas de seguridad en Cataluña, con vistas a impedir
el 1-O.
El sábado, 16 de septiembre, miles de personas salieron a la calle de
Bilbao para reclamar el derecho a la autodeterminación del pueblo catalán; el
domingo, centenares coparon la calle Zurita de Madrid sin poder entrar en el
acto que tuvo lugar en el Teatro del Barrio, organizado por ‘Madrileños por el
derecho a decidir’. Joan Tardà dijo en la puerta del Teatro: “Me siento más
madrileño que nunca”. Y apeló a la fraternidad republicana entre pueblos. El
mismo sábado, en Sitges, la Policía Municipal identificó a los organizadores de
un debate entre representantes de varios partidos de izquierdas soberanistas
–no sólo independentistas– catalanes. El domingo hicieron lo propio en Sant
Joan Despí, ambos municipios, en la provincia de Barcelona. En el acto celebrado
en Blanes, Gerona, el exdiputado y miembro del Secretariado de la CUP, Quim
Arrufat, se dejó influenciar por Lluis Llach y lanzó un mensaje a las
izquierdas del Estado, agradeciendo previamente el apoyo recibido por
Anticapitalistas y Podem Catalunya, entre otras organizaciones de izquierdas. E
invitó a los movimientos sociales a “imprimir papeletas y carteles por todo el
Estado y volver loca a la Guardia Civil”. Arrufat habló de romper el Régimen
del 78, como en el 15-M. En un acto de ERC, en Castelldefels, el conseller de
Salut de la Generalitat, Toni Comín, advirtió que el 1-O es también “un favor
para la España abierta y progresista que necesita un proceso constituyente”. Y
apeló a la casta: “¡Saca tus sucias manos, casta española, de mis
instituciones!”. Por su parte, el
coportavoz en el Congreso de ERC, Gabriel Rufián, se mostró duro con la
izquierda española. “La fraternidad no es decirle a un pueblo que espere a que
tú ganes, es dejarle ganar para que ganemos todos”, dijo, asegurando que el 1-O
es “la única amenaza al régimen del 78” y
“la única moción de censura victoriosa contra Rajoy”. “Franco no murió
en noviembre de 1975 en la cama –prosiguió su discurso–, Franco murió el 1-O en
una urna en Cataluña”… “Frente a eso –termina Sato Díaz–, los registros en
imprentas, los apercibimientos a medios de comunicación, las incautaciones de
carteles, fregonas y cubos… Las plazas, de Cataluña, a pesar de los policías
municipales, celebran actos políticos. Los apoyos se expanden por el resto del
Estado. Una propuesta, la de Unidos Podemos, deslegitima al muro del PP y C’s
para el diálogo. Y el ‘nuevo’ PSOE que tiene que elegir, el ‘no es no’ a Rajoy
era la consigna hace unos meses de Sánchez. De momento, se mantiene junto al PP
y C’s, parece que ha elegido muro. En el 15-M también se coreaba: ‘PSOE, PP, la
misma mierda es’. Un otoño primaveral, a pesar de la lluvia sobre el acto de
ayer de Puigdemont, tiene lugar en las calles y plazas de Cataluña. Hay
opciones de que se convierta en invierno”.
Nueve registros,
efectuados por la Guardia Civil el pasado miércoles, en Cataluña, y 14 personas,
detenidas en varias sedes de la Generalitat.
El pasado miércoles la Guardia
Civil detuvo a catorce personas, entre ellas al secretario general de Economía
y número dos de Junqueras, Josep Maria Jové, y llevó a cabo nueve registros en
el dispositivo organizado para recopilar pruebas e indicios con el fin de impedir
la celebración del referéndum. Diez de los detenidos eran altos cargos de la
Generalitat. Todo se produjo un día después de que el Instituto Armado
interviniese en Terrassa (Barcelona) más de 45.000 sobres con las
notificaciones a los miembros de las mesas electorales del referéndum del 1 de
octubre. Decenas de personas se concentraron frente a la Conselleria de
Economia. Al grito de “independencia”, los manifestantes mostraron carteles en
los que leía: “Votemos para ser libres”. Oriol Junqueras alertó en Twitter de
que el Estado está “atacando” las instituciones de Catalunya y a los
ciudadanos, y aseguró que no iban a permitir que sucediese. El conseller de
Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull, afirmó en otro tuit que el compromiso del Govern
con el referéndum se mantenía y pidió “mucha calma y serenidad ante este estado
policial y asedio”. Carles Puigdemont convocó a sus consellers a una reunión de
urgencia para reaccionar ante las actuaciones de la Guardia Civil, mientras que
los partidos independentistas suspendían los actos que tenían previstos. Jordi
Évole resume en Twitter: “Si alguien piensa que así se solucionará el tema, es
que o conoce muy poco Cataluña o es que no quiere solucionarlo”.
Manuela Carmena y Ada Colau en “El Intermedio”.
