sábado, 28 de octubre de 2017

Las puertas giratorias son… sanísimas (y II)

La ministra de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina (d), durante su intervención en la sesión de control al Ejecutivo.

“El de Pérez Renovales –escribe Luis Díez en Elcuartopoder– ha sido un caso paradigmático de ‘giratorio preventivo’ con rechifla de la ley de marzo de 2015 que obliga a los altos cargos a abstenerse durante dos años de ocupar puestos en entidades del sector privado afectadas por decisiones en las que hayan participado. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, autorizó a su subsecretario y amigo, Jaime Pérez Renovales, a pasar a la alta dirección del Banco Santander antes de cesar en su cargo oficial como número dos del Ministerio de la Presidencia. Una semana antes de cesar como subsecretario de la Presidencia, Pérez Renovales ya fue nombrado secretario del consejo de administración del Santander. Ya con posterioridad, Pérez Renovales recibió nueve respuestas positivas del Gobierno para ocupar presidencias y formar parte de consejos de administración de otras tantas sociedades privadas, en todos los casos relacionadas con concesiones, permisos, habilitaciones y contratos directos e indirectos con la Administración General del Estado. Los dos años de incompatibilidad fijados por la ley habrían sido para tan brillante servidor público y privado como Renovales una “mili” demasiado dura, casi tanto como para otros exaltos cargos del área económica del Gobierno.

Cuando no ha transcurrido ni un año de la investidura de Mariano Rajoy como jefe de Gobierno, con la renovada promesa de higiene democrática, se han expedido 137 permisos a altos cargos salientes para ocupar puestos privados en actividades casi siempre relacionadas con sus anteriores cometidos públicos. Entre los giratorios inmediatos, con evidentes intereses concomitantes con sus funciones anteriores figuran los militares Rafael Comas Abad, quien pasó de ocupar la jefatura del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, a asesorar a la empresa Suricatta Systems, fabricante de construcciones modulares, muy útiles para el despliegue en misiones internacionales, y también obtuvo el visto bueno como asesor de la empresa TRC; el general Fernando Sacristán, realizó un looping desde la jefatura del mando de apoyo logístico del Ejército del Aire, para aterrizar en las empresas Tecnobit, Bess-Beyond Soluciones y Servicios y Hornet Consulting. Otro giratorio egresado del departamento que ahora encabeza María Dolores de Cospedal es el anterior director del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), José Manuel García Sieiro, quien pasó al servicio de Lapid Consultores. Y el giratorio por antonomasia, el exministro y ahora embajador en Washington, Pedro Morenés Eulate. Sus entradas y salidas del sector privado al público y viceversa han sido constantes desde hace más de veinte años –concretamente, desde que el PP ganó las elecciones de 1996–, lo que le convierte en el arquetipo o modelo de “giratorio continuo”.

El último casos es el ejercido por Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Ella no solo es un ejemplo más de las puertas giratorias sino que justifica  las mismas: “Creo –declara abiertamente en la revista Glamour del número de noviembre– que las puertas giratorias son sanísimas para un país ¿Por qué lo creo? Pues porque los ciudadanos no quieren ni se merecen políticos profesionales que no sepan hacer otra cosa que la política”. Ella misma se pone como ejemplo para exponer las bondades del sistema. Asegura que cuando regresó al Ministerio en esta última etapa, cuando fue nombrada secretaria general, el sector privado ya no le aportaba nada ni profesional ni económicamente: “Pero lo hice porque creía que España lo necesitaba especialmente; y pude hacerlo. Eso me parece tremendamente sano y enriquecedor para la gestión de lo público”. En la entrevista, además, asegura que las mujeres que trabajan en su departamento “no están ahí por ser mujeres, están ahí por ser las mejores”. Y presume que solo hay un hombre entre los altos cargos, al tiempo que rechaza las cuotas. “Creo que sería muy duro para ellas pensar que están ahí porque tienen cromosomas XX en vez de cromosomas XY: están ahí porque lo valen”, afirma la ministra.

No hay comentarios: