sábado, 17 de octubre de 2020

Pongamos que hablamos (otra vez) de Madrid… Y Fiesta Nacional con mascarilla.

Ayuso carga contra la “madrileñofobia”.

El pasado mes de junio, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tildó de “injusta” la 'madrileñofobia' y recordaba que la capital es una región que no ha distinguido nunca “por procedencia”. En una entrevista en 'Cope', recogida por Europa Press, a la presidenta le “duele” profundamente este tema, pero defiende que “los madrileños han hecho un gran esfuerzo y se han comportado como auténticos héroes, quedándose en casa”. “Hemos contenido entre todos el virus y, ahora mismo Madrid, está en situación de poder moverse con total normalidad, es más, es una población que ha aprendido especialmente del Covid”. La presidenta defiende que “Madrid es España”, porque los madrileños son “españoles por encima de todo” y porque son una comunidad que, además de “emprendedora y muy trabajadora”, es “solidaria y abierta al mundo, plural”. E insiste en que “somos, desde 1561, la capital de España precisamente por eso, porque es de todos y de nadie. De repente, esos mensajes del terruño a mí me ofenden profundamente porque los madrileños no se han movido todavía de la Comunidad y ya estamos viendo cómo hay brotes en otras partes”, indica, al tiempo que sostiene que “el virus no entiende de regiones, entiende de distancia social y de prevención”.



Frente estas y otras declaraciones de la presidenta, se levantan otras que contrastan con las de Ayuso. Hace unos días, Sato Díaz anunciaba en Cuartopoder que la pandemia agudizaba los problemas y tensiones en la Comunidad de Madrid: “La crisis territorial del Estado español no solo afecta a Catalunya, ni al resto de las periferias. Estos meses, más allá de la gestión específica de la pandemia, vemos cómo Madrid se está convirtiendo en un elemento distorsionador desde el centro geográfico español. Copa telediarios que olvidan al resto de territorios, la concentración mediática madrileña es enorme. Tiene un nivel de renta del 36% más de la media española, el 45% de los trabajadores tienen empleos altamente cualificados y el 44,5% de las 1.000 empresas mayores de España tienen su sede en Madrid. Madrid es una fuerza centrípeta que vacía el resto de España (la España vaciada), como recoge Jordi Amat en su artículo ‘Vente pa' Madrid’ publicado en La Vanguardia”. Y Cuartopoder trata sobre este tema desde el punto de vista catalán (Xavi Domènech); Euskadi, Oskar Matute (diputado de EH Bildu); País Valencià (Àgueda Micó, de Compromís) y Galicia, Ana Pontón (líder de la oposición y del BNG).

Xavi Domènech, desde Catalunya.

“A diferencia de la mayoría de otras comunidades dice el historiador, Xavi Domènech—, Madrid no se creó por iniciativa propia, ya que no respondía a ninguna aspiración popular, sino directamente por el Estado. De hecho, el centro del Estado en sí mismo está radicado allí”. Domènech inicia la reflexión. Para él, “las elites económicas y políticas radicadas en Madrid han podido utilizar la comunidad autónoma para realizar políticas extremadamente intensas de carácter privatizador y de dumping fiscal que han permitido acelerar la concentración de recursos… Por otro lado, en la medida que este proyecto de clase se consumaba, se exacerbaba el discurso nacionalista español proyectado desde el poder, como forma de legitimación y de construcción de hegemonía de un proyecto que, siendo claramente de parte, se presentaba como el de todos”. A diferencia de lo pregonado por Díaz Ayuso, Domènech considera que “Madrid, en ese proceso de concentración, no es España y, de hecho, cada vez se parece menos a España. Es, en este sentido, una suerte de agujero negro que drena recursos, generando el fenómeno de la España vaciada”. Domènech considera que “está en disputa, más allá del modelo autonómico, una concepción de España, y, en esa disputa, se juega una suerte de coalición distinta de intereses”. “La disputa se establece entre una España, en realidad homogénea y vacía, y, por tanto, mucho más útil a un discurso nacionalista neoliberal, y la idea de una España plural, que a su vez sólo es posible sobre la base de la aceptación de su propia plurinacionalidad”. Y aprovecha para lanzar, a los vecinos de las zonas populares madrileñas, un mensaje “de absoluta fraternidad y solidaridad en estos momentos tan duros”, en relación a las medidas diferenciadoras, por barrios, que puso en marcha el Gobierno Ayuso-Aguado. 