El martes, la alcaldesa de Madrid
era invitada junto a su homóloga de Barcelona a 'El Intermedio', el espacio
dirigido por El Gran Wyoming en La Sexta.
La primera edil de la capital sorprendió por su claridad a la hora de
cuestionar el referéndum catalán. Manuela Carmena opinó que “el 1 de octubre
será una catástrofe porque es un cúmulo de equivocaciones” ya que el referéndum
no era legal ni constitucional, al estar suspendido por el Tribunal
Constitucional. Consideró que un gobierno que se enfrenta a esta situación con
una estructura tan solo de represión “es un fracaso, es romper puentes y
relaciones. Y será un partido que acabe 0-0 con mucho dolor para todos, cuando
lo que hay que hacer es construir y no romper
lazos”. Dijo que las distintas actuaciones de Gobierno central y catalán, eran
de un comportamiento propio “de niños” y que el proceso era “un chiste”. “La
democracia es escuchar, respetar al diferente, no encasillarse en simplemente
lo que es eslogan”. En todo caso, Carmena recordó que “la Constitución era una
norma que hemos establecido todos y que podemos cambiar”, pero respetando las
normas del juego democrático. Defendió, además, que su postura era compatible
al haber permitido un acto en Madrid a favor del derecho a decidir, que fue prohibido
por un juez. La alcaldesa de la capital consideró que “fue una gran sorpresa” y
que “esa decisión ha sido errónea. Ése es el mal camino, cuando vemos una
persona que piensa diferente hay que escucharla porque estamos en una
democracia”. Carmena compartió plató con la alcaldesa de Barcelona quien
considera que el 1 de octubre “va a pasar algo. Entre el referéndum y la nada,
seguro que va a haber una grandísima movilización”. Ambas dejaron claro que
pueden entenderse, pese a algunas diferencias de criterio: “Me ha parecido que
era muy bonito que las dos alcaldesas de las dos ciudades más importantes a
nivel nacional, Madrid y Barcelona, viniéramos juntas a demostrar que, aunque
en algunas cosas estemos de acuerdo y en otras no, podemos dialogar”, destacó
Carmena. Por su parte, Colau continuó en su postura ambigua de permitir votar
pero, al mismo tiempo, cuestionar la consulta: “Si se puede votar, creo que no
va a salir un resultado que se pueda considerar vinculante” Además, recordó que
ella era “crítica con el referéndum unilateral de Cataluña: La independencia te
la tienen que reconocer. Si no, te la proclamas tú contigo mismo y luego, ¿qué
pasa?”. Colau fue muy crítica con las actuaciones de la Guardia Civil y con la
Fiscalía. Consideró que este nivel de “represión” por parte del Gobierno del PP
incitaba a la movilización. Que este tipo de actuaciones son “malas para la democracia
y para toda España”. Y, en su opinión “no va a producirse el referéndum que
Cataluña necesita y, si se puede votar, creo que no va a salir un resultado que
se pueda considerar vinculante”.
Carles Puigdemont, presidente de la Generalidad
de Cataluña, bajo la lluvia, en un acto
celebrado el pasado lunes en Girona, a favor del ‘sí’ en el referéndum del 1-O.
El president de la Generalitat,
Carles Puigdemont compareció el pasado miércoles ante los periodistas, después
de una reunión extraordinaria del Govern, en la que respondió a la ofensiva
contra el referéndum por la detención por parte de la Guardia Civil de 14 altos
cargos de la Generalitat, tras irrumpir en diversas sedes gubernamentales. “El
Govern –declaró– ha sido víctima de una agresión coordinada para evitar que el
pueblo de Catalunya se pueda manifestar con libertad el 1 de octubre. En estas
horas, el Estado español ha suspendido de facto el autogobierno de Catalunya y
ha decretado un Estado de excepción”. En su comparecencia, el Govern se mostró
firme en su voluntad de proteger el voto de los catalanes el día 1 de octubre.
“Estamos convocados a defender la democracia”, asegura Puigdemont. “El día 1 de
octubre saldremos de casa, llevaremos una papeleta y la usaremos. Esta acción
debe responder democráticamente a los que sólo hablan con el lenguaje del autoritarismo”.
Puigdemont enumeró las actuaciones políticas, judiciales y policiales que se
han llevado en las últimas horas contra la Generalitat. Entre las destacadas:
la imputación de alcaldes, las irrupciones policiales en sedes de la
Generalitat, las detenciones de altos cargos, los registros “incluso en casas
particulares”, la actuación de la Fiscalía, a la que describió como “al margen
de la autoridad judicial”, el bloqueo de las cuentas o la violación del
secreto. “Es impropio de una democracia –sentenció– y propio de un Gobierno que
ha cruzado la línea roja que separa los Estados totalitarios”. Reafirmando la
legitimidad, surgida de las urnas, añadió: “Esta acción está fuera de todo
amparo legal, vulnerando los derechos constitucionales”. Aseguró que, ante
esto, estudiarían “las respuestas conjuntas” convocando a los agentes
económicos, sociales y cívicos del país. “Lo que está viviendo Catalunya no lo
vive ningún estado de la UE”, aseguró Puigdemont. “Condenamos y rechazamos la
actitud totalitaria del Estado español y de un Gobierno que ha mostrado su cara
más intolerante”. Y aseguró que el Govern “ratifica el compromiso de que
defenderá siempre los valores democráticos”.
