lunes, 10 de marzo de 2008

10 de marzo. Ni ganador triunfal, ni perdedor rotundo.


A veces unas elecciones generales ni confirman ni desmienten las expectativas. En este caso, acabamos de sufrir unas en las que el PSOE no ha triunfado como deseaba, ni el PP ha fracasado estrepitosamente. Desde mi punto de vista, fue una victoria pírrica, con cinco escaños más para los primeros y una dulce derrota, con seis escaños más para los segundos. Ni hubo triunfadores absolutos ni perdedores definitivos. Ambos consiguen la hegemonía del bipartidismo. Y ambos parecen dispuestos a olvidarse de la crispación, aunque nadie asegure que ésta no vuelva a imponerse mañana, si las circunstancias la requieren.

“Hemos trabajado duro –reconoce Zapatero en su primer discurso, recién reconocido su triunfo incluso por Rajoy, quien le felicitó–. Ha merecido la pena. Nace hoy una etapa sin crispación. Gobernaré corrigiendo los errores del pasado, pensando sobre todo en los que no tienen de todo y cumpliendo las aspiraciones de las mujeres”. Rajoy, por su parte, en un discurso entrecortado e interrumpido por los gritos entusiastas de unas bases que no se reconocían perdedoras, repetía ante la ausencia de Esperanza, Zaplana y Gallardón: “El PP ha sacado más votos que nunca”. Aunque no dijo lo que en adelante iba a hacer. Otros, como Gaspar Llamazares, reconocía sin paliativos su mal resultado causado por el “tsunami biopartidista que flaco favor ha hecho a la democracia. Un resultado que ni es justo, ni satisfactorio y que, en todo caso, no ha terminado definitivamente con IU” El voto útil de este partido, así como el de ERC, sirvió para apoyar al PSOE. Carod Rovira asumía que parte de su electorado se había quedado en la cuneta o que “ha pasado al PSOE pare evitar el triunfo del PP”.

En todo caso, una cosa está clara, según dijo acertadamente Ernesto Ekaizer, periodista de Público y comentarista televisivo. Y es que la “niña” de Rajoy ha resultado ser socialista y no va a llamarse Victoria. Quizás sí, Esperanza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

LA "NIÑA" DE ZAPATERO.

La "niña" de Zapatero, ya es bastante grandecita. Desconozco su nombre, pero no su apellido, ya que es la hija de Isaias Carrasco, persona recientemente asesinada por ETA. Ella es real -no imaginaria y cursi como la de Rajoy- que representaba la expresión de un deseo. La joven pidió la no manipulación de la muerte de su padre con gran entereza, y ello supuso -quizá sin pretenderlo- el mejor y más convincente mitin del psoe, ya cerrada la campaña electoral, y en jornada de reflexión. El incremento en número de votos hacía este partido por esta causa, es incuestionable.(hasta el propio Alfonso Guerra lo reconoce) La "niña" de Zapatero tiene incluso hasta un cierto parecido fisico con Irene Villa, (otra victima del terrorismo) pero dudo mucho que ambas puedan tomar café juntas y charlar de sus cosas. Probablemente porque la primera considere que es más victima que la segunda, además de ser vasca. Estimada "niña" de Zapatero: Que tu inmenso dolor no cierre definitivamente la fuente de tu conocimiento. Y siempre y -en todo caso- mi respeto y afecto.

Anónimo dijo...

Chiflos.

Anónimo dijo...

Chiflos, suscribo totalmente lo comentado por tí sobre la "niña" de Zapatero.

Santiago Miró