domingo, 12 de julio de 2009

Trajes, anchoas y otros regalos que enaltecen o delatan.

Camps y los suyos se defienden a su modo.


Desde hace varios días al bochorno del verano se ha unido la elevada temperatura política, incapaz de atemperar los ánimos. El PP ha vuelto a salir en tromba a defender a un Camps invencible, cual Cid Campeador, incluso cuando su cadáver es paseado por los suyos. Varios líderes del PP pretenden dar la cara a favor del presidente de la Generalitat, imputado por el caso de los trajes y acusado de cohecho pasivo. “Si, por aceptar regalos –se argumenta desde las filas populares–, un cargo público se tiene que sentar en el banquillo, muchos serían los políticos que tendrían que responder ante la Justicia”. Rita Barberá solicita que se abra de oficio una investigación por las famosas anchoas que Revilla, presidente cántabro, tiene por costumbre regalar a ZP. “Todo el mundo conoce que el presidente Revilla –salta, ofendida, la alcaldesa de Valencia–, cada vez que va a La Moncloa, le obsequia al Presidente del Gobierno por agasajo o por complacencia con algunas cajas de anchoas. Y las anchoas son unos productos caros. Buenísimos y caros”. Barberá se atreve a comparar Camps con las anchoas que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ofrece a Zapatero. Pero el presidente cántabro, sin perder su buen humor, advierte que son sólo “dos latas de anchoas” y que “no son tan caras como dice Barberá”, ya que “valen 20 euros” y dan para seis personas.


Las anchoas de Revilla.


Revilla asegura que, al contrario de las angulas o los trajes, las anchoas se las puede permitir cualquiera en un día de fiesta. Y recuerda que también se las manda al Rey, a Rajoy y al propio Camps por Navidad. “Al Rey sobre todo, cada vez que le visito –bromea el político cántabro–. Porque, si no lo hago, el Monarca se enfada”. Entonces alguien se atreve a recordar el regalo del nuevo yate real ofrecido por unos empresarios mallorquines. Pero ese, dicen, es otro cantar. En cualquier caso, Revilla añade: “Toda España está perpleja con las declaraciones de Barberá, porque hay mucha diferencia entre vestirse de forma clandestina e ir con bolsas en la mano a regalar a los presidentes y al Rey”. Reitera que se trata de un regalo institucional que hace todos los años a los presidentes autonómicos y también a Mariano Rajoy. “Tengo aversión a la corrupción y al despilfarro y tengo una austeridad absoluta –recalca Revilla–. Muy mal deben andar las aguas del Turia para comparar el tema de los trajes con las anchoas”.


“Si Rita Barberá tuviera el más mínimo interés en debatir seriamente sobre el delito de cohecho –denuncia Manuel Rico en su blog Trinchera digital– podría llamar a los catedráticos y profesores expertos en la materia, quienes le explicarían que el límite de lo correcto está en los usos socialmente admisibles. Un ejemplo puede servir para que lo entienda hasta la alcaldesa de Valencia: si alguien va a cenar a casa de unos amigos, le puede llevar una botella de vino o una caja de anchoas, pero no se le ocurre aparecer con unos trajes a medida, una televisión o un Jaguar. Pero a Barberá le importa un bledo la discusión jurídica sobre el cohecho. Lo que pretende es montar un circo dedicado a hablar sobre las anchoas, cuando lo único relevante en esta historia es aclarar el tema de los chorizos. Barberá y compañía tienen que explicar por qué, cuando Garzón encarceló al chorizo Correa, el PP decidió disparar contra el juez y no colaborar en la investigación sobre la trama corrupta. Barberá y compañía tienen que explicar por qué, cuando el chorizo Álvaro Pérez apareció como gran benefactor textil del presidente Camps, el PP decidió responder con mentiras: que si había facturas, que si pagaba en metálico, que si la farmacia de la mujer. Mentira sobre mentira, como si no hubieran sacado ninguna lección del Prestige, de las armas de destrucción masiva de Irak y del 11-M. Barberá y compañía tienen que explicar por qué, cuando las andanzas de los chorizos pusieron en el punto de mira judicial al tesorero del partido, el PP respondió que jamás habría pruebas de la culpabilidad de Bárcenas, en vez de pedirle explicaciones serias sobre su vida de multimillonario. Barberá y compañía tienen, en definitiva, que explicar por qué cuando en un lado están los chorizos y en el otro jueces, fiscales, policías y periodistas, el PP decide amparar a los chorizos, atacar a quienes persiguen a los delincuentes, mentir a los ciudadanos y propagar simplezas sobre las anchoas”.



Los trajes del hombre "más honrado del mundo".