La
protesta del miércoles, en su momento más álgido.
Tras unas horas iniciales de
enorme tensión, la concentración frente a la Conselleria de Economía fue
evolucionado hacia un ambiente de fiesta patronal con proclamas políticas y
esteladas, como protesta ante la actuación judicial y policial y contra el
gobierno español. Los bares aledaños hicieron su agosto. Se instalaron altavoces,
además de un escenario con música y actuaciones en directo mientras que los
agentes de la Guardia Civil que entraron en la Consellería de Economía tuvieron
que seguir la verbena desde el interior de la Consellería de Economía, donde
quedaron atrapados tras entrar a primera hora de la mañana. Allí habían ido a
efectuar registros y a detener a varios altos funcionarios de la Generalitat.
Los pitos y abucheos ensordecían el cruce entre Gran Via y Rambla Cataluña cada
vez que alguno de ellos asomaba la cabeza. ´Angel Villarino, periodista de El
Confidencial, así lo relata: “A las ocho, concierto. A las diez, cacerolada. A
las doce, todos a casa, a coger fuerzas para otra jornada de protestas. La
Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y Òmnium Cultural optaron por mantener el
pulso callejero en convocatorias sucesivas en lugar de acampar y aplicar el
‘modelo maidan’, el del 15-M. En palabras de uno de los voluntarios, la idea
era que ‘cada jornada fuera una diada de aquí al 1-O, pero durmiendo en casa’.
Tras unas horas iniciales de enorme tensión y cada vez más afluencia, la
concentración fue evolucionando hacia un ambiente de fiesta patronal con
proclamas políticas y esteladas. Con un sentimiento predominante: la
indignación ante la actuación judicial y policial y contra el gobierno español
(…). La idea de mantener a la Guardia Civil encerrada en el edificio divirtió a
los manifestantes durante todo el día. Hubo varios intentos de sacarlos, pero
solo los Mossos d'Esquadra estaban capacitados para ello. Hicieron amagos y
negociaron con ‘las entidades’ hasta encontrar una solución pacífica. Decenas
de furgones se apelotonaron en una de las calles aledañas. Hubo tímidos
intentos de abrirse paso hasta la puerta principal, pero les frenó un muro
humano. Pasadas las once de la noche, cuando el ambiente empezaba a decaer, los
presidentes de Omnium y la ANC, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, se subieron a un
coche patrulla con un altavoz y pidieron que la gente se marchase a sus casas
para volver al día siguiente a mediodía, esta vez frente al Tribunal Superior
de Justicia de Cataluña (TSJC). Sobre dos de la mañana quedaban pocos cientos
de personas, además de los vendedores de cerveza pakistaníes. Entonces los
Mossos decidieron que había llegado hora de despejar la plaza. Con casco y
uniforme de antidisturbios, cargaron sin demasiado ímpetu un par de veces
contra el centenar de personas largo que quedaba. Avanzaron pacientemente,
metro a metro, hasta disolver del todo a los pocos jóvenes que seguían cantando
sobre las tres de la mañana. Lentamente, la manifestación fue menguando la
presencia de concentrados hasta terminar en unos 20 sobre las 6 de la mañana.
Finalmente, los Mossos d'Esquadra lograban crear un pasillo de seguridad para
que la última quincena de guardias que quedaba en la sede de Economia, donde
llevaban desde las ocho de la mañana, pudieran abandonarla”.
El
crucero Rhapsody y el Moby, en Barcelona. Ambos cambiaron los
turistas por antidisturbios.
Por su parte, los estibadores del
Puerto de Barcelona no abastecieron de servicios a ninguno de los cruceros en
los que el Gobierno central decidió alojar los agentes antidisturbios de la
Policía Nacional, enviados por el Ministerio del Interior a Cataluña. Las
embarcaciones atracaron y los estibadores decidieron “no proveer de servicios
al barco opresor del Estado”. El concejal del ERC en el Ayuntamiento de
Barcelona, Jordi Coronas, respaldó la decisión de los estibadores. El
Ministerio del Interior había fletado tres cruceros para alojar a los
antidisturbios trasladados a Cataluña. Dos de las embarcaciones fondean en
Barcelona y la tercera en Tarragona. Había en esos momentos unos 1.200 miembros
de la Policía Nacional desplazados a los que se sumaban otros 1.000 agentes de
la Guardia Civil. Según AUGC, 500 agentes habían llegado ya a la capital
catalana. Y los primeros días tuvieron dificultades para alojarse. El resto de
los efectivos se alojarían en esas embarcaciones. Se previó trasladar una
cuarta embarcación a Palamós (Girona) en función de las necesidades de
alojamiento. En total, eran más de 4.000 los agentes que llegarían a Cataluña.
