miércoles, 22 de julio de 2009

Beppe Grillo, un cómico contra Berlusconi.



La izquierda italiana ha vuelto a sorprender con la irrupción en escena de Beppe Grillo. El actor y cómico italiano ha decidido afiliarse al Partido Demócrata (PD) e inscribirse a las elecciones primarias. Grillo, un ácido y polémico showman con fama de tocapelotas, ha escrito en su blog el motivo de su salto a la arena política: “Desde la muerte de Enrico Berlinguer, en la izquierda sólo existe el vacío. Un vacío de ideas, de propuestas, de valentía, de hombres. Una izquierda sin programa, sólo presente en las administraciones locales, callada ante la militarización de Vicenza y la introducción de las centrales nucleares. Un monstruo político”. Su intento es volver a fundar un movimiento de oposición en el país, una válida alternativa que hasta ahora ha brillado por su ausencia.

Grillo es uno de los artistas italianos que siempre han prestado atención por la situación política de su país y por la evolución de la izquierda. Inflexible con los políticos corruptos, en esta ocasión es especialmente duro. “No se trata de un hombre político común y corriente –dice de él Italia.Informacioni.com– sino de un radical con una visión oscura e irredimible del mundo. Beppe Grillo no tiene interlocutores, sino enemigos; no tiene palabras, sino gritos de guerra; no tiene soluciones, sin embargo avisa de una catástrofe. Es un guru triste que hace sonreír, un diablo que tiene las alas del ángel redentor, un teólogo de la guerra total”. En su programa, Beppe Grillo incluye la “restitución de la dignidad a la República con la aplicación de las leyes populares del “Parlamento Limpio” y una información libre con la retirada de las concesiones televisivas de Estado a cada sujeto político, a partir de Silvio Berlusconi”.

Con sus ideas, Gillo pretende destronar a Berlusconi. Piensa que el Partido Demócrata está vendido y que, hoy en día, es “una colección de carnés y distintivos, una galería de almas muertas preocupadas por permanecer en el poder”. De ahí que proponga, desde su púlpito virtual, “ofrecer una alternativa a la nada”. Sostiene que “la izquierda ya no es un sujeto político sino empresarial, fascinado por su doble berlusconiano”. Y que ha dejado de ser izquierda. Piensa que es necesario reconstruir la razón revolucionaria, el proyecto emancipador y anticapitalista. No apuntalar al capitalismo o limarle las uñas, sino destruirlo para construir un proyecto liberador y realmente justo.

Beppe no sólo es un cómico que habla de cosas muy serias. Es el blogger italiano más importante —uno de los más leídos e influyentes de Italia, con más de 160.000 accesos diarios— y un intelectual comprometido contra la corrupción. Lo que le valió ser censurado y silenciado en todas las televisiones italianas. Hoy precisa de la izquierda italiana, para poder absorber los impulsos y votantes de la Italia de los Valores y construir un bloque fuerte que se oponga a Berlusconi.

Por cierto, la blogosfera italiana se ha declarado en huelga. El motivo de la protesta es el proyecto de Ley Alfano, que supondría “una mordaza a la información en la Red”, según los responsables de la iniciativa. Las bitácoras, entre las que se incluyen la de Grillo (www.beppegrilloblog.blogspot.com), se sumaron la semana pasada al rechazo de la futura norma, colgando el Manifiesto por el Derecho a la Red y el logo de la protesta: “Este blog alza la voz contra la mordaza del PDL Alfano”. Los afectados creen que la Ley Alfano es una excusa y una coartada que, bajo la “falsa apariencia de la responsabilidad”, se esconde el objetivo de “hacer la vida imposible al blogger” y al usuario de redes sociales. La mayoría de los blogs italianos con más lectores (como el de Beppe Grillo, Marco Travaglio, Alessandro Gilioli o Massimo Mantellinise) son muy críticos con Silvio Berluscon. Según ellos, lo que el Gobierno de “Il Cavaliere” se propone es atemorizar a los autores de los blogs para que se cuiden mucho antes de publicar informaciones comprometidas. Las multas, en caso de no retirar una determinada información, podrían superar los 10.000 euros. “La pluralidad de la información –aseguran–, constituye un derecho fundamental. Y ésta es una ley mata-internet”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ser censurado y silenciado supone uno de los mayores reconocimientos para un artista o intelectual. Quizá la mayor distinción sea ingresar en prisión. (Me refiero -claro está- a sociedades consideradas modernas.)
Se me ocurre que una "mamada" de Sofia de Grecia,a Juan Carlos I, pintada con el realismo de Antonio Lopez podrÍa ser merecedor de un parangón así.
El Pensamiento, la palabra, y todas las formas de expresión tienen su fiscalidad y apunte contable, y eso parece ser lo verdaderamente importante. En estos tiempos no resulta fácil la transgresión. Berlusconi es más propicio. Se defiende con abogados (como todo el mundo)
chiflos.