Por su parte, Enrique Meneses, comenta sin salir de Internet (Ver en Blog recomendados): “Rita Barbera ha lanzado la ingeniosa excusa de que todos los políticos reciben regalos y no pasa nada. Un caballo de pura raza árabe, ofrecido por Muammar al Gaddafi a Jose María Aznar, es igual que una lata de anchoas del Cantábrico que el presidente de esta Comunidad regala al Rey, a Rodríguez Zapatero y a Mariano Rajoy. El número de contratos concedidos a la trama de Correa y ‘el Bigotes’ en Valencia no guarda relación con el obsequio de carísimos trajes al ‘hombre más honrado del mundo’, al que acompañaría Rajoy, ‘delante, detrás o a su lado’. No cabe la menor duda de que, si el tribunal superior, que tiene el asunto Camps en sus manos, deja a un lado su conservadurismo, el cariñoso presidente de la Comunidad Valenciana, arrastrará en su caída al mismísimo candidato del PP en las elecciones presidenciales de 2012”.


"Quedan aún uno o dos escaloncitos", dice Camps.


Para curarse en salud, el PP hizo una declaración pública, leída por el vicesecretario de comunicación, Esteban González Pons, en la que insiste en defender a Camps. Y el protagonista de toda esta historia, declara que “la verdad está más cerca que nunca”. Asegura que “sólo quedan uno o dos escaloncitos y entonces esta cuestión tan extraña, absurda y tan estrafalaria habrá pasado al pasado”. La estrategia de la derecha –en el PP ya se acepta abiertamente que los “trajecitos” fueron de “matute”– es negar que esos regalos a Francisco Camps, por parte de la trama corrupta de empresarios comandados por Correa, no implican favores políticos. Es decir, que no hubo cohecho. Fuentes de Génova consideran que el auto es “insuficiente” y “no tiene pruebas, dando por seguro que Camps no se sentará en el banquillo ya que las acusaciones a las que se enfrenta son “menores”. Las mismas fuentes sostienen que “la cacería por la que el ministro Bermejo dimitió cuesta bastante más que los cuatro trajes” y que su valor es inferior al de muchos regalos que reciben políticos, jueces o periodistas que no se consideran cohecho. En el acto de conmemoración de la victoria del PP en las pasadas elecciones europeas, el secretario general valenciano, Ricardo Costa, pedía un aplauso para Camps, “el más honesto, el más honrado, el que más ha hecho por la Comunitat” e instaba a los alcaldes y representantes del PP a ir “con la cabeza bien alta” y a no dejarse “atacar”, a pesar de “los insultos, amenazas y pancartas”.


Para María Teresa Fernández de la Vega la ética y la estética no son medibles en términos cuatitativos.


La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, critica en la Cadena Ser que el PP, con su estrategia en este asunto “no es razonable. Primero quiso desautorizar a Garzón; luego, aplicó la técnica del ventilador y ahora recurre al manto de silencio”. Indignada con la respuesta de los populares a la trama corrupta del “Gürtel” y especialmente a los trajes regalados a Camps, De La Vega se muestra muy crítica con Ritá Barberá por sus declaraciones en las que la alcaldesa de Valencia pide procesar a Zapatero por aceptar como regalo las anchoas del presidente de Cantabria. “Esas declaraciones son irrespetuosas hacia los ciudadanos. Es inadmisible. Un político tiene que mantener la responsabilidad y el decoro y ellos han faltado el respeto a los ciudadanos”. Dice que Barberá ha rebasado todos los límites de la corrección en un claro acto de deslealtad a las instituciones. Reitera una vez más que el problema no es una cuestión de cantidad (cuatro trajes): “Estamos hablando de servidores públicos. La ética y la estética no son medibles en términos cuantitativos”. Y añade que “en política no vale todo”, que el PP ha ido elevando el tono de las descalificaciones “de una forma inaceptable, de un modo chabacano y esperpéntico” y que los dirigentes populares han usado “el ventilador” y no han dudado en atacar al Gobierno y a otras comunidades autónomas. “El PP ha cruzado ya demasiadas líneas rojas, ha insultado, ha faltado al respeto a las instituciones, se ha autoaplicado la ley del silencio, pidiendo una ley a su medida”. Pero, lo más preocupante para ella ha sido la insistencia en “desautorizar a jueces y descalificar la causa”.


Otros, en cambio, apuntan el detalle de que Francisco Camps no abandonará su cargo ni siquiera en el caso de que se siente en el banquillo de los acusados. Y que el presidente seguirá “luchando para evitar que todo acabe en juicio por culpa de una acusación infundada”. Porque “mientras quepan recursos, hay esperanzas”. Así lo aseguran fuentes recogidas por Federico Quevedo en El Confidencial. “En el peor de los casos, a Camps le pueden poner una multa… Pues se paga la multa, se pagan los trajes, y se acabó este asunto que empezó con tremendas acusaciones de corrupción que se han quedado en nada. Más le habría valido, desde el primer momento, reconocer la imposibilidad de demostrar lo indemostrable y pagar de nuevo los trajes para evitarse el calvario posterior, que en términos de imagen le ha salido bastante más caro”. El auto obliga al PP a cambiar su discurso. El PP acepta la mentira como instrumento de acción política. Cuando ahora es ya incontestable que sí recibía regalos, el PP dice que “no pasa nada, que todo el mundo los recibe”. De la “inocencia” incuestionable de Camps, se ha pasado a admitir que sí pudo haber regalos, aunque el presidente valenciano insista en ser el mejor de los mortales…



La International Society For Human Rights lanzó una brillante campaña publicitaria (a cargo de Scholz & Friends) para conmemorar el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Son imágenes de dictadores “ajusticiados” con un pastelillo estrellado en la cara que igualmente delatan. Los tres protagonistas primeros son:

El dictador norcoreano Kim Jong Il


Presidente irakí, Mahmud Ahmadineyat.