Debido a la dificultad de alojarlos a todos en un tiempo récord, dormirían en
camarotes y utilizarían los comedores y las zonas comunes de estas tres
embarcaciones como cualquier turista. El primero en atracar fue el crucero
Rhapsody, de la naviera italiana GNV y con capacidad para 2.448 pasajeros. Llegó
el miércoles al puerto de Barcelona. El segundo llegó a Tarragona a mediodía. Era
el crucero Azzurra, de la misma naviera y capaz de albergar a 2.180 personas. El
italiano Moby Dada, llevaba pintada en uno de sus lados una cara gigante de
Piolin y el Pato Lucas. Los agentes pernoctarían y comerían en los tres buques
pero los verdaderamente afortunados serían los del Moby. Según su web, el ferry
contaba con un solarium, tele por satélite y un parque infantil con colchonetas
hinchables y piscina de bolas. Todo un lujo para unos antidisturbios, cansados
de recibir todo el día insultos y gritos de los catalanes, aunque dispuestos a
dar caña a fondo, si fuera preciso.
David
Fernández, periodista y político catalán frente a la sede de la
CUP, ante unos antidisturbios.
Una docena de furgones
antidisturbios se desplegaron al mediodía del miércoles frente a la sede de la
CUP, en Barcelona, donde se concentraron centenares de personas en protesta por
la presencia policial. Agentes de paisano de la Policía Nacional acudieron el
mediodía para intervenir material de propaganda en dos vehículos situados a la
puerta de la sede de la entidad, en una operación que movilizó a los Mossos
d'Esquadra y la Guardia Urbana. La formación anticapitalista aseguró que los
agentes de la Policía Nacional pretendían entrar también en la sede de la CUP,
pero que carecían de orden judicial para hacerlo, por lo que no se les permitió
la entrada. La presencia de la Policía Nacional provocó que centenares de
personas se concentraran a las puertas del local, situado en la calle Casp,
permaneciendo durante varias horas, entre gritos de protesta y de apoyo al
referéndum. Un equipo de la CUP, formado por miembros de colectivos de defensa
de los derechos humanos, representantes políticos y juristas de la formación,
pidió a las autoridades policiales explicaciones sobre el “asedio”. El diputado
de la CUP, Benet Salellas, explicó a los congregados que el equipo legal se dirigió
al juzgado de guardia “para intentar algún tipo de presión política” ante la
situación de “excepcionalidad democrática”. Y emplazó a los presentes a seguir
defendiendo la sede de la CUP ante el “intento de asalto antidemocrático del
Cuerpo Nacional de Policía” y a “mantener la calma”, porque “buscan provocarnos
y convertir esto en una situación de violencia”. Hacia las 20 horas, una docena de furgones antidisturbios de la
Policía Nacional se retiró sin haber practicado ninguna intervención, entre abucheos
y golpes de los concentrados. A las 20 horas, 50 minutos, Núria Gibert,
portavoz del Secretariat Nacional de la CUP, dio por desconvocada la
concentración ante la sede, tras la marcha de la Policía Nacional, después de 7
horas de un frustrado intento. “Hemos ganado la batalla”, anunció al millar de
personas congregada, a las que advirtió que “no vale bajar la guardia”, y les
llamó a estar movilizados hasta el 1 de octubre, al quedar aún muchas batallas
por ganar.
Protestas
contra el Tribunal Superior de Justicia.
Unas 60 tiendas de campaña y
varios manifestantes con alfombras y sacos de dormir decidieron quedarse toda
la noche del jueves en el Arc de Triomf, frente a la Ciudad de la Justicia. La
organización facilitó comida y bebida a los concentrados. Ocho de los catorce
detenidos fueron puestos en libertad con cargos entre el miércoles y el jueves.
Otros seis, entre ellos, el núcleo duro del vicepresident Junqueras para
organizar el 1-O, el secretario general de Vicepresidencia, Josep Maria Jové, y
el secretario de Hacienda, Lluís Salvadó,
pasaron dos noches detenidos en la comandancia de la Guardia Civil y
pasaron el viernes a disposición del juez de instrucción 13, Juan Antono
Ramírez Suñer quien les dejó en libertad con cargos. Los concentrados gritaron
“libertad detenidos”, “Fuera la Justicia española”, y cantaron “Els Segadors”.
