Bono “está hasta los huevos” y se siente “transtornao”.

Bono, a punto de soltar su frase.

Los gazapos de nuestros políticos o lapsus políticos más sonados, son guasa siempre oportuna a la hora de romper el hielo, comenzando por los de más categoría como el de José Bono, estresado en el Congreso cuando algunas jornadas se le hacen interminables. “Estoy hasta los huevos!... Se le escuchó decir el pasado martes a través de un micrófono abierto situado en la presidencia, tras equivocarse repetidas veces, al enunciar una moción que iba a votarse en el pleno, al término de una larguísima sesión que terminaba más allá de las diez de la noche. Fue mientras los diputados, y él mismo, pulsaban los botones y las cámaras recogían una panorámica del hemiciclo. Entonces se le escuchó afirmar a media voz, mientras los diputados, y él mismo, pulsaban los botones: “Estoy ya hasta los huevos” y, enseguida, a modo de justificación, un “Estoy trastornao”.

Esta no ha sido la expresión excepcional recogida en el Congreso. Se recuerdan otras, como el famoso “¡Manda huevos” que, en abril de 1997, lanzaba el entonces presidente del Congreso, Federico Trillo, harto también por la compleja y prolija redacción de una enmienda parlamentaria que se iba a votar. Y, curiosamente, los dos presidentes tanto del POE como el del PP, hicieron alusión a los huevos –vulgarmente conocidos por “los cojones”– de los machos españoles. Pero las alusiones de Bono y Trillo no son las únicas meteduras de pata de los representantes de la patria. Igualmente, recordamos la del actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando dijo: “Debemos favorecer, impulsar y follar… apoyar el turismo ruso”. Claro que tampoco Aznar se libera de ellas. De hecho, el ex presidente del Gobierno es uno de los más prolíficos. Es difícil olvidarse de su acérrima defensa del vino o de su otra frase “Vaya coñazo que he soltado”. Y ni Esperanza Aguirre, condesa consorte de Murillo, Grande de España, y presidenta de la Comunidad de Madrid, pasa sin gazapo al ser captada por los micrófonos cuando le dice a Gallardón “No tenemos ni un puto duro”. Y no hablemos de otros de Mariano Rajoy con su “Viva el vino” o “ETA es una gran nación”. Pero sin lugar a duda, la palma se la lleva Trillo con su “Viva Honduras”, cuando se encontraba de visita en el Salvador”.