“El golpe del 18 de julio fue instigado por los monárquicos en connivencia con la Italia fascista”.
El economista, diplomático e historiador, Ángel Viñas.
El diplomático,
economista e historiador, Ángel Viñas, publicaba el pasado martes el pasado martes
la obra “¿Quién quiso la Guerra Civil?” en la que explica la estrategia de los
conspiradores monárquicos, en connivencia con la Italia fascista, para derrocar
a la República, restaurar la monarquía y establecer un régimen similar al de
Mussolini. Una obra que desvela cómo se fraguó el golpe de Estado
del 18 de julio de 1936, las conspiraciones para acabar con la República desde
el mismo 14 de abril de 1931 y los contactos casi continuos que los partidarios
de la Monarquía mantuvieron con la Italia de Benito Mussolini para derrocar al
régimen republicano.
“El golpe -escribe Viñas-
lo predicaron los monárquicos sobre la base de una sustancial connivencia con
la potencia más próxima a las derechas radicalizadas de la época (Italia). No
se trató de lanzarse a un movimiento nacional, sino a un movimiento apoyado
operativamente por el fascismo italiano”. Según escribe Viñas, los monárquicos
habían decidido ya en 1935 sublevarse si las izquierdas regresaban al poder y,
además, lo harían con el apoyo del régimen fascista… El golpe fue instigado por
los monárquicos en connivencia con la Italia fascista.
Pero el plan saltó por
los aires. El general Sanjurjo, que debía ser el primer jefe de Estado, murió
en un accidente aéreo en los primeros días de la sublevación y Calvo Sotelo,
llamado a ser el jefe político, fue asesinado días antes de la sublevación. En
estas circunstancias, Franco se hizo cargo de la situación, más por azar que
por predestinación, y traicionó a los monárquicos, que habían conseguido lo más
difícil: asegurar el apoyo de la Italia fascista a través de aviones modernos
de guerra que permitían, a ojos de los partidarios alfonsinos, una victoria
rápida en una guerra que preveían corta.
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