José María Jové conocía el jueves en un cuartel de la Guardia Civil de
Barcelona, que el Tribunal Constitucional
le impondría multas diarias de 12.000 euros por no obedecer la
suspensión del 1-O. Los multados son, además de Jové, los siete miembros (cinco
titulares y dos suplentes) de la Sindicatura Electoral, el equivalente de la
Generalitat a la Junta Electoral Central para el 1-O, también con 12.000 euros,
así como los quince miembros de las sindicaturas territoriales y la responsable
de procesos electorales de la Generalitat, Montserrat Vidal Roca, en su caso
con 6.000 euros diarios. La finalidad de dichas multas no es la de sancionar –el
Constitucional no es un tribunal penal– sino la de obligar al cumplimento de
las resoluciones del TC y se impondrán con periodicidad diaria hasta que los
multados “justifiquen ante el TC que han revocado las resoluciones adoptadas”. La
Fiscalía presentó posteriormente una denuncia ante la Audiencia Nacional “por
un presunto delito de sedición por los hechos acontecidos los días 20 y 21 de
septiembre en Cataluña”. Se refiere a los altercados que se produjeron durante
las protestas contra las actuaciones policiales en las que fueron detenidos 14
cargos de la Generalitat. En estas concentraciones, dice, se trató de “impedir
por la fuerza la actuación de las autoridades y sus agentes en el ejercicio de
sus funciones en defensa del ordenamiento constitucional”. Además, la Fiscalía
señala a las organizaciones independentistas ANC y Òmnium Cultural, que podrían
haber “inducido, sostenido o dirigido estas actuaciones”.
La
prensa internacional habla sobre Cataluña
Los diarios de todo el mundo
analizan lo ocurrido en Cataluña y la escalada de tensión peligrosa entre Gobierno
central y catalán. Estos son los principales titulares y enfoques. “The
Guardian” (Reino Unido) habla de la crisis española: “Rajoy dice a los líderes
catalanes que cesen la desobediencia y radicalismo” y explica que “miles de personas tomaron las
calles de Barcelona para protestar contra las medidas de Madrid para paralizar
el referendum de independencia”. El diario británico menciona las críticas de
políticos catalanes como Ada Colau o Carles Puigdemont sobre que han sido
medidas autoritarias y antidemocráticas. La “BBC”, del Reino Unido, en su
versión web, comenta como titular: “El presidente español llama a parar la
escalada de tensión”. Explica que, hasta ahora, la crisis por el proceso
secesionista estaba siendo “pacífico”, pero que ahora las actuaciones
policiales han soliviantado a los catalanes. “Le Monde” (Francia) es el único
periódico de todo el mundo que abría su edición digital delpasado jueves con la
noticia de las protestas en las calles de Barcelona. Afirma en su titular:
“Entre Madrid y Barcelona, la situación se tensa bruscamente por el
referéndum”. Y explica que, “debido a la multiplicación de las medidas de
Madrid para impedir la votación, miles de manifestantes tomaron las calles de
Cataluña”. “Le Figaro” (Francia) afirma: “Tras la ofensiva de Madrid, los
separatistas se manifiestan”. Para exponer lo que está sucediendo a sus
lectores, cuenta cómo tras meses de choques retóricos y judiciales, el choque
institucional entre las autoridades españolas y las independentistas se ha
materializado de manera espectacular”. El tema llega a la prensa
norteamericana. El prestigioso “New York Times” (EEUU) titula su información:
“Ante la cercanía del referendum, la tensión se dispara en España”. Y ofrece
una visión neutral, recogiendo los pareceres de los bandos. De Rajoy dice que
ha pedido frenar la tensión a los responsables del procés, pero que “los
separatistas han descrito sus métodos como produndamente antidemocráticos”.
“'Washington Post”, mezcla el asunto catalán con las reivindicaciones históricas
como las de los kurdos: “Los movimientos independentistas de Cataluña y el
Kurdistán iraquí alcanzan un punto de no retorno”, dice en su titular. Tanto
mezcla ambos asuntos que afronta la información de manera conjunta: “El lunes,
el gobierno regional del Kurdistán iraquí planificó seguir adelante con un
referéndum de independencia. Seis meses después, el gobierno regional de
Cataluña intenta mantener su votación secesionista en España”. The Economist',
la revista británica, carga contra las “medidas inconstitucionales” de
Puigdemont para lograr la independencia y contra la incapacidad de Rajoy de
poner una oferta real sobre la mesa. “Financial Times” (Reino Unido), el diario
económico más prestigioso del mundo, recoge la noticia y la enfoca como un
asunto económico y financiero, titulando: “Madrid ofrece como cebo dinero para
acabar con el separatismo”. Y argumenta que se ha expuesto una amplia reforma
para negociar si se cancela el referéndum ilegal.
Rajoy
y Albiol, preparando sus planes en contra de la independencia.
Íñigo Sáenz de Ugarte escribe en Zona Crítica de Eldiairo.es: “El
Gobierno decide sentarse sobre las bayonetas en Cataluña”. Un artículo que
habla de las detenciones de responsables políticos de la Generalitat por la
organización del referéndum. “Ello nos obliga a recordar una frase muy
conocida, además de otra opinión que escuchamos ayer a la alcaldesa de Madrid.
