Primera granja de pulpos congelados vivos.

 

Los pulpos son unas criaturas tremendamente inteligentes. Son capaces de manejar herramientas, resolver problemas complejos, ¡y hasta de sentir dolor, placer, alegría y miedo! Por eso los científicos se han indignado al conocer los planes para construir en España la primera granja de pulpos del mundo. Está ubicada en las islas Canarias y se prevé criar un millón de especímenes al año en tanques diminutos para después someterlos a una dolorosa muerte congelándolos vivos.

Las autoridades canarias ya han recibido los planes de esta gigantesca cámara de tortura para criaturas sumamente inteligentes. Se prevé abastecer el mercado alimentario con un millón de estos solitarios animales, que vivirían hacinados cada año en tanques diminutos para después sufrir una dolorosa muerte dentro de recipientes de agua congelada.

Los planes de la granja han llegado al gobierno local, y un clamor multitudinario puede contribuir a evitar este sufrimiento. Avaaz ha hecho oír las voces de protesta ante las autoridades canarias y la Unión Europea para que prohíban la cría industrial de pulpos antes de que comience: “La cría comercial de pulpos es algo que no se ha hecho hasta ahora y, según los expertos, conllevaría inevitablemente un sufrimiento indecible para una de las criaturas más increíbles del planeta. Pero eso no ha frenado los planes de una empresa española empeñada en construir lo que sería una gigantesca cámara de tortura para pulpos en las islas Canarias. La compañía afirma que la granja crearía empleos, pero a las asociaciones de pescadores canarios les preocupa que la pesca tradicional se vea impactada. Habría que dar de comer toneladas de peces a los pulpos de la granja, lo que causaría sobrepesca, y los residuos vertidos al mar podrían afectar cómo se ganan la vida estos pescadores”.

“El documental viral ‘Lo que el pulpo me enseñó’ demuestra al mundo entero lo conscientes e inteligentes que son los pulpos. Y, allá donde miremos, sobran pruebas de que compartimos el planeta con animales y plantas que sienten más de lo que nos imaginábamos. Nuestra comunidad ha defendido en incontables ocasiones los derechos de las especies no humanas. Ha llegado la hora de hacerlo de nuevo”.