El diputado de EH Bildu, Oskar Matute, durante su intervención en el debate de investidura.

Oskar Matute, diputado en el Congreso de los Diputados de EH Bildu, describe en Cuartopoder cómo se ve, desde la izquierda vasca, el papel que está jugando actualmente Madrid de cara a todo el Estado. Aclara el punto de partida: “Nos sentimos más cerca de las vivencias de ciudadanos de Vallekas, Usera o Villaverde que de las oligarquías en Euskal Herria”. Para Matute, la Comunidad de Madrid se ha convertido en “un laboratorio de las políticas neoliberales” en un contexto de “choque de modelos”. Un choque que supone, desde su punto de vista, una “batalla que alcanza tales dimensiones que extrapolan a la ciudad de Madrid y que también afectan a Euskal Herria”. “Un modelo neoliberal puro”, que “hace abandonar el barco a las clases populares”. Cuando éstas protestan, “vemos lo que pasó en Vallekas, a porrazos”. “El Madrid de las élites”, para Matute, “es el capitalismo que llega a todos”, y el ejemplo más sangrante, “el recorte del derecho a la sanidad”. En el aspecto concreto de la crisis territorial, según el diputado, “el Estado ha importado para Madrid un modelo que no es nuevo, el de la ciudad-estado”. Asegura que la capital “lleva tiempo acumulando poder”. Algo que sitúa dentro de “un proceso de recentralización” y que pretenden desde algunos sectores de los poderes del Estado. “Ya lo vimos con la mediación del rey en el conflicto en Catalunya, y eso que dicen que el rey no se mete en nada”, recuerda, añadiendo: “Decidieron sacar a muchas empresas de Catalunya, con intermediación directa del rey, y trasladarlas a Madrid”. Y concluye: “Así se va construyendo el Madrid de las élites”. 

Àgueda Mico, coordinadora general del Bloc Valencià y coportavoz de Compromís.

Àgueda Micó (del Institut Valencià d’Investigacions Econòmiques) pone como ejemplo un estudio sobre los efectos de la capitalidad de Madrid en el resto del Estado. Según el mismo, “el 29% de los trabajadores públicos estatales se concentran en Madrid y esto conlleva que la capital tenga 95.000 trabajadores públicos más de lo que debería. Por otro lado, 9 de cada 10 contratos públicos se gestionan en Madrid y el 60% de las adjudicaciones públicas se realizan a empresas residenciadas allí. Estos hechos permiten a la capital dejar de ingresar 4.100 millones anuales por las rebajas fiscales. Y este dumping fiscal retroalimenta la absorción de empresas, capital humano, capital social y población”. La dirigente valencianista habla de la concentración de transportes en Madrid, de la distribución radial en el Estado y de la penalización que, históricamente, esto ha supuesto para el corredor mediterráneo. Micó advierte: “En estos momentos, la gestión de la crisis del Covid-19 es una oportunidad para las derechas y Madrid es su campo de batalla”. Para la coportavoz de Compromís, “el discurso recentralizador lo vienen utilizando desde antes de la pandemia” y considera que “más allá de Madrid, no está haciendo mella el discurso contra el Estado de las autonomías”. “Al menos en el País Valencià se está visualizando la capacidad de gestión de la Generalitat Valenciana, cogobernada por Compromís, el PSPV-PSOE y Unides Podem, por encima del propio Gobierno central y en clara contraposición con el Gobierno autonómico madrileño: mientras en Madrid se repartían pizzas para los niños, nosotros teníamos un bono para comprar comida saludable en los supermercados locales”. Micó hace hincapié en diferenciar la visión que desde fuera se tiene de Madrid, como pieza del sistema neoliberal, a la de las clases populares madrileñas. A éstas, les dice: “Juntas, tenemos más fuerza de la que parece y podemos provocar profundos cambios políticos y sociales. El movimiento social y ciudadano es igual o más importante que el partidista y debemos trabajar todos juntos para conseguirlo desde la izquierda transformadora, ecologista y feminista. Contad con nosotras, que hay muchas valencianas y valencianos que pensamos y queremos lo mismo”.

