Baleares, el escándalo de la Tarjeta Azul del PP.
Lista polémica provisional paea los firmantes del PP.
Dani Ruano, pidiendo disculpas por su error.
Unos 22.000 militantes del PP disponen de una
tarjeta de ahorros (la Tarjeta Azul )
exclusiva para ellos con descuentos en 340 comercios y empresas de servicios de
Baleares. Sus afiliados disponen de papelerías, talleres, bares, ropa en Xino’s,
comer más barato en Beewi, etcétera, conseguidos gracias a su colaboración con
el PP. Incluso pueden contratar sus vacaciones en los hoteles Iberostar o
Grupotel de medio mundo, con una rebaja
entre el 5 y el 15 por ciento. Una publicidad con la que el PP está dispuesto a
aumentar el número de sus militantes en esta campaña y conseguir de nuevo la
victoria en las nuevas elecciones. Pero conseguirlo así, con esos métodos tan
arbitrarios y comerciales ¿es ético?
Entre los comercios señalados no está ninguna
librería, ni teatro, ni tienda de comestibles, ni supermercado… Abundan, en
cambio, los hoteles, empresas que con más entusiasmo recibieron esta iniciativa.
Entre las cadenas hoteleras que se prestan cabe recordar que Grupotel,
propiedad de la familia de Miquel Ramis, diputado del PP, colocó a Maite Areal,
esposa del ex presidente Jaume Matas, procesado y condenado y a la espera de un
indulto que no le llega. También figura la última pregonera de las Fiestas de
San Sebastián de este año, la propietaria de almacenes Casa Roca.
La contestación generada en torno a este hecho ha
provocado que varias tiendas se hayan retirado de la lista. Entre ellos, Dani
Ruano, de Roto Ruano, quien rectificó con una declaración en vídeo registrada
en su página web, en que anunció que “no daría beneficios” por ser sus clientes
de un sitio u otro, acabando llorando y pidiendo perdón por lo que consideró
“un error”. Susana Company, propietaria
de Papelerías Company, de Marratxi, informó posteriormente que tampoco
ofrecería descuentos a los afiliados populares. A pesar de haber reconocido, en
un primer momento, que sí había firmado “sin darse cuenta de que las
condiciones eran para los integrantes de un partido político”. También la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa
de Mallorca (PIMEM), así como su delegación de Comercio, quisieron
desvincularse públicamente de la iniciativa de la Tarjeta Azul , aunque aseguren
que “respetan” que algunos de sus afiliados hubieran decidido adherirse.
Pere Sampol, ex senador nacionalista, de Més,
reclamó meses atrás la lista de adheridos para no entrar “nunca más en esas
tiendas”. Y el presidente, José Ramón le tildó de dictador. Mabel Cabrer,
portavoz del PP, acusó a los econacionalistas de Més de haber emprendido una
campaña que asimiló a la de los nazis que marcaban con la estrella de David las
fachadas y comercios de los judíos de la Alemania de Hitler. Y el senador Antoni Machado,
del PSOE anunció en las redes: “¿Me ayudas a difundir la lista de la Tarjeta Azul ? ¿Me
ayudas a boicotearlos? Y toda la oposición ha iniciado en la red una campaña de
boicot de los establecimientos, mientras que el Govern, en manos del PP,. ha
recordado que, según los servicios jurídicos del PP, no existe “ningún viso de
ilegalidad” con la tarjeta de descuentos del PP balear, puesto que, si lo
hubiera habido, “se hubiera retirado”. Pero, los partidos de la oposición no lo
tienen tan claro y apuntan a que se podría estar vulnerando el artículo 4 de la Ley Orgánica 8/2007
de Financiación de los Partidos Políticos, y exigen que las administraciones
públicas gobernadas por el PP deberían abstenerse de contratar cualquier tipo
de servicio con las empresas “amigas”.
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