‘Con las bayonetas, todo es posible. Menos sentarse encima’, es la frase que se
adjudica a Talleyrand. Por bayonetas, también podemos entender, en este caso,
la Guardia Civil. En un programa de
televisión, Manuela Carmena vino a decir algo también relevante, obviamente adaptado
a la situación actual: ‘Pensar que eliminando papeletas se puede cambiar una
situación social no es serio. El Derecho penal no cambia ideas’. Los jueces cómplices de los planes políticos
del Gobierno y los guardias civiles no cambian ideas. Los problemas políticos
profundos, producto de errores contumaces que se remontan a años, no encuentran
solución a través simplemente de liberar las nada pequeñas capacidades
represivas de un Estado moderno. El Gobierno estaba obligado a responder al
desafío independentista y hacer todo lo posible para que no se celebre este
referéndum, una consulta unilateral diseñada para que salga el sí. La
incautación de papeletas y urnas era una medida obligada. De hecho, las
imágenes de guardias civiles plantados durante horas ante imprentas sin obtener
resultados comienzan a rozar el ridículo”.
Mossos
d'esquadra escoltan a los vehículos de la Guardia Civil.
“La detención de políticos embarcados en
tareas políticas –resume Saenz de Ugarte – por contrarias que sean a las
decisiones del Gobierno y el Tribunal Constitucional, es una línea roja que no
se suele cruzar en democracia por razones obvias. No vale el argumento de que
sólo se hace cuando se vulneran leyes. También las dictaduras tienen leyes. No
vale enarbolar la hipérbole de que lo contrario sería la ley de la selva. El
Estado tiene múltiples instrumentos coercitivos para imponer sus normas. Crear mártires
es una alternativa estúpida, sobre todo, si te importa el día después. Que algo
sea legal –y eso siempre admite múltiples interpretaciones diferentes– no
significa que sea inteligente. Ideas extremistas como la suspensión de la
autonomía catalana o la detención preventiva de cargos políticos antes de que
se celebre el referéndum– ponen en peligro la legitimidad del Estado en
Cataluña y terminarán por convertir en irreversible la separación de Cataluña.
A menos que la única alternativa que nos presenten Rajoy y Rivera sea ampliar
las cárceles en esa comunidad autónoma para ir llenándolas de políticos”. Por
otra parte, el Estado sigue enviando más números de Policía y de la Guardia Civil
para desarticular el operativo del referéndum y detener a sus responsables, y
no se acaba de fiar de los Mossos d'esquadra.
Enriq Sopena escribe en
ElPlural.com el artículo “Concurso de torpes, con el Barça actuando de muleta independentista”,
en el que dice: “Asistimos a una lamentable situación en Cataluña, donde se han
mezclado varios ingredientes nefastos: la sordera del Gobierno de Mariano Rajoy
Brey; la terca ceguera de los independentistas y el silencio interesado del
PDeCAT (antigua Convergència, siempre de la mano de Jordi Pujol y sus
principales investigados por asuntos de dinero y corrupción). A estos
ingredientes añadimos la puesta en escena de un Fiscal General del Estado
(reprobado en el Congreso) que, en el ardor de su gestión, se extralimita,
ordenando la citación de más de 700 alcaldes, con un gesto que supone poner el
carro delante de los bueyes cuando no había delito. Lo señalaba Baltasar Garzón
en la Cadena Ser. Así, estamos ante una tormenta perfecta. Porque en vez de
buscar sin descanso algún acuerdo, los de Rajoy Brey se parapetaron tras los
jueces a modo de solución de todos los males. No valoraron que, una vez
iniciada, la vía judicial no se detiene. Y ésta no es buena consejera en
asuntos de la política, que exige diálogo y mucha cintura, sin excluir posturas
firmes. A partir de ahí, una catástrofe detrás de otra: el equipo económico del
Govern en el calabozo; la Guardia Civil registrando dependencias oficiales y
viéndose recluida por manifestantes o rescatada por unos apáticos Mossos,
situados entre la espada y la pared; los de la CUP, ocupando las calles; Carles
Puigdemont, sacando pecho de hojalata; Rajoy Brey, clamando en el desierto;
Pablo Iglesias, encantado de hablar de presos políticos; el Congreso,
disminuido. El Barça, que nos avergüenza a muchos barcelonistas porque desde
hace mucho se convirtió en muleta del independentismo. En el puerto de
Barcelona, tres hermosos barcos anclados para alojar a las fuerzas de
seguridad. Y los ciudadanos, estupefactos. No es de extrañar que algunos
vuelvan los ojos hacia Pedro Sánchez para ver si el socialismo es capaz de
terciar en tan peliaguda situación, pendiente todavía de empeorar. Ningún show
televisivo podrá igualar nunca un concurso de torpes de tal calibre”.
Primavera Sound.
