miércoles, 30 de diciembre de 2015

El secreto álbum de fotos de Papá Noel.

Un borracho, disfrazado de Santa Claus –informaba el año pasado la policía–, entró en una vivienda en St. Paul, Minneapolis (EEUU), y asustó a una joven de 16 años antes de quedarse dormido. Se trataba de un estudiante de la Universidad de Santo Tomás, de 21 años, acusado de irrumpir en una vivienda ajena y llevado a un centro de desintoxicación. La policía lo halló dormido en la casa, horas después de una fiesta zombie. La jueza Margaret Marrinan dijo al diario St. Paul Pioneer Press que un chico de 14 años huyó de la casa tras descubrir al intruso y que su hermana, de 16 años, se encerró en un baño para llamar a los padres. El padre de los adolescentes dijo que nadie en su familia volvería a tener la vieja imagen de Santa Claus.

Strambotic, el blog más desquiciado de la blogosfera española, describe a Papá Noel como un tipo que no es de fiar. Como alguien que nace en el siglo IV, en Turquía, en una familia adinerada, es nombrado obispo y llega a ser el santo patrón de los marineros. “Va mutando, piano piano, de lo clerical a lo pagano, hasta convertirse en ese afable abuelo rosado y barbudo libertino con cara de borracho irlandés, que acoge en sus rodillas a los niños, en los centros comerciales, se ríe con la O y regala caramelos, golosinas y otras chuminadas dentro de un calcetín.

“Santa Claus, Nikolaus, Papá Noel, Viejito Pascuero, Colacho, Pai Nadal o San Nicolás… no importa el nick que le asigna cada cultura. En todos ellos, el recuerdo original, en que ayuda a los más pobres, queda lapidado por el festín capitalista anual. Y he aquí que su oronda figura no pueda soportar la responsabilidad de alimentar los sueños infantiles y, en horario no laboral, se entregue en cuerpo y alma a la bebida y otras lindezas propias de su cargo clerical.

“Aquí van algunos ejemplos de cómo se las gasta el heredero legendario de aquel antiguo obispo de Anatolia:

Los ángeles del infierno le echaron por radical.
Le disparan en el aire, confundido con un palomo.
 Le disparan en el aire, confundido con un palomo.
Santa Claus, borracho como una cuba.