Greenpeace presenta el informe “Villanos del clima”.
El pasado viernes, Greenpeace
presentaba a bordo del barco “Esperanza”, en A Coruña, su último informe “Villanos
del clima” en el que mostraba quién estaba detrás del calentamiento global en
España. La organización ecologista señalaba a las personas que, a su juicio,
más responsabilidad tenían en España del calentamiento global. La lista la
encabezaba el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y le seguía un
primer grupo de once personas con cargos políticos (actuales o del pasado) y
empresarios de influencia nacional. También elaboraba un listado con los
principales “villanos” a nivel autonómico, procedentes de 12 de las 17
comunidades autónomas. La organización ecologista utilizaba la estética del
cómic para acercar esta problemática a la sociedad y poner rostro a “los malos
de la película”, los “villanos” del clima.
El lanzamiento del informe se
enmarca dentro de una campaña que llevará al barco “Esperanza” a recorrer la
costa cántabra para poner cara a las personas en España que están detrás del
problema del clima. En la web de Greenpeace para esta campaña se han
seleccionado cuatro personajes, dos de ficción (Darth Vader y el maléfico
Joker) y dos reales Mariano Rajoy y Donald Trump, quien a pesar de no ser de
España, ha logrado un lugar en este proyecto por la magnitud de sus decisiones
a nivel global y es un inspirador para el resto de “villanos”. Otros “villanos
del clima” de ámbito estatal son: Álvaro Nadal Belda, el ministro que odia las
renovables y pertenece a una estirpe muy
“villana del clima”; José Manuel Soria, un malo universal, ministro de
Industria, Energía y Turismo desde 2012 hasta 2016, quien nunca escondió su
preferencia de las energías sucias frente a las renovables; Miguel Sebastián,
el exministro socialista que recortó las renovables y siempre fue muy ambiguo
con las mismas; Rodrigo de Rato, exvicepresidente del Gobierno de España y
ministro de Economía, el amigo de las eléctricas y, quizás, el “arquetipo de
villano”; Antonio Brufau, presidente de Repsol desde 2004, la cuarta compañía
española que más contamina; Borja Prado Eulate, presidente de Endesa y señor de
la energía sucia; José Ignacio Sánchez Galán, presidente y consejero de
Iberdrola, compañía que está situada en el noveno puesto de las que más
contaminan en España; Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural
Fenosa, la tercera compañía de las diez que generan más gases de efecto
invernadero en España; Álvaro Mazarrasa, director general de la AOP (Asociación
Operadores Petrolíferos), un personaje casi desconocido que dirige uno de los
lobbies más peligrosos para el clima del país y Victorino Alonso, propietario
del Grupo Alonso-Unión Minera del Norte, Coto Minero Cantábrico desde 1985,
conocido por su mano de hierro y poco amigo del clima.
A finales de 2015, la cumbre del
clima de París trajo de la mano el Acuerdo que marcaba un camino claro para la
lucha global para frenar el cambio climático. Pero, en 2016, llegó Donald Trump
a la presidencia de EE.UU y, en España, Mariano Rajoy revalidó su gobierno; el
primero negó el cambio climático y renegól del Acuerdo de París para favorecer
a los combustibles fósiles, y el segundo continuó con su política de freno y
desmantelamiento de las energías renovables. Tatiana Nuño, responsable de la campaña de
Cambio Climático de Greenpeace, declara: “Greenpeace considera que ambos son
los grandes villanos del clima, por ser personas que, en consonancia con sus
responsabilidades y al alcance de sus actos, favorecen políticas que torpedean
la lucha contra el cambio climático, promueven las puertas giratorias para mantener
el actual sistema corporativo energético basado en los combustibles fósiles y
la nuclear, al tiempo que ayudan a las grandes empresas frente a las personas y
a la justicia económica”.
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