Las detenciones efectuadas en
Cataluña por la Guardia Civil en el curso de una operación judicial contra el
referéndum del 1-O han provocado reacciones a lo largo y ancho de toda la
opinión pública catalana. Ha habido un comunicado del Barça en contra del operativo
y un comunicado del Primavera Sound, colocándose del lado de “todas las
instituciones, entidades y personas que durante estas últimas horas están
sufriendo esta agresión a sus derechos civiles más fundamentales”. Y, aunque lo
cierto es que los grupos catalanes son, en general, bastante cautos a la hora
de hablar de independencia, referéndum y similares conceptos, The New Raemon,
dio su apoyo a las CUP hace unas cuantas elecciones. Pero, en general, poco se
sabe de lo que piensan acerca del conflicto Sidonie, Dorian y demás indies de
Barcelona e inmediaciones.
La periodista Karmele Marchante.
Y más de una docena de famosos
nacidos o que viven en Catalunya ya han mostrado en Zeleb.es (6 de septiembre)
su apoyo o rechazo por el supuesto referéndum. Por ejemplo, Jorge Javier
Vázquez, hijo de un murciano y de una manchega, es uno de los rostros populares
que no ha tenido miedo a decir que se siente español, si bien también ha
reconocido estar a favor de que se organice una consulta. Como ha dicho en más
de una entrevista, el presentador de Sálvame no tendría miedo a una posible
independencia de Cataluña si eso mejorara la calidad de vida de la gente,
aunque aspira a que todo ese proceso se realice “sin engaños”. La mediática
colaboradora de programas del corazón, Karmele Marchante, también está a favor
de la independencia. Y defiende su postura de forma militante, participando en
las campañas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), donde explica en un vídeo:
“Somos la comunidad que más dinero ingresa pero que menos dinero revierte, ni
para educación, ni para sanidad ni para las pensiones ni para nada”. Isabel
Coixet, directora de cine, es partidaria de un estado federal: “Queremos una
España federal en el marco de una Europa federal y socialmente justa”, ha
afirmado. De hecho, en un artículo publicado en el diario El País, la
realizadora escribía: “Somos catalanes a los que la independencia y todo lo que
supone nos da una pereza inmensa”. En ese mismo artículo, hay una frase
reveladora: “La idea de España no nos fascina, pero no nos repugna”. En 2013,
el cantante Dyango declaró públicamente que era independentista y a ello le dio
un toque biológico, genético: “Lo llevo en la sangre, no se puede evitar”. Y
fue uno de los artistas que participaron en el Concert per la Llibertat,
presencia sobre la que matizó que si iba era porque tenía el sueño de que un
día Cataluña fuera un país independiente. “Sería una nación maravillosa,
pequeña, con esfuerzo e ilusión”, comentó en un programa de televisión.
Pep Guardiola no oculta sus
tendencias independentistas.
Otros “catalanes” que,
igualmente, se pronunciaron a favor o en contra: el laureado jugador de
baloncesto Pau Gasol ya ha explicado que él se siente español y catalán, con el
matiz de que “no lo uno delante de lo otro”. Así, sin haber explicado si votaría
a favor o en contra de la independencia de Cataluña, no ha ocultado que, bajo
su punto de vista, los catalanes tienen derecho a votar su futuro; opinión que
también comparte su hermano Marc y que ambos defendieron en una comida en la
Cámara de Comercio de Barcelona. El actor Juanjo Puigcorbé cree firmemente que
la solución a los problemas de Cataluña pasa por la independencia. Así lo
explicó en una extensa entrevista a la revista Jot Down. Residente en Madrid
durante muchos años, acudió como número dos en la lista de ERC a la alcaldía de
Barcelona y no ha dudado en comentar que tendrá problemas para reincorporarse a
su trabajo como intérprete por su estrecha vinculación política con el
independentismo. La presentadora Mercedes Milá es de las que no dudan ni en
esta cuestión. Preguntada en el programa “Hable con ellas”, explicó que ella
diría “no” a la independencia de Cataluña. El tenor José Carreras considera que
si bien antes la separación de España se veía “como una utopía”, ahora el ser
una nación independiente está “bastante cerca”. El exfutbolista y actual
entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, hace tiempo que no oculta sus
tendencias independentistas. De hecho se puso ante las cámaras para decir que
Cataluña no era España. Y llegó a entrevistarse con Artur Mas, cerrando la
lista unitaria de este con ERC y arengando a las masas frecuentemente, pidiendo
la “libertad” de Cataluña. Javier Sardá, quien fuera presentador de Crónicas
Marcianas, sin ser radical en su postura afín a la unión más que a la secesión,
sí se ha mostrado partidario del NO a la independencia y, sobre todo, contrario
al procés del modo en que lo ha planteado el Govern. No es un talibán
españolista pero estaría más cercano a los postulados federalistas del PSC.