Ana Pontón, líder el BNG.

La líder del BNG, Ana Pontón, actual jefa de la oposición a Alberto Núñez Feijóo desde las elecciones del pasado mes de julio, advierte: “El madridcentrismo no es un problema nuevo, sino estructural a la concepción que algunos tienen del Estado, tal y como ha reflejado recientemente Díaz Ayuso”. La gallega se refiere a la famosa frase de la presidenta madrileña: “Madrid es España dentro de España. ¿Qué es Madrid si no es España?”. Una frase que describe cuál es la visión de las derechas madrileñas, y algunas de más allá, sobre la función de Madrid en el Estado. Pontón recuerda en Cuartopoder que “hay un problema económico y político de fondo, Madrid concentra inversiones, discursos, atención, población y eso nos sitúa en un plano de desigualdad. Esta situación genera desequilibrios cada vez mayores”. Esta desigualdad, según la portavoz gallega, tiene una respuesta política que se está viendo en el aumento del apoyo a fuerzas que no tienen su epicentro en Madrid: “Se refleja en cómo cada vez más gente prefiere proyectos propios como el BNG”. Advierte, además, sobre la voluntad recentralizadora de las derechas: “La aspiración de recentralizar el Estado, por parte de la derecha y parte de la izquierda española, tampoco es nueva, es el debate de fondo de los últimos años”. Al igual que Domènech, Pontón manda su “solidaridad con los barrios de Madrid” y recuerda: “El BNG es una fuerza política que apoya los estados de alarma para que por delante esté la vida. Da igual en Madrid, Galicia, Barcelona o Andalucía”. Y manda un recado a la derecha madrileña: “Vemos que la derecha madrileña, con seguidismo de todo el PP, (también Feijóo), está intentando hacer de Madrid una víctima. Bloquear decisiones sanitarias por un partidismo estéril demuestra el nivel de irresponsabilidad de todo el PP, no solo el de Ayuso”. 


Íñigo Errejón, diputado de Más País.

“Hoy, Madrid —dice el diputado de Más País para Cuartopoder— somete a un estrés económico y social al resto del Estado y expulsa de unos servicios públicos limitados a unas clases populares que no pueden aguantar el ritmo. Algo de lo que, desde las derechas madrileñas, intentan sacar provecho azuzando una suerte de regionalismo chusco: Madrid es España. Y se victimizan hablando de la existencia de madrileñofobia”. Errejón ve con preocupación la situación y analiza: “El proceso de hiperconcentración de riqueza, decisiones, comunicaciones, infraestructuras y oportunidades de Madrid, lo ha convertido en una especie de aspiradora que vacía lo de alrededor. Esto ha convertido a una parte de Madrid en una especie de distrito federal hiperprivilegiado y a la gente que gobierna, que solo lo haga para la corte, en esa dicotomía de villa y corte. Sienten que gobiernan el corazón político, económico e ideológico de España, no para mejorar la vida de los madrileños, sino para librar batalles españolas”. Para librar estas batallas, “buscan la diferencia entre madrileños con el resto, especialmente con Catalunya, intentan cohesionar a los madrileños contra Catalunya para que no nos preguntemos por qué hay tanta diferencia en la esperanza de vida entre Parla y Las Rozas o entre Villaverde y Salamanca”. Recuerda que todos los beneficios de la capitalidad para Madrid “se concentran en la corte, en un Madrid muy determinado”. Un Madrid que “se ha convertido en un laboratorio neoliberal, desastroso en lo social y exitoso en lo ideológico”. Asegura que esta construcción de Madrid “solo se mantiene porque lo mantiene el Estado español”. “Si Madrid fuera un país, sería insostenible con esos grados de desigualdad, endeudamiento y beneficios para los ricos. Esto solo se sustenta por el beneficio de capitalidad”, recoge, añadiendo: “El dinero que se ahorra por el efecto capitalidad lo utiliza para hacer rebajas fiscales a los más ricos. Es un Robin Hood, pero al revés”. Advierte de que, con este modelo, se está construyendo “un país con la estructura de megaurbes conectadas por trenes de alta velocidad y enormes territorios vacíos… Eso es un país fallido que tendrá unos efectos en el cambio climáticos enormes”. Y subraya que “esta construcción de Madrid priva a los madrileños de tener tierra propia, uno no puede ser de una city, de una fortaleza conquistada por Airbnb. Es importante que se vea desde el resto de España que esa construcción también nos priva a tener identidad, da una sensación de desarraigo, se pierden las tradiciones, las fiestas populares...”, concluye Errejón.


