Historia de dos juezas acosadas.
Estela San José (izq.) y Pilar de
Lara, junto a los juzgados de Lugo.
“Marioneta, la venganza se sirve
en plato frío, no te olvides de ello. Yo no me olvido”. Este mensaje de amenaza
se publicó en El Faro Verde, un polémico foro de la Red , frecuentado sobre todo
por agentes de la
Asociación Unificada de Guardias Civiles. Marioneta es Pilar
de Lara. Se trata de uno de los nicks o pseudónimos de Internet que, en algún
momento, usó para rastrear delitos. El autor del mensaje era 60Folios, un alias
desde el que recibe constante “acoso e insultos” y tras el que, según ya ha
informado el abogado de la magistrada al subdelegado del Gobierno en Lugo y al
general de zona, se esconde un agente muy conocido en la ciudad, J.M.B., especializado
en seguridad ciudadana y explosivos.
“Desde 2012 –cuenta Silvia R.
Pontevedra en El País, bajo el título ‘Historia de dos juezas acosadas’–, la
juez que desmanteló una presunta mafia de proxenetismo y corrupción policial en
la Operación Carioca
y removió los cimientos de una comandancia, ha tenido que cambiar sus rutinas.
Dejar un grupo al que acompañaba tocando la guitarra (su gran vocación) y
cambiar incluso varias veces la parroquia a la que iba los domingos con su
marido. Actualmente, según allegados, se mueve con escolta. Se la asignaron por
las amenazas de cariz personal y contra su familia, sufridas desde que mandó a
prisión a los cabecillas de la trama, entre ellos el proxeneta José Manuel
García Adán y el cabo de la guardia civil, Armando Lorenzo Torre. Según fuentes
de los juzgados, se han llegado a ‘detectar seguimientos incluso desde
vehículos oficiales’ hacia las jueces Pilar de Lara y Estela San José. Las
amenazas, vejaciones, insultos, pintadas denigrantes y calumnias difundidas
para dañar (o destrozar, como en el caso de San José) sus vidas privadas, son
constantes.
En 2013, Miguel García Gesto fue
imputado y detenido por amenazar e insultar a De Lara en público. El calvario
vivido por Estela San José, magistrado del Juzgado de Instrucción nº 3, por el
acoso que padeció a través de los foros de Internet, quedó recogido en la
declaración que prestó en el Juzgado nº 1, tras denunciar a J.M.B., en marzo de
2009. El perseguidor, aquella vez, era el mismo guardia civil que,
supuestamente, se esconde bajo el nick 60Folios, aunque entonces lanzaba sus
ataques bajo otros disfraces, tales como Habemus o Tiodelavara, desde un cíber
perfectamente identificado. .
Actualmente, J.M.B., que fue
denunciado por San José y se libró del juicio al límite tras reconocer los
hechos, está de nuevo imputado, junto a dos personas más, en otro procedimiento
penal por presunto delito de injurias, amenazas y calumnias contra las dos magistradas,
iniciado a finales de 2010 a
petición del fiscal jefe de Lugo. En febrero de este año, instruyó un atestado contra De Lara por
presuntas prácticas irregulares. Al final, el agente en cuestión reconoció su
“enemistad manifiesta” con la juez y se abstuvo, pero la denuncia llegó a los
juzgados en papel oficial de la Comandancia.
El documento llevaba membrete de la Dirección General
de la Guardia Civil
y sello oficial de la
Comandancia de Lugo, pero un mando del cuerpo aseguró que se
trataba de la iniciativa de un agente “a título individual”, fruto de la
“autonomía” que tienen para girarlas. Y el instituto armado se desvinculó de la
denuncia presentada. Un par de años antes de meterse con De Lara, Tiodelavara,
representante sindical en el cuerpo, la emprendió con San José, después de que
la juez ordenase detener, en contra del criterio de los guardias civiles, a
otro agente que había sido denunciado por violencia machista. A partir de ahí,
según relató la instructora en su momento, se dedicó a minar su relación con
otro agente, propagando infundios. Los rumores llegaron incluso a la Guardia Civil en
Madrid. Según San José, la gravedad de los mensajes deterioró su vida de pareja
hasta romperla. Fueron “dos años de auténtica tortura, de ver que la vida se
viene abajo, que todo el mundo te señala y no por tu labor profesional”.
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