Albert Boadella, dramaturgo catalán, es uno de los grandes bastiones del
antiindependentismo catalanista. Y, si bien de joven estuvo cerca de posiciones
de izquierda antifranquista catalana, siempre ha peleado contra “el poder”, ya
sea de extrema derecha, izquierda o independentista. En los últimos años, se ha
caracterizado es por su lucha contra la deriva independentista, por lo que se
ha puesto del lado de Ciudadanos y de su defensa de la unidad de España.
Francisco Marhuenda.
El cantautor, Lluís Llach,
siempre en la órbita del independentismo catalán, se ha significado en los
últimos años con la causa secesionista. Fue el primer cantante no operístico
que actuó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, donde presentó su disco
Somniem. Tal ha sido su identificación, que afirmó que si no salía la
independencia, se iba a Senegal, lo que causó un fuerte revuelo mediático. Al
final, se quedó con un escaño en el Parlament. En una entrevista al dominical
del diario El País, la actriz Nuria Espert dijo que “en Cataluña era difícil no
ser separatista” si bien ella cree que la independencia traería “mucho dolor y
mucha gente que se querrá marchar”. Por ello se preguntaba qué ocurriría “si
todos vieran la realidad que se tendría con los enormes problemas que tendría
(Cataluña)”. Otro actor que mostró su apoyo a la causa independista de
Catalunya es Sergi López quien apoya a la CUP, con la que ya estuvo en las elecciones
al Parlamento de Cataluña celebradas el 25 de noviembre de 2012. De hecho, en
2010 ya dijo en una entrevista a La Opinión de Coruña que él no era
nacionalista sino “bastante independentista”. Francisco Marhuenda, mediático
director del periódico La Razón, habitual de tertulias multiformato en todo
tipo de canales y emisoras, es un acérrimo defensor de la unidad de España. De
hecho, ha llegado a decir que quienes apoyaron en su momento la consulta
soberanista del 9 de noviembre de 2014 eran “una colección de frikis”. El
periodista y profesor universitario, cercano a las ideas del Partido Popular y
amigo personal de Rajoy, ya advirtió que el que más miedo le daba era Oriol
Junqueras por sus ambiciones únicamente independentistas (no políticas ni económicas)
y que no era como Mas, que “en su casa, habla español y luego le toca
sobreactuar”. Por el contrario, el actor Santi Millán está rotundamente a favor
de un referéndum en Cataluña, lo tiene claro y así nos lo explicó en una de
nuestras magníficas Disyuntivas. Sin embargo, sobre su posición a favor o en
contra de la independencia resulta más difusa.
Otras: Se filtra el plan del Gobierno de cara al l-0.
Llegan los
refuerzos.
El
descacharrante ‘casting’ para la película del proceso soberanista.
Ilusión, traiciones, tensión,
risas, lágrimas, detenciones… Lo cierto es que el proceso soberanista catalán
daría para un peliculón. Incluso para una trilogía. El tuitero @Kuestmaster ha
pensado exactamente eso y le ha puesto hasta título: 'The Process'. Pero hay más.
Ni corto ni perezoso, Kuest se ha lanzado a seleccionar el casting perfecto.
Todos ellos se enfrentan al imperio de la ley. Capitaneados por Mel Gibson como Mariano Rajoy y Kathy Bates como Soraya Saéz de Santamaría.
También está Jason Statham como Raül Romeva. Se encargará de las escenas de acción.
He echado cuentas y, si Cataluña se independiza, le corresponde la custodia de dos miembros de la Familia Real” (Tremendig Topic.)
El humor de esta semana: Peridis,
Forges, El Roto, Miki y Duarte, J. R. Mora, Manel F. Pat, Sciammarella, Harca,
Alipori, Faro, La boca del Logo…
Menudo ojo derecho (J. R. Mora le ha cambiado el parche) tiene Padilla para las banderas
El Gobierno no se aclara.
Legalidad, si, pero....y la politica
Y mientras tanto, se nos olvida.
Pep Roig, desde Mallorca: La
fuerza de la política o la política de la fuerza, Dos capítulos, A la rutina,
Atado y bien atado, Resurrección en gris, urnas de destruccióm masiva.…
Tres siglos median entre 1714 (decreto de Nueva Planta) y el 1-0 de 2017.
Los vídeos de esta semana. LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. "Esto no tiene ninguna gracia" | #LateMotiv273 Puigdemont: "El Estado español ha suspendido de facto el autogobierno de Cataluña" Concentración en la Conselleria de Economía en Barcelona Enfrentamientos entre Mossos y manifestantes en Barcelona Rufián a Rajoy: "Saque sus sucias manos de Cataluña" JULIO ANGUITA sobre el conflicto catalán, sin pelos en la lengua.Simplemente brutal! Entrevista con Manuela Carmena y Ada Colau (El Intermedio - La Sexta, 19/09/17) QUILAPAYÚN (feat. MARIA DEL MAR BONET) - Què volen aquesta gent (Picap, 2003) @ Palau de la Música
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