 
La Familia Real durante el acto que se celebra en la plaza de la Armería del Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional, en Madrid.

Enric Sopena escribe sobre Sánchez, el Rey y las rabietas del PP, a propósito del Día de la Hispanidad: “El 12 de octubre nos ha pillado este año con una fiesta nacional de España marcada por la pandemia, lo que ha llevado a que la celebración sea austera y casi insípida en las formas, pero borrascosa en lo político. En el Patio de Armas del Palacio Real, se vivieron varios encuentros polémicos: el del presidente del Gobierno con la presidenta de la Comunidad en pleno disgusto por el estado de alarma en Madrid o el del vicepresidente, Pablo Iglesias con su tocayo Pablo Casado líder del PP quien le pide la dimisión por el asunto de la tarjeta de la joven Dina Bousselham. En el fondo, la defensa exagerada de la derechona y sus adláteres de la figura del Rey que siempre preside este acto oficial, acusando de paso al Gobierno de atacar al Rey de forma continuada. La realidad les contradice. Desde que llegó a la Moncloa Pedro Sánchez ha acompañado a Cataluña al rey en cinco ocasiones. Cinco veces lo hizo José María Aznar pero a lo largo de sus ocho años de presidencia y solo dos Mariano Rajoy, en siete años de gobierno. Mira por donde, el Gobierno de coalición de talante republicano resulta ser el más solícito con su majestad. Y hay que decir que solo el presidente del Gobierno acompañó a Felipe VI en la entrega de premios de la BNEW este pasado viernes entre algaradas independentistas y a pocas horas antes de tomar decisiones de calado con Madrid para frenar la enfermedad, con la oposición del Gobierno madrileño. Los de Casado, en plena rabieta, han dispuesto toda su artillería para acabar con el ejecutivo de coalición y en ello emplean además a sus medios afines. Como ejemplo, cito un reciente artículo de opinión del director de La Razón que acusa al ‘gobierno social-comunista’ de pisotear el orden constitucional, le acusa de ‘chulería inaceptable de imponer un estado de alarma que es innecesario, en vez, dice, de colaborar con Díaz Ayuso. En su fervor, cambia los términos achacando a la orden ministerial el rechazo de los tribunales al confinamiento decretado anteriormente, y olvidando que fue la Comunidad de Madrid la que obvió la referencia a la ley orgánica de 1986, que hubiera dado vía libre a un confinamiento perimetral. Así se ha hecho, por ejemplo, en Castilla León, otra Comunidad cuyo gobierno es también del PP. Se ha convertido el presidente socialista en el depositario de todos los marrones que no han dejado de surgir desde que juró el cargo. Pero nadie puede decir que le tiembla el pulso ni para proteger la salud de los ciudadanos ni para apoyar a la Corona sobre el terreno, donde otros no se han atrevido. Algo debe estar haciendo bien, señor Sánchez, cuando tanto le critican...desde la barrera”.