Ex presidente vitalicio de Zinbabue, Robert Mugabe.

El resto de imágenes son de Lauzán (Dibujos y etcéteras de Alen Lauzán Falcón lauzan@gmail.com) y completan cada una a su manera la celebración del mentado aniversario.


Ex presidente cubano, Fidel Castro.




Pep Roig, desde Mallorca, observa con obsesión cómo algunos tiburones provocan la desbandada entre bañistas, cómo el partido confía en tu honradez, cómo el PP minimiza la culpa de Camps o cómo en China se observa la libertad de expresión.




Y para terminar tres vídeos que hablan del caso que hoy tratamos. En primero, el presidente Camps declara que se paga sus trajes.


En el segundo y tercero, el presidente Revilla es entrevistado por Buenafuente en el programa televisivo de la Sexta. El presidente cántabro habla con su simpatía de siempre sobre quien acepta regalos de cualquier tipo debido al cargo que ocupa en la sociedad.
Parte 1ª Fantástico Revilla. Anécdota Trajes Camps en Buenafuente


Parte 2ª Fantástico Revilla. Íglesia África en Buenafuente

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dice Manolo Garcia, -el cantante de el ultimo de la fila- que “las palabras son cansancio.” De lo que se desprende la necesariedad de fatigarse, para después poder decir algo y ser útil uno así mismo y a la comunidad que nos rodea, es decir eso que llamamos gente, o los demás.(vivir para contarlo, -en definitiva-) Convendría señalar que quizá el sentido o significacion que otorgamos a la frase no es suficientemente preciso. Las palabras “provienen” del cansancio, diria yo. En todo caso ,-No importa- Provienen, luego “son” cansancio. El como se fustigue cada quien y cada cual es cosa suya, pero lo cierto es que la mortificación -en epígrafe laicista, -se entiende, claro- produce ideales, referentes, utopía y marcos constitucionales, al contrario que el sueño de la razón, -que como -sabemos, produce monstruos.- (Certeza absoluta expresada por Francisco de Goya, quien cuando dijera esto debía estar ahíto de fornicio con cualquier duquesa de la época.) La exhaustividad física precipita a la comprensión de los abismos, mostrándose así mas lucientes y alcanzables. Un ejemplo de esto, seria la importancia que todos otorgamos a cualquiera que entre en periodo pre-agónico, y a punto de palmar. Toda cosa dicha por un individuo en estas circunstancias, será tenida en cuenta como una información vital y valiosísima por sus allegados y/o partidarios. Quizá sea por ello, que sale tanta peña a correr los domingos por la mañana, y a cualquier hora del día. Quizá sea por ello que otros practican el botellón y consumo de otras sustancias como forma de extenuación, sustitutiva y sucedánea de la agonía clarividente. Hoy más que nunca, -y como siempre,- son importantes las palabras. También el sonar de los instrumentos, las formas, el baile, los colores y los gestos. Es justo y necesario. Es nuestro deber y salvación. Y estorba tanta represión y la policía, y quienes se pasan la vida en estricta observancia del plan general contable con especial atención de los pasivos corrientes a corto plazo. Y ¿que tiene que ver todo esto con Barcenas, Camps y Rita Barbera? Pues... que estan cansados. Por eso hablan, y a su vez nos cansan a los demas, que tambien hablamos. Faltaria mas.
Chiflos.

Santiago Miró dijo...

Aprecidado Chiflos, concluyo, de tu perorata, que la palabra manipulada de los políticos siempre protege sus propios intereses, que no los del pueblo, pese a hablar en su nombre. Pero, a los que formamos parte de él siempre nos queda la palabra, tanto la pronunciada como la escrita, tan peligrosa y explosiva como una bomba.

Anónimo dijo...

No, no... las palabras y las bombas, practicamente no consiguen nada. Apenas fructifican en nada. Si alguien -por ejemplo- dice Gora Euskadi Askatuta, es como si no dijera nada, porque ademas de ser expresion ambigua y enmarañada no sirve para nada. Sin embargo es mas revelador escuchar a un txalapartari. Las tranformaciones son mas favorables desde la conceptualidad del arte y su emocion. Me referia antes al cansancio que proporciona la ineficacia de tanto discurso y tanta palabreria. Tanta oratoria vana en circulo vicioso y de bandos.
chiflos.

Anónimo dijo...

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