Los Reyes junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

La infanta Sofía, por su parte, lució un estilo más moderno, compuesto por un pantalón azul marino y una blusa blanca, decorada con un lazo en el lado izquierdo. Al igual que el año pasado, la hija menor de Letizia y Felipe ha dejado su melena suelta. “Los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía escribía el ABC han presidido este lunes en el Patio de la Armería del Palacio Real un acto, casi íntimo, de la Fiesta Nacional, reducido a un formato exprés por la pandemia en el que ha faltado hasta la cabra de La Legión. Al acto han asistido todos los miembros del Gobierno excepto la ministra de Exteriores, que se encuentra en Bruselas. Para el vicepresidente Pablo Iglesias, esta ha sido su primera Fiesta Nacional, pues hasta ahora se había negado a asistir. Y lo ha hecho con una mascarilla de la República, mientras que su pareja, la ministra Irene Montero, ha acudido vestida de morado. Tampoco han faltado los otros dos ministros de Podemos, Castells y Garzón. La ceremonia transcurrió con el ruido de fondo de los gritos procedentes de la Plaza de Oriente, donde miles de personas con banderas de España abucheaban al Gobierno y gritaban ‘Vivas’ al Rey, ovacionando a la Familia Real. También se oyeron pitidos contra el Gobierno y gritos de ‘asesinos’, ‘fuera’, ‘Sánchez dimisión’ y ‘Libertad’. Además de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acudieron todos los presidentes autonómicos, excepto cinco: los de Cataluña, País Vasco, Murcia, Baleares y Aragón. Como es habitual, asistió el Nuncio de Su Santidad el Papa y el arzobispo castrense. Tras el homenaje a la bandera, el Rey impuso condecoraciones a militares y a una guardia civil por su participación en la operación Balmis, cuyo objetivo fue luchar contra la pandemia. Después se rindió homenaje a los que dieron su vida por España con la solemnidad habitual. Se interpretó ‘La muerte no es el final’ mientras los guardias reales acercaban una corona de laurel con la bandera de España a los pies del mástil donde se había izado la enseña”. 


Pablo Casado tuvo que abandonar el acto del día de la Hispanidad bajo los gritos de 'apoya la moción' y 'cobarde'.

El presidente del PP, Pablo Casado, tuvo que abandonar el acto bajo los gritos de algunos asistentes de “apoya la moción” y “cobarde”, en referencia a la moción de censura que debatiría el Congreso esta semana a iniciativa de Vox. Una iniciativa que partió sin los apoyos de PP y Ciudadanos y que los partidos de la izquierda descalificaron por el momento en que se presentaba; en plena segunda ola y en unas semanas en las que los políticos deberían centrarse en combatir el virus. En este mismo acto, el líder popular pidió al Gobierno que se “retire cuanto antes” el estado de alarma en Madrid al considerarlo “injusto” y “discriminatorio”. Tras asistir al acto de celebración de la Fiesta Nacional, el líder popular defendió que, en otras comunidades autónomas, “las cifras de contagio son mayores” y las medidas implantadas por la Comunidad de Madrid “ya estaban funcionando” cuando el Ejecutivo implantó el estado de alarma en la región. “Lo importante ahora mismo —subrayó es apoyar a los madrileños y a los españoles con medidas eficaces no discriminatorias”.

Hoy, domingo 18 de octubre, se celebran elecciones generales en el país andino, dónde el fascismo dio un golpe de estado. Ante el eminente levantamiento popular, el Gobierno decidió convocar elecciones. En todas las ciudades de este país, hay una movilización masiva para derrotar a la derecha. El candidato de izquierdas, Luis Arce Catacora (Lucho Arce) se perfila como el ganador en primera vuelta. “Bolivia atraviesa la peor crisis de su historia —ha manifestado. El pueblo clama por la recuperación de la democracia, la cultura, la educación, la salud, la estabilidad económica y social. El 18 de octubre la victoria será del pueblo y el pueblo gobernará”. Javier Gassó, subdirector general para las Naciones Unidas, la persona elegida para dirigir la embajada española, trabaja como si fuera un embajador a ojos del departamento de Arancha González Laya, la ministra de Asuntos Exteriores que ha preferido acreditarle en funciones para así sortear un posible veto o retraso en la aceptación del preceptivo plácet. Si hay un cambio de Gobierno en el país andino, Madrid cursaría entonces la petición de nuevo embajador para Gassó ya con el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales asentado en el poder. España y Bolivia intercambiaron encargados de negocios en agosto pasado para poner fin a la crisis diplomática que se prolongaba desde diciembre del año pasado. Madrid y La Paz estuvieron cerca de una ruptura de relaciones diplomáticas a finales de diciembre, tras un confuso incidente en la Embajada mexicana en el país andino, donde se habían refugiado varios exministros de Evo Morales tras la salida de Bolivia de este último. Se ha dicho que la revolución democrática nuevamente está en marcha en Bolivia y que el Gobierno se recuperará sin derramar ni una gota de sangre, sin violencia y con una votación masiva. Pero muchos sospechan del peligro de la mano negra de EEUU quien, ante el peligro de perder sus inmensos recursos naturales, podría intentar nuevamente otro golpe de Estado...


Vox aprovechó la celebración del 12-O para sacar pecho de su españolidad.

Fotomontajes, imágenes y fotos sorprendentes.



Pablo Iglesias, como miembro del Gobierno de Pedro Sánchez, se encontraba en lugar preferente del desfile militar y uno de los primeros en recibir el ‘saluda’ del Rey. 

La escena era muy esperada por ser la primera ocasión en que miembros de Podemos acudían a este acto. El vicepresidente no le hizo la reverencia a Don Felipe, pero saludó con una casi imperceptible inclinación de cabeza, parecía tener los ojos cerrados, como si se negase a mirar al monarca. Los otros ministros de Unidas Podemos también saludaron al monarca con el mismo y discreto gesto que el vicepresidente y su mujer, negándoles la protocolaria reverencia mientras que la mayoría de los socialistas hacían un amago la reverencia, con un movimiento de cabeza con mayor inclinación o se llevaban la mano al corazón.

La Real Familia Española y la familia española real


En mitad de una pandemia, nuestros políticos deciden montar un circo con payasos sin gracia, bestias desdentadas, trucos de magia a los que se les ve el truco y malabarismos cutres. ¡País!

El Supremo desmiente al PP. Aclara que la sentencia no tilda de excesivas las menciones a la caja B.

 'Los Bárcenas, media España temiendo que cante el hijo y la otra media temiendo que cante el padre'




Así se muestra Mireia Varela, la ex de Gabriel Rufián, en Instagram. Mientras el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana (ERC), de 38 años, logró rehacer su vida y tiene planes de boda con su novia Marta Pagola —jefa de prensa del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Congreso de los Diputados—, Mireia sorprende a todos, publicando unas fotos en las que ha posado totalmente desnuda, mientras se tapa sus partes más íntimas con una guitarra eléctrica de color rojo. El posado de las fotografías está realizado por la fotógrafa 'Esther con Hache', y le sigue un fragmento del poeta y escritor uruguayo Mario Benedetti. “Una mujer desnuda y en lo oscuro tiene una claridad que nos alumbra”.



Así amanece en la bahía de Palma de Malloarca. 'Un día  para rodar -según X. Pastor-  con la moto y sentir el viento fresco de otoño en la cara. 

 Artilugio con el que encedíamos antes la luz. Aún se conserva en algunas casas.

Son Ferrer. Mallorca. ‎Una foto de Esperanza Picó Perelló.

Calle de Ciutadella (Menorca)

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Manel F., Vergara, Eneko, Enrique, Mora…







Cuando había libertades.
Lotería de la Gürtel.


El vídeo
Superduros.
 El niño que habita en Trump
El pasado y futuro de la guillotina.
Una, grande y del PP.


Amanecer dorado en Grecia. Fascistas ala cárcel`


Ley del suelo.



Pene Trump.



Pep Roig, desde Mallorca: Político con mascarilla, Influencer, Telas y colores, Ayuso se endiosa, Más que ayer, pero menos que mañana, Fijación por Madrid…









Los vídeos de esta semana:

 Madrileños consideran "injusta" la 'madrileñofobia'

La 'madrileñofobia' o cómo generar una polémica donde no la hay.

   Los fabulosos Cadillacs – V Centenario con letra.

Ska-P- Cruz, Oro y Sangre.


Polònia - 15/10/2020

 Raúl Cimas. El mejor copiloto del mundo | #LateMotiv753


Monólogo. I-Vacuna | #LateMotiv755



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